El domingo ha sido la fiesta grande de mi pueblo, la Romería de San Marcos, la primera que se celebra en el año y abre el camino a las demás. A partir de este chupinazo, les advierto, va a ser un no parar. Casi cada domingo, durante todo el verano habrá una romería en cada pueblito perdido de la isla. Pero la primera es la nuestra y buenos son los teguesteros para montar una fiesta. Porque cuando digo que el domingo fue la fiesta, miento: la fiesta empezó hace más de un mes y continuará hasta la primera semana de mayo. Ya los dicen Los Gofiones en su canción "En abril de romería": "Romería de San Marcos, popular y parrandera".
"Ya los tocadores están afinandopara que Tegueste se vaya animando.Tegueste, Tegueste, pueblo de romero,canta con nosotros, aire parrandero."
Y tanto, tanto se animó todo el mundo que esta romería tiene unos efectos colaterales que ya quisiera cualquier otro fiestón. Yo he contado 10, pero seguro que ustedes encuentran más. Les cuento.
1. La romería es como un parto, hace meses y meses que se está gestando: en los grupos, incluidos los colegios, que hacen las carretas, las más bonitas de la isla; en los que ensayan isas y folías para cantarlas el gran día; en las familias que engalanan sus casas...
2. Desde finales de marzo hasta principios de mayo, para aparcar en Tegueste hacen falta rogativas y novenas a San Marcos. Los aparcamientos se reservan para poner en ellos los cochitos locos, las norias y el Increíble Hulk. Incluso uno alternativo que ponen en una huerta (que con las lluvias se convierte en un fangal) también lo quitan días antes para poner ahí al ganado que se va a bendecir. Oh, hay gente que encuentra un sitio donde aparcar y se emociona tanto que ya deja el coche allí todo el mes.
3. El día de la Romería se corta la carretera general, no se puede pasar ni para arriba, ni para abajo. Si te invitan a una casa debes ir a desayunar, comer y cenar porque en medio no te puedes ir. También está prohibido enfermarse y morirse.
4. También, no sé por qué, ese día en Tegueste no hay cobertura. Yo he propuesto enseñar a hacer señales de humo pero no me han hecho mucho caso.
5. Al día siguiente de la Romería las casas que se han acicalado para estar guapas encuentran en sus jardines variedad de latas y botellas vacías y en sus paredes recién pintadas huellas de zapatos apoyados, manchas de vino y meados. Incluso una amiga mía, como si fuera una plaga israelita, se encontró a la mañana siguiente la puerta ensangrentada.
6. Tampoco se puede descansar mucho esa noche por los cánticos y tertulias hasta la madrugada debajo de las ventanas de los vecinos. Mi consejo: no intentes dormir, mejor baja y únete a ellos.
Y más efectos colaterales, no necesariamente malos (y no voy a contar las resacas):
7. Muchos de los que viven en el centro emigran para que no se les llenes la casa de amigos y desconocidos.
8. Ese día me quedo sin el periódico al que estoy suscrita (y que, por tanto, he pagado) porque la gasolinera donde lo compro también cierra.
9. Isabel, la chef de La Cairosa, que hace la mejor ensaladilla de la isla, me dijo que para la Romería le encargan kilos, kilos y más kilos.
10. También te puedes llevar sorpresas, como le pasó a una amiga mía a la que su ex (al que no veía hacía años) le vino a cantar con una parranda una serenata al pie de la ventana. La bebida fomenta el romanticismo, oye.
Es comprensible que, cuando me preguntan. "¿Vas a ir a la Romería?", yo contesté: "¿Tas loco? Ni jarta de ron". Pero no me hagan mucho caso, que yo ya tengo una edad y que ya viví muchas romerías en las que , vestida de maga como corresponde, bailé, canté, comí, bebí y me divertí. Así que a disfrutarla y a cantar con Los Gofiones:
Estamos en abril de romería,cantando vamos todos pa' Teguesteporque en un lindo pueblo como estedan ganas de cantar de noche y díaaaa...