lunes, 19 de julio de 2021

Jugar al TEA


Biblioteca del TEA

Tengo por seguro que el inventor más genial de todos los tiempos fue Johannes Gutenberg, cuando en su Maguncia natal inventó la imprenta de tipos móviles y puso el libro y la cultura al alcance de todos nosotros. Imagínense el panorama anterior (Umberto Eco lo retrató perfectamente en "El nombre de la rosa"): monjes en conventos y abadías copiando ¡a mano y con velas! los libros antiguos y recopiando cuando el material se deterioraba, que era a menudo. Allí se dejaban la vista y la salud en el helado scriptorium, dibujando letras góticas, muchos sin saber leer y escribir, iluminando los grabados, salvando, en realidad, la literatura de su desaparición. Todo eso justificaba a lo mejor el que los libros estaban encerrados en los conventos, lejos del pueblo, que era una buena manera de controlar a la sociedad.

Y entonces llegó él ¿Cómo se le pudo ocurrir la idea? Aunque se sabe poco de Gutenberg, sí se conoce que inventó la imprenta adaptando las prensas que se usaban para exprimir las uvas y elaborar el vino. ¡Vino y libros, qué estupendo maridaje! Pasó apuros y se arruinó en la empresa, pero nadie le puede quitar la gloria de ser el autor del mejor invento del mundo.

Por supuesto, como siempre que aparece algo nuevo, tuvo detractores que, por si acaso, se oponían (Mopongo los llamo yo). En aquel siglo XV, los monjes eruditos, pensando a lo mejor que se les acababa el chollo, pusieron el grito en el cielo proclamando que la imprenta era un invento de Satanás, que así se degradaría el saber, que, fíjate tú, en lugar de utilizar la lengua culta, el latín, se usaría la lengua vulgar, hay que ver; y que ahora, en vez de sentarse todos juntos a escuchar historias, el libro, que se lee en soledad, separaría a las personas, fomentaría las reflexiones particulares (con lo peligroso que es pensar) y acabaría con el mundo tal y como lo conocían.

Y en parte tenían razón. Con la imprenta se podía difundir todo, no solo la Biblia como defendía el propio Gutenberg en su marketing, sino también los discursos, los panfletos, las historias, el pensamiento extendiéndose y pululando entre las gentes y haciendo posible la aparición del hombre moderno y crítico , que defiende su opinión porque ahora tiene a su alcance las de todos los demás.

Los libros son ahora parte tan fundamental de nuestras vidas que estas no se pueden concebir sin ellos. Somos lo que somos gracias a los libros. Por eso, me gustó tanto que mis nietos pequeños -6 y 7 años- me dijeran hace unos días que iban a jugar al TEA. ¿Al TEA?, les dije. Julia me miró con la mirada condescendiente de los niños ante la ignorancia de los adultos: Pero, Aba, ¿es que no sabes qué es el TEA?. Claro que lo sabía, he ido a charlas y presentaciones de libros al Tenerife Espacio de las Artes, lo que no sabía es que ellos lo conocían. Sí, le dije, pero ¿cómo se juega a eso?.  Y ellos me explicaron (con la paciencia del que le explica a un tonto) que el TEA tiene una Biblioteca preciosa, que mamá les había prometido que un día los llevaría a leer allí y que, mientras tanto, ellos de vez en cuando jugaban al TEA. Y entonces, se aposentaron en su cama cada uno, tal cual el Escriba sentado, reunieron libros alrededor y ¡hala! a leer. Y ante mi asombro, estuvieron una hora en silencio leyendo. Ella se leyó 2 capítulos de "Harry Potter y la piedra filosofal" de J.K.Rowling, y él unos cuantos libros de Teo.

¿Entienden mi admiración por Gutenberg? Que haya puesto en nuestras manos un invento que incrementa la imaginación y el vocabulario, que nos hace más reflexivos y críticos, que haya hecho que florezcan por doquier bibliotecas y librerías, que haya propiciado descubrimientos, estudios, investigaciones, sueños... todo eso y mucho más es muy, muy importante. Pero que mis nietitos se estén una hora leyendo libros en silencio es un milagro que solo el genio más genial del mundo puede lograr ¿Cómo no se han levantado monumentos en cada esquina a este hombre?

16 comentarios:

  1. Charo Borges Velázquez19 de julio de 2021, 17:38

    Pues, sí, Jane, quién te lo iba a decir... A través del juego de tus nietitos, has descubierto otra de las virtudes del genial Gutemberg.
    Habrá que ir pensando en promover una cuestación popular, para hacerle el monumento que propones.

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    1. Es verdad, Chari: promotor de juegos. ¡Y cuántos ha generado la lectura! Prácticamente todos tienen algo que ver con ella.
      Hay miles de cuadros y esculturas en las que aparece Gutenberg (Maguncia, Viena, Estrasburgo...), calles, avenidas, proyectos... Hasta una Editorial española se llama Galaxia Gutenberg y también un cráter de La Luna en el borde oeste del Mar de la Fecundidad. Pero es que debería estar más presente todavía en nuestras vidas ¿Tú sabes cuánto le debemos?
      Y nada de cuestación popular: un homenaje universal de todos los gobiernos del mundo. Hala.

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  2. Carmen María Duque Hernández19 de julio de 2021, 17:39

    Muchísimas gracias, mi niña querida, salud y besitos para todos.

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    1. Gracias a ti, Carmelita. También salud para ti. Y besos a porrillo. :-D

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  3. Juan Antonio Núñez Rodríguez19 de julio de 2021, 17:40

    ¿Que sería de ti sin Gutemberg ?

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    1. Eso mismo digo yo. Sin los libros yo no sería este yo que soy. No solo por lo que leo (que es mucho, en lo que va de año he leído 94 libros), ni porque dediqué parte de mi vida profesional a llevar una biblioteca, sino también por la educación recibida desde que aprendí a leer a los 3 años.
      Y pienso que esto nos pasa a todos: somos producto de las lecturas, de las enseñanzas impartidas en libros, de la sociedad que tenemos que es así gracias a Gutenberg...
      ¡Bendito Gutenberg! ÉL dijo: "La imprenta es un ejército de 26 soldados de plomo con el que se puede conquistar el mundo". Yo pienso que no solo lo conquistó sino que también lo cambió de arriba a abajo.

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  4. Txatxaaaaa, dile a tus nietos que vengan a hablarle a mis alumnos de bachillerato del disfrute de leer.

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    1. Jajaja, Eva. Creo que por mucho que les hablen... Fíjate que yo eduqué a mis hijos por igual respecto a los libros. Les leía por las noches, les compraba libros en cumpleaños y reyes y los animaba a leer. Mi hija es como yo, una devoradora de libros, y mi hijo, si coge alguno, es para ponerlo debajo de la pata de una mesa coja. Son esos misterios de la vida.
      Para la lectura de los de bachillerato yo tenía un método que me daba buen resultado. En Ética les exigía la lectura de un libro (y su interpretación ética), pero el que ellos quisieran. Lo mismo hacía en Filosofía, en el tema de las Utopías, aunque aquí sí les daba una lista de unos 80 libros sobre sociedades utópicas, o por lo menos, distintas a la nuestra. Cada uno tenía que hacer un trabajo sobre el libro y presentarlo a la clase. Solía gustarles este sistema. El problema es que, claro, el profesor tiene también que leerlos y tiene que ser un buen lector.

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  5. Genial, como siempre....un abrazo

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    1. Muchas gracias, Jesús, tú que tienes nietos sabes lo que se agradece un ratito de silencio. Y si encima los ves gozando, mejor que mejor. :-D
      Un abrazo muy grande y a disfrutar del verano.

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  6. Precioso el articulo sobre la lectura y juegos de tus nietos.¡Me encanta!✌��

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    1. Gracias, Esther. Yo disfruté escribiéndolo y aunando dos de mis amores, libros y nietitos. Los dos me han dado muchos momentos de felicidad. :-D

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  7. Gutenberg es un genio al que le debemos toda la sabiduría adquirida.
    Sumergirse en un buen libro nos transporta hacia mundos y vivencias que son increibles.
    Los abuelos debemos esforzarnos para que nuestros nietitos adquieran ese hábito tan enriquecedor y formidable ,que es la lectura.
    Me ha gustado muchísimo tu escrito,acerca de ese gran invento que fue la Imprenta...bstos.

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    1. Muchas gracias. Las editoriales están haciendo mucho también por que nos guste un libro. Una edición bien cuidada es un placer para los sentidos también.
      Mi nietita tiene un ejemplar de "Harry Potter y la piedra filosofal", de Editorial Minalima, que es una delicia, todo ilustrado. Por ejemplo, la carta que Harry recibe de Hogwarts le viene tal cual para que ella la abra.
      Así, cualquiera se anima a leer.
      Besos.

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  8. Cierto somos lo que somos gracias a los libros, pero ante lo fuimos de
    la piedra Rosseta ) del barro Sumerio para pasar al papiro egipcio y la vitela medieval.
    Gutenberg abarató el conocimiento, privilegio de clases adineradas, poniéndolo al alcance de muchos. La modernidad liquida de Sigmun Bauman quiere, en cierta manera, "liquidar, aunque yo diría "licuar" el libro físico (papel y tinta impresa).
    A los bibliófilos entre los que me encuentro no nos convence, aunque no creo en la falacia de que el saber no ocupa lugar, díganselo a los que sobrepasamos los 10.000 volúmenes, seguro que Isa anda rondando esa cifra ¿O NO?

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    1. Pues no los he contado, Alfa, pero deben andar por ahí. El caso es que los libros han ido colonizando mi casa, y en estos momentos en los únicos sitios en los que no hay libros es en los dos baños y en el cuarto de lavar. Tengo que hacer un expurgo más pronto que tarde.
      Y me da que, a pesar de las indudables ventajas del libro electrónico y mientras haya amantes de los libros, el de papel y tinta impresa no morirá.
      Un abrazo.

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