lunes, 26 de agosto de 2013

Si madrita lo supiera...




En Adeje, años 50. A un indiano le robaron unas joyas y la Guardia Civil detuvo a dos hermanos gomeros, de aquellos temporeros que se contrataban para la zafra de las fincas de tomates del sur de la isla. Dos niñas, entonces de 6 y 7 años, los vieron llegar al cuartelillo que estaba frente a la casa de su abuelo, en la que veraneaban. Y durante días estuvieron escuchando el “hábil interrogatorio” al que los sometieron.

lunes, 19 de agosto de 2013

Mis rivales




Resulta sumamente curioso que yo, que no soy especialmente amante de los animales, tenga mi casa que parece el arca de Noé. Entiéndaseme. Me gusta ver llegar de los viajes, planeando como flechas hacia el tablero, a cualquiera de las 160 innominadas palomas mensajeras de mi marido; le hago religiosamente la comida todos los días a nuestro perro Rebo (llamado así porque se lo regalaron a mi hermana, no lo quiso y nos vino a nosotros “de rebote”); e incluso he mantenido una educada conversación con una de las 5 gallinas ponedoras (Clara, Yema, Cascarilla, Matilda y Carlota) que mis hijos le han regalado a mi marido por su cumpleaños. Bueno, una conversación con una gallina no trata evidentemente sobre el materialismo dialéctico. Se limitó por su parte a un “¿Cloc?” y por la mía a un “¿Qué haces tú aquí en el patio? ¡A la huerta!”, pero fue una conversación al fin y al cabo.

lunes, 12 de agosto de 2013

Historias de Los Sauces: la historia del maestro Ambrosio




Todos los de mi generación oíamos, siempre que encontráramos la frecuencia, perdida a menudo entre interferencias, Radio Pirenaica. Fue la más famosa de las emisoras clandestinas que, de 1941 a 1977 y desde lugares tan lejanos como Moscú y Bucarest, nos contaba, salvando la censura franquista, lo que realmente pasaba en el mundo y en España. La dirigía el Partido Comunista pero se nutría, sobre todo, de los miles de cartas que los oyentes mandaban.

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