martes, 29 de mayo de 2012

Estrenando vida en 3D




Mi sobrino Jesús y su mujer Corina están trabajando ahora en Silicon Valley, cerca de San Francisco, y, desde allí nos tienen informados a toda la familia de la vida que llevan en Estados Unidos, de sus visitas a preciosos parques naturales (sin oso Yogui, por ahora), del eclipse solar que se ha visto este mayo por aquellas tierras, y, sobre todo, de lo embarazados que están, con una niñita en camino. Y, como hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, todos hemos recibido ya la ecografía de mi futura sobrina-nieta con 24 semanas. Y en 3 dimensiones, como si fuera la protagonista de “Avatar”.

martes, 22 de mayo de 2012

En donde se comprueba que mi nieto tiene mucho de Oliver Twist




Este año, en que se hacen 200 años de su nacimiento, me ha dado por volver a leer a Dickens, y concretamente me lo estoy pasando pipa con “Oliver Twist”. Ya saben de qué va. Un pobre niño huérfano es criado en un hospicio entre palizas y miserias. Cuando, después de 9 años, huye, cae –de la sartén a las brasas- en la guarida de unos ladrones que quieren aprovecharse para sus robos de su cara angelical (que puede engañar) y de su delgadez (apta para pasar por postigos estrechos). Al pobre, que es (irrealmente) bueno a más no poder y que se pasa llorando casi toda la novela, le ocurren mil perrerías: tiros, secuestros, cárcel, traiciones… En resumidas cuentas, un dramón.

martes, 15 de mayo de 2012

¡Riddikulo!




Es una verdad universalmente aceptada que en este mundo existen seres intimidantes y de gran personalidad –Hitler, la señorita Rottenmeier, mi profesora de Literatura de 6º, Napoleón, mi tío abuelo Cándido…-, ante los cuales uno se acoquina y se trabuca. ¿Qué podemos hacer para vencer el apocamiento que estas personas producen? ¿Cómo verlas como lo que son, hombres y mujeres al mismo nivel que el resto de la humanidad, con virtudes –hasta Hitler las tenía-, defectos y miserias?

martes, 8 de mayo de 2012

Las drama mamás


Célula madre ejerciendo

El jueves pasado, en mi paseo mañanero, oí por la radio una entrevista a Amaya Ascunce, una periodista y bloguera muy simpática, a la que Planeta edita un libro titulado “Cómo no ser una drama mamá. Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir”. Amaya ha acuñado el término genial de drama mamá, refiriéndose con él a todas esas madres que, durante toda la vida, te aconsejan, te reconvienen y te amonestan, con frases contundentes, siempre poniéndose en lo peor y echándole un poquito de drama a la cosa. Es decir, Amaya ha hablado de mí, de mi madre, de mi abuela…, de todas nosotras.

martes, 1 de mayo de 2012

Declaración de inocencia




Me he pasado la tarde del domingo leyendo poesía, lo confieso, señor Juez, pero ha sido en defensa propia y empujada por la necesidad. La víspera había estado en el cumpleaños de mi amiga Marian disfrutando de unos buenos chuletones asados y de un vinito de la cosecha del dueño de la casa, de la zona de Las Riquelas, que te puedes morir. Habíamos cantado a voz en cuello eso de “qué tiene la Zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones” y otras coplas sentidas por el estilo. Usted convendrá conmigo que, después de tales y placenteros excesos, se precisa un descanso reparador en un domingo tranquilo ¿no? Pero, claro, no contaba con que hoy, en mi pueblo, es la Romería de San Marcos, en la que la gente como que se vuelve loca y, desde el alba, están tirando voladores con premeditación y alevosía. ¡Y menos mal que una vive en las afueras!
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