lunes, 31 de agosto de 2015

Fiesta de pijama




Les juro que no he encontrado ni en Malinowski, ni en Marvin Harris, ni en Margaret Mead, reputados antropólogos y estudiosos de las costumbres humanas, ninguna referencia a las "fiestas de pijama". Sí es verdad que en todas las sociedades hay "ritos de pubertad", como, entre los okrikas de Nigeria, bajar las chicas al río a cantar días y días hasta que las rescatan; o el afilarse los dientes de las jóvenes mantuwai; o los niños que, en el Amazonas, tienen que ponerse un guante lleno de hormigas poroponeras, más piconas que una pimienta de la mala palabra, y aguantar 10 minutos sin gritar. Pero no hay nada parecido a esas fiestas que, de un tiempo a esta parte, hacen nuestros preadolescentes, o cocacolos, como los llama mi hija.

lunes, 24 de agosto de 2015

Sin noticias de Armenia




¿Ustedes han oído hablar de Armenia? ¿Verdad que no? Por lo menos, yo no sabía casi nada de ella -solo que era un país caucásico perdido entre Turquía, Rusia e Irán- hasta que mi amiga Ana, de la que ya les he hablado aquí, se marchó hace un par de meses a recoger líquenes a la Armenia profunda con unos cuantos locos como ella ¡y con 43º! (ya sé que parece exagerado pero Ana es capaz de ir hasta las mismas puertas del infierno si le dicen que allí es probable que haya parmelias perlatas). Y, cuando vino, me trajo noticias de Armenia.

lunes, 17 de agosto de 2015

Bajo el signo de Géminis




La semana pasada -de tormentas inesperadas sobre la isla- han nacido las mellizas. Son hijas y nietas de amigos muy queridos que se estrenan de padres y de abuelos. Los que lo somos desde hace tiempo sabemos que este es un momento-joya, un regalo para guardar, atesorar, regodearse y recordar con mimo cuando pasen los años. Y en este caso está, además, el añadido de que el milagro es doble, porque los gemelos y mellizos parecen tener un estatus especial.

lunes, 10 de agosto de 2015

El año del pedo




Supongo que muchos de ustedes conocen el cuento de "Las mil y una noches", "El año del pedo". Por si no se acuerdan, ahí les va. Un honrado y rico beduino llamado Abul-Hussein decidió un día casarse y eligió a una jovencita, hermosa como la luna llena. El día de la boda en Bagdad ofreció un espléndido banquete y todo el mundo, incluido el novio, bebió y comió hasta saciarse. Al final, las mujeres llevaron a la novia a la habitación nupcial y la prepararon para la llegada del esposo. Abul-Hussein entró con su séquito y se sentó un momento en el diván con dignidad. Pero al levantarse, tal vez por todo lo que había comido, se le escapó un pedo "terrible e inmenso". Todos disimularon hablando o tintineando ajorcas, pero Abul-Hussein, avergonzado, montó en su caballo y no paró hasta llegar a la India. Al cabo de 10 años, pensando que ya el hecho estaba olvidado y acuciado por la añoranza, volvió. Cuando iba llegando a su casa, vio a una niña a la que una anciana estaba despiojando y la oyó preguntar: "¿Cuántos años tengo, abuela?". La abuela contestó: "A ver... naciste en el año del pedo, así que tienes ¡10 años!". Abul-Hussein se quedó paralizado. Su pedo, su único fallo en una vida honorable, ¡había hecho historia! Se volvió y nunca más se le vio por allí.

lunes, 3 de agosto de 2015

Teoría del chasco




Hace poco leí la historia de un tal Steve Feltham que desde 1991 vive acampado a la orilla del lago Ness en Escocia con la esperanza de ver y capturar a Nessie, el supuesto monstruo prehistórico que, según las leyendas, vive en el fondo legamoso del lago. Steve renunció a su familia y a su trabajo, y se ha pasado ¡24 años! allí pegado día y noche (me lo imagino durmiendo con un ojo cerrado y otro abierto, por si en ese preciso momento a Nessie se le ocurriera asomar la cabeza), persiguiendo "una ilusión, una sombra, una ficción", como en "La vida es sueño". 

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