lunes, 31 de octubre de 2016

Puntas de color rojo carmín

Dibujo de mi nieta Eva a propósito de hoy

Al regresar de viaje, me he encontrado a Eva, mi nieta de 13 años, con las puntas del pelo teñidas de color rojo carmín (o magenta, como dice mi amiga Chari, que es pintora y de colores sabe un montón). También tenía las uñas pintadas de azul oscuro con florecitas blancas. Parecía una jovencita y espigada (mide 1,78) Morticia Addams, caminando con ligereza por la casa. "¿Y esos pelos?", le dije. Se rió y me contestó: "Sonia -esta es su mejor amiga- se los tiñó de azul marino".

lunes, 24 de octubre de 2016

La magia siciliana


El Etna y su fumarola

Siguiendo el sabio consejo del actor Antonio Gamero que dijo que "como fuera de casa en ningún sitio", este mes me he dedicado a andar por esos caminos, "la casa atrás, delante el mundo / y muchas sendas que recorrer", que diría Tolkien.

lunes, 10 de octubre de 2016

Merci, très gentil


Bouzigues al atardecer. Con razón, Van Gogh eligió esta tierra...

A pesar de que estudié francés en el Bachillerato y 2 años más en la Universidad, no lo hablo con fluidez por culpa de aquel sistema de enseñanza de idiomas, en el que se primaba más que nos supiéramos los verbos irregulares que que mantuviéramos una conversación. Sin embargo, es un idioma que me encanta. Me gusta su cadencia que suena muchas veces como una canción. Me gustan, claro, las canciones en francés, que hablan de amor como ellos saben hacerlo (¿Quién no ha cantado "Ne me quitte pas" con los ojos cerrados?). Ya saben que se le atribuye a Carlos I la frase "El francés es la lengua del amor, el italiano, la de la política y el español, la lengua para hablar con Dios". Y no hay que olvidar que en Francia  nació el amor cortés.

lunes, 3 de octubre de 2016

Yo una vez fui Crispín




En el rosco de "Pasapalabra" (que ya saben ustedes que es una de las pocas cosas que veo en la tele), una vez Cristian Gálvez dijo: "¡Empieza por M! Gran torbellino debido a corrientes que se produce en los mares del Norte". Mientras el concursante pasaba palabra, yo dije inmediatamente: "¡Maelström!". Mi marido que pasaba en ese momento por allí, me miró con cara de asombro y me preguntó: "¿Y como sabes tú eso?". "Por el Capitán Trueno", le respondí.

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html