Siempre le regalo libros a mis nietos pequeños por Navidad y este año le tocó a la niña (10 años) una versión (resumida y con dibujos, de Tea Stilton) de "Jane Eyre" de Charlotte Brontë, una de mis novelas preferidas. No sé si le gustará, pero recuerdo muy bien lo que sentí la primera vez que yo leí el original de adolescente y cómo me atrapó esa historia que he oído calificar de "uno de esos libros inagotables que nunca acaban de revelar todo lo que encierran".
Esta vez me leí la versión resumida, por si acaso no captaba lo esencial. Pero no. Allí estaba aquello que me fascinó hace tanto tiempo: la infancia trágica de la protagonista; su estancia en el Colegio Lowood, con el descubrimiento de la amistad, de la muerte, del amor a los libros; su trabajo como institutriz en Thornfield; el encuentro con el sombrío Sr. Rochester; los misterios y secretos que guarda la casa; el espíritu indomable y valiente de Jane... Creo que sí, que le gustará.
Y como a veces suele pasar en la vida, de repente me fui encontrando con la novela a cada paso. Primero, me encontré una noche viendo la tele con la adaptación cinematográfica de 2011 (hay más de 20 adaptaciones de la novela), de Cari Joji Fukunaga, con una interpretación muy buena de Mia Wasikowska como Jane (imagen inicial).
Después, me leí una novela, "El club de lectura del refugio antiaéreo" de Anne Lyons, en el que una librera inglesa recoge durante la II Guerra Mundiál a una niña refugiada judía con la que de entrada no hace buenas migas. Pero es el amor a los libros lo que las une y es precisamente "Jane Eyre" la primera novela que comentan y la primera que proponen en ese Club de lectura que transcurre entre las bombas y los horrores de una guerra.
Con esas señales no me quedó más remedio que volver a leer la novela original, una de las grandes del siglo XIX, que en mi edición de Salvat (de 412 páginas) tiene el inconveniente de tener una letra minúscula de la que ya mis ojos protestan. Pero así y todo, me quedé otar vez cautivada por su romanticismo, por ese ambiente gótico de los libros de esa época, por esa protagonista llena de valor, inteligencia y pasión que prefiere seguir sus principios aunque eso no la haga feliz, por esos páramos en los que el viento aúlla...
Y otra sorpresa más. Entre las paginas me encontré con un artículo amarillento que había guardado hace años en el que se hablaba del descubrimiento de un cuadernito de notas escrito por Charlotte Brontë, en el que describía un incendio provocado, como el que luego va a aparecer al final de su novela. Lo curioso es que ese cuadernito lo escribió ella con 14 años, 17 años antes de publicar "Jane Eyre".
¿Cómo nacen las novelas? ¿Cómo surge en los grandes novelistas esa primera idea que luego se desarrolla en una historia completa? Charlotte Brontë incorpora a su novela los paisajes desolados en los que vivió y su experiencia en instituciones privadas semejantes al Lowood de Jane. Pero me la imagino a los 14 años describiendo ese incendio y vislumbrando en su imaginación una mansión aislada, rodeada de viejos árboles llenos de cuervos y espinas, devorada por un fuego aterrador y, a la vez, purificador, que supusiera el final de una vida de secretos y mentiras y el comienzo de una más limpia. Esa primera idea...