Mi hija, Ana González Duque, apuesta por ella y presenta este 12 de septiembre su poemario "Contraindicaciones del verbo escribir", un libro para todos aquellos a los que nos gusta leer y escribir. La portada (todo queda en casa) es de mi nieta Eva de José.
Ana empezó desde el Instituto escribiendo y ganando premios de poesía. Luego sus primeras publicaciones fueron también poemarios, cuando ganó el premio Félix Francisco Casanova y el Premio Juventud y Cultura de Canarias. Más tarde se pasó a la narrativa (12 novelas ya y varios libros de no ficción), pero nunca dejó de escribir poemas, que guardaba en una caja como quien tiene un tesoro secreto. Porque, como ella misma dice en el prólogo de este libro, "hay heridas que solo saben rimar, silencios que no caben en una escaleta". "Con la novela -dice- , al menos puedo esconderme tras la trama, los personajes, las excusas. Con los poemas no hay dónde esconderse: es como salir a la calle en bata y con los rulos puestos.". Con la poesía se desnuda el alma.
Y, aunque en la caja de poemas quedan todavía muchos, esta vez elige hablar precisamente de esa pasión por escribir, de "esa necesidad vital de sacar lo que me corría por dentro con palabras". Y nos va contando cómo florecen las ideas, o cuáles fueron los libros amados en los que aprendió que "la belleza puede contarse en versos". Habla de la llegada de la inspiración, de esa nueva forma de mirar que es escribir un poema, de la curiosidad del que persigue historias, de la paz de la habitación propia. Es un libro sincero y valiente, como no podía ser menos, que divide en 4 partes: Escribir, Editar, Promocionar, Ser. Y que cada uno leerá e interpretará a su manera.
Yo me he identificado con "Entre leer y escribir", me enternece el poema "Perder", sonrío ante la crítica que hace al que plagia ("Robar un corazón / y colocarlo en tu escaparate/ no es elegante"). Me hace gracia el humor de las "Instrucciones para sobrevivir al Día del Libro" o de cómo reírse de una misma ("No hay drama que sobreviva a una buena carcajada"). También lo que escribe sobre los vocativos sin coma o sobre la depilación de los adjetivos. Y me sorprende el poema corto dedicado a los verbos: "A veces, / para tener un presente simple/ y un futuro perfecto/ necesitas superar/ un pretérito imperfecto". Nunca tanto se dijo con tan poco.
Sí, la poesía no muere, sigue siendo una manera de ir desde una parte a otra de ti mismo, de reconocernos. Y pienso que, con estos poemas que Ana nos trae en este septiembre, estamos siguiendo el rastro de luz que nos dejaron aquellos que leímos en nuestra niñez.
"Escribo, no para ser distinta, sino para ser".
PD: Si les apetece compartir un ratito hablando del oficio de escribir (y de poesía, naturalmente), la presentación del libro de Ana será en el Centro Cultural de El Sauzal el viernes 12 de septiembre a las 7 de la tarde. La presenta la escritora Pilar Torres y colabora la librería "El Barco de Papel". Sería estupendo que pudieran asistir y vernos allí.
Muchas gracias por este post y por hacerme amar la literatura. Y sobre todo por leerte todo lo que escribo «cuando está en bragas», pobrecita mía.
ResponderEliminar¿Y lo estupendo que es tener a alguien con quien comparto gustos? ¿Y con quien comentar la última novela que nos hemos leído? Mucho he aprendido yo también contigo. Y hasta ahora no he leído nada tuyo "cuando está en bragas", ni siquiera en una primera corrección. Ahora que estoy de lectora cero de tu siguiente novela, "La música secreta del verano", he corregido muy poco. Ya comentaremos.
EliminarHola Isa, no sé si nos recuerdas, pero da igual, lo importante es que nosotros (Socorro y Yo), vemos y leemos todos los lunes, tus escritos en comentarios.
ResponderEliminarEl de este lunes ,en especial por ser y tener la suerte de haber dejado un buen legado literario en la familia.
Procuraremos ir al Sauzal el día señalado y así disfrutar de tu presencia al igual que de la exposición a realizar.
Un abrazo.
Claro que los recuerdo, Pedro, aunque no hayamos vuelto a coincidir en otro viajito. Creo que fue en Reus ¿no? Allí fue donde empezó a gustarme el vermut, jejeje.
EliminarMe encantaría que pudiesen ir a la presentación de Ana y vernos de nuevo.
Un abrazo para los dos.
Hola Isa, será fantástico poder leer esos poemas, como todo lo que escribe tu niña. Muchos besitos a las dos. Si venís a Madrid, al Puerto, o Sevilla nos veremos.
ResponderEliminarYa te mandaré el libro, si te apetece. Ganas no me faltan de ir y volver a vernos, pero por ahora estoy guardando la isla.
EliminarUn abrazo.
Aunque la frase de "Hija de gata, ratones mata" esté muy trillada, no me queda más remedio que aplicarse a Ana y a ti, su orgullosa madre. Lectoras empedernidas, allí donde las haya, y muy buenas escritoras, aunque sepa, de antemano, que tú lo vas a negar rotundamente.
ResponderEliminarNo, no, no lo niego rotundamente. Como profesora que fui, correctora de textos que soy y lectora empedernida como dices (en agosto me leí 19 novelas), sé que escribo bien pero, como digo siempre, lo de escritora está en otro nivel (yo soy escribidora de estos rollitos semanales). Ana es la escritora con toda justicia.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.