lunes, 20 de octubre de 2025

De boda a boda



Mi prima Carmita era guapísima. Diez años mayor que yo, vino a vivir de adolescente a mi casa desde La Palma, y yo la quería y le rendía mi más profunda admiración. Tenía unos ojos oscuros que brillaban de pasión por la vida, unas manos largas y expresivas y una risa contagiosa. Iluminaba cualquier sitio en el que entrara.

Su boda fue la primera a la que asistí en mi vida, yo con 10 años recién cumplidos y ella aún con 19. Recuerdo que a la puerta de la iglesia de San Francisco oí exclamar a una señora, de esas que siempre van a ver y a cotillear: "¡Pero si es todavía una niña!". Yo, que sí lo era, la miré asombrada pensando que estaba loca, porque para mí era como una princesa. Llevaba un vestido precioso de encaje con cuello alto y perlitas cerrando el corpiño y una sonrisa radiante. Después, la vida, como hacen todas las vidas, le dio gozos y sinsabores, hasta que murió hace 4 años, a los 83 años, pero todavía joven, todavía guapa.

No me acuerdo mucho de la ceremonia, la verdad,  pero sí recuerdo la celebración porque fue en mi casa y todavía no me explico cómo cabía allí tanta gente. Además, fue a base de dulces acompañados de chocolates y licores, nada de menús y cosas así. Mi abuela, que era una gran repostera, mi madre y mis tías se pasaron la semana anterior haciendo bollos, rosquetes, quesos de almendra, marquesotes, almendrados, bizcochones, tartas, esponjosos merengues y dulces de todos los sabores. Yo iba sorteando entre las gentes, oyendo historias de otros casorios, pescando dulces y compartiéndolos con mis hermanos y primos, y pensando maravillada, porque todo me parecía mágico: "Así que esto es una boda...".

Esta semana, 67 años después de su boda, he asistido a otra, la de su nieta María, tan parecida a ella que, cuando entró en la iglesia, volví a ver a su abuela, igual de delgada y preciosa, igual de alegre, y su recuerdo sobrevoló en sus hijos, sus nietos, nosotros... todos los que compartimos su vida y la quisimos.

¡Y qué distinta ha sido esta boda de aquella primera! Ahora: una celebración en un sitio precioso de La Orotava, con escalinatas y jardines. Antes: en un piso pequeño de la calle del Pilar. Ahora: un menú exquisito de vichyssoise con timbal de marisco, presa ibérico y tartas de chocolate y de parchita, precedido de dos horas de aperitivos deliciosos mientras tomábamos champán. Antes: dulces a tutiplén, riquísimos, eso sí. Ahora: actuaciones variadas, como un coro en la iglesia o un cantante venido de Londres que cantaba como Sinatra. Antes: no se cantó ni una folía. Ahora: hubo discursos de amigos, primos, hermanos y madrina; hablaron los novios de sus sentimientos, de como se conocieron y de sus proyectos de vida. Antes: ni mu. Ahora: una boda se organiza con un año de antelación. En septiembre  del 24 me llegó un wasap de la madre de la novia diciendo: "La María se nos casa". Antes. en un mes se decidía todo. Ahora: se hicieron miles de fotos y vídeos. Antes: hay solo 3 fotos de la boda: la que les pongo arriba, otra en el altar y otra entrando al coche.

Pero las dos ceremonias fueron igual de bonitas. En las dos, todos nos pusimos las mejores galas; en las dos, comimos fenomenal; en las dos, compartíamos con los novios su momento más feliz; y en las dos, solo por ver la sonrisa de las dos novias, tan parecidas y tan luminosas, merecía la pena asistir.

En la boda de este sábado pasado, uno de los discursos se refirió a la novia, María, diciéndole que tenía la capacidad de "vivir riendo". Si existiera otra vida, seguro que Carmita hubiera comentado desde los celajes: "¡Igualito que yo!", mientras nos envolvía con sus carcajadas y su cariño.

Así que esto, este rito feliz, es una boda. Felicidades a todos los que disfrutan de ellas.





18 comentarios:

  1. Hola Jane. Lo de las bodas de "hace años" no tienen nada que ver. Recuerdo que a la primera boda que fui (creo que tenía 10 años) se casó una prima con un "hombre peninsular" y aquello imprimía carácter. Además se casó en el Casino y eso más fino todavía. Creo que había dulces, bizcochones (me imagino que habría platos de comida pero no me acuerdo) y licores servidos en unas copas finas. Cómo bien dices hoy es totalmente distinto ...son otros tiempos. Pero bueno es asistir a una boda donde siempre la alegría y los buenos deseos abundan.... Muchas Felicidades a los novios, mucha Salud y mucha Suerte. Un beso Jane. Juan

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    1. El marido de mi prima Carmita también era peninsular y mayor que ella unos años, no era tan jovencito. Dibujaba maravillosamente bien (en la boda del sábado pusieron algunos cuadros de él) e hizo en vida muchos retratos de Carmita. Que, por cierto, ella era de tu pueblo, Los Sauces.
      Tu boda de los 10 años, la misma edad que yo, se parecía a la de ellos en lo de los dulces, la cristalería fina, los licores... Eran distintas, pero seguían un ritual parecido. Me gustan las bodas.
      Un beso, Juan.

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  2. Que bonito todoooo. Felicidades a tus primos.

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    1. Fue muy bonita la boda, Nievitas. Hasta la lluvia, que no paró en toda la tarde-noche, aportó encanto. Eso sí, como fuimos de largo, mojamos las faldas por el vuelto, como si fuéramos damas del siglo XIX. Les transmito tus felicidades a María y Lorenzo. Gracias.

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  3. Q bonito.....y q verdad...q diferentes y siempre la misma ilusión , felicidad y alegría que vivir....😀🥰

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    1. Es verdad, Antonieta, todas las bodas siempre tienen ese nexo: son ritos alegres e ilusionantes que siempre emocionan. Yo, nada más ver entrar a los novios, ya tenía la lágrima en el ojo, pero la sonrisa en los labios.

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  4. Que niña tan guapa llevaban delante de la novia en la primera boda.

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    1. Y tu carita sigue siendo la misma taitantos años después 😂

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    2. 😂😂😂Yo me veo parecida a Lucía

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    3. La niña era mi hermana Chari, hoy jubilada como médico pediatra, pero que para mí sigue teniendo la misma cara de niña de entonces. Tenía ahí 5 años.
      Y sí, el aire de familia lo tiene Lucía, igual que Isa.
      Los padrinos fueron mis padres. A mi madre se le ve un poco detrás y, como es tan llorona como yo, ya tenía la lágrima puesta. Y al novio, Julio, se le ve muy poco a la izquierda. Esa fue otra diferencia: ahora el novio y la madrina esperan en el altar. Entonces, no, primero entraba la novia y el padrino y, detrás, el novio y la madrina.

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  5. Qué guapo el padre y la hija ❤️❤️❤️ Y en la otra boda la misma carita, si es verdad, Chari 😘

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    1. Luis, mi primo Luisito para los que lo cuidamos de pequeño, el padre de la novia de este sábado, estaba privado y orgullosísimo y emocionado de llevar a su segunda hija al altar. Más de una vez lo vi tragar nudos. :-D

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  6. Fue una boda increíble y muy divertida. Que maravilla y qué bien lo pasamos ! A los novios les deseo toda la felicidad del mundo ! ♥️♥️♥️♥️♥️

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    1. Sí que lo pasamos bien: alegamos con la familia, estábamos todos guapos, nos pusimos al día, nos reímos, y compartimos la alegría con los novios y sus padres y hermanos. ¿Qué más se puede pedir?

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  7. Empecé a leerlo y me emocioné muchísimo. Muchas gracias por hacer este recuerdo tan bonito de mi madre. Gracias, cariño, de corazón. Estoy contentísima de ver la similitud entre una boda y la otra, la comparación ha sido maravillosa.

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    1. Tú sabes bien que tu madre fue una persona especial. La otra noche contamos cosas de ella, pero podríamos hablar mucho más. Yo tengo la imagen de ella, tramando travesuras con mi madre y la tía Nena, jóvenes las tres con toda la vida por delante. Eran familia y amigas. Y fuimos tú y yo unas privilegiadas por compartir parte de nuestra vida con ellas.

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  8. Qué bonitoooo, ains. Ojalá yo tenga una boda así de bonita algún día...

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    1. Lo interesante no es la boda, aunque siempre una fiesta es algo de agradecer. Lo importante es encontrar a alguien que te haga tan feliz que no puedas ver el futuro sin esa persona. Y claro, hay que celebrar ese hecho.

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