Se va octubre con sus mañanas azules y sus atardeceres otoñales, tiznando de naranja y ocre el paisaje: esa imagen desde Mazo, el pueblo de mi madre, con el Teide al fondo podría ponerse como portada del mes y como demostración de que aquí hay también ciertas auroras de esas que pintan el firmamento. Se va octubre y se cambia la hora el día 25, dejándonos con el regusto nostálgico de las largas tardes de verano. Se va octubre entre niños con disfraces y máscaras de Halloween y gentes con ramos de flores camino al cementerio.
Octubre es un mes curioso. Todavía se siente el verano (escribo con 30º el domingo) y ya se anuncia la Navidad (no lo creerán pero ya hay turrones en los supermercados, adornos de navidad colgados en las calles esperando al encendido y árboles de Navidad en el escaparate del chino de Los Rodeos). Parece ser un punto de inflexión para hacer un ejercicio de recapitulación sobre el mes, antes de la vorágine de las fiestas. Recapitulemos, pues.
En este mes he ido a 3 visitas médicas. Son tributo de la edad y, aunque está todo bien (por ahora), siempre dejan un poso melancólico en el ánimo.
Asistí a la inauguración del curso escolar en mi antiguo Instituto para oír el discurso inaugural que mi amiga Ana Crespo dio, "60 años más tarde, de vuelta al Instituto de La Laguna". Un ejercicio de memoria y encanto entre las viejas paredes del Salón de Actos, al lado del Claustro.
He ido al entierro inesperado y triste de un amigo, y he asistido a una boda familiar pasada por agua, entre risas y parabienes.
Disfruté leyendo 12 novelas, 4 de ellas relecturas, y dejé 2 más, que no me sedujeron de entrada, a la mitad. Algún día tal vez las terminaré.
Durante el mes fui a comer o cenar fuera con amigos y familia en 13 ocasiones. Una de ellas, en Las Palmas, en un viaje relámpago: coger el avión por la mañana, comer con mi amiga Eli en su casa y volver por la tarde. Hacía mucho que no hacía algo así, pero igual me acostumbro.
Aprendí de los discursos de Eduardo Mendoza y de Byung-Chul Han en los Premios Princesa de Asturias. Un gustazo oírlos, sonrisa incluida.
¿Un ejercicio mental? Escribir estos post que cada lunes compartimos ustedes y yo (4 en octubre, 854 desde que empecé hace 17 años); adivinar, nada más levantarme, la Palabra del Día; jugar al rummy contra el ordenador y contra mis nietos pequeños cuando vienen...
¿Un ejercicio físico? Pilates dos veces a la semana con mis compañeras (las pinitodeloro) y caminar dónde y cuándo se pueda.
He felicitado de corazón a 13 amigos o familiares que en octubre han tenido un año más. Y también en este mes hay dos aniversarios de boda para recordar y celebrar: el 24 aniversario de mi hija y mi yerno, y el 54 de mi marido y mío. Chin-chín.
En octubre he llorado una vez y me he reído muchísimas veces.
En octubre he vivido.

Hola, Isa! Acabo de leer tu blog y terminé agotada!! Jajajaja. Cuántas comidas, cuántos viajes, cuántos libros leídos, cuántas actividades… y sólo en un mes !!! Y mira que yo soy activa, pero llegar a tu nivel….
ResponderEliminarMe alegro de que mantengas tanta vitalidad y sigas compartiendo con nosotros tantas cosas interesantes como haces. Un abrazo enorme y feliz día 🤗
A lo mejor parece mucho, Conchi, así a bote pronto, pero en realidad llevo una vida relajada y descansada. No salgo mucho y casi todas las tardes las paso en casa. Eso sí, procuro estar activa para no amuermarme (y de paso arrastro a Toni). Y si te fijas, solo he hecho un miniviaje. De hecho, he rechazado este mes un viaje a Mallorca porque eran 10 días y otro al País Vasco porque era muy agitado. Ya no estoy para mucho trote, jejeje.
EliminarUn abrazo muy grande, amiga.
Q buen resúmen y q fructífero ha sido octubre. Coincido contigo en dos cosas, me encanta octubre y el 19 fue mi aniversario de boda. Como ves tenemos algo más en común q la sangre azul😂😂😂
ResponderEliminarYo creo que si todos, como yo, tienen una maravillosa agenda en la que apuntar TODO, también se darán cuenta, al recapitular, de todo lo que han hecho. Me bastó repasar la agenda (si la pierdo algún día, me perderé yo también).
EliminarY por supuesto que, aparte de esos tres datos (octubre, aniversario de boda y sangre azul), tenemos miles de cosas en común. Ya sabes que te quiero.
En el balance del mes que haces, siempre hay algo que me sorprende gratamente. En esta ocasión es contabilizar dos emociones opuestas, la risa y el llanto, que no tiene que ir unido a la tristeza o al dolor,, que puede ser de alegría, de emoción, de melancolía o nostalgia, de morriña . Pero has reído y muchas veces y eso está bien. Sigue escribiendo, sigue riendo Isa y haciendonos reír. Quico
ResponderEliminarGracias, Quico. Esta vez el llanto fue de tristeza, pero fue una sola vez y me vino bien. La risa fue de alegría generalmente pero también de saber ver el lado cómico de la vida. Como decía el padre de las Bennet en "Orgullo y prejuicio": "¿Para qué vivimos? Para dar de qué hablar a nuestros vecinos y poder reírnos de ellos a su vez".
EliminarLa vida (y un mes es un miniejemplo de ella) se compone de emociones y vivencias contrapuestas. Gracias a eso, es tan entretenida.
A ver, llevas una vida relajada y descansada y no sales mucho, pero has ido a comer fuera de casa en 13 ocasiones, es decir 2,3 días del mes ¿ cuántas comidas tendrías que hacer para considerar que sales mucho? Pero es que todavía has tenido tiempo sin alterar tu relajada y descansada vida, para visitar tres meses al médico, asistir a una conferencia y a un entierro; en el tiempo libre leer 12 novelas (no especificas el número medio de páginas de cada una), felicitar a 13 amigos. (entre los cuales me encuentro), celebrar dos aniversarios de boda, ir a pilates,y jugar al Rumy….
ResponderEliminar¡Ufff! Menos mal que tienes una vida descansada y relajada, porque si no, acabarías de los nervios
Jajajaja, te olvidaste de la boda a la que fui y que me llevó prácticamente un día, si cuento con las dos horas de peluquería, ida a La Orotava, misa, banquete y baile.
EliminarAunque te parezca mentira, si que siento que es relajada. Si por la mañana tengo pilates y después, acompaño a mi marido a su clase de guitarra, por la tardo no hago nada: siestita leyendo, a lo mejor un ratito de ordenador, un ratito en el jardín, alguna peli... Y procuro no ir a cenar fuera si he ido a comer. Y felicitar a los amigos (entre los cuales te encuentras) es un placer, no un trabajo. La jubilación en el fondo es la dolce vita.
Un abrazo.
Pues feliz aniversario, Isa, y que los meses venideros sean también fructíferos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Flor, estoy segura de que serán tal cual la vida misma.
EliminarUn abrazo.
Mari Lola, qué maravillosa vida tienes y qué ajetreada, cuando yo me jubile quiero ser como tú, tener esa alegría y vitalidad que transmites a todos los que te rodean.
ResponderEliminarUn besito enorme para ti y para Toni.
Es verdad que le doy gracias a la vida que me ha dado tanto, como dice la canción. Pero lo bueno de la vida, como sabes, es que en ella hay de todo, preocupaciones, sorpresas, alegrías y dolores. Y creo que en nuestra familia hay un montón de ejemplos de alegría y vitalidad: mi madre y la tuya, sin ir más lejos.
EliminarOtro beso grandote, mi querida Camana.