lunes, 5 de noviembre de 2018

Almanzor no perdió el tambor




Otra cosa, no, pero a nosotros nos enseñaron historia por un tubo. Nosotros no solo sabíamos quién era Carlos I de España (y V de Alemania), sino también Carlos II el Hechizado, Juana la Loca, Berenguela de Castilla y hasta si me apuran, Perico de los Palotes. Y, por supuesto, conocimos a Almanzor. Les he preguntado por todos ellos a mis nietos y ni idea, oigan. Tampoco es que de cada uno supiéramos vida y costumbres de pe a pa, pero, vamos, algo estábamos enterados. Por ejemplo, del último yo sabía que era un caudillo moro que era un hacha ganando batallas hasta que la pifió en Calatañazor. Cuando siendo mis hijos adolescentes hicimos un viaje en el que pasamos por Soria, recuerdo la emoción que me dio al estar en aquel pueblo, tan perdido y encaramado allá arriba, como un nido de águilas desde el que se veía toda la llanura -¡Ancha es Castilla!-. Los cristianos lo tuvieron fácil porque desde allí no se perdían una. Me acuerdo que se lo comenté a mis hijos (que tampoco sabían quién era Almanzor) y que les cité la frase que siempre nos decían: "Almanzor perdió el tambor en Calatañazor".

Pues ahora resulta que no, que Almanzor no perdió ninguna batalla, y menos ningún tambor, si es que alguna vez lo tuvo, y que todo fue un cuento de los cristianos para quedar bien. Imaginen, es como si ahora el Rayo Vallecano dijera que le ganó al Barcelona.

De todo esto me enteré a raíz del viajito a Córdoba que hicimos hace poco. A la vuelta en el avión me leí un libro precioso de Antonio Muñoz Molina, "Córdoba de los Omeya", que me puso al día en este personaje apasionante que, siendo casi un mindundi, llegó a ser el amo del califato. La carrera de Muhammad ibn Abi Amir al-Mansur (Almanzor para los amigos) empezó como calígrafo escribiendo memoriales, cartas y solicitudes para el Califa en un zaguán de la medina de Córdoba. Pero era un trepa inteligente y seductor y a los 25 años ya había cruzado las puertas del Palacio y contaba con la predilección del Gran Visir que lo recomendó al año siguiente para administrar los bienes del heredero y dirigir la Ceca o Casa de la Moneda. A los 32 era el Jefe de la Guardia del califa y lo llamaban el Señor de la noche porque cada amanecer mandaba colocar en las esquinas de los zocos las cabezas de los rateros ¡Santo (y drástico) remedio para acabar con la peligrosidad nocturna! Sabía decirle a cada uno lo que quería oír, pero sin duda, cuenta Muñoz Molina, el mérito más decisivo en su ascenso fue el favor de Subh, la concubina favorita del Califa. La cama siempre ha sido un buen trampolín, pronto no había ni quien le tosiera. No conoció la clemencia ni la gratitud e incluso cortó la cabeza (y la hizo enviar a Córdoba conservada en salmuera) a uno de sus hijos que se rebeló contra él. Pero también, gracias a él, la vida en Córdoba fue más regalada, segura e imparcial que nunca. Muñoz Molina lo llama "el tirano benévolo".

¿Qué nos enseña esta historia? Muchas cosas, de las que me quedo con dos. Una, que para llegar a la cúspide viene bien arrimarse a un buen árbol. Una palabrita por aquí, un favor por allá, una sonrisa divina... y ¡hala, a comerse el mundo! Y parecía que no rompía un plato cuando solo se dedicaba a escribir cartas...

Otra, que nos han engañado como bellacos. Hay muchas cosas que nos han enseñado que no me sirven para nada (por ejemplo, los polinomios), pero que me enseñen cosas que no son verdad, me pone de los nervios ¡50 y pico años creyendo lo del tambor y era una bola! Y vete a saber qué otras cosas nos han colado. Se empieza con un tambor y se puede acabar con toda una orquesta de batallitas inexistentes, secretos inconfesables, crímenes disfrazados, mentiras arriesgadas y héroes de pacotilla.

¿De verdad habrá existido Almanzor?

18 comentarios:

  1. Buenas tardes Jane: y, ¿ahora quién se beneficia de la "contra-historia"?.
    Lo que me demuestra tu artículo es que la propaganda electoralista existe bastante siglos antes que las elecciones.
    Resumiendo Jane: no hay nada nuevo bajo el sol.
    Gracias por tu talento para sacarnos una sonrisa. Un abrazo como siempre muy cariñoso.

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    1. Toda la razón, Rosa María. Los trepas existen desde siempre, y también el contar la historia como a cada uno le conviene, el "arrayarse un millo", como decimos en Canarias (anotarse un tanto), el eliminar a los que no piensan igual o que puedan hacer sombra, la corrupción... El susodicho Almanzor, según dice Muñoz Molina, "se mostraba asiduo y leal con quienes podían favorecerlo en algo. Cada gesto y cada palabra, cada sonrisa suya obedecía a un solo propósito". Se fue quitando rivales, uno tras otro, hasta que solo él gobernaba sobre todo Al-Andalus. "Al-Mansur billah", como se hacía llamar, significa "el que vence por Dios". Así que, como ves, el pensar que eres un caudillo por la gracia de Dios tampoco es nuevo.
      Gracias y un gran abrazo.

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  2. Ocho siglos para echar a los árabes que nos trajeron arte, higiene, música y la cultura del agua y que el tiempo logró tergiversar la historia, poniéndola al servicio del vencedor hispano los "católicos"Isabel y Fernando las migraciones forman parte de la condición humana. hoy nos alarmamos cuando llegan unos cientos de migrantes que por no traer no traen ni tambores que resuenen en la conciencia falsaria de los europeos.

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    1. Parte de ellos se quedó con nosotros para siempre, Alfa. Es imposible visitar Andalucía y no sentirse un poco mora. Amamos sus obras, su sensibilidad, su pasión... y esta es también una manera de identificarnos con aquellos que durante 8 siglos fueron tan españoles como los que ahora se alarman ante las migraciones. Efectivamente, los primeros emigrantes fueron los que dieron el salto a Europa desde África, caravanas de hombres y mujeres que no paraban definitivamente en ningún sitio siempre buscando algo mejor. Como dices, forma parte de la condición humana. Y si ahondáramos en los genes de cada uno, creo que nos llevaríamos una buena sorpresa.

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  3. cuando visité la Alambra de Granada ,después de leer los cuentos de Washinton Irving, tome conciencia de todo lo que perdimos por el fundamentalismo religioso católico que sobre nombró a Isabel y Fernando. ¡¡Dejen que se descubra todo lo bello, hermoso y monumental que hicieron en Medina Azahara!! Que pena que no pasaran por EL Tanque

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    1. Yo también releí los cuentos de Washington Irving antes de visitar por primera vez la Alhambra. Cuentos preciosos que hablan de tesoros escondidos, de amores prohibidos entre un cristiano y una mora, de princesas encerradas en torres que buscan la libertad... La Alhambra no se ve igual sin haberlos leído.
      Si hubieran pasado por El Tanque a lo mejor no nos hubieran dejado construir una casa. Ahora en Córdoba nos dijeron que allí en cuanto pretendes reformar, te sale en el subsuelo una casa mora o romana y ya te fastidiaste :-D

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  4. nuestros rincones tanqueros están impregnados de amor y buen hacer estoy seguro que los árabes los respetarían como lo estamos haciendo nosotros humilde y artesanal-mente

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    1. Fíjate si tengo sangre mora que en el Tanque quiero poner una fuente en la antigua pileta de lavar la ropa. Hombre, no serán los jardines del Generalife pero algo es algo...

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  5. Hola Jane. Por lo que veo, Almanzor era un trepa peligroso, sobre todo para la cabeza ajena. Trepas siempre ha habido aunque ahora lo que hay es muchos "palmeros y palmeras" pero no porque sean de La Palma, sino porque no hacen sino aplaudir a los que tienen el poder, aunque no estén de acuerdo, pero se sienten más "importantes" medrando y siendo correveidiles, lo que antes era un alcahuete. Por desgracia, abundan.
    También es verdad que en los tiempos que corren donde la mentira sale gratis y dan votos, pues los "palmeros y palmeras" lo tienen fácil. Un beso Jane. Juan.

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    1. También los había en tiempos de Almanzor, Juan. Es una especie eterna. El gran Visir que lo protegió y al que también se cargó, dejó escrito en su celda "No te fíes de la fortuna, porque nos procura muchos cambios. Antes me hizo desafiar a los leones, hoy me obliga a temblar delante de un zorro ¡Qué humillación para un hombre valeroso, deber siempre implorar la clemencia de los viles!". Hay muchos viles por ahí sueltos, ente los que están también los "palmeros".
      Un beso, Juan.

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  6. Mira si estoy mal de mi generación que me ha parecido leer en la portada de este libro "Cuando Amazon perdió el tambor". Un desastre, sobre todo si eres historiadora, ¡jajajajaja! Qué lejos me queda el señor Almanzor y cómo me gustan estos libritos de ensayo que comentas, están llenos de curiosidades y de aclaraciones sobre items históricos que se han quedado en la memoria popular de manera tan curiosa. No sé si alguna vez te he recomendado "La hija del tiempo", de Josephine Tey, me encanta porque reflexiona sobre las mentiras de la Historia y cómo es posible que se perpetúen, como lo del tambor de Almanzor. Besos.

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    1. No solo me la recomendaste sino que también te hice caso, como siempre. Me gustó mucho. Hice esta anotación en mi cuaderno en septiembre de 2016, que fue cuando la leí:
      "Una reivindicación de Ricardo III hecha por un inspector de policía mientras está convaleciente en el Hospital. El título responde a un proverbio: "La verdad es hija del tiempo". Interesante, me gustó".
      Apunté también esta cita sobre la tergiversación de los hechos: "A fin de cuentas, la verdad no reside en lo que cuenta una persona, sino en los pequeños hechos del tiempo. Un anuncio de un periódico. La venta de una casa. El precio de un anillo". Tal vez los pequeños hechos salvan a la Historia.
      Supongo que también has leído las "Menudas historias de la historia" de Nieves Concostrina. El subtítulo es "Anécdotas, despropósitos, algaradas y mamarrachadas de la humanidad". Y la verdad es que cuenta algunas muy graciosas (la excomunión del Cometa Halley, por ejemplo).
      Besos, Mónica y gracias por tus buenísimas recomendaciones.

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  7. Muy bueno tu comentario

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    1. Gracias, pilar. Solo constato mi asombro cuando después de tanto tiempo caigo en que un hecho histórico (la derrota de Almanzor) era mentira. Ahora parece que eso está de moda. Fíjate que la palabra del año en 2017 (según los editores del Diccoionario de Oxford) fue "fake news" (noticias falsas) y la seleccionada en 2016 fue post-truth (posverdad). La verdad parece que está sobrevalorada y que no nos queda otro remedio que tragarnos las bolas y comulgar con ruedas de molino.
      Un saludo.

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  8. Pues mire usted, eso mismo le iba a preguntar. Cuál será la verdad, la del tambor -que nos enaltece- o la de Muñoz Molina, que vaya usted a saber si tuvo tanta suerte con la mencionada concubina. (Los binomios se lo aseguro, han servido y sirven de mucho, aunque dada su profesión entiendo que no los utilizara).
    Y después de la mentira del tambor del tal Almanzor -que yo también lo estudié, no vea usted la sarta de ellas que nos han querido colar, salvo a aquellos como yo que la historia la cogemos con pinzas desinfectadas.
    Hacía tiempo que no departía con usted, pero esto de Almanzor me ha retrotraído a mi juventud.
    Como siempre señora mía, ha estado brillante, y mucho.

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    1. Muchas gracias, Saltador Canario, eso es animar.
      Hay dos cosas con las que estoy totalmente de acuerdo contigo. Una, que, como decía Galileo, la naturaleza está escrita en lenguaje matemático y que gracias a los que han sabido leer ese lenguaje, tenemos el mundo que tenemos. A mí no me han servido de nada los polinomios, ni los logaritmos neperianos, ni la ley de Coulomb, pero eso por supuesto no les quita utilidad, ni belleza, ni efectividad. Para la próxima reencarnación procuraré subsanar esa carencia en mí.
      Otra, la de coger la historia con pinzas desinfectadas. La mirada crítica es lo mejor que tenemos. Que no nos cuelen batallitas, ni, como pasa en los nacionalismos, historias inventadas de un pasado glorioso que nunca existió.
      Un saludo.

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  9. Ok, en la próxima vida estudiaré filosofía e intentaré emularla. Un abrazo.

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    1. Jajajajaja, muchas vidas vamos a tener que vivir para absorber todo lo que desconocemos. Maldito karma.
      Un abrazo.

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