Querida Luna, Señora de la Noche:
Ya adivinarás por qué te escribo a estas alturas, después de meses sin dirigirte apenas una mirada. Tan presente y tan lejana; tan familiar, tan olvidada, como si fueras un mueble más que forma parte de nuestra vida y al que se ignora hasta que falta. Entonces de repente se le echa de menos y caemos en lo necesaria que es su presencia.
Sí, has venido a mi mente -en este lunes (día de la Luna) y en este enero en el que casi no te has dejado ver, oculta tras las nubes de la tormenta- gracias a un libro precioso que me regalé y que habla de ti: tu historia, tus mitos y tus leyendas. Su autora, Fatoumata Kébé, una astrofísica y astrónoma que siempre ha soñado con ser la primera mujer en pisar tu superficie, lo tituló La Lune est un roman, "La Luna es una novela", y siguiendo ese título, termina el libro diciendo que la Luna es la novela de su vida. Pero en español le han puesto el título El libro de la Luna, más sencillo pero menos romántico.
Gracias a él supe de los mitos y leyendas que hay en torno a ti, desde los relativos a tu origen según los mayas, aztecas e incas, o a los eclipses en Mesopotamia y la India, hasta aquellos, europeos, en los que convertías a los hombres en lobos. Pero también me enteré de las explicaciones científicas sobre cómo eres y desde cuándo eres. La teoría más aceptada (a pesar de lo increíble) es que hace cuatro mil quinientos sesenta millones de años, el planeta Tea colisionó con la Tierra y de ese gran impacto, en medio de un silencio atronador, naciste tú, Puerta del Infinito, y te quedaste ahí, como un farol eterno y callado que ahuyenta desde entonces la oscuridad de nuestras noches.Supe también de la carrera espacial para llegar hasta ti y de la suerte de Laika, la perrita del Sputnik, que todos los niños adorábamos. Yo tenía 9 años en aquel entonces y nunca me enteré.
Es un libro instructivo y fascinante, además de muy bien editado (Editorial Blackie Books). Y claro que no es completo. ¡Habría tantas cosas que contar sobre ti! Yo habría hablado también de las canciones que te han dedicado (Luna que se quiebra sobre las tinieblas de mi soledad ¿Adónde vas?...) o los poemas que has inspirado, como el bellísimo "Romance de la Luna" de García Lorca (La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira, mira. El niño la está mirando...). Y a nivel personal, te hubiera recordado que en tu superficie hay montes que llevan el nombre de mi isla, los Montes Tenerife y que eso me acerca más a ti. O hubiera hablado de todas las noches que te he contemplado, arrobada yo, majestuosa tú, desde el Teide o rielando sobre el mar.
Por eso, porque te siento tan cerca, me atrevo a dirigirme a ti, Guardiana de los secretos, que conoces el alma de los hombres, tan imperfecta. Tú, que has asistido, desde que el mundo es mundo, a todas las batallas, a todos los encuentros y desencuentros, a todas las guerras justas e injustas, a todas las calamidades, enséñanos a comprender que no hay tiempos mejores ni peores, que en todos ha habido villanos y héroes, que el bien y el mal, la vida y la muerte forman parte del ciclo eterno de la existencia. Tú, Dueña del Tiempo, que influyes en la rotación de la Tierra, en el clima, en las cosechas, que haces que el océano crezca o mengüe o que las crías de tortuga se orienten hacia el mar, hazlo también sobre estos humanos y danos sabiduría para hacer lo correcto, tolerancia para respetar al que piensa distinto a nosotros, paciencia para aguantar tonterías y, sobre todo, sentido del humor para no tomarnos en serio ni a nosotros mismos.
Y recibe, mi querida e inmortal Compañera (que eso es lo que significa satélite) una cariñosa y agradecida mirada hacia lo alto.
Que precioso!!! Ojalá te oiga la luna
ResponderEliminarEso mismo estaba yo pensando. Después de todo estamos hechos de polvo de estrellas y de los mismos materiales que los demás seres del universo. Somos en parte agua. Y si la luna influye en mares y tierras ¿por qué no en nosotros?
EliminarGracias, Bea.
Hola, Jane:
ResponderEliminarLo pintas tan bien que voy a comprarlo para un regalo que tengo que hacer, ya si cae otro para mí no sé si lo confesaré. :D
Besos.
Bueno, no es una novela, sino un ensayo sobre la Luna, con capítulos destinados a explicar con datos técnicos cómo es nuestro satélite. Pero lo hace con amenidad y a mí por lo menos me entretuvo mucho y me lo leí en dos días. Si la persona a la que se lo vas a regalar es curiosa, seguro que aciertas.
EliminarBesos.
Qué bonito post!!! La luna, tan presente los días de luna llena cuando puedes pasear bajo su luz, tan determinante en los ciclos de vida y tan desaparecida los días negros cuando no nos alumbra porque no está, o simplemente no la vemos.
ResponderEliminarEstos días lo he pensado, Carmen. No se le ha visto el pelo, pero sabemos que ahí esta, siempre mirando, con esa cara triste que nos pone. Me enteré por el libro que la parte blanca son los "continentes" en donde hay más de 300.000 cráteres y las zonas oscuras son los "mares" (que no lo son). Pero para nosotros siempre será la cara visible de la luna la de alguien que nos mira.
EliminarGracias y un abrazo.
Creo que La Luna con su indefectible simbiosis con Gea, lo rige todo en nuestro planeta, sin ella "no seríamos"... Salud Isabel...
ResponderEliminarImagínate noches sin luna, qué horror.
EliminarSegún este libro lo de regir todo así es, incluso hay mareas terrestres, "la respiración secreta del suelo", cosa que yo no sabía. Sin su presencia la vida en la Tierra sería de otra manera.
Lo que pasa es que también he leído en otros artículos que no es para tanto, que en las mareas, por ejemplo, hay otras causas aparte de la Luna, que eso de "en menguante, nada plantes" es un mito al que no hay que hacerle caso, y cosas así...
Supongo que todavía siguen siendo una incógnita muchas cuestiones relacionadas con la Luna y que en eso está la Ciencia: investigando, aprendiendo y sacando conclusiones.
Salud, Tito, y a cuidarse que es lo que toca.
Pura belleza tu oda a la luna...
ResponderEliminarMuchísimas gracias, María Luz, tú sabes que la Luna es muy propia para despertar el lado poético que todos tenemos. No hay nada como poner un claro de luna en una novela romántica... :-D
EliminarHola Isa, me encantan tus escritos. Gracias por trasmitir optimismo y ganas de compartir conocimientos como en este de la Luna. Un fuerte abrazo (desde lejos que es lo que toca) ������
ResponderEliminarGracias, Milagros. Disfruté tanto con el libro (me lo recomendó María Victoria) que me apeteció comentarlo con todos. Un abrazo grande (y virtual, sí, qué remedio).
EliminarPrecioso y muy poético comentario de un satélite y de un libro.
ResponderEliminarMuchas gracias. No hay nada como un satélite extraordinario (somos los únicos del Sistema Solar con UN satélite) y un libro precioso para ponernos poéticos.
EliminarNo hay quien escape al influjo de la luna, ese satélite que nos acompaña desde que nacimos hasta que desaparecemos.
ResponderEliminarHoy, Jane nos cuenta, con mucho lirismo y poesía, las virtudes de esa compañera que, periódicamente, nos ilumina el camino de la noche.
Y no solo a nosotros, Chari. La Luna acompaña a la humanidad, casi exactamente igual desde el principio. Los meteoritos que la bombardean son un fenómeno raro y tienen un tamaño insuficiente para modificar su cara. Es -dice la autora del libro- la misma Luna que en los tiempos de los dinosaurios. "Engorda imperceptiblemente, el grosor de su superficie aumenta en dos metros cada mil millones de años. Pero, salvo por este detalle, invisible a simple vista, la Luna que contempla el hombre desde que existe el hombre sigue siendo la misma." ¿Cómo no ponernos líricos ante este hecho que nos sobrepasa?
EliminarGracias, Isabel. Has escrito un precioso poema sobre nuestra "compañera". ❤
ResponderEliminarGracias a ti, Juancho. Poemas son los tuyos, esto solo es una carta cariñosa.
Eliminar¨Satélite" podría traducirse por "compañero" pero también por "guardián". ¿Y quién mejor guarda nuestros secretos, nuestras fantasías, nuestras esperanzas que quien vigila nuestros sueños? A ella, a la Guardiana y Compañera, va también mi gratitud.
Un abrazo.
Precioso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Isabela.
EliminarTengo ganas de verte, menos mal que nos "vemos" por aquí. Un abrazo.
Arrobadita me dejaste, Isa. Hasta un toro sa " namorao"...
ResponderEliminarJajajaja, pues mira estuve a punto de poner esa canción en lugar de la de "Noche de ronda". Porque los versos que dicen: "La luna sale esta noche / con negra bata de cola / y el toro la está mirando / entre la jara y la sombra. / Y en la cara del agua del río / donde duerme la luna lunera / el torito, celoso perdío, / la vigila como un centinela" son preciosos.
EliminarA ver si alguna vez nos reunimos y desempolvamos el cancionero y nos pegamos una buena cantadita, que yo sé que te gustan.
Un beso, Elvira
Y el sol de España anda que bebe los vientos por si lo engaña!!!
ResponderEliminarOtra canción preciosa sobre que la Luna es una mujer. Más de una vez la hemos cantado ¿verdad, Milo?
EliminarY fíjate qué curioso, damos por hecho eso, que la Luna es una mujer (y también lo de que es mentirosa, por la forma de D y C en las fases creciente y menguante, cosa que solo es válida en el hemisferio norte) y, sin embargo, hay culturas que la ven como un hombre o un dios, por ejemplo, en la India; o en Camboya, en la que a veces es Señor Mes y a veces Mujer Serpiente. Incluso nosotros, que siempre la vemos femenina, cuando observamos "su cara", hablamos también del "hombre de la Luna".
Lo que si es verdad es que el sol de España anda que bebe los vientos :-D
Me alegra que te haya gustado. A veces cuando recomiendo un libro a buenas lectoras como tú temo que no le guste.
ResponderEliminarYo aprendí mucho sobre la luna porque está escrito de forma muy amena.
Ah, te lo agradecí un montón. Pero no te debe preocupar el que no guste. Cada libro tiene su momento y depende su lectura del ánimo del lector, del libro anterior y de un montón de factores. A mí me encanta la novela negra, pero, si leo 2 o 3 seguidas, espero un tiempo antes de seguir con más. Y por lo general leo de todo (menos las de terror). Creo que ya te he dicho una frase de Borges: "Si un libro les aburre, déjenlo. Llegará un día en que el autor sea digno de ustedes y ustedes serán dignos de ese autor".
EliminarPrecioso, yo creo que la Luna es necesaria para todo hasta cuando nacen los niños, gracias por tus preciosas historias.
ResponderEliminarLeí un artículo en que decían que esa historia de que en luna llena nacen más niños es falso. Pero mi hermana es pediatra y mi cuñado, ginecólogo, y los dos aseguran que tenían más trabajo en luna llena: más partos y más nidos llenos. Así que algo habrá para que, cuando les tocaba guardia en esos momentos, todos dijeran: "¡No nos queda nada hoy!".
EliminarGracias por tus palabras, Loly. Un beso.