miércoles, 2 de junio de 2010

Tiempo de romerías



















El verano no es sólo tiempo de descanso, de luz, de cenas al aire libre o de recogida de duraznos y ciruelas. El verano es también, por lo menos en mi tierra, el tiempo de las romerías. 

Con las romerías la gente tiene una relación curiosa de amor y odio. Hay quien dice, como un amigo mío, que él a una romería no va ni atado porque, una vez vista una bosta de vaca, ya se han visto todas; y hay quien, como mi hijo, que es la caja del turrón, no se pierde una. De la última que fue, la romería de Arguayo, vino contando que hay 4 carretas, pero que en cada una no te dan una papa, un huevo duro o un plátano, no. Allí te dan un plato entero con su tremendo filete de carne cochino y las papas arrugadas correspondientes. Y luego viene el paseo por todas las casas del pueblo que, con las puertas abiertas, te invitan a más platos (tollos, garbanzas, carne fiesta, conejo en salmorejo…) y a los postres añadidos. Él vino lleno. De entusiasmo, también.

Yo, ni tanto ni tan poco, voy normalmente a las tres romerías cercanas a mi casa. La de Tegueste, que el último domingo de abril da el pistoletazo de salida, es, para mí, la romería de las carretas. No hay en toda la isla carretas más bonitas y originales. Todavía me sorprende que cada año encuentren temas distintos: carretas dedicadas a las trabas de la ropa, o a las cartas de emigrantes, o a las dotes de novia, o a los trompos… Y, aunque alguna vez las he visto desfilar, lo que de verdad me gusta es ir temprano, antes de que salgan, y pasearme con calma, viendo los mil detalles con los que los teguesteros las han estado confeccionando, grano a grano, desde hace meses.

A la romería de Guamasa la llamo la romería de los personajes y es, para mí, la más divertida. Yo sé que ya se acerca porque Marcial, el chico del jardín (así se llama él a sí mismo, a pesar de que es abuelo y tiene más de 50 tacos y ciento y pico kilos de peso), se empieza a dejar la barba desde mediados de mayo para ir vestido de guanche en la romería. Y allí lo vemos, desfilando con la majestad (y la barba) de un mencey. Pero también está el cabrero ordeñando su cabra con toda su pachorra o el que piensa que el traje típico es ir vestido como quien viene de plantar papas, con la sulfatadora al hombro.

La de San Benito en La Laguna es la de las coplas. Siempre la veo en la calle de San Agustín, a la puerta de la casa de unos amigos donde hacemos el tenderete, con el vaso de vino en la mano y saludando a todos mis exalumnos, que lo único que tocan es una botella de Anís el Mono con una caña. Pero de vez en cuando oyes una copla, una malagueña, una folía… que te pone los pelos de punta (Un arrorró cuando niño, / de joven, unas saltonas, / luego una folía triste… /Ahí tienes mi vida toda.) o una isa que te hace sonreír (Padre mío San Benito, / patrón de los labradores / ¡Acaba con la lagarta / y dame papas mayores!)

Las romerías son una fiesta. Hasta Santa Cruz, que no tiene tradición (aunque es verdad que, de chica, vi pasar algún rebaño de cabras por la calle del Pilar), se ha sacado una romería de la manga, no queriendo ser menos que los demás. Las romerías son la generosidad del pueblo, el color de los trajes, el arte de las carretas, el sonido del timple y las guitarras, el olor de la carne asándose en fogones improvisados, las danzas y los cantos, las voces y la alegría que llenan el aire.

Las romerías son más, mucho más, que una bosta de vaca.

(La foto fue tomada el domingo 6 de junio de 2010, en la romería de Guamasa a San Isidro, o, como dice la gente, al Santito)

22 comentarios:

  1. Buen repaso a las romerías. Y faltan la de Valleguerra, la de Las Mercedes, la de Garachico, la grande de La Orotava... Cuidado que somos festoleros en esta isla.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón. Y no sólo en esta isla. Cuando volvía de Austria en este último viaje, me puse a alegar con un chico de Gran Canaria que había dejado atrás a su compañera austriaca y su hijita recién nacida (ellas volverán 10 días más tarde) por ir a la Romería de Mogán. Decía: "Si fuera otra cosa me hubiera quedado pero a la Romería de Mogán no se puede dejar de ir...", Ël dice que allí la llaman "La Ronería" porque lo que corre en la isla de enfrente es el ron. Nosotros somos más de vino, pero la novelería es la misma.

    ResponderEliminar
  3. Tambien faltó la romeria de la Esperanza, que creo que es ó la última ó de las últimas. Es en agosto y normalmente con un calufo que te quedas pegada al asfalto. Pero igual de divertida y fiestera.

    ResponderEliminar
  4. La calufa es uno de los ingredientes imprescindibles de una romería, junto con el vino, las coplas, las papas arrugadas... Y más, si vas vestida de maga con refajo, enaguas y faldones. Por eso, ya hace tiempo que prescindí de ir de esa guisa, y mañana, a la romería de Guamasa, voy a ir fresquita y con sombrero y abanico. Y a gozar de lo demás.

    ResponderEliminar
  5. Para continuar el listado, añadamos la de Arafo, que vive todo el año para celebrarla. Siendo la tierra de la Música que es, podemos imaginarnos lo musical y cantarina que debe ser... Y cuentan que con un calor terrorífico, por la fecha y por la ubicación de Arafo, tan alta y tan lejos del mar... No tengo el gusto de conocerla, pero sé de ella por familiares y amigos que viven allí.
    Buen resumen, Jane, de lo que son esos festejos tan nuestros.

    ResponderEliminar
  6. ¿Cuántas más habrá en la isla? Yo tampoco conozco la de Arafo pero seguro que, como dices, lo mejor serán las rondallas y los grupos musicales si ensayan todo el año para lucirse en la Romería. Me gusta pensar en un pueblo que se prepara así para la fiesta.

    ResponderEliminar
  7. Querida Jane, casi desde que recibí el nombre que llevo, en la pila de la Iglesia de la Concepción de La Laguna, hasta los quince o dieciséis años, fui adicta a la romería de San Benito. Yo soy de la capital, pero mis abuelos vivían, por aquellos tiempos, en la calle de Herradores y en la fecha de la romería era sagrado, para toda la familia, ver el paso de las carretas, los bueyes, los pastores con sus rebaños y los cantadores, desde las privilegiadas ventanas que daban a su recorrido. Recuerdo cómo nos lanzaban papas bien arrugadas y calentitas que todos, menos yo, (no soy muy "papera"), celebraban y disfrutaban. Era una fiesta muy cercana y sin las multitudes que hoy acostumbran visitarla. Después de aquellos años, no volví nunca más. Quizá sea esa masificación y mis piernas, que ya no soportan muchas horas a pie firme, las que me hacen desistir de volver a vivirla. Me conformo con ver los resúmenes en los noticiarios televisivos locales y con alguna que otra retransmisión, aunque sé que no es lo mismo.
    Que disfrutes muchísimo la de mañana, en Guamasa, y enhorabuena por la entrada. Como siempre, acierto pleno.

    ResponderEliminar
  8. Acabo de llegar de la romería de Guamasa y probablemente se parece a lo que tú viviste hace muchos años, sin multitudes. Había carretas, bueyes, pastores y cantadores y también papas arrugadas calentitas. Pero para mí sigue siendo la de los personajes. Esta vez descubrí a uno vestido de tirolés y a otro con traje de mago y encima un delantal sexy con liguero. También es verdad que le doy la razón a mi amigo en que hay que ir sorteando las bostas de vaca, pero eso es connatural a las romerías. Y algo positivo: un día fresquito y sin calufa. Y, como siempre, carne fiesta, garbanzas, papas negras arrugadas, buen vino y canciones

    ResponderEliminar
  9. Saludos Jane. ¿Sín ánimos de ofender, pregunto: y cuando se dedican a trabajar?. Digo, con tanta fiesta. Ya descifré de donde viene el tono fiestero de estos predios. Aquí antes de nacer un chamito (niño) se hace el "baby shower", después de nacido, viene echar el agua, luego el bautizo que se convierte en una especie de fieta patronal; a partír del primer año, siguen las piñatas hasta los 6 o 7 añitos, en esta edad se paran para que el muchachito no se raye. Las niñas como regalo de sus quince años piden aumento de las lolas. La gente que se casa, gasta un dineral en tremenda fiesta. Al año se divorcian y arman otra vez, una rumba de tronío. Mejor no hablemos de las Fiestas Patronales y dejemos a un lado las Efemérides Patrias (suena bien la cosa). Con todo esto siempre se busca un tiempecito para la chamba, a fín de cuenta hay que ganarse la arepa. Por lo que leo parece que a los canarios les gusta mucho imitar al Negrito del Batey: " ....porque el trabajo lo hizo Dios como castigo, a mi me gusta merengue a pan bichao¨.."

    ResponderEliminar
  10. Ay, Agroteide, si no fuera por estas fiestas, la vida sería muy aburrida. Pero parece que ahí tampoco se quedan cortos, más bien largos. ¿Antes de nacer, echar el agua (?) y después el bautizo? Y está bien el regalo de los 15 años pero ¿por qué a los 15? ¿Y la fiesta del divorcio la celebran juntos los divorciados? ¿Se le dan regalos para reponer los trastos que se han tirado a la cabeza?

    Aquí no hay tanta fiesta de esas pero desde abril hasta septiembre casi cada fin de semana hay alguna fiesta en barrios y pueblos, así que hay ocasiones para "el merengue a pan bichao" (no lo había oído tampoco). Y desde luego, nadie nos puede quitar esas cenitas veraniegas al aire libre, bebiendo y comiendo bien en buena compañía y unas guitarras de acompañamiento

    ResponderEliminar
  11. Aclaratorias a Jane: Saludos apreciada Señora. Al niño se le echa el agua durante el primer mes de nacido. Creo que lo expresé bien. Respecto a las lolas de las quinceañeras, parece ser que eso es lo "fashion", lo "light". A fin de cuentas, el lenguaje corporal es muy importante por estos rincones. Respecto a las fiestas de divorciados vale decir que se hacen por separado, el grado de civilización no ha llegado a tanto. Sin embargo sé de una pareja de maracuchos -tenían que ser - que reunieron a todos los asistentes a su matrimonio y les participaron su separación y lo más interesante, les devolvieron el dinero en efectivo que cada uno había obsequiado. Sólo lo recibieron los que habían emitido cheques, el resto recibió una caja de bombones. Puede creer esta historia, yo estuve allí. En cuanto al merengue debo decir que cometí un error. La canción la interpretó Alberto Beltrán y la grabó con la Sonora Matancera el año de la pera. A él le decían El Negrito del Batey. El asunto no es "merengue a pan bichao" sino "merengue apapichao" y más o menos quiere decir apretaditos, cachete con cachete o algo así. He buscado el significado en el DRAE y no aparece registrado, tendré que preguntarle a algún cubiche de los que tanto abundan por estos pagos. Una parte de la letra de la canción dice así:
    A mí me llaman el negrito del batey
    porque el trabajo para mí es un enemigo
    el trabajar yo se lo dejo todo al buey
    porque ese asunto lo hizo Dios como castigo
    Lo que me gusta es el merengue apapichao
    con una negra retrechera y buena moza
    A mí me gusta recostarme enamorao
    y bailar acotejao de una negra bien sabrosa
    ......y sigue el bendito merengue....!
    A cuidarse llaman. Seguiremos en contacto.

    ResponderEliminar
  12. Muchas gracias por las aclaraciones, con usted estoy aprendiendo mil cosas. Interesante lo de las separaciones, me vendría bien (si me separara) para devolver un jarrón horroroso que me regalaron en la boda, hace 39 años, y que no se ha roto en las sucesivas mudanzas a a pesar de que nos lo tiramos uno al otro a ver si hay suerte. La canción es muy divertida, la buscaré a ver si me aprendo la música.

    ¿Y qué demonios es un cubiche?

    ResponderEliminar
  13. Para mi la romería fue siempre la de S. Benito, como buena lagunera. Alguna vez fui a la de S. Isidro y recuerdo la primera de S. Marcos.
    Aparte de éstas, se oía hablar de la de S. Roque y de la del Socorro (Güimar), esta ,última de mucho interés.
    Nombrarlas por el santo o virgen, y no por el pueblo o caserío donde se celebran, no es casual, pues opino que la proliferación de esta fiesta popular, celebrando una en cada esquina, incluso en Sta. Cruz!!! (Parece que ya la han suprimido. Lo menos que podían hacer!) Decía que esta proliferación, sin santo que bendiga al ganado o algo similar, y sin la más mínima tradición ¿a qué se puede deber? Tengo mis ideas al respecto, pero prefiero pedir una opinión primero
    De esta forma, no cabe duda de que se "chotean" y pierden parte de su gracia, por más que la de S. Benito, en la que estuve por última vez hace unos años (y eso que vivo en el barrio), sigue conservando su encanto a pesar de la masificación. Que conste que ese día, eso sí, siempre hay en mi casa garbanzas, conejo en salmorejo con papas arrugadas y vino, faltaría más!
    Otra cosa. Antes el traje de mago/a, era siempre el mismo, con la variante de los distintos lugares. Una se lo viene poniendo desde hace más de 40 años (sí, qué mayores somos algunas!) Hasta aquí ha llegado el consumismo, y ahora tenemos: "vendimiadora del norte" "lechera de la Esperanza", "pescador de no sé dónde" etc.¡Hay que ver!
    Aunque tenía intención de escribir sobre mis vivencias, me ha salido una crítica. Ni yo misma sé por qué. Lo que si sé es que acabo aquí, que ya está bien por hoy
    Seguiremos esperando tu próxima entrada, que siempre nos depara algo interesante

    ResponderEliminar
  14. Realmente no hay aquí romerías centenarias. Creo que la más antigua es la de San Isidro en La Orotava y poco después empezó la de San Benito en La Laguna, allá por los años 40. Supongo que su creación fue debida, por una parte, a la novelería y las ganas de fiesta que tiene la gente, pero sobre todo pienso que como atracción para el turismo. Mi amigo, el que no va por lo de las bostas de vaca, dice que para él son como unos carnavales, pero con disfraces de magos (muchos de ellos inventados).

    Mucha gente piensa que la que nombras, la del Socorro en Güimar, es una auténtica romería por el hecho de ser una fiesta de romeros que acompañan a la Virgen hasta la playa. Y las demás son otra cosa.

    Pero bueno, sea como sea, siempre serán, a pesar de todo, una buena ocasión para celebrar una fiesta en torno a una buena comida de nuestra tierra. Y eso nunca viene mal.

    ResponderEliminar
  15. Hola Jane: Me alegro que mis aclaratorias sirvieran. Amiga, permítame llamarla de esta manera, agradezca a quien le regaló el famoso jarrón. Mire Usted que sigue intacto después de 39 años de Condominio, digo, Matrimonio. Es una verdadera proeza, digno de inscribirse en los Anales (Nunca me ha gustado esta palabra) de la Historia. En cuanto al término "cubiche" debo decirle que el mismo se usa para denotar a los nacidos en el Mar de la Felicidad, también conocida como La Perla de Las Antillas, oséa: Cuba. Es un poquito despectivo, pero como a nosotros y me incluyo, nos llaman sudacas, en España; venecos, en Colombia y me imagino que pendejos en Cuba, le encasquetamos a ellos el bendito término.
    P.D. Aprendamos algo:
    Matrimonio: Negocio en el cual uno de los participantes entrega la mitad de los viveres para que el otro los cocine.
    Matrimonio: Forma más cara de lavar la ropa.
    Aclaro que tengo 38 años de casado y en casa manda mi esposa, como debe ser. Aplicamos desde siempre la Operación Canaima: Cada quien está pendiente de sus vainas.
    Seguiremos en contacto

    ResponderEliminar
  16. El matrimonio siempre ha tenido mala prensa. Woody Allen dice, por ejemplo, que "algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida" o que "bígamo: idiota al cuadrado". Pero algo bueno tendrá el matrimonio cuando hay mucha gente que repite. Yo firmaría otra vez con la misma persona.

    Y mire por donde mi padre fue cubiche. Nació en Cuba pero, como vino a los 8 meses y conociéndolo, seguro que no se aprendió lo del negrito del Batey.

    ResponderEliminar
  17. De acuerdo Jane, yo tambíen repetiría la hazaña con la misma persona. Ahora dígame: ¿Existe algún Canario que no tenga familia cubana o afectos en Cuba?. Mi abuelo paterno está enterrado en Santa Clara y allí tengo a la fecha, una buena cantidad de primos. Si hay pueblo con mezcla, ese es el cubano: canarios, gallegos, judios y hasta chinos. Sigan pues con sus fiestas. Aquí estamos en época lluviosa y por lo menos el Guri se está llenando y disminuyó el racionamiento eléctrico y eso, es de por sí, una bendición. A cuidarse llaman

    ResponderEliminar
  18. Afortunadamente, todos los pueblos son una mezcla heterogénea de gentes venidas de todas partes. También los canarios tenemos ascendientes asturianos, castellanos, andaluces, extremeños, irlandeses, portugueses, italianos, franceses, ingleses, alemanes, hispanoamericanos, bereberes... Basta pensar un poco en eso para sacudirse los nacionalismos de encima.

    Seguiremos cuidándonos y con fiestas. Un saludo.

    ResponderEliminar
  19. Mari Carmen González Zamorano7 de junio de 2014, 16:09

    PREPARADOS PARA LA ROMERIA DE GUAMASA, ESPERO VERTE ISA. YA TENEMOS EL TIMPLE AFINADO, LA GARGANTA LO PROPIO Y LA ROPA PLANCHADA Y APUNTO.....UN CARIÑOSO SALUDO....

    ResponderEliminar
  20. Hace ya un par de años que nos metemos en la casa de los amigos desde que llegamos y no nos acercamos a la romería como tal. pero a ver si mañana me acerco y te veo con tu estupendo grupo de cantantes y tocadores. Eso sí, yo también tengo la garganta afinada (es un decir), el timple y la guitarra de mi marido preparados y los rosquetes, postre y aperitivo que voy a llevar en marcha ¡Y a pasarlo bien! Hasta mañana.

    ResponderEliminar
  21. Margarita Gallardo7 de junio de 2014, 21:02

    Gracias Isabel por el repaso a las romerías, sólo he ido a la de San Benito y a la de San Isidro.

    ResponderEliminar
  22. Pues ya has visto bastantes. Yo ahora sólo estoy yendo a esta de Guamasa, pero porque vamos a casa de amigos. Cuando se hacen multitudinarias, pierden parte de su encanto.

    ResponderEliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html