Hace 4 años, ante el gol de España en el Mundial, me puse metafísica y hablé del dilema: ¿Sobriedad o desmelene?
Nietzsche, según mis alumnos, es un filósofo al que, de vez en cuando, se le
iba la olla. Todavía me acuerdo una vez que uno de ellos, cuando yo les
explicaba la teoría del superhombre, me dijo: “No sé, no sé, profe, pero a mí
ese superhombre que ni vuela ni nada…”. Aparte de eso, el caso es que Nietzsche
tuvo también muchos destellos de sabiduría que lo hacen uno de los filósofos más
geniales que han existido.
Él fue quien dijo que en el alma humana coexisten dos principios, dos
fuerzas, a cual más distinta, luchando entre sí. Una es lo irracional y lo
instintivo que nos hace apasionarnos y desmelenarnos. Es el animal que llevamos
dentro y que, si lo dejamos suelto, puede hasta rugir. Tipo, por ejemplo, los
brincos que vemos en cualquier concierto de Metallica o los gritos en el
Congreso de los Diputados.
La otra es la serenidad, la moderación, la razón poniendo las cosas en
armonía. Un ejemplo podría ser Phíleas Fogg , el protagonista de “La vuelta al
mundo en 80 días” de Julio Verne, que, ante las mil perrerías que le pasan, a lo
más que llega es a levantar una ceja.
Mi Jane Austen, tan sagaz ella, también se dio cuenta de esas dos formas de
ser y las plasmó en dos de sus heroínas, Elinor y Marianne, las protagonistas de
“Sentido y sensibilidad”. Las dos se llevan el gran chasco amoroso, las dos
constatan que los hombres no son de fiar y que, por menos de nada, se largan a
por tabaco. Pero, mientras Elinor se comporta como una dama victoriana, “con
una imperturbable serenidad”, no dejando traslucir toda la indignación que
tiene por dentro, Marianne se desespera como una ménade, reniega del mundo
entero y llora a moco tendido.
Y, mira tú por dónde, también en el Mundial, ante el gol más famoso de los
últimos años, hemos visto las dos actitudes. Por un lado, Vicente del Bosque,
que se limitó a apretar los puños como diciendo ¡Bien! y siguió paseando como
quien no quiere la cosa, parecía un sabio estoico de aquellos que decían:
“Si el mundo se derrumbara a mi alrededor, sus ruinas me
encontrarían impávido”. Séneca o James Bond, por poner otro ejemplo de
personas que, aunque salten de un avión en llamas, no se les mueve ni un pelo,
hubieran reaccionado igual.
Y, por otro lado, el resto de la humanidad, yo incluida, que, un pelín
exagerados, gritamos, saltamos, lloramos, reímos, nos abrazamos, nos achuchamos,
agitamos banderitas, tiramos cohetes y berreamos ¡¡¡que viva España!!! (¡hip!)
como posesos, dejándonos arrastrar por la desmesura de la que Nietzsche hablaba.
No me imaginé nunca que un balón pudiera tener tanta metafísica dentro.
Y lloramos con Iker Casillas y su beso, no lo olvides.
ResponderEliminarVicente del Bosque es tan comedido que ni siquiera les dijo a sus chicos que no lo mantearan...y casi se le luxa la prótesis de cadera que tiene puesta...
Ay, sí, qué emocionante esos ojitos tiernos que le pone antes de plantarle el beso. Ese día todo el mundo (menos los racionales, serenos y comedidos) estuvo con Casillas: lloró, saltó, rió y, en lugar de contestar a lo de siempre, que cómo te sientes y todo eso, hizo lo que el cuerpo le pedía ¡Toma besazo! Después de todo, tras la cacho paradas que se pegó en el Mundial, no iba a pararse en menudencias.
EliminarQué buena entrada, como todas.
ResponderEliminarDe todas maneras los de la clase alta inglesa debían ser de otra pasta.
Me has recordado una frase de "Gosford Park" en el que uno muere y a una mujer que está llorando, le dice su marido
- Por favor querida, pareces italiana.
Ja, ja, no me acordaba de esa frase. Me hiciste recordar a una parienta de mi madre a la que en un entierro familiar todos reprimían para que no diera gritos. Y, cuando se fue a su pueblo, nos dijo: "¡Por fin me dejaron llorarlo bien llorado!".
Eliminar¡Y lo a gusto que una se queda no siendo tan "dama inglesa"!
Hasta en København se lee tu blog de lo internacional que eres. Un abrazo por este medio. O dos. No sø.
ResponderEliminarTengo que mirar en un atlas dónde está Kobenhavn. Otro abrazo y disfruten allá donde quiera que estén.
EliminarPD: Ya me enteré de que es el nombre danés de Copenhage. Todos los días se aprende una cosa nueva.
Ah, no Jane, con Metallica no se meta Usted. Deje quieto a esos "chicos". El rock y la Filosofía bien se la llevan. Y pregunto: ¿Va a resultar que califican a el Ike de medio sarasa?. Bueno, lo digo por la forma como están pintando la acción del beso. A mi padre siempre lo besé, mis hijos hacen lo mismo conmigo y puedo decir que esa acción para nada ha afectado mi sexualidad
ResponderEliminarDios me libre, Agroteide, de meterme con Metallica y mucho menos con el rock, que tan buenos momentos me hizo pasar en los años mozos. Y el besazo de Iker Casillas fue un beso de amor de esos que, según la copla, no se lo dan a cualquiera.
EliminarYo daría la bienvenida a todos esos actos espontáneos, a esa parte irracional que todos tenemos y que nos hace, de vez en cuando, soltarnos el pelo y hacer lo que nos pide el cuerpo. Eso sí, dentro de un orden, no sea qué.
Saludos y buen verano por esos trópicos.
Hola apreciada Jane: Gracias por referir mi comentario. A propósito, en Venezuela no existe el Verano como estación. Aquí tenemos dos períodos muy bien definidos: Epoca de Lluvias (Abril a Noviembre, más o menos) y Epoca de Sequía (Diciembre a Marzo, a veces). En estos momentos llueve intensamente, ocurren inundaciones, deslizamientos de tierra y como consecuencia, un bojote de damnificados; o sea, gente con muy mala suerte, a menos que esten conectados con el gobierno. En la zona donde vivo, han ocurrido dos inundaciones en lo que va del período lluvioso. En la planta baja de mi casa (garaje) el agua alcanzó una altura de 70 cm. y todo por la negligencia de los organismos que tienen que ver con la limpieza de los sistemas de drenajes de aguas de lluvias y servidas. Aclaro que vivo en una Urbanización de clase media (media jodida, diría yo y disculpe Usted la palabreja) y si eso pasa aquí, como será en los barrios?. Pa´coge´ palco (expresión muy criolla equivalente a decir que la cosa es preocupante, que está fea)
ResponderEliminarPues que Dios los coja confesados con tanta agua. Mi marido siempre me dice que es lo que más recuerda de su época venezolana, esos chaparrones torrenciales que, por una lado, mantienen la exuberancia tropical de la selva, pero, por otro, son una lata para las ciudades. Así que, en lugar de buen verano, buena época de lluvias (buena para las cosechas por lo menos ¿no?) Y que la cosa no llegue a ser pa' cogé palco (muy buena expresión)
EliminarMuy buena entrada, y que razón tienes, un gol que mostró a cada uno tal cual es. Me confieso de los segundos, de los que gritaron, se emocionaron y achucharon como posesos.
ResponderEliminar¡Y el beso !, creo que con él (menos los racionales, serenos y comedidos, como bien dices) todos besamos y nos sentimos besados, un beso de amor.
Al día siguiente el peque hizo una bandera española con los legos y la coronó con dos muñequitos, cuando me la mostró yo le dije :
-Que bonito, jugadores de España y Holanda.
- ¡ No Mamá ! Son Iker y Sara. Cuando bese a mi novia la voy a besar así.
Y yo pensé " Ajolá " como dicen algunos gomeros.
Un abrazo.
El beso y el gol fueron los dos momentos más emocionantes del partido. Y que nos quiten lo bailado.
EliminarEse niño va camino de ser todo un seductor. Resérvamelo para mi nieta.
Un abrazo.
Querida Jane, permíteme corregirte. Ese gol de la victoria y ese beso, fueron LO MEJOR (así, con mayúsculas), de la exhibición que hizo la Selección española en este Mundial, aparte, claro está, de haberlo ganado.
ResponderEliminarTuve el gusto de verlo en directo, porque me quedé, después del partido, a ver todas las opiniones y entrevistas que hicieron los periodistas de Tele5. Me resultaron fantásticas y muy tiernas la espontaneidad del bello Íker y la estupefacción de su novia, que no sabía para dónde mirar. Explosión de alegría y de amor, no cabe duda, que será la imagen de esta edición, por siempre.
Es curiosa la repercusión que ha tenido un simple beso, aun cuando los besucones sean famosos. Yo creo que le dio un aire de normalidad a toda esa parafernalia de que estábamos viviendo una gesta heroica, poco menos. A Íker Casillas se le notaba una ternura y unas ganas de expresar su alegría ante la persona a la que quería... Conmovió a hombres y a mujeres, a grandes y a chicos (como al peque de Ancaria) y todos nos sentimos en su gesto, tan humano, un poco identificados con él.
EliminarEstimada Jane, debo decirle que existen situaciones que Usted no conoce de la Agricultura en los Trópicos. Aquí, en Venezuela, se siembra maíz a partír del 15 de Abríl, después de las primeras lluvias, claro todo en función de la zona. Lo dicho es válido para los LLanos Centrales. Ocurre que si llueve mucho, el campo se anega y el cultivo se "aguachina" y si no llueve, el cogollero (Spodoptera sp.) hace de las suyas. Ambas situaciones suponen la ruina del agricultor. No conozco a ningún agricultor millonario, a menos que lo sean en deudas. Claro siempre queda el remedio o consuelo de dedicarse a otra cosa.
ResponderEliminarA juzgar por lo que decía mi suegro, que era agricultor, es una de los trabajos más sacrificados que hay, siempre a merced de los elementos, de las plagas, de los intermediarios, de conseguir mano de obra... Él. por lo menos, aunque le iba bien, se quejaba mucho. Pero es verdad que las islas son otra cosa, sobre todo con este bendito clima que tenemos.
EliminarSaludos.