“Porque me nace” es una frase que dicen mucho en La Palma y que va
mucho más allá del materialista “porque me lo pide el cuerpo”, del
borde “porque me da la gana”, del categórico “porque sí y
punto”, del paternal (y maternal) “porque lo digo yo” o del
grosero “porque me sale de allí”.
La expresión “porque me nace”, mucho más dulce, como no podía ser menos entre
palmeros, parece situar la causa de nuestras acciones en un impulso interior y
espiritual, casi genético, afín a nuestro carácter y personalidad, y que parece
unir todas las razones en una.
A mí hay cosas, claro, que no me nacen: las fiestas multitudinarias, las
películas de miedo, una conversación con intolerantes, los trabajos con fechas
fijas, el ruido, los programas de tele con gente vociferando, las corridas de
toros, la mantequilla y ¡oh, blasfemia! el fútbol.
Pero ¿por qué me quedo yo hasta las tantas de la noche enganchada a un libro,
aun sabiendo que tengo que levantarme mañana temprano?
¿Por qué me empeñé durante unos años predigitales en “editar” una revista,
“La Gaceta de Help-City”, contando eventos, malos o buenos, protagonizados por
los amigos durante el año para repartírsela en una comilona por navidad, con el
trabajo que me daba recortar, buscar, pegar y redactar todo a nivel artesanal?
¿Por qué me meto en tinglados y tenderetes con más de 20 personas, si desde
una semana antes estoy ya haciendo listas de comidas, bebidas y sorpresas
varias?
¿Por qué me encargo yo de comprar, empaquetar y poner hasta poemas en los
regalos de Reyes de toda la familia, con lo poco que me gusta conducir, las
aglomeraciones y los comercios?
¿Por qué me voy de vez en cuando a un concierto, a un teatro, a un cine, o,
más lejos, a otras ciudades del mundo, con lo bien que se está en casita?
¿Por qué me apunté enseguida en el Instituto al CFR (Comité de Festejos y
Regocijos) y aún hoy, ya jubilada, sigo siendo miembro emérito, si nunca he sido
de estar en comités?
¿Por qué me presto gustosa a cuidar a mis nietos siempre que quieran (excepto
los viernes que son sagrados), si te tienes que dedicar en esos momentos a ellos
en cuerpo y alma y olvidarte de lo que tú tienes que hacer?
¿Por qué todos los sábados y lunes escribo un post (y con éste van 205) en este blog?
De todo esto no hay más que una sola razón: porque me nace.
Que razón tienes, porque es verdad, no importa el trabajo que cueste cuando uno hace lo que le nace.
ResponderEliminarEn casa, sobre todo mi madre, en casos como el tuyo ella expone su razón con un " es que va conmigo ", que viene a expresar lo mismo.
Saludos.
Lo que dice tu madre me recordó el verso de Machado: "Converso con el hombre que siempre va conmigo...". Siempre es mejor hacer lo que a uno le nace o lo que va contigo, que hacer lo que les nace a otros que hagas tú.
EliminarUn abrazo. Sigo diciendo que es un gusto tenerte por aquí.
A mí me nace, Jane, por ejemplo, decirte que, cada vez, lo haces mejor. Seguro que muchos damos fe de todos esos "me nace" que cuentas y que hemos disfrutado, gracias a ti y contigo. Enhorabuena, chiquilla.
ResponderEliminarMuchas gracias, Cehachebé. Probablemente muchas de estas cosas que a cada uno les nace hacerlas perderían su atractivo si no estuviéramos arropados por los amigos entusiastas. Imagínate armar una verbena y que no viniera nadie o que los que vinieran se pusieran a rezar el rosario. No sería plan.
EliminarQuerida Jane:
ResponderEliminarDespués de haber leído casi todos tus post "me nace"enviarte un saludo ya que no pude compartir contigo el último evento organizado por el Comité de Festejos y Regocijos. Sin embargo, "no me nace" hacer las tareas que me tenía encomendado el destino para los los últimos días de mi vida "activa". Hasta siempre
Querida Antoñita, gracias por tu saludo y ahí va el mío, junto con la calurosa bienvenida a esta dorada época de la jubilación. Ya lo celebraremos bien celebrado cuando termines esas fastidiosas tareas de última hora, de las que dentro de unos meses ni te acordarás. Ánimo y un abrazo.
EliminarMi padre era mucho más expeditivo. Cuando nos daba una orden decía siempre "Porque lo digo yo que soy la Verdad, la Justicia y la Razón" (Mi padre hablaba a veces con mayúsculas)
ResponderEliminarA mis hermanos y a mí nos daba mucha rabia oírselo decir pero un día ante un intento de motín me oí a mí mismo repetírselo a mis hijos.
Ahora espero que ellos se lo digan a los suyos algún día. Las tradiciones familiares hay que conservarlas.
No hay mejor expresión para resumir todas las razones en una ¿Cómo explicarle a un hijo de 4 años por qué no le dejas comerse más bombones o por qué hay que dejar ya una fiesta, si no entiende razones futuras de dolor de barriga y otras "adulteces"? En cambio, el "porque lo digo yo" lo entienden a la primera. Y si, como tu padre, habláramos en mayúsculas (y además los tratáramos de usted), hasta se cuadrarían y todo.
EliminarY sí, es verdad, todo esto sólo se entiende cuando uno es padre.
Querida Jane:
ResponderEliminarMe uno a Cehachebé en la felicitación por tus posts: enhorabuena y sigue así.
Un saludo
Gracias, Janeaddict. Yo todavía estoy asombrada de que haya llegado hasta aquí. Por ahora, seguiremos.
EliminarUn saludo
Perdón por la intromisión, pero es que cuanto más la leo, más me gusta. Felicidades y por favor, continúe escribiendo. Un abrazo cariñosísimo.
ResponderEliminarGracias, Mª Ángeles. Esas "intromisiones" animan bastante. Siga entrometiéndose todo lo que quiera. Un abrazo.
EliminarSon un gusto las cosas que a ti te nacen! S¡empre te nacen con gusto!
ResponderEliminarAhí está la clave de no sentirnos obligados al hacer, al trabajo y a la rutina: que nos guste lo que hacemos. Y si no nos gusta, procurar no hacerlas.
EliminarAsí es, porque te nace, porque pones el alma en ello, porque no te importa invertir las horas que sean necesarias, porque creces y aprendes, porque haces feliz a otros y a ti misma, porque eres generosa…
ResponderEliminarUn beso grande porque me nace
Por cierto: "el porque me nace" se dice mucho en México, yo lo aprendí de allí.
Hacia Canarias las palabras y los dichos viajan a través del océano y aquí se aposentan y se acomodan y conviven con las procedentes de todos los países cuyos ciudadanos pasaron alguna vez por aquí. Me gusta pensar en ese "porque me nace", tan dulce, que decimos en La Palma y que tal vez vino de México. O que tal vez llevamos a México.
EliminarGracias por tus palabras, Vir. Un beso grande también para ti porque me nace.
Encantadora respuesta a esa complicación de vida.Muchas gracias por exponerla.
ResponderEliminarMe gusta más esa expresión que otra que leí una vez en una novela: "compulsión". Que, según leo en el diccionario es "inclinación irreprimible a hacer algo". Y es que, la verdad, hacer las cosas que te apetece hacer es cualquier cosa menos un trabajo. Está, por tanto, en consonancia con mi escrito del lunes en el que hacía un alegato a favor de la pereza.
EliminarUn beso.
Y a nosotros nos nace leerte, guapa!!
ResponderEliminarEs verdad, hay veces que dices "¿Por qué me habré metido en este jaleo?" pues porque sí, porque te gusta, porque "te nace"
Oye, de acuerdo con tus fobias, menos la de la mantequilla, que no la tomo solo por lo de la vesícula, que gustarme, me gusta... y me nace... me nacen unas lorzas, hija!
La de la mantequilla, Loque, es porque me la comía a cucharadas durante mi tierna infancia y una vez me puse a morir. La aborrecí para toda la vida. A mí me nacen las lorzas sin ella, imagínate si me gustara...
EliminarSomos aficionadas a meternos en jaleos, sí... El miércoles tengo una reunión en mi casa con 25 "niñas del colegio". Pero me nace.