lunes, 16 de septiembre de 2019

Búscate una tribu




Hace unos días mi marido me leyó en voz alta el titular de un artículo que aparecía en la primera página del periódico: "Más de 600 españoles son superricos, un 74% más que en 2011". Yo le contesté: "¿Y nos nombran en esa lista?". Él se rio, claro, pero yo lo decía en serio. Porque ¿qué es ser superrico? ¿Ser el Tío Gilito y revolcarte en monedas de oro? Me pega que no. Ser rico es tener lo necesario para vivir con dignidad y saber que no te va a faltar ni alimento ni vivienda ni lo básico para pasar por este valle de lágrimas sin que lo sea más de la cuenta. Ser rico es que te puedas permitir algún capricho de vez en cuando, como ir a cenar en un restaurante que te traten bien, recorrer en un viajito alguna parte de este mundo que nos rodea, hacernos y hacer un regalo que te apetezca. Ser rico es también poder afrontar una emergencia y poder ayudar a otros que lo precisen. Pero sobre todo ser rico es tener una tribu.

Esto último, no solo lo tengo, sino que lo veo a cada rato a mi alrededor. En la radio hace poco, madres jóvenes que viven en ciudades sin el apoyo de sus familias contaban que podían salir adelante gracias a la tribu: sus vecinos, sus amigos, los "papamigos" (los padres de los amiguitos de sus hijos que se empiezan a conocer en la puerta del colegio)... Hasta el portero de la casa formaba parte de la tribu de una oyente. La tribu siempre estaba ahí para echar una mano, socorrer y contar con ella.

También muchas de mis amigas, que son viudas y sus hijos campan ya cada uno por su lado, no se sienten solas gracias a la tribu, en este caso, las amigas del chat que cada día generan un bucle de comentarios sobre lo divino y lo humano; o las llamadas por las mañanas (alguna las llama "fe de vida") para saber que están bien y para compartir los planes que tengan para el día. La tribu no te deja sola.

Y como en la vida no solo hay risas y jolgorio, personas que pasan una crisis de esas que tanto abundan confiesan que el salir con los amigos, el contar con hombros para llorar, el sentirse queridos les ayudó a salir del hoyo. Casi como para decir "más tribu y menos Prozac".

El "Ciudadano Kane" de Orson Welles era dueño de un imperio y un superrico de esos de los que habla el periódico, pero ¿lo era realmente? ¿El dinero le servía para algo encontrándose al final de su vida solo y desgraciado? No, al volver la vista atrás solo encontró la añoranza por el tiempo en que de pequeño sentía el calor de la familia.

Por eso si estás triste, decaído, deprimido, en crisis; si te ha pasado alguna de las inevitables majaderías que ocurren en toda existencia; si te sientes infeliz... búscate, si no la tienes, una tribu. Una tribu de amigos, familiares, camaradas, vecinos, colegas, compañeros. Una tribu de afines a la que pertenezcas y con la que sepas que puedes contar. Ni tío Gilito, ni loterías, ni parientes perdidos que te nombren heredero ni mandangas. Una tribu.

24 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes, querida. Yo también tengo una tribu, a la pertenezco con orgullo, de familia, amigas del cole, amigos del trabajo que, aunque ya jubilada, me llaman para cualquier jolgorio, comidas de homenajes, y también para algún entierro porque desgraciadamente, se nos van yendo personas que hemos tratado muchos años. Por todo ésto, estoy entre en las personas más ricas del país. Un abrazo y sigue escribiendo tan bonito como tú sabes hacerlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Ani, las tribus están para las duras y las maduras. Siempre recuerdo cuando, estudiando yo fuera, me contaron mis padres por teléfono que a mi abuela le quedaba poco de vida. Me fui a mi habitación hecha polvo y poco a poco empezaron a llegar mis amigas, una con unas galletas, otra a prestarme un libro, otra simplemente para hacerme compañía... A todas las había avisado mi estupenda compañera de habitación. Nos reunimos en un momento unas diez. Recuerdo esa tarde que podría haber sido muy triste como un momento muy grato. Me hizo aceptar la pena. Somos realmente muy ricas, Ani.
      Otro abrazo y gracias, Ani. Tú eres parte de mi riqueza.

      Eliminar
  2. Nayra Yurena Llanos Mulero16 de septiembre de 2019, 17:04

    Me encantó��.Yo l@s llamo mi familia elegida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Haces muy bien, Nayra. La familia es impuesta (y algunos tenemos la suerte de formar parte de una familia grande y agradable). Pero a los amigos y a la tribu que nos ampara la elegimos a lo largo de la vida y, aunque podemos equivocarnos y alguno puede salirnos rana, normalmente acertamos. Es mejor que acertar la lotería.

      Eliminar
  3. Maravilloso!!! Gracias �� �� ������

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Inés. Hasta la familia virtual que encontramos en esta "nube" de Internet puede formar parte de la tribu que nos acompaña y cuida.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Totalmente de acuerdo! Yo hablo hasta con las piedras...Me encanta hablar con la gente,compartir experiencias ,etc.Siento que ahora más ,que ya no tengo a mi padre,es como una necesidad.En fin...cuando estoy sola también me suelo enrollar con el camarero de turno...Buen día! Muchos saludos! Gracias por compartir! �� ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me pasa por el estilo, Monaco. Estos 550 post que llevo escritos desde hace 11 años son una muestra, aparte del rollo que tengo, de que sigo hablando y compartiendo experiencias con ustedes, mi tribu virtual. Hasta con mi madre que murió hace 23 años alego cada noche mentalmente. La muerte no rompe el nexo.
      Gracias a ti por estar ahí.

      Eliminar
  5. Carmen María Duque Hernández16 de septiembre de 2019, 17:09

    Gracias, mi niña, salud y besitos para todos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias como siempre, Carmelita. Contar contigo es un lujo. Un abrazo.

      Eliminar
  6. Pues sí, querida amiga y compañera de la tribu-Patio, esos grupos son tan necesarios como la manada para los animales.
    Esa afiliación y ese nexo que se establece casi sin organizarlo y que tanta unión y apoyo nos ofrece....
    Yo también tengo alguna otra más y de cada una de éstas, aprendo y disfruto mucho.
    En ocasiones, hasta siento alivio al compartir dudas o dolencias, pero sobretodo, siento muchísimo arropo en todo momento y por ello me considero dichosa y muy rica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me hizo gracia la salida de una compañera de nuestra tribu-patio cuando al salir al extranjero dijo que se compró una tarjeta para el móvil porque se sentía rara sin compartir todo lo que estaba viendo con nosotras. Dar unión y apoyo, compartir conocimientos y noticias, arropar en momentos tristes, alegrarse en los felices... Todo eso y mucho más brinda el grupo. Somos afortunadas por contar con algo así.

      Eliminar
  7. Sábana y mantel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta que aludas a esa canción tan preciosa de María Elena Walsh, una de mis preferidas, y que habla de "que se puede tener mucho pero no tener con quién". La última estrofa es preciosa: "Uno manchado de vino / que señal de gozo es / y la otra humedecida / con rocío de querer. / Que no le falten a nadie / en este mundo tan cruel. / Sábana y mantel..." La compañía de los demás y el amor, el mejor tesoro que cualquiera puede tener.

      Eliminar
  8. Desde niña, Jane, yo me siento una privilegiada en cuanto a las tribus que me han rodeado se refiere. Desde la familia numerosa que tengo, pasando por todas ustedes, en el Colegio, hasta los compañeros de profesión y las compañeras y compañeros de los deportes que he podido practicar. Y, a la vez, soy doblemente afortunada sabiéndome, además, componente de esas mismas tribus. También, ser parte de una tribu, supone una satisfacción enorme y contribuye a realimentar lo que ella significa.
    Pero lo mejor, para mí, es sentir y saber que esas tribus me siguen arropando, que yo sigo perteneciendo a ellas y que espero que sigan haciéndolo hasta el último día de mi vida.
    Gracias, amiga, por el hermoso canto que les dedicas y por ser una de sus integrantes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Cehachebé, creciste en una familia numerosa y eso es algo ganado. Uno de mis amigos que tiene poca familia siempre me dice que es algo que me envidia cuando le cuento que el día de Nochebuena nos reunimos los 30 y pico que formamos la familia más cercana. Y luego se van uniendo las otras tribus.
      ¿Te acuerdas del final de la película "Qué bello es vivir"? Después de que el hermano del protagonista dijera: "Brindo por mi hermano George, el hombre más rico de la ciudad", el ángel le pone una dedicatoria en el libro que estaba leyendo: "Recuerda que un hombre no fracasa si tiene amigos".
      A seguir formando parte de la tribu. Eso te hace rico.

      Eliminar
  9. Jane: me han encantado tus últimas entradas. He leído una detrás de otra la de la bruja, la del muñeco y esta.

    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me encanta que sigas ahí. Gracias por ser parte de mi tribu virtual.
      Un abrazo también enorme.

      Eliminar
  10. Mari Carmen González Zamorano18 de septiembre de 2019, 16:03

    Que bonito y que verdad. Hoy cuando vino la veterinaria a dormir a mi Hasan fue un drama pero mí tribu estaba toda aquí cómo una piña.Esta mañana según me levanté acudí al móvil a desahogarme con mí tribu de amigas. Soy feliz porque tengo lo que necesito. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo, que he tenido un año complicado, te entiendo perfectamente. En los momentos malos es cuando más se nota esa compañía que arropa y protege. Y has dado en la diana: ser feliz es no aspirar a nada más que a lo que se tiene y disfrutar de ello.
      Un besote, Mari Carmen.

      Eliminar
  11. Marilu Díaz Estrada20 de septiembre de 2019, 8:33

    Como me gusta tu blog, mientras te leo, me sonrío... me río, yo cuento con varias tríbus, la familiar, la playera, la virtual, tengo un grupo fabuloso canario, como he aprendido mucho con ellos, de la tierra donde nací, a ellos los valoro muchísimo. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las tribus son el abrigo que nos calienta, la manta que nos envuelve, el colchón que nos sustenta... No estamos completo sin ellas. Son el yo colectivo que nos hace ser nosotros mismos. Eres afortunada por pertenecer a varias.
      Un abrazo y gracias, Marilu.

      Eliminar
  12. ¡Qué razón tienes! Ayer en mi tribu, la de la colombofilia, le hacíamos un homenje de cariño con almuerzo incluido a uno de la tribu, él tiene cerca de 80 años, a tío Paco, no es tío de ninguno de nosotros, pero todos nos consideramos como sobrinos de él, lo sentimos familia, por eso todos le llamamos tío Paco.
    Por eso creo que buen consejo el tuyo "búscate una tribu".

    Un saludo a tod@s

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las aficiones compartidas son también una de las bases para formar tribus. Mi marido, además de los colombófilos, también tiene su grupo de guitarra que se reúne una vez a la semana de octubre a julio. Y tengo amigos en "tribus" de senderismo, o de manualidades, o de coros, o clubs de lectura... Vivir es compartir.
      Un saludo, J.J.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html