lunes, 28 de octubre de 2019

Una hora de regalo




Octubre ha ido arrastrando tal melancolía  otoñal a lo largo de todo el mes que al final, el día 26, todo estalló en una orgía de rayos, truenos y relámpagos. A mí me despertó en la madrugada el ruido de truenos lejanos que se iban acercando como si, igual que en los libros de Astérix, el cielo se fuera a caer sobre nuestras cabezas. Y luego todo el día estuvo la lluvia, a ratos mansa y a ratos, rabiosa y repiqueteante. A nosotros, que acabamos de plantar árboles, las gotas se nos antojaban besos de ánimo. Al final del día, después de tanta agua y de más de mil rayos sobre la isla, se nos ha dado una hora de regalo como quien quiere compensar el susto.

Este cambio horario yo me lo tomo con calma y, de entrada, no cambio el reloj. Prefiero irme llevando sorpresas. ¿Tan tarde ya? Ah, no, que es una hora menos. Por ejemplo, este domingo me desperté a las 9 (que son las 8), desayuné e hice mi siesta pos-desayuno que solo es un ratito tranquilo de lectura o de alegato mañanero por wasap con mis amigas. En eso estaba (hablando con ellas, por cierto, de si existe el verbo "endormiscarse" o no) cuando me llama mi hijo para decirme que vendrían a comer ellos y los tres niños ¿Habría comida o compraban algo por el camino? Faltaría más, la casa de una madre y abuela siempre está abierta y preparada para recibir a hijos y nietos. Miré la hora ¡Las 11! Ah, no, qué alivio, que son las 10. Y con calma y cariño, que es como se tienen que hacer las cosas, hice un caldo de pescado y preparé una paella para 7 personas y un postre con los mangos de la huerta. Disfruté haciéndolo y disfruté hablando en la mesa con mis hijos y jugando antes con mis nietos. Eso es lo que haces, por ejemplo, con una hora que te regalan.

Una hora de regalo supone no estresarte cuando vas a salir o tienes que hacer una tarea; una hora hace que te dé tiempo para llamar a un amigo, leer un periódico, hablar con tu pareja; una hora te da cancha hasta para coger un avión. Una hora es un regalo siempre que -como aquel reloj de sol que vi en un jardín inglés y que decía "Solo cuento las horas soleadas"- esa hora sea una hora de sol.

¿Es una majadería, como opinan muchos, cambiar la hora dos veces al año y obligarnos a adaptarnos a una nueva rutina? En una encuesta hecha  a 4,6 millones de ciudadanos, un 84% estaban a favor de abolirlo y el Parlamento Europeo aprobó que en 2021 esto se podría hacer. Pero ¡ah! hace falta que todos los Estados den el visto bueno y ¿ponerse de acuerdo un montón de gente? Más difícil que morderse el codo.

Y luego, claro, está lo de decidir: ¿Qué te gusta más, el horario de invierno o el horario de verano?. En España, una comisión de expertos está estudiando desde 2018 las ventajas y desventajas de una opción u otra. Todavía no han llegado a ninguna conclusión. 

A muchos amigos míos les gusta más el horario de verano. Las tardes largas y luminosas dan para más: salidas, reuniones de amigos, paseos al atardecer... En el invierno, dicen, a las 7 de la tarde ya les dan ganas de ponerse el pijama. Pero a mí, cuando en marzo cambia otra vez la hora, lo que quiero es gritarles a ellos, los que manejan el cotarro: "¿Cómo se atreven a quitarme una hora de mi vida?". Así que yo prefiero este horario de madrugadas claras y atardeceres tempranos en que puedes permitirte una sobremesa más o menos larga después de la cena. Prefiero que me regalen una hora. A estas alturas de mi vida, no estoy para perder -ni para que me roben- ni un minuto de mi tiempo.


14 comentarios:

  1. Coincido contigo en que prefiero una hora estable, no cambio el reloj lo dejo, tal cual. Me pregunto, ¿no sería más adecuado tener, solo en las Islas Canarias, horario de verano para siempre?, estamos a tres mil kms. de ellos, ¿ a quien le importa ?, además me gusta aquello de una hora menos en Canarias o una hora más dependiendo del cambio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira, es una idea. Pero seguro que los envidiosos de nuestro "seguro de sol" se opondrán.
      Y después de todo, la hora es una convención. Cuando hemos ido al extranjero y nos separan de casa 1, 2 o 3 horas (más lejos no voy), mi marido siempre deja la hora de casa, como una conexión íntima que no quiere que se rompa. Pero en el fondo da igual, hay quien vive ajeno a relojes.

      Eliminar
  2. Me gustó mucho el post y tu almuerzo, más.
    Leí el otro día a no sé quién que lo mejor sería añadir o restar fijo media hora más y ya está... No sería mala idea, aunque no sé si es viable!
    Un beso mañanero, mientras reposo el desayuno, viendo a Jose preparar una masa de arepas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O a lo mejor es lo mismo ¿Qué más da media o una hora? El caso es darnos la lata con cambiar relojes y adaptar nuestro ritmo de 6 meses a uno nuevo.
      Y ya veo que también te gusta el reposo mañanero. Y esas arepas de Jose, mmmmmmmmmmm
      Gracias, Milo. Y un besote grande.

      Eliminar
  3. Isa , que bonito !! A estas alturas tenemos que aprovechar todas las horas , tienes razón !!!Aunque sea para no hacer nada ����

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, también no haciendo nada se aprovecha el tiempo. En esas horas de no hacer nada se han compuesto canciones, se ha imaginado un poema, se han proyectado mil historias, se ha pensado un blog. La mente es poderosa.
      Gracias, Nina. Un abrazo grande.

      Eliminar
  4. El tema del horario de invierno y verano produce discusiones tan gordas como la del aire acondicionado. Supongo que nos adaptaremos tengamos uno u otro, pero mis preferencias se van con la del horario de invierno. A ver en qué queda al final.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues parece que por ahí van a ir los tiros, Dorotea. Ayer leí un artículo de opinión de Gabriela Cañas que se llama "Quedémonos ya con este horario para siempre", y en él también aboga por este de octubre: "La sensación de disfrutar una hora más de sueño perdura durante unos días (pocos) y hay luz natural cuando uno se levanta para ir al trabajo". Además, está más de acuerdo con el horario que nos corresponde por la situación geográfica que tenemos y se aprovechan más las horas de luz.
      Lo que sí parece es que ya se han dado cuenta de que este tira y afloja de las horas apenas produce beneficios económicos y por el contrario produce un impacto negativo en la salud. A ver si se están quietos, por Dios.
      Besos, Dorotea.

      Eliminar
  5. ¡Que bueno es no tener despertador ni prisas para empezar el día!.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, sí, Esther, es una de las cosas mejores de estar jubilada. Pero todavía recuerdo lo que me gustaba a principios de noviembre salir a trabajar con el sol también levantado. Es deprimente salir a oscuras.
      Hacer las cosas con calma y ganas, vivir despacio saboreando el minuto, aceptar el regalo aunque sea de una hora con gratitud es la clave de una vida buena.

      Eliminar
  6. Vaya por delante, Jane, que a mí me gusta más el horario de verano. Por eso, considero que este de octubre no me ha regalado una hora, sino que me ha quitado/"robado" la luz de dos o tres horas más, por la tarde.
    Incluso, el horario de verano, aunque comporte unas madrugadas más oscuras en un principio, a medida que los días avanzan, se va haciendo de día más temprano. Es algo que fui comprobando en mis años de trabajo y que he ido confirmando, desde que mi primer "trabajo" mañanero, después de la jubilación, es perpetuar la salida de nuestro astro rey.
    Soy persona amante incondicional de la luz natural y mi reloj biológico se resiente mucho, cuando me veo obligada a usar la luz artificial para andar por casa y seguir haciendo cosas.
    Para mí es estimulante levantarme a oscuras y ver que, minuto a minuto, la luz natural se va haciendo y la artificial va desapareciendo. En definitiva, prefiero un mayor número de horas luminosas que de oscuras. De esta preferencia surge mi convicción de que no considere que esa hora de más, para mí sea un regalo.
    En 2021 veremos, si sigo por estas latitudes terrenales, si lo que es un regalo para ti, continúa siéndolo o, por el contrario, el regalo de una tarde luminosa más prolongada me toca a mí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Según parece este cambio de octubre aprovecha mejor durante todo el año las horas de luz. También a lo largo del año los atardeceres ocurren poco a poco más tarde. Supongo que en todo eso hay un componente subjetivo y también intervienen nuestros ritmos circadianos, que también se trastocan con todo esto.
      Cuando hablo de una hora de regalo lo digo literalmente. En la madrugada del 27 de octubre vivimos dos veces las dos de la madrugada y eso es en nuestra cuenta temporal una hora más. El lunes, que leí con atraso el periódico del domingo, me encontré con la sorpresa de que mi admirado Manuel Vicent en su columna hablaba de lo mismo que yo, "Una hora más", pero con una maestría que le envidio. Fíjate cómo empieza: "Dijo un día un panadero: Dios creó el tiempo, pero dejó que nosotros fabricáramos las horas. Y el panadero durante una hora hizo un pan gallego, crujiente y perfumado en su horno de leña...". Y sigue diciendo todo lo que alguien puede hacer en una hora: "En una hora pintó Leonardo da Vinci la inquietante y ambigua sonrisa de la Gioconda y Velázquez inició el impresionismo desde el pañuelo de la infanta Margarita."
      A esas cosas que se pueden hacer en una hora y a lo precioso que nos es el tiempo que se nos ha dado, es a lo que me refería con el regalo de una hora.

      Eliminar
  7. Mari Carmen González Zamorano30 de octubre de 2019, 20:57

    Que bien te tomas el cambio de hora, para mí es caótica ya que tengo ceguera nocturna y la oscuridad no me favorece, pero me alegro mucho que a ti te guste.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Relmente, Mari Carmen, a mí me gusta todo. Me gusta, como ahora, levantarme temprano y ver que ya es de día y que hay un montón de pájaros celebrándolo y me gustan esos atardeceres largos del verano. Pero me apetece sobre todo no estar cambiando de hora porque no le veo mucho sentido. Ya la propia naturaleza nos va acostumbrando a todo poco a poco sin necesidad de que el hombre se entrometa.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html