lunes, 18 de noviembre de 2019

Ser madre da mieditis




Querida amiga, me cuentas que, cuando menos lo esperabas y por primera vez, estás embarazada y que en estos momentos, con 5 meses de gestación, te encuentras muerta de miedo. Aparte de felicitarte, solo puedo decirte que te entiendo perfectamente. Cuando una espera un bebé a los 20 y pico años, como me pasó a mí a los 24, se lo toma alegremente y en plan comando: lo que sea, será. Pero a los 42 como es tu caso, ya te lo piensas más, ya sopesas el futuro y ya vienen las retahílas de los "¿Y si...?". Además, a tu edad, estás acostumbrada a la buena vida sin ataduras detrás: viajes al quinto pino, excursiones y salidas largas los fines de semana, alegres cenas de amigos hasta las tantas de la madrugada... ¿Y ahora qué hago?

Sí, ser madre da mieditis. Y aunque lejos de mí está el asustarte más, es bueno, pienso yo, que vayas preparada para afrontar los sustos de la maternidad. Empezando, claro, por un hecho impepinable: los dos primeros años ten por seguro que no dormirás, porque los bebés duermen de día y por la noche están de jolgorio llora que te llora. Pero tú no te preocupes. Lo que tienes qué hacer es lo que hacía mi hijo con los suyos que, entre arrullo y arrullo, todo ojeroso y despelujado, se consolaba diciéndose a sí mismo: "Pero compensa, eh, compensa".

Luego vendrán las enfermedades de la niñez, el caerse de los columpios, los piojos, el que en el colegio Carlitos lo mordió..., todo lo que mantiene a una madre -y a un padre- en un sinvivir. Oh, la época dorada del colegio... Pero compensa, eh, compensa.

Más tarde la adolescencia de tus niños te hará desear vivir en un sitio más o menos desierto (el Polo Norte o algo así), un lugar donde no hayan oído hablar de Carnavales, ni de Noches en Blanco ni de eventos ruidosos y escandalosos, a todos los cuales sin excepción tus hijos se querrán apuntar, mientras tú, en plan "logístico", te dedicarás a llevarlos, a traerlos y a poner velas al Cristo de La Laguna para que lleguen bien. Pero compensa, eh, compensa.

Y no te digo nada cuando saquen el carnet de conducir y tengan novios y novias y los veas sufrir amores y desamores. Y tú con ellos... Pero compensa, eh, compensa.

Y tengo que añadir, querida amiga -sin ánimo de asustarte, repito- que el mayor problema no son esas minucias que te he contado. No, el mayor problema es que un hijo es para siempre. Aunque se independicen, aunque se vayan al otro extremo del mundo, aunque sean ya personas hechas y derechas de casi 50 años, te seguirás preocupando y pidiéndoles, cuando van de viaje, que te digan que llegaron bien, o cuando les notes la voz triste, seguirás sintiendo la mano helada en el corazón.

Y a pesar de todo, a pesar del miedo, de las preocupaciones, de que tu vida ya no será nunca más una senda sin sobresaltos, tengo que decirte que, aunque él lo decía con sorna, tenía razón mi hijo. Compensa. No sabes cuánto. Ninguna madre querría renunciar a esta vida plena, a este camino empinado y repleto de recovecos que es la maternidad. Y llegará un momento sublime en que sientas un amor que no te quepa en el pecho, porque tu hijo te eche los brazos al cuello y, como hizo el mío con 3 o 4 añitos, te diga: "¡Ay, mami, los amores que te tengo!". O te dé las gracias, ya de mayor, por ser su madre, como me hizo mi hija hace poco con un poema que me ha llegado al alma:

"Gracias
por todos los días
que quise salir huyendo
y me detuviste.

Gracias por dejarme soñar
en medio de esta pesadilla.
Pero despertarme 
a tiempo para no llegar tarde.

Gracias
por todas las veces que dije
"No puedo más".
Y me sostuviste.
Y pude.

Por sentarte a hablar conmigo
y escucharme.
Aunque no dijera nada.
Por escuchar mis silencios.

Por recordarme esas cosas
que la vida había borrado. 
Y abrazarme,
cuando solo la nada nos abrazaba.

Gracias.
Mil gracias.
Por ser. Por estar. Por querer."


Compensa, claro que compensa. Así que, querida amiga, disfruta de tu bebé ahora y siempre sin miedos que valgan.

(Para Leti)

28 comentarios:

  1. ¡Así es! ��

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    1. Así es...para siempre. Ahí no hay divorcio posible! Un abrazo, jefa.

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    2. ... que madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle.
      Un abrazo muy grande

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  2. Qué bonito Jane. Me siento totalmente identificada. Compensa, claro que compensa. Yo fui madre a los 20 años.y si, me cambió la vida y de que manera. Fue duro conciliar trabajo, casa y maternidad pero lo logré. Eso sí, con la ayuda de mis padres, que aportaron mucho cariño y dedicación. La misma que yo, cuando ellos se hicieron mayores, aporté a sus vidas.
    El poema de Ana, me ha vuelto a emocionar. Creo que todos los hijos deben sentir lo mismo y querrían expresarlo así pero no todos tienen ese don que ella posee. Felicidades querida amiga.

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    1. ¿Qué hubiéramos hecho sin los abuelos? A mi madre le encantaban los niños y, si fuera por ella, mis hermanos y yo hubiéramos tenido más. "¡Yo los cuido!", decía. :-D.
      El valor de los poetas está precisamente en saber interpretar los sentimientos de todos y plasmarlos en un poema. A mí también me emociona, Ani.
      Un abrazo muy grande.

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  3. Estoy contigo. Si, compensa. Yo fui madre con 21. Aprendí a vivir con mis hijas. Yo fui una afortunada, con trabajo y el calor de mi familia. Pero se sale, con la voluntad y el ánimo para conciliar, la profesión, las tareas de casa y tu familia. Hoy disfruto de lo conseguido.

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    1. Yo creo, Carmen, que, junto con los niños, tiene que venirnos un plus de valentía y coraje para apechugar con lo que viene: cuidarlos casi al completo, al mismo tiempo que se trabaja, se estudia, se hacen oposiciones, se lleva la casa... ¡Somos unas hachas!

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  4. Cuántas verdades! Bonito relato mi duquesa, seguro que Leti va a tener menos miedo después de leerlo y las palabras de tu hija en el poema son una prueba de que sí compensa.Un abrazo

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    1. Yo creo que ya se le pasó el miedo. Ayer la vi con su barriguita y estaba feliz y serena, como siempre ha sido.
      Un abrazo muy grande, mi realeza, y a seguir disfrutando de hijos y nietos.

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  5. Carmen Paz Gutiérrez Arienza18 de noviembre de 2019, 15:48

    Tal cual Isabel, luego vendrán los nietos y vuelta a empezar, más alegrías y preocupaciones...
    Me he sentido muy identificada con lo que has escrito hoy, sin quitar ni poner una coma.
    Pero compensa Isabel, compensa.

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    1. Ay, sí, los nietos son otro cantar. Te sigues preocupando por sus reveses ( pero en modo light) y presumes más de los éxitos que tengan. Yo a cada rato cuento las salidas de mis nietos pequeños (las más graciosas del mundo, por supuesto) y enseño los dibujos de los grandes como si fueran Leonardo da Vinci.
      Sí que compensa. :-D

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  6. Charo Borges Velázquez18 de noviembre de 2019, 15:49

    Bonito post, a pesar de la retahíla de sinsabores.
    Espero que tu amiga no se asuste más con el panorama que le cuentas...������

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    1. Gracias, Chari. Yo creo que sabe que estoy vacilando con ella y que la cosa no es tan grave. No en vano ha cuidado tres sobrinos desde que nacieron y conoce el percal. Aparte de que su marido es una persona estupenda que, salvo en parir, la va a ayudar en todo. Y tiene también a toda la infantería preparada: padres, suegros, hermana, cuñados, amigos, sobrinos...

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  7. mari Carmen González Zamorano18 de noviembre de 2019, 20:21

    Es verdad Isa que la vida nos cambia cuando somos madres pero compensa, creo que nos dan más alegrías que disgustos y por eso compensa. Muy emotivo el poema de Ana.

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    1. La verdad es que tú y yo hemos tenido la suerte de tener unos hijos estupendos (una edición corregida y aumentada), pero conozco otros casos. La personalidad humana es tan compleja y las circunstancias a veces influyen tanto... Pero creo que la mayoría de las madres reciben más alegrías. Ya sabes que soy una optimista.

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  8. Isa, acabo de leer lo que escribiste para Leti. Precioso y que gran verdad. ����

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    1. En realidad fue Leti quien me inspiró, pero va dedicada a todas las que se están preparando para ser madres y ven que el mundo está lleno de embarazadas. A todas las que, como nosotras, nos enfrentamos a un cambio de vida tan radical como nunca imaginamos. A todas las que no conciben lo que se puede llegar a querer a un ser al que todavía no conocen.
      Muchas gracias por tus palabras.

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  9. Me parece que a Isa se le olvidó decirte que tener un hijo es colaborar a que la vida continúe, es aportar tu granito de arena a la evolución de este mundo, y, aunque te parezca que no es el mundo que te gustaría para Antonio,su mundo va a ser su familia y ustedes dos que, con tanta ilusión y amor, lo van a traer y, además, a una edad en que lo vas a disfrutar mucho más que si lo hubieras tenido más chica. Muchas felicidades para los dos!!!

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    1. ¡Cuánta razón tienes! Añades la verdadera razón de ser que puso la naturaleza para perpetuarse. Cada niño está unido a la larga cadena de la vida y el momento de su nacimiento lo vivirán sus padres como el más importante de sus vidas. Yo me he hinchado a llorar de la emoción en cada parto de hijos y nietos. Sí, se me olvidó poner muchos sentimientos, muchas risas, mucho asombro ante el milagro que es ver crecer a un niño..., pero ya todo eso lo pondrán ustedes.

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  10. Que tierno y que verdadero, Isa
    Besos

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    1. Gracias, Anita. No hay nada más tierno que un bebé ni nada más verdadero que el amor que una madre le tiene.
      Besos

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  11. Si que compensa . A pesar de las malas noches, los miedos e inseguridades de las madres primerizas. Pasando el tiempo , es mi caso, te encuentras en una gran mesa rodeada de cariño con tus hijas ,yernos y nietos . Ahi es cuando mi marido y yo nos miramos y sin palabras nos decimos :《lo hemos logrado》, que esto es lo que queriamos y por supuesto que compensa.
    La poesia de Ana me llego al corazon!!!. Un beso.

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    1. Cómo te entiendo. Una vez, con la casa llena de hijos y nietos, hablaba con una chica que no quería tener hijos (opción también muy respetable). Pero yo le decía: "¿Y no te gusta toda esta alegría, este rebumbio alrededor, saber que la casa está llena de vida y que tú has contribuido a esto?". No concibo la vida sin ellos yo tampoco.
      Gracias, Cristi. Ya sabes que cada nieto nos da más vida.
      Un beso.

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  12. Isa q bonito �� seguro q si q compensara.
    Un besito muy fuerte ����

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    1. Ustedes son los que van a hacer que compense. No les queda nada de festejos, caricias, cariño, arrumacos y morisquetas (cucú trastrás). Pero lo mejor va a ser asombrarse por como se va haciendo persona. Eso es un privilegio que la vida les ha concedido. Aprovéchenlo bien, nada de miedos.
      Un abrazo muy grande para los dos.

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