lunes, 30 de diciembre de 2019

Momentos felices para 2020: no sin mi agenda




Yo sin mi agenda no soy nada. En ella está mi vida entera: citas, cumpleaños, comidas, menús, diligencias... A veces me dicen que qué memoria tengo. Memoria, narices. Lo que tengo es cada año una agenda en la que escribo todos los días de Dios. Si no fuera por ella no me acordaba ni de quién soy. Me la quitan o se me pierde y entonces sí que me verían haciéndome las eternas preguntas filosóficas: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué tenía que hacer mañana por la mañana, por Dios?

Por eso, por mi querencia a mi agenda (milagro no le hago una loa... o una ola), fue por lo que me llamó la atención la propuesta que la semana pasada publicó mi hija Ana en Instagram. Decía así:
"Mi agenda está vacía. Vacía no de sueños, ni de planes. Está vacía de prejuicios, de ideas preconcebidas. Sus páginas están en blanco. Vaciarse significa disponerse a cambiar y a crecer. A madurar y avanzar.
No quiero que este sea un año más en el que, al finalizar diciembre, la agenda esté llena solo de trabajo, citas de médicos o revisiones del coche. Escribiré en las páginas de cada día algo bonito que haya pasado: una lectura que me haya gustado, una frase, una llamada que me haya llenado de alegría, un beso... Llenemos los días de 2020 de momentos felices".

Conociéndome y sabiendo que todos mis propósitos de año nuevo se me quedan a la mitad, no sé si podría realizar lo que Ana propone. Así que esta semana hice una especie de ensayo y me puse a apuntar en los últimos días de esta agenda que me ha acompañado en todo 2019 los momentos felices de cada día. La cosa quedó tal que así:

Lunes 23 de diciembre: Comprando las viandas de Nochebuena nos dio hambre a mi marido y a mí y entre Supercor y Mercadona recalamos en "La Thuya". Buen rato y buena comida.
Música de la pianista Clara Haskill al anochecer junto a la chimenea encendida.
Conversación con mis amigas en el chat antes de acostarnos.

Martes 24 de diciembre. Los nietos pequeños me ayudan a poner la mesa para Navidad.
Nochebuena muy divertida con la familia: un mercadillo gratis, caretas graciosas mientras bailamos, una búsqueda del tesoro, un Papá Noel que parece el Tío Cosas, un amigo invisible robado...

Miércoles 25 de diciembre: Mi nieto de 4 años me recita de pe a pa el poema "A Margarita Debayle" de Rubén Darío ("Margarita, está linda la mar...").
Pavo de navidad relleno de frutas compartido con los que quiero.
Rato estupendo después de la comida, al atardecer, mi marido y yo con un amigo de siempre hablando de la vida y sus cosas.

Jueves 26 de diciembre: Hago un regalo ("Fotos antiguas de Tenerife") a un amigo al que le encanta.
Me encuentro a una amiga en La Laguna a la que hacía años que no veía.
Leo un libro de P. G. Wodehouse que me hace reír.

Viernes 27 de diciembre: Consigo entradas para invitar a todos mis nietos a ver en enero en el Teatro Guimerá "Cuento de Navidad" de Dickens.
Cena con los amigos en un restaurante a la orilla del mar.

Sábado 28 de diciembre: Día claro y luminoso.
La brevera  que sembramos hace un par de años en El Tanque ha dado sus primeras cuatro brevas. Dulcísimas.
He visto por centésima vez como todas las navidades "¡Qué bello es vivir!". Como siempre, lloro a mares de la emoción.

Domingo 29 de diciembre: Comida en la casa de El Tanque con hijos y nietos y con mi familia política de Madrid que llegaron hoy. Risas y buena conversación en una mesa de 15 personas.

No ha resultado difícil. Sin darme cuenta tengo la última semana de mi agenda de 2019 llena de ratos bonitos. Y claro que también ha habido ratos que no lo son. Esta es la vida y no un musical de Hollywood. Alguna majadería, tomar un día Ibuprofeno porque la edad no perdona, las compras y el tráfico son un horror, se nos pinchó una rueda el jueves, un par de noches tuve insomnio, esta Nochebuena tocó cenar sin hijos ni nietos... Y además el tiempo ha estado de sur y calima -¿Dónde se ha visto unas Navidades con 26º?- y por supuesto no nos tocó, como corresponde, nada en la lotería.

Pero si cada día no nos regodeamos en lo que nos sale mal y estamos atentos a lo que nos gusta, a final de cada mes la agenda estará repleta de hechos que nos han alegrado el día, puntos de luz que iluminarán nuestra vida ¿Quién se va a acordar de lo malo? Así que, a un día de terminar el año, hago mía la propuesta de mi hija: Llenemos los días de 2020 de momentos felices.

44 comentarios:

  1. Muy bonito todo lo que dices Isabel. Mejor esa agenda que para anotar citas y obligaciones, que para eso está la nevera. Te deseo lo mejor en este año que comienza, que haya de todo pero principalmente buenas experiencias. Besos. Tu compañera de juventud. Conchi Fiestas.

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    1. No te creas, en mi nevera tengo un mosaiquito regalado por una alumna que también dice un pensamiento bonito. "Las profesoras plantan semillas de conocimiento que permanecerán para siempre". Y también están los dibujos de mis nietos. Cualquier lugar está bien si nos provoca una sonrisa cuando lo ves.
      Que tengas en al nuevo año muchos momentos felices, Conchi, mi compañera de esta segunda juventud también :-D

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  2. Muy buena idea querida Isa. A ver si soy capaz de escribir algo bonito y corto cada día.... Ya te diré.
    Feliz entrada al 2020, con mi añejo cariño... Floren

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    1. Me encanta también lo hago propio y comparto con los que más quiero

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    2. Sí, Floren, a ver si yo también soy capaz. Es tan firme el propósito como el de empezar a ordenar mi cuarto de estudios. Ojalá haga las dos cosas.
      Me encanta ese añejo cariño. Un beso, Floren.

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    3. Estupendo, Bea, algún día cuando nos reunamos apuntaremos las dos el mismo hecho. Un abrazo.

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  3. Anotar lo bueno y no hacer demasiado caso a lo malo es una forma estupenda de terminar siendo optimistas por cada pequeño logro.

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    1. Yo pienso que sí, Laila. El optimismo, como el amor , la confianza, la amistad... son cosas a lograr en el día a día, no algo que te viene dado de nacimiento o te regalan en la lotería. Habría que trabajarlas poco a poco.
      Un abrazo y feliz año.

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  4. Hola, Jane:

    Me pasa como a ti, sin mi agenda no soy nada ni nadie. Hace tiempo que la llevo en el teléfono, sin embargo, sigo llevando mi diario en papel. Por supuesto, escribo las penas porque mi diario es mi mayor desahogo, pero intento sacar algo bueno del día. Si el día es duro, puede ser difícil, pero no quiero quedarme con lo malo que ha pasado y busco detallitos para tener algo positivo a lo que agarrarme, para seguir adelante.

    Un beso enorme y feliz entrada en el nuevo año. Ojalá tengamos muchas cosas buenas que apuntar. :)

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    1. Ese es el espíritu, creo. Yo llevé diario cuando era jovencita pero mis tías me lo leían y se mondaban de la risa con mis tragedias, así que desistí. Pero es verdad que la agenda es un buen suplente. Y si es un mal día, como dices, agarrarse a las cosas buenas que han pasado (siempre las hay) es una buena terapia.
      Espero que sí, que apuntemos cosas estupendas. Ojalá que. si tenemos grandes expectativas, solo nos llevemos pequeños chascos y que otras muchas se cumplan.
      Un abrazo grande.

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  5. Usar agenda es un ejercicio fantástico para alejar el Alzheimer mientras recuerdas lo que has hecho durante el día.
    Isa, disfruta de todo lo que te rodea y recibe el 2020 con mucha alegría.

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    1. Yo también lo creo, aunque he oído opiniones en contra porque dicen que así no ejercitas la memoria. Pero sinceramente, si tengo que fiar a la memoria, la lista de cosas de un día ajetreado, no haría ni la mitad.
      Disfruta tú también y a fijarse bien en cada día que pasa. No lo dejemos pasar sin más ni más.
      Feliz año y un abrazo grande, Milo.

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  6. Una idea estupenda, trataré de hacerlo, mejor recordar las cosas buenas de cada día, feliz y venturoso 2020. ��

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    1. Gracias, Inés, a ver si nos proponemos en serio este ejercicio de optimismo e ilusión. Que el nuevo año te traiga sorpresas o, como decía Rosa Montero, que el futuro venga sin demasiados mordiscos. Brindemos por ello.

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  7. ¡Me encantó la idea de tu hija y tu artículo! De hecho voy a intentar hacer mio también ese propósito que, al igual que tú, seguramente no mantendré cada día del próximo año, pero... lo anotaré en mi lista de cosas positivas por hacer en 2020. Un abrazo y feliz entrada de año, amiga.

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    1. Yo tengo un amigo que siempre brinda por seguir vivos, algo tan simple y tan maravilloso. Ya solo con pensar en las cosas positivas que la vida te puede ofrecer, la actitud cambia y estamos más preparados para gozar de ellas.
      Un abrazo y feliz año, Luisa.

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  8. Fantástico relato a mi me pasa lo mismo sin la agenda estoy perdida . Feliz año 2020, un beso desde Venecia.

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    1. Tú sí que sabes vivir, Abita. Ya te he visto despidiendo el año desde una góndola como si fueras un marajá. Sigue disfrutando así y haciendo lo que más te guste. Y sigue siendo guapa por dentro y por fuera. Que el año nuevo no te cambie nada de nada.
      Un beso.

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  9. Feliz 2020, Isabel,y que esa agenda esté repleta de anotaciones buenas para disfrutar. Un abrazo.

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    1. Me gustó, Sole, los deseos pegados a la tierra que Manuel Vicent pidió para el año nuevo hace 7 años en un artículo. "Que la luz del sol nos regale al menos un pequeño placer cada día; que nos ofrezca alguna aventura, una pasión todavía; que este año en toda su órbita no nos encontremos con ningún idiota que nos amargue la vida; y llegado el caso, si hay que apearse de la noria, que la bajada sea suave, sin que te empujen demasiado."
      Por ahora, coincido con Vicent.
      Feliz 2020, Sole. Otro abrazo para ti.

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  10. ¡Gracias por compartir vivencias!

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    1. Gracias a ti, Monaco. Que el próximo año sigamos compartiendo vivencias, noticias, comentarios y lo que se tercie.
      Un abrazo.

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  11. Que agenda tan alentadora.......Y esto fue lo que a mi se me olvido, este año.

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    1. Pues la esperanza, Abraham, es lo que nunca puedes dejar atrás. Las grandes esperanzas pueden abrir las puertas de un futuro mejor, que no se te olvide.
      Que tengas un año feliz.

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  12. Feliz idea, Jane, sobre todo para los que usan agendas, cosa que yo sólo utilicé, durante parte de mis años profesionales, sobre todo, para que lo que anotaba en ellas me sirviera de refresco, una vez cumplimentado cada curso lectivo. Me las hacía yo misma, a partir de cuadernillos rayados y con un apartado, a modo de memoria, para recoger lo que llevaba a cabo y lo que no, de lo que planificaba, para cada día, clase y grupo de alumnos. Hoy no uso ninguna, aunque voy notando que quizá, para esos días más complicados, me convenga contar con alguna.
    En cuanto a la idea de registrar todo lo bueno y satisfactorio que me ocurre, este año que acaba lo tengo recogido en pedacitos de papel que he ido introduciendo en un pequeño frasco de boca ancha y que el primer día del 2020 abriré y leeré, para tener una panorámica de todo lo bueno que viví durante 2019.
    Como recordarás, esa idea circuló en las redes durante 2018 y yo la hice mía para ponerla en práctica para este que mañana termina. Su autor o autora lo llamó "el tarro de los agradecimientos", pero yo lo he ampliado y he añadido, además de los agradecimientos, los mejores momentos que me fueron saliendo al paso. Seguramente, seré la primera sorprendida, cuando los rescate y vaya recordando cada uno de ellos.
    En cualquier caso, lo mejor siempre será dejar constancia, de alguna manera y en algún lugar, llámese agenda o llámese tarro o frasco, todo lo bueno que vamos viviendo y que nos sirva para valorar los pequeños y grandes momentos que han ido surgiendo en nuestro camino diario.
    Feliz 2020, querida amiga, para ti y tu familia y para todos tus seguidores.

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    1. ¡Qué idea tan bonita y sugerente, Violeta, esa del "tarro de agradecimientos" o de "mejores momentos"!. El caso es, como dices, valorar lo que merece la pena y dejar atrás los malos rollos.
      Yo también tuve agenda profesional en mis años de profesora, pero además tenía esta siempre, más personal y más llena de recordatorios, más rebujada y más variada. No son un diario pero alguna vez las repaso y vuelvo a recordar acontecimientos, sitios y personas, algunas que ya no están.
      Feliz año, Violeta, y que la sorpresa y la curiosidad de este primer día del año en que abras tu tarro perdure los restantes 365 días. Un abrazo.

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  13. Hola Jane. Por lo que leo de lo que escribes en "tu agenda" tendrás que buscar otra agenda para anotar todos los compromisos familiares de estas Navidades (¡¡¡ benditos compromisos!!!). Es una idea magnífica y confío en que la puedas llenar de tantas cosas buenas que espero te ocurran. Feliz 2020 . Un beso Jane. Juan.
    PD: Eso sí, en la otra agenda tendrás que anotar la cantidad de horas que tendrás que caminar para quemar las calorías de las comidas que compartes. Adelante!!!!!!!!!!!

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    1. No, no, mi agenda tiene una hoja por día y caben en ella muchas experiencias. Incluso las horas que camino o los pasos que doy o las dietas que hago. Me hace gracia porque en casi todas, enero y febrero están llenos de caminatas y de dietas y poco a poco, en marzo y abril, van desapareciendo.
      Lo de las comilonas es inevitable teniendo en cuenta que la semana que elegí como ensayo es la última del año, con Nochebuena, Navidad, familiares que vuelven a casa como el turrón... No es representativa :-D
      Un beso, Juan, y feliz 2020.

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  14. Jane, escribo desde Montevideo, Uruguay.Siempre es un placer leerte, disfrutando de tus reflexiones, de tus viajecitos tan bien descritos, de tus cuentos de familia.Mi agradecimiento por todos los hermosos momentos que he pasado leyendo tus entradas. Feliz 2020!!!

    .

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    1. Pero ¡qué lejos estás! Unas navidades veraniegas que estarás disfrutando. Aunque aquí casi casi, porque ha hecho hasta calor y hoy mismo tengo amigos y familiares bañándose en la playa.
      Muchas gracias porque, a pesar de lo lejos, siempre estás cerca. Un abrazo y feliz 2020.

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  15. Veo que escribí "descrito" en lugar d "descripto".Disculpa a mis dedos demasiado ligeros. Gracias.

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  16. Gracias por todos los ratitos buenos que me haces pasar leyendo tus artículos y por esta gran idea para 2020". Un abrazo.��

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    1. Gracias a ti, Esther, por seguir tan fiel a las entradas desde hace años. Un abrazo grande y, ya sabes, a encontrar buenos momentos cada día. Feliz 2020.

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  17. Flor Delia Conde Javier2 de enero de 2020, 23:14

    Me encanta , buen propòsito , cositas positivas����♥️

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    1. Gracias, Flor. Esa es la idea. Ser optimistas además alarga la vida.
      Un abrazo y a empezar el año con buen espíritu.

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  18. Hola Isa
    Estamos en Tenerife desde ayer.
    Anoche celebramos mucho tu y tu agenda. Carmen Nieves nos leyó un párrafo que casi nos desternillamos. De lo bien que escribes y de lo bordado del primer párrafo.
    Por cierto, les dije que ese vicio tuyo por escribir no se limita a tu agenda, ni a tus piezas literarias, libro, blogs o cualquier otro formato. Yo conozco otras piezas que harán ricos a tus descendientes en las principales salas de subastas de Europa y América. Me refiero a tus sueños. Dia tras día, año tras algunos años, escribías tus sueños nada más despertarte. En una libreta que acababa cochambrosa, y que dejabas sobre la mesita de noche, con un lápiz (ay dios mío, qué utensilios tan peculiares!). Algunos me leías, las dos despeinadas y medio zumbadas, por la hora; porque por entonces dormíamos mucho, mucho más que ahora. Eran muy divertidos, bastante estrambóticos y a veces largos. Teníamos genéricamente 18 años.
    Supongo que los tienes localizados "au fond de ton grenier blottis dans un tiroir" , avísales a tus nietos.
    Besos
    Ana

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    1. Ay, no, Ana. Los sueños sueños son y desaparecieron hace ya mucho, mucho tiempo. Creo, además, que solo estaría un curso escribiéndolos, el año que di Psicología con José Luis Pinillos y que leí "La interpretación de los sueños" de Freud. Teníamos 20 años. Sé que nos reíamos y les dábamos unas interpretaciones bastante peculiares.
      Así que mis descendientes mejor se buscan la vida porque ricos por los escritos de la abuela no se van a hacer :-D
      Un besote, Ana, y ya te llamo para verte y recordar nuestros viejos tiempos en los que estudiábamos en un Colegio Mayor de Madrid y soñábamos con cambiar el mundo.

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  19. Qué útiles las agendas, casi igual que los almanaques grandes. Yo también las quiero siempre cerquita.
    Todos me preguntan a mí por las fechas de cumpleaños de la familia y amigos. Guardan teléfonos y direcciones que hoy algunas han caído en desuso con la tecnología que impera....
    Soy tanto de agendas, que no sé ni cuántas tengo, porque cada una la he destinado a una causa. Una de ellas, la más valiosa, guarda las fechas importantes de la vida de mi hija desde su nacimiento. Dentro de poco vendrán los Reyes y no pediré una sino dos para poder anotar cada día, esas cosas bonitas que siempre acontecen y debemos agradecer.

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    1. Yo me las seguiré apañando con una porque con la cabeza que tengo, que muchas veces no sé dónde la dejé, si tengo dos o más, se me termina de descacharrar (la cabeza, digo). Una vez la dejé en Madrid en casa de mi hija un septiembre y como ella no iba hasta Navidad, tuve que comprarme otra ¡No sin mi agenda!
      Un beso, Cande, y sigue siendo tan detallista y positiva. Feliz año.

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    2. Lo que dejé en Madrid fue la agenda, no la cabeza :-D

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  20. Una idea estupenda. Yo desde que me jubilé, sustituí la agenda por lo que yo llamo mi disco duro.Es una libretita. Ahí voy anotando, alguna frase que me gusta, lecturas recomendadas, citas médicas...Quizás vuelva otra vez al día a día de la agenda, me gusta mucho la idea de Ana que ya has puesto en práctica. Deseo que tu agenda siga siempre llena de tus buenas sensaciones. Hay que quedarse con ellas.

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    1. La verdad es que yo también tengo un par de libretitas aparte. Una es la que llevo en el bolso para anotar ocurrencias o cosas que hacer o libros por comprar... Otra es la de las citas que me gustan. Otra es la que tengo en la mesilla de noche para anotar recados si me llaman cuando estoy acostada. Pero claro, ninguna es una agenda. Esta tiene más enjundia, más organización, más carácter ¡No sin mi agenda! (repito, jejeje)

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  21. Genial Isa! Me encanta. No uso agenda en papel desde que me jubilé, solo papelitos que procuro tener bajo control y la aplicación "Notas" de mi móvil. Pero, teniendo en cuenta que estoy advirtiendo una cierta descoordinación entre ambos registros así como la lejanía, afortunadamente, de las revisiones médicas, voy a ponerle remedio. Volveré a la agenda, me has convencido. Un beso, Carmen Nieves

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    1. Mi problema con los "papelitos" es precisamente que no los tengo bajo control. De repente en un bolso me encuentro uno que pone: "Llamar por teléfono al electricista" o algo así. Y ahí me ves pensando que cuando fue eso, que si lo llamé o no, que para qué tema era... Más que descoordinación, para mí sería Caos. En la agenda el único problema sería que no la mirara sino de Pascuas a Ramos.
      Un beso y gracias, Carmen Nieves.

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