lunes, 14 de septiembre de 2020

Las mareas de septiembre



En Gran Canaria siempre han sido  las mareas del Pino porque el día 8 de septiembre es el día de la Virgen del Pino y parecería que ella es la que está gobernando todo, hasta las aguas. Pero para nosotros, los de la isla de enfrente, siempre se han llamado las mareas de septiembre o mareas vivas. Es el momento del equinoccio de otoño, cuando la luna y el sol se alinean sobre el ecuador y hacen fuerza para que el mar, durante la luna llena y la luna nueva, esté más alborotado que de costumbre. Esta es la época en que a más de uno, por ejemplo, el mar se les ha llevado las cholas que dejaron en la orilla, o las olas los han revolcado hasta la arena dejándolos traspuestos.

Al mismo tiempo en este septiembre nos ha llegado la señal de una enorme onda gravitacional, producto del choque entre dos agujeros negros hace 7.000 millones de años. Es la última ola de otro tipo de mareas vivas, una que ha viajado a la velocidad de la luz a través del espacio cósmico.

Tal vez estas grandes mareas -la del mar y la del universo- sean la manera que tiene la naturaleza de limpiar y renovar, de removerlo todo para empezar de nuevo otro ciclo. En septiembre, después de las grandes olas, los mares terminan por estar en calma, el aire es más limpio, los atardeceres más intensos.

Oficialmente las mareas de septiembre, para la gente en edad escolar y para nosotros, los docentes, que contamos los años por cursos, han sido siempre la señal de que el verano se ha ido, de la despedida de los baños, el salitre en la piel y el relax en el cuerpo. Pero también es la señal del comienzo de curso, de que a partir de este momento hay que ponerse las pilas. Y en este septiembre, tan particular y extraño, eso es lo que están haciendo ahora mis colegas, los profesores: preparar la vuelta a las clases como un reto mayor a otros septiembres. Sé que están preparados, que lo están haciendo con una ilusión tremenda como si fuera la primera vez, que están echando mano de imaginación y creatividad y que se les están ocurriendo ideas estupendas para que las clases resulten un éxito a pesar de los pesares.

Mi post de hoy va de animarlos, a ellos y a los padres, a que sigan adelante, de decirles que pasen de presiones y no hagan mucho caso a titulares alarmantes. Estos días circula un wasap con la noticia de que en Francia se han cerrado 22 colegios nada más empezar. El gobierno francés ha establecido el protocolo de que si hay 3 casos en un colegio, se cierra. Si han cerrado 22 colegios es que hay 66 casos. Pero son 66 casos de 12.600.000 escolares. Visto así, la noticia no asustaría tanto, pero los periódicos tienen que vender.

Así que, mis queridos compañeros docentes, mucho sentido común, mucha ilusión y que septiembre y sus mareas -las marítimas y las cósmicas- traigan optimismo, limpieza de miras y valentía para hacer oídos sordos a las presiones y a los agoreros (que los va a haber). ¡Que tengan todos un feliz curso!

30 comentarios:

  1. Águeda Caballero Ruano14 de septiembre de 2020, 10:48

    Pues sí Isabel: son las mareas del Pino que tanto echo de menos y que las disfrutaré desde que pase todo ésto. Un abrazote

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    1. Lo bueno es que no tienen fecha exacta, cada año varían y a veces las mareas de septiembre llegan hasta diciembre. Igual puedes disfrutarlas. Tienen, como sabes, que confluir pleamar y mar de fondo.
      También leí que este mes el Cabildo de Gran Canaria ha aprovechado las mareas del Pino para ayudar a conectar la Charca de Maspalomas con el mar.
      Un abrazo y a disfrutarlas cuando sea.

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  2. Hola Jane.
    Cuando era pequeño esperábamos la llegada de las mareas de Septiembre con ansia.
    Nos permitía ver cosas que quedaban bajo el agua y que "aparecían" como por arte de magia. Recuerdo que también por esos días cuando el mar se ponía "malo", veíamos pasar grupos de "toninas" que algunas veces daban saltos fuera del agua y nos recoradaban las imágenes de Flipper, y unos minutos después pasaba alguna aleta negra que no saltaba (algún tiburón que perseguía a las toninas).
    Sí, este año es un año extraño: Lleno de gente en las calles (como si estuviésemos en fiestas) y muchos de ellos no quieren enviar a sus hijos para no contaminarse...En fin, no tenemos remedio...Un beso Jane. Juan

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    1. Síiiiií, yo también las he visto jugar con las olas por estas fechas. Lo que no he visto es la aleta negra, quita, quita.
      Espero, Juan, que no haya mucha gente que no envíe a sus hijos a clase. Estoy segura de que se guardarán medidas y que hasta se pasarán de cuidados. Ojalá fuera así en todos los ámbitos. Te deseo todo lo mejor este curso. Tú sabes que mi corazón está contigo y con todos los compañeros.
      Un beso, Juan.

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  3. Bonito escrito mi duquesa,al pensar en las mareas de septiembre me viene el olor del mar y el recuerdo de los preparativos del inicio de cada nuevo curso. Me solidarizo con los colegas ante el reto al que se enfrentarán este curso y estoy segura de que harán posible que las cosas salgan bien. Mis mejores deseos de "salud" para todos.....un abrazo

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    1. Ay, mi realeza, el reto va a ser grande y el trabajo también. Nadie podía haberse imaginado una situación real como la que estamos pasando. Como tú, no dejo de pensar en los compañeros y los arropo desde fuera. Los optimistas esperamos que todo salga lo mejor posible.
      Un abrazo grande.

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  4. Las mareas y las calmas...
    Optimista como siempre. Ojalá sea como dices...

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    1. El optimismo nos hace ver la botella medio llena. Hay muchas razones para ello, la principal es la cantidad de gente entusiasta que hay en la enseñanza. Mi nuera es profesora de infantil y está ilusionadísima con el nuevo curso. Y como ella, muchísimos más profesores. Los retos hacen crecer y despiertan la imaginación. Ya verás que no todo es tan malo como algunos quieren hacernos creer.

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  5. Que bien Isa, leerte con la sonrisa que llevas adosada a tu recuerdo en mi cabeza. Yo también creo que el optimismo es imprescindible y mucho más práctico que ir encogida con el susto en el cuerpo. Susto-sustísimo que dice mi nieto Santiago.
    Toca aplaudir a los profesores.
    Y esperar a la vacuna, ya queda menos.
    Besos
    Ana

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    1. Esperar a la vacuna y adaptarnos a lo que hay. Lo que no tiene cabida es vivir con el susto sustísimo. La vida tiene mucho de bueno que ofrecernos ¿Quién dijo miedo?
      Un montón de besos y a disfrutar.

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  6. Blanca Martín Torres14 de septiembre de 2020, 17:23

    Muy bonito mensaje para los compañeros docentes ❤️❤️ .

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    1. No sabes lo que me acuerdo de ellos estos días. ¿Qué hubiéramos hecho nosotras de no haber estado jubiladas? Estoy segura de que también hubiéramos tirado p'alante y buscaríamos soluciones. Mucha suerte para todos.

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  7. Las mareas y las bonanzas...

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    1. Sí, Nievitas, septiembre es también época de bonanzas. Las grandes mareas traen aparejadas las calmas, tanto que es también tiempo de pateras que aprovechan el mar quieto para llegar a las islas. Los pescadores dicen incluso que el mar está "apaterado". Es lo que hay...

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  8. Hola Isa. Como madre de dos adolescentes que acaban de empezar el curso en Madrid, te agradezco los buenos deseos para este nuevo curso. De momento aquí todo va bien y ellos están encantados de haber vuelto por fin al cole. Y se nota que los profes se lo están currando mucho para intentar que todo salga lo mejor posible. ¡Gracias a todos!

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    1. Me alegro, Eugenia, que a ustedes, que ya empezaron, les vaya por ahora todo bien. Y en Madrid, que es de donde nos llegan más noticias preocupantes. Creo que es el momento para que todos, desde los políticos hasta los profes, padres y alumnos, arrimemos el hombro para que esto salga bien. Mucha suerte y un abrazo grande.

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  9. Muy bonito y oportuno tu post de hoy, Jane. Yo también animo a los docentes desde aquí, sé que tienen una tarea difícil, pero también un reto interesante y estimulante, que los hará sacar lo mejor de sí mismos. Y para los alumnos será una experiencia con la que espero que maduren y aprendan a apreciar todo lo que tienen.
    Feliz día del Cristo, sin fuegos de momento
    Un abrazo

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    1. Yo también echo de menos los fuegos, siempre los oigo desde aquí.
      También he pensado en los alumnos y la experiencia tan distinta que tienen por delante. Como dices, estoy segura de que les servirá, hay tanto que aprender... Empatía, solidaridad, saber superar los obstáculos, generosidad, luchar todos con una tarea común... A ver qué nos cuentan nuestros nietos.
      Feliz Día del Cristo a pesar de los pesares. Y un gran abrazo.

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  10. La realidad es que es un riesgo, lo que pasa es que el trabajo y la sociabilidad de los niños se imponen. A mí me funden, pq dejaré de achuchar a mis nietos...
    No dejo de felicitar al colectivo de profesores que, a pesar de que les congelarán el sueldo, siguen siendo unos funcionarios profesionales valientes!

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    1. Sí que es un riesgo, Milo, la verdad, pero ya solo vivir es un riesgo y nadie tiene todas las papeletas para no correr ninguno. Tal vez estén más seguros en clase que comprando en unos grandes almacenes. Y seguro que los seguirás achuchando de vez en cuando, ya verás.
      Hoy he visto un montón de felicitaciones a ellos. Se las merecen y ojalá que reciban además toda la ayuda posible. La educación tiene que ser el objetivo prioritario.

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    2. Ana Darias de Lorenzo-Cáceres16 de septiembre de 2020, 18:48

      Qué mona ��, Milito!.
      La educación es el objetivo prioritario pero no a cualquier precio.
      Estamos en una situación muy peculiar, a la par que arriesgada, disfrazando la imperiosa necesidad de educación, que la es, bajo la manta de "un lugar donde dejarlos mientras los padres trabajan".
      Afortunadamente los niños se acomodan a las circunstancias y se acostumbran a lo que se les impone.
      La psicología también hay que cuidarla, la salud y la integridad.
      Y no todos procuramos los mismos cuidados ni la misma prudencia. Yo decido si voy a un centro comercial o no y en qué formas. En el colegio nos obligan a que los niños estén con compañeros que van a centros comerciales, a parques repletos o expuestos al 100%, de iluminatis.
      No hay que cerrarse en una burbuja y esté virus convivirá con nosotros mucho tiempo, pero en las fases agudas, como en cualquier enfermedad, se guarda reposo.
      Nadie niega la educación pero sí se piden alternativas.
      Que hay muchos niños de riesgo a los que no se les ha otorgado otra opción a la presencial, muchos padres igual y, aunque no es un porcentaje grande, porque el papel y los datos nos reducen a eso, a números, a insignificantes epidemiológicamente, la cruda realidad llega cuando un niño se ha quedado sin padre o un padre sin hijo, que ha pasado.
      Y cuando no se puede, no se puede. Y cuando hay que hacerlo es con las máximas garantías y cumpliendo las recomendaciones.
      Pues claro que achucharás a tus nietos❤️. Todo saldrá bien y hay que vivir, disfrutar y aprender a convivir con lo que va llegando��
      Los profesores están dando una buena lección de profesionalidad, amor y valentía antes este nuevo curso diferente pero apasionante❤️.

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    3. La educación es un tema complejo porque hay muchos elementos implicados en este momento: la pandemia, por supuesto, la formación de nuestros hijos, la política, las medidas para que estemos seguros, los medios económicos que se están destinando a eso, la información que se da, el montón de detalles que hay que cuidar en un aula y que los que están fuera no caemos (hoy mismo hay un artículo en el periódico titulado "Airear bien un aula no resulta sencillo")...
      Tienes toda la razón en que no todo el mundo tiene las mismas opciones y las mismas oportunidades, y a eso me refería con lo de que tiene que ser un objetivo prioritario, una educación igual para todos y unas medidas iguales en cada centro.
      Gracias por tus acertadas precisiones. Creo que esta pandemia nos ha enseñado muchas cosas. Y tal vez la principal es el aprender a vivir con ella, como bien dices.
      Un abrazo, Ana, y que tus hijos disfruten también con este curso.

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  11. Charo Borges Velázquez16 de septiembre de 2020, 18:33

    Septiembre se ha caracterizado, siempre, por su placidez y por sus largas mareas. Pero el de este año poco ha respondido a la tradición y ha puesto en jaque al mundo de la enseñanza.
    Yo, como Jane, le deseo a los colegas en activo que todo sea más llevadero de lo que vaticinan algunos y que las calmas de septiembre les acompañen en esta extraña travesía que les ha tocado emprender. Ojalá que así sea.

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    1. En el mundo de la enseñanza septiembre es el mes más importante. Es cuando las directivas hacen los horarios y organizan el curso, cuando los departamentos programan lo que tienen que impartir y el modo en que lo van a hacer, cuando las autoridades educativas deciden qué dar y qué no dar a los centros (profesores, medios económicos, permisos...). A todo eso a este septiembre se unen las medidas para que no haya contagios y la presión sobre todos los docentes. Es un septiembre raro y atípico. No hay mejor deseo para nuestros compañeros que lo que dices. Me adhiero a ello. Gracias, Chari.

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  12. Todos mis respetos para la docencia que, a pesar de que muchos no lo crean,trabajan durante todo el año. Este curso les ha tocado llenar las aulas y pasillos de flechas y pegatinas, y las mochilas de los padres de desconfianza y seguridad.
    Siempre utilizando el sentido común y las escasas herramientas de las que disponen en beneficio del alumnado.
    Que no se detenga el saber y que la bonanza de septiembre, les acompañen con ilusión en este nuevo recorrido.

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    1. Hoy mis nietos pequeños empezaron el curso. Hablé con ellos y están contentos. Están con los mismos compañeros del año pasado y entran, salen y están en el recreo con la mascarilla puesta. A ninguno le molesta y te cuentan las novedades como lo que son. Los niños se adaptan estupendamente a los cambios, benditos sean.
      Espero, como tú, que los profes sigan con ilusión durante el curso. Es una profesión dura pero la más bonita del mundo.

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  13. José Antonio Díaz Díaz16 de septiembre de 2020, 19:44

    Siempre he gustado de afirmar que debemos ser escépticos optimistas.
    A saber, escépticos en el análisis, debemos de prever todos los escenarios potenciales, incluso aquellos de los que no salimos todos. Y optimistas para enlazar a través del puente del voluntarismo, con la necesidad de crecer, y de creer que de esta o cualquier otra salimos, pues si no fuera el caso se acabó el problema.

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    1. Tienes toda la razón. Escépticos para que sepamos que no todo el monte es orégano y estemos preparados ante los que sea. Y siempre optimistas. Acuérdate de lo que decía Galeano cuando hablaba de la utopía: "Sirve para caminar".
      Gracias, José Antonio. Un abrazo.

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  14. En mi tierra, las mareas vivas que cierran el verano son las de agosto. Tanto nos marcaban en mi familia que no me enteré hasta hace poco que hay mareas vivas todos los meses, pero por esas cosas de que lo que aprendes de niño va a misa, no fui capaz de sacar la lógica y ver más allá.

    Mucha suerte y mucho ánimo para todos los profesores que han empezado un nuevo reto y, sobre todo, mucha paciencia (y no lo digo por los niños :) ).

    Un abrazo.

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    1. Son muchos los retos a los que se enfrentan. Una cosa que me ha sorprendido es que, después de que la prensa dijera que un 60 % de niños no acudiría a clase, en todas las clases de mis nietos han ido todos. Por eso no me fío mucho de titulares escandalosos. Yo también les deseo mucha paciencia.
      Las mareas de septiembre son mareas vivas y más allá. Hoy, 2 horas antes de la pleamar, las olas rompían y tenían la altura de una casa de dos pisos. Había pensado ir a bañarme pero demasiado alborotado para mi gusto ;-D
      Un abrazo, Dorotea, y cuídate mucho.

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