El mes pasado leí una novela de jubilados, "El club del crimen de los jueves" de Richard Osman. Y a principios de este mes leo en el periódico que es el éxito del año en el Reino Unido, que se han vendido más de 170.000 ejemplares igualando a Harry Potter y que Steven Spielberg adquirió ya los derechos para el cine.
A mí me llamó la atención porque creo que es el primero que leo con tantos jubilados juntos Sí, está la Miss Marple de Agatha Christie o El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson. Pero aquí hay un complejo residencial de lujo lleno de jubilados y los 4 protagonistas que se dedican los jueves a resolver crímenes no resueltos -un entretenimiento mejor que hacer crucigramas- son ya bastante talluditos, rondando los 80 años.
Me lo leí de un tirón, o sea que me gustó y me entretuvo, que es lo que tiene que hacer un buen libro. Me pareció un acierto las dos voces narrativas, en tercera persona el tono general y en primera persona el diario de Joyce, una de las jubiladas, que suaviza la narración y que dice verdades como templos sobre nosotros, los jubilados, como "A partir de cierta edad puedes hacer prácticamente lo que te dé la gana. Nadie te regaña, excepto tu médico y tus hijos". O que, con la edad, una empieza a aceptar que muchos asesinos siguen impunes, escuchando tranquilamente en su casa la previsión del tiempo.
Me gustó también que el autor, aunque es fan de la novela negra escocesa, confesara en una entrevista que su corazón -como el mío- "está con humoristas británicos, como Muriel Spark, P. G. Wodehouse, Alan Bennett y Victoria Wood". El libro abunda en ese sentido del humor tan british que te hace sonreír aunque hable de crímenes.
Pero sobre todo me ha gustado, más allá de la trama, lo bien definidos que están los personajes, no solo los protagonistas, sino también los malos, empresarios sin escrúpulos y matones de tres al cuarto. "Me divertí mucho creándolos -dice el autor-. Hay algo genial cuando uno se pone a escribir sobre tipos duros que son verdaderamente mala gente. Y todos hemos conocido a gente así, que se preocupan más por lo que ganan que por el daño que hacen por el camino".
Pero los que acaban de enamorarte son los 4 protagonistas -Ron, Joyce, Ibrahim y Elizabeth- porque también los conocemos a todos. "Viejos que luchan contra la noche", los definen en algún momento; pero, en realidad, jóvenes jubilados porque, a pesar de la artritis y otras majaderías, el espíritu es el mismo. ¿Quién no conoce entre nuestros jubilados a algún Ron el Rojo? "Veterano de piquetes y calabozos, de esquiroles y listas negras, de trifulcas y sentadas, de huelgas legales y paros salvajes".
Luego está Joyce, una exenfermera viuda, muy amable y dulce, que es igualita a mi amiga Luchi: "menuda, risueña y con el pelo completamente blanco", alguien que piensa bien siempre de los demás y a quien todo el mundo quiere.
Ibrahim fue psiquiatra y conoce el alma humana. Recita mentalmente la lista de países del mundo para ejercitar las neuronas, hace cálculos rápidamente y, como algunos amigos míos, es más listo que el hambre y sabe de todo. Como, por ejemplo, dónde está Tombuctú (en Mali).
Elizabeth es la líder y la definen como Marlon Brando en El padrino. Seguro que fue un pez gordo en el mundo del espionaje: tiene carnet para conducir carros de combate, hay gente importante que le debe favores y no acepta un no por respuesta. Ya me veo a Helen Mirren o a Judi Dench en su papel (apunta, Steven)
Se diría que los jubilados estamos de moda y entiendo que el libro, ameno y divertido, haya tenido éxito. Pero ¿igualarlo a Harry Potter? Mis sobrinos-nietos hacen fiestas vestidos de Harry Potter y mis nietos, el último domingo que vinieron a comer aquí, jugaban con varitas mágicas mientras gritaban el hechizo gravitatorio de ¡Wingardium leviosa!. Cuando veamos a los jubilados del mundo jugando a ser Ron, Joyce, Ibrahim o Elizabeth, entonces sí diremos que Richard Osman ha igualado a J. K. Rowling. Hasta ese momento, esperemos por las siguientes entregas y disfrutemos de un buen libro sentados en nuestro sillón favorito en el silencio del atardecer.
Nada, para llenar el mucho tiempo libre que llega a tener un jubilado, que ponerse a leer.
ResponderEliminarSigamos la recomendación de Jane, y pongámonos a ello, que se pasa muy bien y puede que descubramos, incluso, nuevos mundos y nuevas gentes...
Bueno, tú ya sabes lo que yo digo, que la vida de un jubilado es una vorágine entre nietos y otros menesteres. Mucho tiempo libre no hay. Pero el que se tenga hay que aprovecharlo bien.
EliminarY con este libro eso es lo que se hace: disfrutar y descubrir. Lo de menos es el crimen (o los crímenes, que hay unos cuantos). Lo de más, empezar a apreciar a nuestros cuatro colegas, a cual más interesante. Si te animas a leerlo, ya me dirás.
Un besote.
Mi aportación para pasar un buen rato entretenido y sobre todo divertido, fácil de leer. Tremendo el abuelo. Es de un escritor sueco Jonas Jonasson y el título: El abuelo que saltó por la ventana y se largó.
ResponderEliminarSí, Pablo, habló de este libro en el segundo párrafo del post. Coincido contigo en que es divertido y en que se lee muy bien, como otras novelas de Jonas Jonasson ("La analfabeta que era un genio de los números" o "El matón que soñaba con un lugar en el paraíso") que mezclan realidad y ficción. La que nombras la cito precisamente por tener como protagonista a un abuelo de 100 años, que como también dice una de las protagonistas de la novela que comento hoy, hace lo que le da la gana, seguro de que a esas edades no hay nadie que le tosa.
EliminarIsa, me gustó mucho el post de hoy como el de todos los lunes, aunque no te lo diga . Me hiciste reír ¡Qué bien me definiste!
ResponderEliminarUn beso.
Es que cuando estaba leyendo cómo era Joyce (dulce, amable, pelo blanco, querida por todos...), te prometo que dije enseguida: "¡Pero si es Luchi!". y lo bueno de ti es que eres así de siempre, mucho antes de que tuvieras el pelo blanco. Nunca te he visto enfadada y eso ya es un logro.
EliminarUn abrazo, mi querida amiga.
Qué buena pinta. Es el tipo de libro que me hace falta ahora. Me lo voy a apuntar.
ResponderEliminarBesos.
Te gustará, seguro. Los asesinatos y su resolución tal vez sea lo de menos. Pero esos personajes... Esos personajes a mí por lo menos me conquistaron. El malo, por ejemplo, es malo hasta porque se aparca en un aparcamiento reservado para minusválidos. Ya verás que a muchos de ellos los conoces.
EliminarBesos, Dorotea.
Hola, Jane:
EliminarTe tengo un poco abandonada, espero que no me lo tengas en cuenta. Necesitaba un descanso y me he alejado un poco de las pantallas y ni escribo en mi blog ni leo los de los demás. Pero no quería dejar de visitarte para comentarte que he leído El club del crimen de los jueves y me ha encantado. Divertido, ligero, con unos personajes encantadores. En mi comentario de octubre te dije que era el libro que necesitaba porque lo intuía por tu reseña. Hoy confirmo que era realmente lo que necesitaba.
Me gusta que se dé otra visión de la gente mayor, que el detective no sea el típico borracho de siempre con problemas con su ex y sus hijos, que el asesino... bueno, eso te lo diría si algún día nos conociéramos en persona, no quiero destripar.
Así que muchas gracias por la recomendación.
Un abrazo enorme.
Dorotea, no había visto tu comentario y lo veo ahora después de 3 años. Me alegro un montón de que te haya gustado. Los libros hay que leerlos cuando vengan bien al ánimo de cada uno.
EliminarUn abrazo grande.
Gracias por la reseña, lo tendré muy en cuenta como próxima lectura. Un abrazo
ResponderEliminarUn abrazo, Floren. Pasarás un rato muy entretenido. Tiene una forma directa de contar las cosas que conecta mucho con la tuya.
EliminarLeí hace tiempo "La sociedad literaria y del pastel de piel de patata de Guernsey" de Mary Ann Shaffer, del que ya se hizo una película, y aunque tiene un trasfondo dramático, pues se desarrolla en 1946 tras la segunda guerra mundial, me reí mucho con los personajes y ese humor británico que mencionas.
ResponderEliminarFue una novela que me encantó y que he recomendado muchas veces. Más adelante vi la película y también me pareció fiel al original. Doy las gracias al cielo por no habernos visto obligados nunca a cocinar un pastel de piel de patata ¿te imaginas?
Eliminar