lunes, 13 de diciembre de 2021

Los retos están sobrevalorados



¡Mira que somos competitivos y retadores! Desde chicos, además. ¿A que no te atreves a saltar ese charco?, nos decían. Y allí íbamos, a mojarnos de pies a cabeza, si hiciera falta. ¡Antes empapados que cobardes! Un tío mío nos contaba que ellos, de adolescentes, se retaban a ir al cementerio del pueblo por la noche. Y que él casi se lo hacía en los pantalones pero que ir, iba, allá entre las tumbas,  temblando con un cigarrillo encendido en la boca para que los compinches lo vieran de lejos y supieran que era él en la oscuridad. Qué miedo, por dios.

Y es que, si nos fijamos, la palabra reto aparece hasta en la sopa. Es como si nuestra vida consistiera en plantearnos retos y cumplirlos: el reto de superar la pandemia, de alcanzar objetivos, de empezar de nuevo tras el volcán, de llegar a. Y no les digo nada ahora con el principio de año, que está ahí mismo, cuando llegue el momento de los propósitos nuevos y tengamos que ponernos los retos a nosotros mismos: que si ordenar armarios, que si leer tantos libros, que si aprender idiomas, que si adelgazar...

A mí los retos que más me tocan de cerca (20 años llevando la Biblioteca del Instituto se notan) son los relacionados con los libros y que ayudan a leer. Hay un montón de fórmulas para conseguirlos. Está el tarro-libro, en que te juramentas a que, cada vez que lees un libro a lo largo del año, pones un euro en un tarro. Al final, sin darte cuenta, has leído y encima tienes un dinerito para comprar más libros. Está el reto de bajar la pila de pendientes, comprometiéndote, por ejemplo, a no comprar libros nuevos si no has leído seis pendientes (este me resulta difícil porque mi pila de pendientes no hace más que crecer). Hay también una red, Goodreads, que es una comunidad de lectores para comentar sobre libros, sobre qué has leído y qué quieres leer, y cómo los valoras y los criticas. En Internet también se plantean Retos de lectura. Por ejemplo, leer en enero un libro cuyo título sea una sola palabra; en febrero, un clásico de la literatura española escrita por una mujer; en marzo, una obra llevada al cine; en abril, un libro publicado el año en que naciste... y así. Y están los Clubs de lectura, que te ponen tareas como leer un libro al mes para comentar después.

A todos estos retos de lectura les veo de positivo lo divertido que es compartir y comentar lecturas comunes. Hasta mis nietos pequeños, que están empezando, me cuentan qué personaje les gusta más, por ejemplo, de "Harry Potter", o cuál fue para ellos la escena más emocionante. Pero para mí es negativo que elijan lecturas por mí (elegir, sopesar, leer la sinopsis, hojear... es un placer añadido a la lectura), que me pongan plazos o tener un horario (renuncié a ellos cuando me jubilé hace 13 años).

Al final resulta, como siempre, que me gusta vivir el ahora, elegir el libro que mejor me venga al estado de ánimo actual, dejarlo si no me atrapa, leer a veces 3 libros a la vez y a veces saborear uno poco a poco, ser un poco caótica, releer. Plantearme retos me quitaría el placer de leer en el instante presente.

Y es que los retos están sobrevalorados. Y si no, mírenme a mí. Con resoecto a los libros, que no me hice ningún propósito a principios de este año ni me puse ningún reto, he leído desde enero 159 libros. Y, sin embargo, perder kilos, que sí me lo planteé, ¡ni uno!. Este próximo enero, cero retos y a vivir. Y a seguir leyendo.

22 comentarios:

  1. No me gustan los retos ni la competitividad. Si en algún momento se me plantean contesto " Tienes razón" y sigo mi camino. A ver si va a resultar que soy una anárquica......

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Medio anárquicas y caóticas somos, Mandi, por lo menos en algunas facetas. Yo, por ejemplo, en la de las lecturas. Excepto terror (que me da miedo y qué necesidad), leo de todo y tan pronto me da por la novela negra como por las románticas, como por algún ensayo que me interese. Lo que no me gusta es que me las impongan, sino elegirlas yo. Eso no está reñido con hablar de novelas y leer alguna que me han dicho que está estupenda.
      En la última que estoy leyendo, hay un chico que dice que sí a todo lo que le pidan, excepto que sea inmoral o ilegal. No es lo mismo de "tienes razón" pero se le parece. :-D

      Eliminar
  2. Buenos días Isabel: y de verdad que hoy está bueno. ¡Hay sol y el cielo es de color azul!. En los 78 años que tengo no recuerdo tantos días seguidos lloviendo.Estoy de acuerdo con la aptitud de Mandi y y no me siento una anárquica a pesar de releer ayer por la tarde "Los amiguetes del pequeño Nicolás" y soltar alguna carcajada. No comprendo como a mis nietos no le gusten esos libros. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco lo comprendo, la verdad. Nicolás, Alcestes, Joaquín, Majencio, Godofredo, Rufo, Eudes, Clotario.. ¿se me olvida alguno? Y claro, Agnan, el ojito derecho de la maestra. Son geniales ¿Cómo pueden no gustarles? Gracias por recordármelos. Esta tarde me cojo un par de ellos y los releo, con mantita y galletas.
      Me alegro que haya parado el grifo del agua por esos nortes. Por aquí el de fuego sigue saliendo del volcán. La naturaleza... Pero siempre nos quedará leer y disfrutar con ello.
      Un abrazo, Rosa María.

      Eliminar
  3. Charo Borges Velázquez13 de diciembre de 2021, 16:41

    Tema de máxima actualidad, no cabe duda. Aunque en mi caso, a penas me los planteo, porque no me gustan y porque sé que se cruzarían con otros y ya bastante tensión genera uno, como para verte enredada con otros más.
    Jamás me propuse retos y, menos aún, a estas alturas de mi vida, por muy de moda que se pongan...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, lo de jamás no es totalmente cierto ¿O no recuerdas los retos de aprobar el curso, las reválidas, las oposiciones...? ¿O en tu caso de ganar partidos de baloncesto?
      Lo que sí es cierto es lo de las alturas de la vida en que estamos. No necesitamos demostrar nada y no hay nada más liberador que dejarnos llevar.
      Un besote.

      Eliminar
    2. Charo Borges Velázquez13 de diciembre de 2021, 22:23

      Isa, nunca los tomé como un reto. Para mí fueron un deber y una conveniencia. Deberes, porque eran la consecuencia del estudio. Y conveniencia, porque los necesitaba, como requisito para mi futuro, si quería seguir estudiando y conseguir una profesión. Yo no los consideré, nunca, un reto...
      Y en cuanto al deporte, tampoco, porque nunca me propuse meter x puntos o saltar más que nadie. Me limitaba a cumplir con mi parte de colaboración en el triunfo, lo mejor que podía y sabía, y procurar el disfrute con ese triunfo...

      Eliminar
    3. Bueno, tienes razón. Pero según el significado de reto (María Moliner) como "Objetivo o empresa difícil que constituye una ocasión para superarse o demostrar la propia valía", sí que fueron retos esos deberes, donde se ha quitado la idea de competitividad. Otra cosa es reto como "citación al duelo o desafío", otra de las definiciones esta vez de la RAE, que supongo que es como tú lo estás tomando.

      Eliminar
  4. Marilí Lorenzo del Pino13 de diciembre de 2021, 17:06

    Has leído por los que yo no puedo leer!.-
    ¡Un abrazo grandotoooote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Va por épocas, Marilí. En mayo y en agosto leí 19 libros cada mes, pero ahora en lo que llevamos de diciembre solo 3. Lo sé porque, desde que me jubilé, apunto y hago un comentario en cada libro.
      Pero no pasa nada, lo importante es la calidad y no la cantidad, y que, si te gusta leer, seguro que los disfrutas.
      Otro abrazo de esos para ti.

      Eliminar
    2. Marilí Lorenzo del Pino13 de diciembre de 2021, 22:07

      .....Isa, yo lectora empedernida, tuve q cambiar el chip hace 25 años x causas mayores, y poco puedo leer ....

      Eliminar
    3. Gracias a Dios, hay también hoy la opción de libros leídos. Recuerdo la gozada que era en mi juventud oír por la radio "El buen teatro en su hogar".

      Eliminar
  5. Carmen María Duque Hernández13 de diciembre de 2021, 17:13

    Muchas gracias, paz y salud para todos

    ResponderEliminar
  6. Hola Isa, a veces se alcanzan retos sin proponernoslos. A que pocas amigas han tenido más mudanzas que yo? Jajaja. Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, pero puede ser culo inquieto, que le dicen, y no un reto que te propongas. Los retos llevan siempre consigo un proponérselos. Menos mal que parece que ya paraste, aunque es un parar relativo (Sevilla-Madrid-Alajar-el Puerto...)
      Besos, Esperanza.

      Eliminar
  7. ¡Una gran lectora, Felicidades!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Esther, pero no tiene ningún mérito porque es lo que más me gusta en el mundo (después de las empanadas y los calamares en su tinta). :-D

      Eliminar
  8. ¡Es que el placer es el placer y un libro equivale a una nueva comida a probar...! ¡Y las dietas,...¡Qué aburridas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aburridísimas. A ver ¿quién aguanta lo de comer sin pan, ni papitas, ni un buen vaso de vino acompañándolo todo? ¿Y lo de cenar a las 6 de la tarde? Quita, quita...
      La lectura, en cambio, no tiene censura sino la que tú misma te pones. Y a gozar.

      Eliminar
  9. A mí los retos de lectura me pierden, pero pocas veces los consigo porque acabo leyendo otras cosas o cogiendo libros en la biblioteca que no tienen nada que ver y acumulando pendientes... En cuanto a retos de otro tipo, ni los miro porque, total, no tengo fuerza de voluntad, prefiero ir a mi aire.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es lo que me pasa a mí. Hago más yendo a mi aire que planteándome el reto de "llegar a". Y el ir a tu aire en una biblioteca o en una librería es una gozada. Que si hojeas un libro, que si miras la sinopsis de otro, que si toqueteas por aquí o por allá... Una amiga mía librera me dijo una vez que a las buenas lectoras se nos nota por como tocamos los libros. Sigamos así. :-D

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html