lunes, 17 de enero de 2022

El Sombrero Seleccionador



Si algo le tenemos que reconocer a J. K. Rowling, la creadora de  Harry Potter, es la increíble proyección de sus libros. Creo que no había visto cosa igual nunca. No solo ha vendido 500 millones de ejemplares, que se han traducido a 74 idiomas (la serie más vendida y más traducida), sino que, además, todas sus obras, llevadas al cine, fueron un éxito mundial con más de 7.700 millones de recaudación.

Pero lo sorprendente también es el universo de juguetes que ha surgido del mundo de Harry Potter: personajes, animales extraordinarios, juegos... Y lo más original, los inventos que aparecen en los libros y que ya muchos niños tienen en sus casas. A mí, que ya saben que soy fan, es una de las cosas que más me asombran, porque son fruto de la investigación exhaustiva que hace en el mundo de los cuentos y de una  imaginación portentosa.

En los 7 libros de la saga aparecen, no solo las típicas varitas y escobas (aunque aquí con estas se juega al quidditch, una especie de baloncesto volador), sino otros "inventos" geniales que a todos nos gustaría tener: el giratiempos que, si pierdes una hora bobiando como nos pasa a cada rato, le das una vueltita al reloj-medallón y ¡hala! la recuperas tan feliz; o la recordadora, ¡qué bien nos vendría ahora!, una bola de cristal que, poniéndose roja, te dice que te has olvidado de hacer algo; o el espejo de Erised, que nos muestra nuestros más desesperados y profundos deseos (y nos consuela por un rato si no se han realizado); o los polvos flu, para viajar de chimenea a chimenea, sin reservas de vuelos ni colas ni nada.

Pero a mí los que más me gustan son dos que los Reyes les han regalado a mis nietos: la capa de invisibilidad (¡ooohhh, asombro de los asombros y espía de los espías) y el Sombrero Seleccionador (en la imagen, sobre la cabeza de mi nieta). Este último es un sombrero puntiagudo de mago, remendado, raído y muy sucio que tiene que ponerse cada alumno de los que van a entrar en Hogwarts, el colegio de magia. En él se abre una rasgadura, ancha como una boca, y por ahí empieza a cantar para elegir a qué Casa, de las 4 que hay, irá cada niño según sus cualidades: No hay nada escondido en tu cabeza que el Sombrero Seleccionador no pueda ver. Así que pruébame y te diré dónde debes estar. Puedes pertenecer a Gryffindor, donde habitan los valientes. Puedes pertenecer a Hufflepuff, donde son justos y leales. O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw, si tienes una mente dispuesta. O tal vez en Slytherin harás tus verdaderos amigos. Esa gente astuta utiliza cualquier medio para lograr sus fines. ¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo! Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga). Porque soy el Sombrero Pensante.

¿Ustedes se imaginan  que nosotros funcionáramos igual? ¿Que a los 10 años hubiera alguien o algo que señalara nuestro destino y nuestra vocación, según las cualidades que viera en nuestro interior? No habría carreras ni tareas frustrantes , todos llegaríamos puntualísimos a nuestros trabajos, porque es lo que realmente querríamos hacer, y saldríamos con la sonrisa en los labios, más realizados que una buena película. No nos pasaría nunca como a aquel veterinario que oí una vez por la radio y que, cuando le preguntaron si siempre le había gustado su profesión, contestó: "Mire usted, yo iba a matricularme en Empresariales y entonces me encontré con un amigo que me dijo que en el bar de Veterinaria hacían unos bocadillos de tortilla que te podías morir. Y eso decidió mi vocación:". En el caso de Hogwarts, nada torcería el camino que el Sombrero decidió por nosotros: ni bocatas, ni fuegos fatuos, ni naranjas de la China.

Yo no sé si el Sombrero Seleccionador vería todo lo oculto que hay en nuestra mente, pero de lo que sí estoy segura es de que J. K. Rowling conoce el alma humana como la palma de su mano. Y ese conocimiento es lo que la ha hecho más millonaria que el Tío Gilito.

18 comentarios:

  1. Hola, Jane:

    Por un lado creo que sería comodísimo, sobre todo en caso de dudas. Pero me daría un poco de miedo ese determinismo inamovible.

    Un abrazo enorme.

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    1. Más que un determinismo, es un condicionamiento que todos tenemos. Somos de una determinada manera y tenemos unas aptitudes que, si las conociéramos bien (lo del "conócete a ti mismo"), nos facilitaría el encontrar nuestro camino en la vida. Por ejemplo, yo, por más que quisiera, no podría ser cantante de ópera (ni de nada), ni deportista de élite, ni otro montón de cosas. Y es bueno saberlo desde pequeños para no estrellarnos ni frustrarnos (4 años estuve estudiando música para nada). Así que un lector de mentes no vendría mal.
      Pero tienes razón, también hay que reivindicar el derecho a equivocarnos.
      Otro abrazo igual de enorme para ti.

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  2. Charo Borges Velázquez17 de enero de 2022, 15:31

    No soy muy amiga de la literatura fantástica, pero este post de hoy, Jane, ha conseguido abrir más mi curiosidad innata y, a lo mejor, me leo algo del joven mago.
    Enhorabuena por tu defensa de la sabiduría de J. K. Rowling...

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    1. Ya te he contado que a un amigo que pensaba igual que tú, durante una estancia en la clínica le llevé el tomo 1º, "Harry Potter y la piedra filosofal". Cuando fui al día siguiente, me pidió el 2º y al día siguiente, el 3º. En 7 días se los había despalillado enteros.
      Son libros entretenidísimos, con su punto de humor, su imaginación, sus tramas interesantes, su conexión con la tradición europea de cuentos, sus personajes tan cercanos... Anímate y empieza por el primero, como hizo mi amigo.

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  3. Carmen María Duque Hernández17 de enero de 2022, 15:32

    ¡Me encanta!

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    1. Gracias, Carmelita, sabes que a mí también. He pasado ratos buenísimos con esta saga.
      Un abrazo grande.

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  4. La foto hasta miedo da :-D

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    1. Le dije a la niña que imaginara que llegaba a Hogwarts y que tenía que pasar por la prueba del Sombrero Seleccionador. Se puso en el papel enseguida. A ella, que ya casi se ha leído a los 8 años el primer tomo (los Reyes en casa le han regalado el 2º), no le dan miedo ni fantasmas ni trols y ni siquiera Voldemort, el más malo de los malos.

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  5. Je je. Tampoco está mal que nos perdamos un poco por el camino y luego nos reescribamos.
    Yo iba para enfermera, ya ves. Luego Milo nos leyó un poema de Quevedo en clase... Y fue una epifanía: de cabeza a Filología. Y, aunque me costó renunciar a las otras asignaturas, nunca me he arrepentido.
    Mi hermana empezó enfermería y luego hizo Matemáticas y ahora está tan contenta de administrativo.
    Yo creo que un sombrero seleccionador nos limitaría un poco... ��
    ¿Qué es un buen viaje sin perderse un poco? Muy aburrido...
    Es verdad que Rowling tiene mucha imaginación. Lo mejor es cómo crea los ambientes y el mundo mágico y los nombres. Lo peor: la caracterización de los personajes. Nadie es perfecto, je je. Pero lo suyo tiene mérito, la verdad.

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    1. Háblame a mí de cambios de vocación, Sonia. Mi hermana iba a hacer biología y en la misma Secretaría se cambió de cola y se matriculó en medicina. Yo iba a hacer Clásicas y se me cruzó Don Emilio Lledó y ahí me ves estudiando Filosofía. Y mi hija, médico anestesista con dos MIR aprobados, ahora es escritora a tiempo completo. Las vueltas que da la vida...
      Tienes razón, lo mejor de un viaje es perderse un poco.

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  6. Por otro lado, nunca subestimes el atractivo de un buen bocata de tortilla. :-D

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    1. Fíjate si no lo subestimo que hace poco le dediqué un post entero a la tortilla de papas ("Marchando una de tortilla"). No sé si vendería mi derecho de primogenitura o cambiaría de carrera por un buen pincho, pero a veces me he recorrido kilómetros para saborearla en algún sitio del que me han dicho que la bordan. (Ahora que me fijo, no he ido al bar de Veterinaria). 😋

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  7. Harry ha marcado toda una época.

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    1. Y además ha hecho leer a los niños. A mí me sorprende que ya no les guste Guillermo Brown, por ejemplo, mi héroe de la infancia, pero Harry, con su magia y sus retos, los ha conquistado.

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  8. Yo he descubierto hace poco a Harry Potter con las películas que últimamente las han puesto en tv. Llegué a regalar los libros pero no los leí.

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    1. Son muy buenas las películas, pero los libros son otra cosa. El sentido del humor, las descripciones, las situaciones, el conocimiento de los personajes... no tienen desperdicio. Yo me los he leído 3 o 4 veces y siempre me hacen disfrutar.

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  9. Ojalá en el Camino Largo hubiera habido un sombrero seleccionador que me hubiera mandado directa a cualquier cosa menos a ser sanitaria en España en el período 2020-2022.

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    1. Mi hija también se ha congratulado de haber dejado de ser sanitaria en ese periodo.
      Pero ánimo, Sara. En toda profesión se pasa siempre por malos y buenos momentos. Ya vendrán mejores tiempos y recuperarás la razón por la que escogiste ese camino. Un abrazo muy grande.

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