lunes, 4 de abril de 2022

Asturias, patria querida


Torres de la Catedral de Oviedo

La semana pasada estuve de viaje por Asturias patriaquerida, ya una lo dice así,  todo junto como si fuera su adjetivo siamés, de tan conocido y animado que es su himno. No en vano lo cantamos en todos los tenderetes y cogorzas (no como el nuestro, que es un arrorró capaz de dormir a cualquiera). Llegamos el lunes pasado y la verdad es que podía haberles comentado algo como hago todos los lunes del año, pero a veces los viajes son como las semillas o como la masa del pan, que hay que que dejarlos reposar un poco en la memoria para saber qué nace de ellos y perdura.

De los recuerdos apuntados en libretitas, resumidos por la noche en la habitación del hotel, fotografiados, comentados... escojo que Asturias es, sobre todo, naturaleza. Esta es una tierra que han pisado los dinosaurios y eso impone. No aparecen, claro, en los capiteles de la vieja Colegiata románica de San Pedro pero sí hay allí cabezas esculpidas de osos, lobos, rebecos, ciervos... que fueron habituales en tiempos más salvajes y que ahora permanecen escondidos. Hoy son las vacas, los caballos, las ovejas... quienes nos miran, imperturbables, reivindicando el terreno. Los ríos -el Navia, el Sella, el Negro- lo cruzan en paz. Los caminos están custodiados por árboles altos como guardianes, algunos envejecidos con barbas de musgo gris, otros (¿espineros?), llenos de flores blancas que anuncian la primavera. Y está presente el tejo, el árbol sagrado de los celtas y de los astures, símbolo de vida y muerte, por lo longevo y por lo venenoso. 

De toda esta naturaleza, pródiga de belleza y vida, yo me quedo con la subida a los lagos de Covadonga, el Enol y la Ercina, serenos bajo un cielo gris, dormidos gran parte del año cuando la niebla no deja subir a los visitantes. En lo profundo del Enol, una imagen de la Virgen de Covadonga permanece sumergida en el agua helada, hasta que el 8 de septiembre todos los años la suben, la limpian y la festejan. Pero normalmente allí se va a estar en paz con la naturaleza, a observar el vuelo de los buitres y de las águilas de la montaña, a sentir el silencio.

Pero Asturias también es su gente, que con buen criterio vive allí desde el Paleolítico. Y más tarde los romanos, los visigodos, los musulmanes... supieron disfrutar también de las bondades de un país con picos coronados de nieve, laderas verdes hasta el mar y playas extensas de olas bravas. A lo largo de los siglos, cavaron minas, pescaron salmones y ballenas, recogieron corales y conchas preciosas, cultivaron una tierra fértil (me enteré de que el "viciosa" de Villaviciosa significa, no lo que piensan, sino precisamente eso, "fértil") y construyeron templos, monasterios y conventos para rezar a Dios. Y aunque muchos emigraron, muchos también volvieron ya ricos y levantaron, para demostrarlo, grandes casas, "las casas de indianos", que todavía hoy resisten el paso del tiempo con dignidad.

De esa sociedad, entresaco la vida pacífica de los pueblos. Por ejemplo, Llanes un domingo por la mañana: niños esperando la catequesis a la puerta de la Iglesia, parejas jóvenes paseando con el cochito del bebé, la hora del vermut en una terraza frente al puerto lleno de barcas, el chico de la patineta junto a la que brinca su perro, las dulcerías abiertas y tentando con los carbayones y las letizias (no hay que olvidar que la reina es asturiana), la vida bullendo y fluyendo, tan tranquila como ese río Sella que cruzan los piragüistas no muy lejos de allí.

Y luego, claro, está Oviedo. Que para todos los que amamos los libros sigue siendo Vetusta -mucho más grande, mucho más limpia-, el nombre tan conseguido con el que la bautizó Clarín en "La regenta". Con las torres de la Catedral , poema romántico de piedra, delicado himno, de dulces líneas de belleza muda y perenne:; con la estatua de ella, Ana Ozores, la regenta. en la plaza, mirando eternamente por si ve aparecer a su amante; con las sidrerías llenas de gente de la calle Gascona;  con el Campo San Francisco, que fue antes huerto de los monjes franciscanos y que ahora es lugar de paseo de ovetenses y foráneos (Woody Allen se enamoró de él y, enfrente, como añorándolo, está su estatua); con el Convento de las Pelayas y el Jardín de los Reyes, y la Catedral, y el Mercado, y el Teatro Campoamor... Oviedo, Vetusta, llena de vida. Y en la Plaza del Reloj, después de cada hora, las campanas tocan, una y otra vez, emocionándome, "Asturias, patria querida".




Lago la Ercina en Covadonga


Puerto de Llanes

(Las fotos de las torres son de Charo Borges desde el hotel. Las otras dos, mías)




34 comentarios:

  1. Muy linda Asturias y su historia, gracias por compartir

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    1. Que recuerdo tan bonito y placentero nos haces revivir, de este viaje a la Asturias de mis amores.
      Lo explicas de una forma sencilla y
      completa ,que nos hace recordar
      lo más destacado del viaje.
      Mbstos.

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    2. Ana: Gracias a ti por ser parte del recuerdo. La verdad es que es una tierra entrañable, cercana e interesante.

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    3. Unknown: Cada uno entresaca y destaca de todo lo vivido lo que más le llega al corazón. A mí fueron sobre todo los lagos, la vida en los pueblos y el ambiente de Oviedo. Pero estoy segura que a ti te llegaron otras cosas. Asturias es mucho.
      Un abrazo.

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  2. Charo Borges Velázquez4 de abril de 2022, 18:21

    Tuve el placer de disfrutar del mismo viaje y coincido plenamente, con la visión que Jane nos da de la bella Asturias. No la conocía y, en mi caso, respondió con holgura, a mis expectativas.
    Me permito añadir a tu relato, Jane, las exquisiteces gastronómicas que nos da Asturias, patria querida. Cuánto disfruté la fabada y el enorme cachopo que nos ofrecieron en Tapia de Casariego, muy cerca de Ribadeo. Y también el exquisito arroz con leche que comí en la pulpería de Oviedo... qué ricura, todo.

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    1. Yo es la tercera vez que voy y en cada viaje me enamoro más de ese norte peninsular, tan completo. Los platos es otra de las exquisiteces que nos brinda. El día de la fabada y el cachopo fue mucho, la verdad. Pero me encantaron otros platos como el pote asturiano, o los postres, o las zamburiñas fresquísimas. Menos mal que uno luego vuelve al caldito en casa y a las verduritas, que si no...

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  3. Me encanta viajar al hilo de tus escapadas. Hasta me entran ganas de perder los miedos y volver a volar en libertad aquí y allá.
    Gracias por compartir.

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    1. Luisa, yo ya tengo claro que me queda menos por delante que por detrás y que, cuanto más aproveche mientras esté bien, mejor. Así que fuera miedos y a volar, como dices.
      Gracias a ti por estar ahí.

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  4. ¡Parece que viajo contigo, Isa! Qué bien lo describes que parece que estoy caminando por esas calles y oliendo esos campos y disfrutando de esas sidras que no son precísamente "El Gaitero"...gracias por llevarme en volandas a tus viajes.

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    1. Y si quieres apuntarte, ya sabes.
      Lo primero que hicimos la tarde que llegamos fue darnos un paseo por el Oviedo recordado y sentarnos a una tasca, a la sombra de la Catedral, a tomar una "sidrina", escanciada como ellos la hacen, con un picoteo. Fue un momento de solaz y de relax mirando alrededor y diciéndonos "¡Estamos aquí!". No hay que prescindir de ningún goce.

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  5. Bien disfrutado, no me cabe duda leyendo tu escrito, es una maravilla de lugar, a mi lo que me impresionó fue la Universidad Laboral en Gijón, preciosa. Tengo pendiente volver algún día a esas tierras.

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    1. Es enorme, tiene 270.000 metros cuadrados y es el edificio más grande de España. A mí también me impresionó. Y más teniendo en cuenta cuándo se hizo, en plena posguerra, en una España empobrecida. En los años 80 fue prácticamente abandonado. Menos mal que ahora se está usando. Había cuando nosotros lo visitamos, un sábado por la tarde, hasta un concierto de "Los Secretos". Y sí, hay que volver, siempre se descubre algo nuevo.

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  6. Juan Antonio Núñez Rodríguez4 de abril de 2022, 18:27

    Tengo de Asturias muchos buenos recuerdos, pero sobre todo, haber comido probablemente la mejor carne que jamas he probado, en un lugar idílico, la “cabaña del tío Tam”, el rincón de mi amigo Ricardo, a orillas del río Narcea, en medio de un paisaje espectacular.
    Inolvidable.
    Y ya que nombras el pueblo de Llanes, tengo de allí también un recuerdo curioso. Fuimos a Misa y resulta que en la iglesia las mujeres estaban todas abajo y los hombres todos arriba, en el coro, pero durante la homilía del cura, todos salían a la calle a fumarse un cigarro. Mismamente como en el cine cuando aún se fumaba
    Y lo que dices del himno, no se en que cabeza cupo ( o mejor, si lo se) proponer el Arrorró como himno de Canarias. Hay que estar, digamos…, despistado. ¡Que oportunidad perdida de haber elegido el pasodoble Islas Canarias, conocido en el mundo entero.

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    1. Qué curioso lo de Llanes, me recuerda cuando fuimos a una mezquita en Estambul y la cosa fue al revés, las mujeres arriba y los hombres abajo. Los rituales tienen sus normas.
      Totalmente de acuerdo con la mala elección del Arrorró como himno de Canarias por muy bonito que sea. El pasodoble Islas Canarias tiene tanto tirón como el "Asturias, patria querida" y, como dices, es mucho más conocido. No sé en qué estaban pensando.
      Guarda esos preciosos recuerdos en la memoria, querido Juan Antonio. Son un tesoro.
      Un abrazo.

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  7. Que bien escribes Isa, ������que cercano me resulta todo al leerte, te lo agradezco mucho. Se lo he enviado a mi nuera y a su madre que son asturianas, seguro que les gusta. Besos������

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    1. Muchas gracias, Milagros. Les dices a tu nuera y a su madre que tienen que sentirse orgullosos de su tierra, tan hospitalaria y cercana. Me sentí allí como en casa.
      Besos.

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  8. Volver a Asturias es una gran experiencia y si es con tan buena compañía mejor. Hemos convivido con amigos y disfrutado con ellos.

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    1. Ay, sí, María Victoria. Es un lujo tener amigos que comparten las experiencias, que comentan o te ilustran sobre un paisaje o una obra de arte, que disfrutan contigo de un panorama o de un evento especial, que te ayudan si lo necesitas. Siempre me ha gustado viajar con amigos pero más ahora que estamos más cascaditos y los sentimos próximos. Gracias por compartir tanto.

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  9. Carmen María Duque Hernández5 de abril de 2022, 14:23

    ¡Qué bonito!

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    1. Tienes razón, Carmelita, Asturias es muy bonito. Y más con la suerte que tuvimos con el tiempo. Cielos azules y temperatura agradable. El guía no se lo creía pero debe ser que llevamos con nosotros el buen tiempo porque mientras tanto en Canarias llovió que daba gusto. Y en cuanto nos fuimos allí pegó a llover y a nevar.

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  10. Conchi Fiestas Caro5 de abril de 2022, 14:24

    ¡Asturias, qué bonito!. Nosotros estuvimos en septiembre del año pasado acampando junto a una playa y rodeados de vacas. Hicimos un recorrido por los pueblos que has nombrado, y por supuesto también a Covadonga. También hicimos los honores a la cocina local y a la sidrina. Guardamos un buen recuerdo de esa estancia con la familia. Volveremos desde que haya ocasión. Muy acertada tu descripción, Isabel.

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    1. Ya mis huesos no están para acampadas, como aquellas que nos hacíamos con los niños todavía pequeños y adolescentes por España, Portugal o Francia. Pero reconozco que es un lugar espectacular para ello. Disfrútalo cuando vuelvas.
      Un beso y gracias, Conchi.

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    2. Conchi Fiestas Caro5 de abril de 2022, 15:21

      Por supuesto que yo tampoco a campo como antes, en tiendas y con el coche a tope. Ahora vamos con la California como unos señores. Saludos y besos

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    3. Jajaja, ese era nuestro sueño entonces. Pero debe ser que se nos pasó el arroz porque ahora va de hoteles (también como señores, eso sí). De todas formas se disfruta.

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  11. Bellísima descripcion de los rincones y monumentos de Asturias. Como dice Elvira, hemos vuelto a viajar contigo sin coger el avión, por lo bien que cuentas todo. Gracias, Isa!

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    1. Toda descripción es subjetiva y selectiva, y deja fuera muchos aspectos de un lugar que a ti también te habrían encantado. Pero este es el botón de la muestra. A animarse y a coger aviones.
      Un besote.

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  12. Conchita González5 de abril de 2022, 14:26

    Muy bien narrado nuestro viaje!! A mi me encantó, muy buena armonia entre todos los participantes, algunos no nos conociamos, pero encajamos todos muy bien y hasta creo que saldrá de ahi alguna nueva amistad.

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    1. Tienes razón, Conchita, un viaje no es solo ver sitios nuevos o tener experiencias culinarias distintas. Es también conocer a otras personas, alegar con ellas y compartir vivencias. Este fue especialmente agradable por, como dices, la buena armonía entre todos ¡Qué bien lo pasamos y bien nos reímos!
      Un abrazo.

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  13. Bonita y acertada descripción. Viajar es una experiencia maravillosa, que nos enriquece. Y que se disfruta antes, durante y mientras lo recordamos. Si se tiene la suerte de compartir con un grupo tan afín y, como dice Conchita, con tanta armonía, la experiencia es más completa. Y si además te coincide con un concierto de "Los Secretos"...es la panacea ������

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    1. Eso es también lo bueno de los viajes, las coincidencias. A nosotros nos pasó otra por el estilo de la tuya, en Praga. El primer día vimos que cantaba en un café cerquita del hotel nada menos que Diana Krall, una cantante de jazz que nos chifla. Ni que decir tiene que la fuimos a ver y disfrutamos un montón. Asomar la nariz fuera tiene también esos pagos. Tienes razón, es una experiencia maravillosa.

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  14. Me apropio de tu descripción tan completa de nuestro viaje por tierras asturianas. Naturaleza rebosante del verdor, playas inmensas,buena comida y todo ello disfrutado con un grupo de personas que quieren pasarlo bien.

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    1. Creo que coincidimos en muchas cosas, Carmen. Y apuesto que tú también añadirías más cosas que a mí se me pasaron. ¿Volvemos?

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  15. Asturias tierra de monte y de costa. Un lugar lleno de pueblos bonitos que se levantan a la orilla de ríos y mares de bravura. Sin duda, Isa la belleza no es sólo su verde paisaje, sino las gentes que la habitan y la alegría de sus comadres (mujeres que salen a divertirse solas, las noches de los jueves) para bailar con sus trajes típicos en cualquier taberna de Oviedo, después de escarciar una sidra para bajar el rico cachopo y su insuperable arroz con leche.

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    1. Lo describes muy bien, Cande. Y tu hincapié en las gentes (hospitalarias,con sentido del humor, jaraneras...) demuestra que los conoces y has sabido captar lo mejor de Asturias. Gracias por tu aportación.
      Y el arroz con leche está tan bueno que me gusta hasta a mí, que no soy fan de él.

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