lunes, 20 de marzo de 2023

Algo más que un viaje: Florencia



A mí me pasa como a la protagonista de "Mientras dormías". Cuando el chico le pregunta, mientras pasean una noche fría por un puente de Chicago: "Si pudieras viajar a cualquier lugar del mundo ¿a dónde irías?", ella contesta sin vacilar: "A Florencia". Está reuniendo dinero para ir y lleva encima el pasaporte por si acaso. Pues igual yo. He hecho varios viajes por Italia, pero siempre me quedaba ese huequito en el alma por llenar y a la misma pregunta hubiera contestado igual: "¡A Florencia!".

Y mira tú por dónde mi amiga Clari vio un cartel con una oferta aceptable en la puerta de nuestra agencia de viajes habitual y allá que nos animamos 7 amigas de las de toda la vida, mi marido y yo y en menos de nada estábamos preparando maletas y cantando canciones de Adamo.

Pero preparar un viaje no es solo eso. Preparar un viaje, sobre todo si te hace con tanta ilusión como a mí este, supone mucho más.

Supone consultar, desde que compras el pasaje hasta que te vas, qué tiempo hará en Florencia. Aunque eso no describa el cielo tan azul con el que después nos encontramos.

Supone hacer un chat con las amigas para compartir todo lo que se encuentre sobre Florencia, desde la película "Inferno" hasta libros como "Una habitación con vistas" de E. M. Forster.

Supone documentarse uno para saber con qué nos vamos a encontrar, pero no demasiado para dar lugar a la sorpresa.

Supone comer pizza dos días antes para ir haciendo boca.

Supone sacar por anticipado entradas para la Galería de los Uffizi y para la Academia para evitar colas kilométricas.

Supone ir en el avión leyendo un libro tan lleno de amor por los libros y por la luz de la Toscana como "Una librería en la colina" de Alba Donati. Y pensar mientras lo leo: "Voy a estar allí".

Y luego al fin llegas y te sumerges de cabeza en la ciudad de las flores, Florencia, que no es solo el Campanile, o la Plaza de la Signoría, o el Puente Vecchio con sus joyerías, o las obras de arte que llenan sus palacios y sus calles. Florencia es también un grupo que toca jazz una noche, rodeado de gente  frente al Duomo. Mi amiga Eli, tan alegre y desinhibida como siempre, con su pelo blanco, se acerca bailando a dejarles unas monedas. Una chica a mi lado comenta: "Esa soy yo de mayor".

Florencia está también en el entusiasmo de nuestro guía del primer día, Lázaro, un chico de Córdoba, profesor de Arte,  que nos supo transmitir su amor por la historia. Gracias a él comprendimos los tejemanejes y entresijos de la ciudad y el porqué de su importancia. Allí nació la banca, el renacimiento y los mecenazgos. Galileo, Miguel Ángel, Leonardo, Rafael... pisaron las mismas calles que nosotros y contribuyeron a hacerla grande.

Florencia es el hotel que nos hospedó, un antiguo convento reconvertido, cutre pero con encanto. Nuestra habitación tenía muebles del año de la raspa pero grandes y cómodos y cabeceros pintados con florecitas. Dos noches nos reunimos en un "picnic" improvisado en la habitación de mi amiga Lali, que tenía una terraza mirando hacia San Lorenzo y el Duomo. Por allí una mañana aparecieron globos volando sobre la ciudad. Esa sí que era una "habitación con vistas".

Florencia son también las conversaciones en la guagua cuando le preguntamos a una señora por la Stazione y no solo nos informó sino que se pusieron a alegar tan contentas otras dos más que no se conocían de nada pero que acabaron tan amigas. Incluso una de ellas se bajó y nos acompañó a donde íbamos, no sea que nos perdiéramos.

Florencia es tomar un martini en una terraza viendo pasar la vida. Es comer uno de los helados más ricos del mundo. Es probar la bistecca florentina o la pasta con trufas en el Mercado Central, lleno de ruido y color.

Florencia es un Boticelli iluminado pintando el nacimiento de Venus y la consagración de la primavera; es Miguel Ángel extrayendo el David del mármol; es Ghiberti labrando en oro las puertas del paraíso; son los Médicis haciéndose un palacio con jardín y construyendo un corredor para ir desde allí al trabajo para no pisar la calle y evitar ataques (y atascos, supongo).

Florencia es encontrar tumbas grandiosas y lámparas de cristal imposibles. Es la exageración y el detalle. Es el Arno partiéndola en dos. Es descubrir almendros en flor por el camino desde el Belvedere al Mirador  de Michelangelo, donde se ve el sol poniéndose tras la ciudad.

Me gusta esta ciudad caótica y viva y no conozco a nadie a quien no le guste, Ella representa la grandeza del hombre y la alegría de vivir. Y ahora toca guardar su recuerdo, igual que se atesora una joya que sigue brillando cada vez que la miras.



29 comentarios:

  1. Si señora, viaje inolvidable en todos los aspectos ya que no solo disfrutamos de los encantos de Florencia, fue tal el programa que entre todas hicimos allí que visitamos Pisa, Luca, Siena , San Gimignano …. Y porque no decirlo , callejear, comer , visitar y volver a visitar la tienda del chocolate y las salsas de trufa para la pasta con sus correspondientes degustaciones ….. un buen equipo besos para todas

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    1. La tienda del chocolate fue un pecado al alcance de la mano. Fuimos un muy buen equipo.
      No incluí la visita a los pueblos porque lo principal fue Florencia pero Pisa me emocionó y me sorprendió la cantidad de estudiantes con las camisetas con el lema "Qui si sboccia...non si boccia". Pregunté la traducción a un sobrino que hizo el erasmus en Italia y me dijo que dice algo así como "quien florece, no yerra".
      ¿Y Siena? Una ciudad que no puede ser más bonita. Nuestro canto a Santa Catalina con tu do de pecho final no pudo ser más sentido y emocionante. Lástima que no lo vieran así las monjitas.
      Un abrazo y todo mi agradecimiento por tu compañía y tu buen humor.

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  2. El comentario no es anónimo es de la herreña, chicharrera , canariona ….. en una palabra, canaria por los cuatro costados un beso desde Las Palmas

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    1. Ya sabía que eras tú, mi Eli. Todas las jóvenes que te vieron bailar con el grupo de jazz querían ser tú de mayor. Y eso que no sabían que llevabas el pasaporte no sea que surgiera de repente un viaje a Dubai.

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  3. ¡Ay qué envidia me ha dado hoy no estar en ese grupo de amigas!¡Qué suerte tienes Isa! Tener tantos amigos con intereses y gustos comunes es uno de los secretos de la felicidad diaria...Sigue disfrutando y sigue contando. A veces viajo contigo...

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    1. Es una suerte inmensa conservar a las amigas del colegio. A dos de las que vinieron las conozco desde hace más de 70 años porque nuestras familias se conocían y nos llevaban a los cumpleaños mutuos, imagínate. Ya no nos sorprenden.
      Y este viajito fue una gozada, la verdad. No solo porque nunca había podido hacerlo y ahora fue el momento, sino también por la buena compañía.

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  4. Que bien la describes Isa !! 😍😍

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    1. Gracias, Nina. Si ya has visto Florencia, sabrás que es imposible abarcar en un escrito mínimo, todo lo bonito que encierra en cada rincón. Pero me conformo con haber captado algo de su espíritu.

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  5. Clara Delgado Martín20 de marzo de 2023, 16:09

    No has podido describirlo mejor, pero también fue divertido y nos reafirmamos, al menos yo, lo bien que nos llevamos y disfrutamos juntas, se te olvidó nombrar el aperol spritz que como no te gusta solo nombras el vermú, pero la caña con la pizza tampoco estaba nada mal y me siento muy contenta de haberte avisado del viaje y organizarlo en un pispás y ahora a por otro, que no se nos pase la ilusión y el deseo de hacerlo juntas y como siempre gracias por ser mi amiga 😍😘

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    1. Oye, que también me gusta el aperol, aunque esta vez no cayó. Pero sí un cóctel que no conocía y que probé en la Plaza de Siena: el negroni, mezcla de ginebra, Campari y vermuy rojo. Riquísimo.
      Muchísimas gracias por conocer la ilusión que me hacía este viaje y por avisarme tan presta. Fue uno de los mejores regalos de cumpleaños que he recibido. E ir tan bien acompañada por ustedes fue un plus. ¡Bien nos reímos!
      Lo de "a por otro", voy a tomármelo con calma, que mi primo Pepi me dice que ya parezco Willy Fog.
      Un abrazo, mi amiga, y gracias por todo.

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  6. Un viaje maravilloso. Sin prisas, disfrutando del ambiente callejero, del arte, del Negroni en las terrazas, de los helados, la aventura para coger los trenes y hacernos al trajín de las estaciones con tanta gente en movimiento, el paso diario a probar los chocolates, y el estupendo equipo que formamos. Y lo que nos reímos. Una semana de lujo.

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    1. Tienes razón en todo, de lujo. Fue una de las cosas que más me gustó, una semana con calma, sin tener la prisa de cuando nos llevan de un lado a otro, sino a nuestro ritmo, viendo lo que nos apetecía y descansando cuando lo requeríamos. Perfecto.
      Y que nos quiten lo bailado.

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  7. Me has revivido mi viaje a esa ciudad, lo maravilloso que es todo: sus museos,sus palacios, sus iglesias, toda ella es una obra de arte. Con sólo callejear, se disfruta. Una ciudad llena de arte, gastronomía, naturaleza; en una palabra, una ciudad bellísima!

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    1. Fíjate qué casualidad. Estuve leyendo hace 2 días una novela de María Martínez ("La fragilidad de un corazón bajo la lluvia") y me encuentro con esta conversación: "-¿Quieres ir a Florencia?.- He leído que es la ciudad más bonita del mundo y que puedes morir solo por contemplarla."
      Casi todas las menciones dicen lo mismo que tú: es una ciudad muy bella. Yo la describiría también como una obra de arte y pienso que, con lo chafalmejas que somos los humanos, que en tantos siglos no la hayan estropeado dice mucho a favor de ella.
      Gracias.

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  8. Hola Jane. No sabes la insana envidia que me has dado. Yo he estado dos veces en Florencia y si vuelvo a ir a Italia volveré a ir a Florencia.Es una ciudad bella , llena de Patrimonio e Historia. En el 2º viaje pudimos recorrer el Corredor Vasariano que une los Uffizzi con el Palacio Pitti. Recuerdo cuando bajamos una escalera que daba a una pequeña puerta y recorrimos un "túnel" lleno de obras de arte y pequeñas capillas. Y también recuerdo la entrada a la Academia con el David al fondo, maravilloso.. Lo dicho , tengo que volver a Florencia. Un beso Jane. Juan

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    1. Me hubiera encantado recorrer el Corredor Vasariano e imaginarme al Medicis de turno yendo todos los días sobre la ciudad. No me lo imaginaba así, con capillas y todo. Si se detenía en cada una, a ese paso no llegaba al trabajo.
      La entrada en la Academia y la vista del David es también una de esas imágenes inolvidables. Por supuesto, me emocioné.
      Un beso, Juan, y gracias por tus recuerdos.

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  9. Hola ML.Nadie mejor que tú para reflejar mi reencuentro con Florencia, Siena y San Gimignano. Un viaje que ha sido, en todo, de lujo. Un grupo compenetrado y complementado, una semana muy aprovechadita pero sin prisas, salvo para ir a la estación de autobuses, jajaja. Para mi, merecedor de un calificativo, fantástico, ya que hasta el tiempo nos acompañó. Ahora a descansar y pensar en el próximo ¿Roma?. Un beso

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    1. Gracias, Lali, la autora de la foto que para mí resume mejor el viaje. La vista desde tu terraza sobre las cúpulas que definen la ciudad y ese globo que captaste rindiéndose ante ella y admirándola, describe perfectamente este viaje de descubrimiento que hicimos entre todas. Gracias por tu compañía, tu buen humor, tu curiosidad y las risas que compartimos. Si no tuviera otros trajines que resolver, te acompañaría al fin del mundo.
      Un abrazo muy grande.

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  10. Rosa Henríquez Fernández23 de marzo de 2023, 19:40

    Gracias Isabel ,por compartir, esa maravilla de viaje. Lo describes también, que me parecía que estaba yo paseando por Florencia, que es una ciudad que me encanta ,y volveré a ir.

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    1. Pues nada, Rosa, a animarse y a recorrerla con calma como hicimos nosotros. De los 9 que íbamos ya habían estado allí 6. Todas descubrieron algo nuevo y todas la disfrutaron. Y todas dejaron algo para la próxima vez.

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  11. Charo Borges Velázquez23 de marzo de 2023, 19:41

    No es lo mismo vivir Florencia con desconocidos que con amigos hermanos.
    Lo sé por propia experiencia, porque la he vivido de las dos maneras y ninguna, como la de esta pasada semana.
    Preciosa tu versión de la experiencia, Jane, y de la que doy fe de principio a fin.

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    1. Para un viaje hay que ir acompañados de personas que tengan la misma idea de lo que es viajar. Y también que tengan flexibilidad para adaptarse al otro. Lo bueno de conocerse mucho es precisamente eso. Tuvimos un grupo muy bueno y eso fue una suerte.
      Gracias por tu compañía y por tus palabras. Un besote.

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  12. Hola Isa.Con tus comentarios dan ganas de repetir tus experiencias y Florencia bien lo vale.¡Que envidia y ganas de visitarla!

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    1. Pues ya sabes. Elige una época buena (ni frío ni calor), acompañantes que sumen y no resten y tiempo libre para disfrutarla como es debido.
      Y luego a disfrutarla.
      Un abrazo, Esther.

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  13. Que bien mis amigas divertidas e intrépidas, disfrutando de lugares tan románticos y llenos de esplendor. Me encanta que lo cuentes así para yo imaginarme a Eli bailando tal cual ella es, un derroche de energía. Puedo verla con su estupenda actitud ante la vida y las demás acompañando con risas. Menudo grupo de guerreras, yo no llego al primer asalto. Las quiero.

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    1. Seguro que tú también, Cande. Había libertad para que, si alguna no podía o no quería seguir la marcha, se fuera tranquilamente a descansar al hotel. Que a estas edades ya sabes que cuando no duele por un sitio, duele por el otro. Pero es verdad que algo de intrepidez hubo, para qué negarlo :-D
      Un abrazo y gracias por tus palabras.

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  14. Isa ,me ha encantado la descripción tan minuciosa que has hecho ,de tu viaje a Florencia .
    Supongo que además de ser enriquecedor, también la buena compañías y la alegría de lo que habéis compartido, engrandece la visita a la Ciudad.
    Un beso grande🌹

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    1. Sí, por eso lo titulé así, "Algo más que un viaje". Porque uno que llene la ilusión que teníamos tiene que ser un conjunto de muchos elementos, y la buena compañía es fundamental.
      Gracias por tus palabras y otro beso grande para ti.

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  15. Conchi Pérez Joffre24 de marzo de 2023, 20:20

    Florencia, es la tercera vez que la visito, esta vez con mi grupo
    de compañeras del colegio, pero siempre mi mirada es "virgen" en esa Ciudad que me atrapa, como la primera vez.
    Me sigue llamando la atención las paredes externas, toscas e inconclusas, de la Basílica de San Lorenzo y luego, en su interior, me maravillan las tumbas Mediceas, como si una joya estuviera envuelta en papel de estraza.
    El David de Miguel Ángel es el símbolo de la ciudad y me sigue asombrando su mirada de cazador, esperando el momento de tirar la piedra con su honda al gigante Goliat.
    Hay muchos rincones que me siguen atrapando, los mármoles de colores (estilo cosmatesco) de la catedral, el baptisterio y su campanario.
    Las pinturas de Boticcelli en los Ufizzi (La Primavera y el Nacimiento de Venus) y siempre miro de reojo (porque me asusta) la cabeza de la Medusa de Caravaggio...
    En Florencia siempre temo que me pase como a Sthendal que le dio un síncope en esa ciudad, abrumado por tanta belleza junta...
    Pero nosotras combinamos muy bien la contemplación de tantas obras de arte con el callejear y hacer altos en el camino para bebernos un "Aperol" o un "Negroni", contemplar el cielo azul y el caos de esa Ciudad, tan anciana y tan viva.

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