lunes, 12 de junio de 2023

Quico, el espía



Quico fue uno de mis primeros alumnos hace más de 50 años, allá por 1971. Quiso la buena fortuna que en las vueltas de la vida me lo volviera a encontrar hace un tiempo y, desde entonces, disfruto de su innegable talento y de su sentido del humor, que despliega en pinturas y escritos. Da fe de ello el último que me mandó esta semana, "Mi pasado me espía", cuyo enlace les pongo aquí: http://anghelmorales.blogspot.com/2023/06/mi-pasado-me-espia.html?m=1

En él nos cuenta aquella vez que se le acercó un individuo y lo fichó como espía, trabajo en el que estuvo un tiempo hasta que tuvo que "espiar" a Pepe, uno de sus mejores amigos (de hecho, es padrino de su hija) y también, ex-alumno mío. La verdad es que, como podrán comprobar, cuenta todo ello con tal lujo de detalles, con tal prolija exuberancia, que ¡me lo creí! A ver, dudé un poco cuando el tipo que lo ficha se presenta con sombrero y gabardina al estilo Colombo, y con el ABC en la mano izquierda y El País en la derecha (¿no tendría que ser al revés?). Demasiado tópico y demasiado típico. Seguí dudando cuando señala como objetivo peligroso a investigar a Pepe, que es más bueno que el pan de nueces. Y lo que nunca creí es que Quico -¡Quico! al que el océano Pacífico no le llega ni al tobillo de lo tranquilo que es para estos menesteres- confiese que había dado "punto final" a una docena o dos de personajes ("tampoco fueron tantos", escribe con modestia).

Pero las explicaciones sobre todo el proceso, lo minucioso de las instrucciones tan detalladas que le daban, el sobre de color verde con los generosos emolumentos, sus esfuerzos por salvar al amigo..., me parecieron tan verídicos que le tuve que decir: "¿Pero eso es verdad, Quico, o te lo estás inventando?". A lo que él, muy ofendido, me contestó: "Parece mentira, Isabel ¿Tú me ves de espía?". Y hasta se quedó preocupado porque no fui la única y me dice que a ver si ahora la gente lo iba a empezar a mirar raro, pensando: "Mira el asesino ese, nadie lo diría...". Y luego me contó que lo que dice de Pepe sí es cierto y que se le ocurrió la historia cuando se encontró la partida de confirmación. El resto es "realismo mágico", dice.

Le tuve que contestar que, ¡ay, Quico!, yo estoy como el robot de Blade Runner, cuando decía lo de "yo he visto cosas que vosotros no creeríais, naves de ataque en llamas más allá del hombro de Orión...". Pues yo igual. Yo he vivido el tener los teléfonos intervenidos, de tal modo que hablando desde el Colegio Mayor con mi abuela, de repente se cortaba y se oía la voz de un gris dando instrucciones para ir a aporrear a un grupo de estudiantes. A mí me han avisado (un primo policía que tuve) de que tuviera cuidado con lo que escribía (yo tenía el novio lejos y una correspondencia casi diaria con él) porque existía una oficina dedicada a abrir y leer las cartas (vete tú a saber qué deducirían de las declaraciones de amor). Yo he conocido a espías de verdad, no creas, espías de carne y hueso con sus afirmaciones veladas sobre su trabajo y sus miradas condescendientes como diciendo: "Si tu supieras...". Y hasta en mi barrio del Toscal teníamos también un espía que todos sabíamos quién era. No nos faltaba sino pasar a su lado igual que Gila y susurrar: "Alguien ha matado a alguien...".

Así que, visto el panorama, ¿por qué no tú, Quico? Ya, ya sé que tendría que haber confiado más, haber pensado que tienes demasiada cara de bueno para dedicarte a sospechar de unos y de otros y a dar puntos finales sin ton ni son. Pero daría medio sueldo (más no, que no está el horno para derroches) por verte, en un universo paralelo, bajarte de tu Aston Martin y oírte decirnos a todo el personal: "Bond, Quico Bond".

8 comentarios:

  1. Charo Borges Velázquez12 de junio de 2023, 17:16

    A la figura de los espías siempre les acompaña un halo de misterio que es, al mismo tiempo, atractivo y rechazable, por aquello de que, a lo mejor, está espiándonos a nosotros.
    A mí, desde muy joven, me llamó la atención la legendaria Mata Hari y todo lo que se contaba y especulaba sobre ella. Incluso, se llegó a decir que Carmen Miranda y Josephine Baker , grandes cantantes del primer medio siglo XX, también lo fueron, aprovechando su gran popularidad y múltiples relaciones. Sin duda, es un género, para el Cine y la Literatura, muy prolífico y rentable.

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    1. Eso de guardar secretos que podrían poner en peligro la paz mundial tiene su atractivo. El misterio, la seguridad en sí mismos que atribuimos a los espías a la hora de fisgonear, el que utilicen formas y materiales por encima del común de los mortales, hace que los miremos como seres superiores. A todo ello ha contribuido el cine y la literatura, como dices, y en mi caso más esta última.
      Las novelas de espías ya son un género aparte y en un tiempo disfruté muchísimo con la intriga y los retos que nos planteaban. Los clásicos -Graham Greene y su americano impasible; Frederick Forsyth con "Chacal"; John Le Carré y "El espía que surgió del frío"; Ian Fleming y su James Bond; Joseph Conrad, María Dueñas...- todos forman parte de mi biblioteca y más de una vez he apagado la luz a las tantas porque no podía dejar el tema. Benditos espías que me han entretenido tanto. Supongo que en la vida real, nada que ver.

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  2. Gracias, Mari Lola o Lola o Isabel o Isa o Jane o “Doña Isabel”, pero por siempre, gracias “Magister”

    Hasta que dejé ese trabajo paralelo para el Cesid pensaba que, como buen espía, era un tío duro. Al leer tus comentarios de hoy, en tu página que suelo seguir y que alimentas cada lunes y que titulas “Quico, el espía”, me he dado cuenta de que soy un flojo. Cómo no emocionarme al verme citado con tanta ternura por mi profesora de hace más de cincuenta años, esa que, como Antonio, llegaron a mi vida en la adolescencia para influir tanto en lo que ahora soy. Sí, yo también me acuerdo de ti, de Antonio o de Ponciano, que tanto han marcado mi desarrollo como persona y a las que tanto tengo que agradecer, por lo que es hora ya de decir gracias magister. No pude evitar las lágrimas por la emoción sentida , esa que me hizo darme cuenta de que los espías también lloran.-

    quicopurriños, 12 de junio de 2023

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    1. Somos unos flojos, Quico, qué se le va a hacer. A mí también me emocionan tus palabras porque no hay nada que llegue más al corazón de una profe que el que sus alumnos la recuerden con cariño. Solo por eso vale la pena haber dedicado 38 años de la vida a esta bendita profesión. Además, los primeros a los que das clase son especiales ¡Éramos tan jóvenes y teníamos tanta ilusión y entusiasmo! Recuerdo el nombre y la cara de la mayoría.
      Y ahora, ya sabes, a rememorar esos tiempos pasados en los que trabajabas por la patria y a convertirte en un nuevo Graham Greene. Pero hazlo, como el alumno de mi hija, con un nombre falso, por si acaso.
      Gracias por los buenos ratos y por tu humor. No se pagan con nada.

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  3. Divertido!!
    Besos
    Ana

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    1. Gracias, Anita, de eso se trata, de pasar un ratito divertido, que falta hace.
      Un abrazo.

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  4. Carmen María Duque Hernández16 de junio de 2023, 15:48

    Muchas gracias, mi niña querida, salud para todos.

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    1. Gracias a ti, Carmelita, por estar siempre pendiente. Un abrazo grande.

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