lunes, 4 de marzo de 2024

Agua que cae del cielo



Esta semana por fin ha llovido. Y no una lluvia mansita de esos chipichipi que a la media hora se olvidan, no. Ha sido una lluvia decidida y valiente que ha repiqueteado en las claraboyas de casa y ha dejado olor a tierra mojada, los suelos brillantes, el aire limpio y el alma contenta. Los benditos alisios han cumplido su papel, alejando arenas del desierto que este año, como nunca, nos han tenido asfixiados.

Ahora que los periódicos anuncian calamidades en forma de guerras y otras catástrofes parecidas, tal vez tendríamos que pensar en que el verdadero peligro, la mayor amenaza para la seguridad y supervivencia de los humanos, es la escasez de agua, un recurso que damos por descontado hasta que un día abrimos el grifo y constatamos que, mecachis en la mar, no sale ni una gota. Piensen en la población mundial, cerca de 8.000 millones de personas, consumiendo enormes cantidades de agua dulce (solo el 2,5% del agua de la tierra lo es), en las reservas originales agotándose, las temperaturas creciendo y las precipitaciones escaseando (por no hablar de los ríos que van a dar a la mar, toda esa gran pérdida): este es el panorama actual y lo que debería ser la auténtica preocupación de todos los gobiernos.

Por eso me gusta tanto cuando somos los ciudadanos de a pie los que empezamos hablando de ello y damos ejemplo, poniendo nuestro granito de arena. Como ese invento alemán de una bicicleta con un tambor adosado para lavar la ropa, a la vez que haces ejercicio (ahorra un 70% de agua). O como mi amiga Rocío que un día calculó el volumen de agua que se perdía en su casa cuando esperaban que se calentara para ducharse: ¡5 litros! 5 litros por cada persona y día. Multipliquen por un año y quedarán tan impactados como quedó ella. Lo solucionó con garrafas que recogen ese sobrante y que emplea para regar y otros usos.

Mi amigo Álvaro creció viendo a los cabuqueros, que en tiempos de nuestros abuelos excavaban la tierra para hacer las grandes galerías de agua que todavía horadan la isla y llevan el agua de las nieves del Teide a los cultivos. Él está convencido de que, si a los niños se les enseñara el enorme trabajo que es, estarían más concienciados del gran tesoro que es el agua. Por eso aboga por lo que llama Operación Aljibe y defiende que fuera un requisito para una casa nueva la construcción de un aljibe comunal que recogiera las aguas pluviales, tal como se está haciendo en Cataluña y Madrid, donde el agua se destina a jardines, lavado de vehículos, cisternas de baños... El aljibe de su casa en el municipio de El Tanque (en la imagen inicial), hecho en 1805 en archete, tosca y cal, puede recoger en un día normal de lluvia, 90.000 litros.

Ya los ancestros recogían el agua. Los guanches en los eres, que eran pocetas en las rocas impermeables del cauce de los barrancos, donde se embalsaba el agua cuando ya dejaba de correr. Fueron las primeras pilas bautismales de los canarios. En Lanzarote y Fuerteventura están las alcogidas, que son parte de las laderas de las montañas que también se acondicionan para guardar aguas de lluvia. Y nuestros abuelos y bisabuelos tenían los aljibes. Lo hay en la casa de los abuelos de mi marido y lo construimos en nuestra casa, hace ya 42 años, cuando nos vinimos a vivir al campo. El suelo de nuestro patio es el techo del aljibe.

Así que hoy me pongo incendiaria y hago un llamamiento para no desperdiciar ni una gota de agua, para pedir a nuestros políticos que le den atención prioritaria a ese tema,  para que nuestras leyes recojan la construcción obligatoria de aljibes, tal como sueña Álvaro, con canalones que viertan en ellos toda esa bendita lluvia que el cielo nos manda. Nos va la vida en ello.

20 comentarios:

  1. ""8.000 millones de personas, consumiendo enormes cantidades de agua dulce (solo el 2,5% del agua de la tierra lo es"". ¿Y el mar?. Afortunadamente, en algunos lugares lo tenemos en abundancia y puede proveernos de agua, sal y minerales varios hasta para chips y baterías. Eso dice la ciencia, yo confío en ello. Dentro de los continentes ¿¿?? esperemos que la inteligencia lo vaya resolviendo.

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    1. Sí, el agua tan abundante en nuestro planeta, es lo que permite la vida. Pero el agua debe ser potable y ahí es donde está el problema. Además ese 2,5% de agua dulce está atrapada en acuíferos subterráneos y en los casquetes polares. Y sí, está la desalinización del agua pero también tiene sus problemas, como el alto coste energético o la salmuera, agua residual con contaminantes que puede afectar a los ecosistemas.
      Pero, como bien dices, confiemos en la ciencia y en que todos esos problemas puedan solventarse en un futuro. Y si no, a beber y ducharnos con cocacola.

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    2. Fuerteventura y hasta las plataneras de Lanzarote, sobreviven con la desalinización. Pronto veremos la reutilización de la salmuera y las Renovables con la Geotermia ayudarán al abaratamiento. Me gustaría estar para verlo.

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    3. Cada vez me asombra más la capacidad imaginativa de la gente para solucionar los problemas que la naturaleza nos plantea. En agosto del año pasado ("Ordeñando nubes") conté precisamente un proyecto de Quico Purriños y Ricardo Gil para almacenar agua en grandes depósitos a partir de la lluvia horizontal. El proyecto se llama "Nieblagua" y hoy es una realidad implantada en Gran Canaria, Tenerife, Granada, Portugal y próximamente en Chile.
      Por eso te dije que creo en la ciencia, que el mar todavía guarda muchas posibilidades y que estoy segura de que no nos moriremos de sed.

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  2. Rosaura Díaz Pérez4 de marzo de 2024, 17:21

    Cuánta razón tienes, Isabel. Esa agua, que cae del cielo, debería recogerse en aljibes como se hacía antaño. Es un bien muy preciado, esencial para nuestra existencia.

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    1. Fue durante siglos la solución para las cosechas. Si no, había que recorrer kilómetros con garrafones y baldes para poder llevar algo de la preciada agua a las casas, imagina. Y ahora también tiene su papel. A nosotros nos ha venido muy bien.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  3. Mucha razon, el campo da pena. Mis huertas sin plantar la verdurita como suele ser en esta epoca. Mantenemos los arboles. En Fasnia la balsa esta a 30 por ciento, a pesar de que yo tengo agua de la galeria pero todo se debe cuidar. Aqui la lluvia es un ligero rociado y el clima calido o frio segun los vientos. Un mal panorama. Crucemos los dedos...

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    1. Qué pena, Carmita. Nosotros también hemos notado la sequía y eso que tenemos el agua del aljibe, pero son malos tiempos para el campo. Y mirando al cielo y esperando la lluvia como agua de marzo (nunca mejor dicho).
      Un beso.

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  4. Qué poco nos cuesta aportar nuestro granito de arena, y cuántos beneficios nos aportaría si lo hiciéramos. Lo explicas de maravilla, da gusto leerte.

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    1. Creo que la educación en las casas y en los colegios es fundamental para que todos seamos conscientes y no derrochemos agua inútilmente. Recuerdo en una piscina pública de Lanzarote oír al encargado gritarle a una chica que se duchaba alegremente: "¡Señorita, en Lanzarote el agua es oro!". Pues eso.

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  5. Charo Borges Velázquez6 de marzo de 2024, 19:02

    Sin agua, la vida se muere. Hay que exigir de los gobernantes que eso no ocurra, pero antes, todos, debemos procurarlo en lo que nos queda más cerca, gastándola con mesura y no derrochándola, porque se acaba..

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    1. Tienes razón, y lo malo es que muchas veces no somos conscientes de esa mesura. En las lluvias abundantes da pena ver los barrancos correr y que todo ese tesoro se pierda en el mar. Menos mal que en muchos sitios se canalizan y embalsan las aguas. Como dices, los gobernantes tiene mucho que hacer.

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  6. Hola, Isa! Muy interesante tu tema del agua. Llevo mucho tiempo sensibilizada y sensibilizando en el consumo responsable. Ya desde la época de BUP, en las clases de Geografía, trataba de concienciar a los alumnos y daba pautas para el ahorro en los hábitos diarios. Además de la escasez de lluvias en Canarias, hemos tenido y tenemos unas actividades económicas que consumen mucha agua: el cultivo del plátano y el turismo.
    Yo suelo tener un cubo para recoger el agua mientras llega la caliente, y la empleo en las plantas o para fregar el piso.
    Gracias por tus reflexiones, siempre tan acertadas y enriquecedoras . Muchos besos

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    1. Es muy buena y práctica tu solución del cubo para el agua fría de la ducha, igual que la de Rocío. Si en cada casa se hiciera, el ahorro se notaría, seguro. Y como dices, hay más pautas: vigilar las fugas, regar a primera hora de la mañana, no descongelar los alimentos congelados bajo el grifo, cultivar suculentas que consumen menos, no fregar los platos con el grifo abierto... Hacer todo lo posible para no derrochar.
      El truco, como siempre, está en la educación.

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  7. Cada vez que paro en una gasolinera y veo el cartel de " aire y agua " pienso lo mismo...Los bienes más preciados para el humano a precio de "euro "para los coches. Sin alguno de ellos, no podríamos sobrevivir. El agua es VIDA.

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    1. Desde los antiguos el hombre descubrió la importancia del agua. Tales, el primer filósofo y el primer científico, ya dijo hace 26 siglos que el origen de todo estaba en ella, probablemente porque se fijó que allí donde no hay agua no hay vida. Cuidémosla.

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  8. Se ha hecho viral ya. Todos los comentarios que recibo te felicitan por lo bien y contundente de tu texto.

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    1. Gracias, Álvaro, por los comentarios y gracias por tu entusiasmo en defender algo tan preciado como el agua. Necesitamos muchos Álvaros Fajardos.
      Que la Operación Aljibe siga adelante. Un abrazo.

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  9. Todas las intervenciones van dirigidas a reforzar la necesidad de la mesura pero nadie alude a los aspectos relacionados con la necesidad de suficiente fluido para empujar, en las canalizaciones urbanas, y rurales, los residuos hasta las fosas o los receptores, normalmente distantes. Si no hay corriente de líquidos empujando, se forman barreras que acabarán obstruyendo los conductos y su reparación costará, directa e indirectamente, más que el costo de producción del agua.

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    1. Creo que en un tema de necesidad pública como es este hay que tener en cuenta varios factores interconectados: los gobiernos que administran el agua, los usuarios que no deben dilapidarla y, por supuesto, el aspecto técnico que tú apuntas, las infraestructuras necesarias para que todo funcione bien.
      Ahora que en febrero Cataluña entró en emergencia por la peor sequía jamás registrada, los artículos que leí hacían referencia a estos tres factores. La Generalitat amplió las restricciones de agua para garantizar el abastecimiento doméstico, los usuarios propusieron acciones individuales (no lavar coche, no llenar piscinas...) y se revisaron embalses y canalizaciones.

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