Yo sé que lo de recorrer el mundo está muy bien y que, cuando leemos historias de aventuras tipo Julio Verne o cuando recibimos fotos de viajes maravillosos (como el de mi amiga Lali este mes a Colombia), nos entra el anhelo de coger el primer avión y decir: "¡A dónde sea!". Pero también sé, igual que la viejita aquella a la que el cura le hablaba de las delicias del cielo, que como en la casita de una no se está en ninguna parte.
Eso mismo es lo que debe haber pensado la paloma bariolé nº 1034017 que la semana pasada llegó a casa después de haberse perdido en un viaje a Fuerteventura hace 6 años. Probablemente pensó, como buena bariolé (bariolé, uno de los adjetivos aplicados a las palomas mensajeras, significa eso, de colores vivos y variados), pasear sus tonos malvas, verdes, tornasoles... por las islas más orientales, e igual, ya que estaba allí, darse un garbeo por tierras africanas para conocer de primera mano a sus colegas de allá. Pero el caso es que algún ramalazo de nostalgia se le debe haber despertado, o se hartó de la arena del desierto, vete tú a saber, y después de tanto tiempo ha sabido encontrar el camino de vuelta y ha llegado aquí, segura de encontrar buen pienso y agua fresca esperándola. Ahí está, contándole a las demás sus aventuras para darles envidia, pero contenta en el fondo del hogar, dulce hogar.
Ahora, en estos días lluviosos en los que voy a cumplir años, a mí también se me pintan de primavera y de deseos de celebrar en casa el que estoy aquí, con los míos, con ustedes. Y como un eco de la paloma viajera, estos días he hablado, con amigos, de historias de aquellos que se fueron lejos y no volvieron, porque no quisieron o no pudieron encontrar el camino; he leído libros en que los protagonistas, como tantos en la vida real, ansían hallar un sitio, seguro y cálido, al que puedan llamar su "casa"; hasta he recordado aquella canción desgarradora de Navidad que decía: "Ay, qué triste es andar en la vida por sendas perdidas, lejos del hogar..."; y he recordado también los juegos de los niños, de pequeños, persiguiéndose, cuando corrían a refugiarse en mis brazos al grito de "¡Aba es casita!".
Que todos los errantes del mundo tengan, como nuestra bariolé, un lugar al que volver y que llamen casa. Y a los que se asoman al exterior, que no sea muy lejos y que vuelvan pronto.
Nunca pensé que una paloma tuviera tan larga vida! ¡¡¡Cómo se pondría de contento Toni!!!
ResponderEliminarDisfruten del regreso de la paloma pródiga y ya me adelanto dos días para desearte un cumpleaños muy feliz!!!
Besos!!!
Las palomas mensajeras pueden vivir bastantes años. De hecho mi marido tuvo una (Emerenciana la llamamos) que vivió 18 años. Lo normal es 15 años, si antes no se la come un halcón, o cae al mar en unos de esos vuelos, o le da un moquillo de esos que ellas tienen... La vida de una paloma es una aventura arriesgada... sobre todo, si no tiene un palomar al que volver.
EliminarGracias por tu felicitación. Date a conocer que con esto de los anónimos una no sabe.
Igual si que voló la paloma hace seis años desde Fuerteventura, pero acompañada de un galán y no quiso venir a su casa, sino a otra extraña pero acogedora también. Igual el amor se acabó y fue cuando decidió volver con su familia. A saber...
ResponderEliminarMe encanta elucubrar historias sobre lo que pudo haber pasado o no. Igual simplemente era curiosa y quiso conocer algo distinto a este valle en el que vive. Desde lo alto del palomar veía el mar a lo lejos y le picó la curiosidad ¿Qué será esa macha azul? ¿Qué hay más allá?... Y como le salía gratis, allá que se fue.
EliminarHola Jane. Qué historia más bonita!!!!. Como se enteren en Netflix vas a tener que negociar los derechos de autor.
ResponderEliminarEs cierto que "volver a casa" es un sentimiento profundo y que a veces puede dejar heridas en el alma.
Morriña , saudade,.....cuantas formas de decirlo y todas con el mismo significado.
Un beso Jane. Juan
Morriña, saudade..., nostalgia también, que viene del griego "nostos" = regreso, y de "algia" = dolor. Es el sentimiento de pena que se siente cuando uno está lejos. "Nostalgiosa llevo el alma por las calles de la ciudad..." decía una canción de Liliana Herrero.
EliminarEs un sentimiento muy humano ¿Quién no lo ha sentido alguna vez?
¿Lo sentirán las palomas a su nivel?
Un beso, Juan. Gracias por tus palabras.
Preciosa e inspiradora historia, como siempre ❤️. Al igual que esta preciosa paloma, hoy decidí volver a este rincón 2.0 tras varios años recorriendo otros caminos. Aquí me siento bien, me siento digitalmente acogida. Se parece a un hogar.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños e inicio de primavera, querida @janejubilada
Igual que a la paloma viajera se la recibió con risas y parabienes, también tu vuelta a esta humilde casa merece una bienvenida cordial. Espero que te quedes un ratito antes de hallar nuevos caminos.
EliminarGracias por todo y feliz primavera, Ana.
Asombrada me hallo, Jane, con esa preciosa historia del regreso de una paloma, después de 6 años desaparecida.
ResponderEliminar¿Qué es lo que hizo que regresara?¿Su fidelidad al criador?¿Su querencia del primer hogar?¿Su deseo de descansar de tanta vida nómada...?.
Lo dicho, me sorprende tan curioso comportamiento y me imagino la alegría de su cuidador, cuando la descubrió.
El cuidador no daba crédito. A pesar de que lleva 70 años siendo colombófilo (él sí que les es fiel), siempre hay comportamientos que le llaman la atención y le sorprenden. Y que vuelvan después de darlas por perdidas, que recuerden en qué lugar del ancho mundo está su palomar, su hogar, es uno de ellos. Él tuvo una paloma que recorrió 850 km. sobre el mar (soltada desde un barco que iba hacia Cádiz) y ya es una buena hazaña. Pero que recuerden su hogar después de tanto tiempo también lo es.
EliminarAunque la ciencia no ha determinado qué es lo que las hace volver, está en sus genes la resistencia, la gran agilidad y un sentido de la orientación impresionante.
Hola,Isabel
ResponderEliminarSiempre he pensado q las palomas mensajeras eran mágicas, como la alfombra voladora de Aladdin😜
Es increíble los recorridos q son capaces de hacer sin desorientarse...
Y lo q han ayudado a través de los tiempos a la comunicacion entre humanos!!!Mi modesto reconocimiento a los criadores q contribuyen a q sigan existiendo!!
Buena semana.
Un abrazo😘
Pues algo de magia también les veo yo. En Canarias hay una afición tremenda, supongo que por su condición de islas. el aislamiento es uno de los factores que pueden contribuir a cultivarla. Fíjate que hasta hace poco las palomas estaban "militarizadas", en caso de guerra podían reclutarlas para que llevaran mensajes si las telecomunicaciones se colapsaban. Increíble el mundo animal.
EliminarBuena semana. Un abrazo.
Que listos los animales..y despues de tanto tiempo...felicidades..
ResponderEliminarCada vez nos enseñan más, Carmita.
EliminarY muchas gracias. Esta semana tocó cumpleaños. :-D
Menuda aventura debió de vivir. Una pregunta, siempre tuvo esos colores. Porque las manchitas blancas parecen canas, por todo lo vivido, pero igual fue siempre jaspeada.
ResponderEliminarUn abrazo.
No son canas. Mira lo que encontré en un artículo de "El País": "Que las aves no muestren ni una sola pluma cana por más años que carguen sobre sus espaldas, mientras a los humanos el pelo de gris se nos tiñe al envejecer, resultaba inexplicable hasta hace poco. Un equipo de científicos de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) acaba de despejar la incógnita al descubrir que, para dar color a su plumaje, muchas aves emplean nanoestructuras en lugar de recurrir a pigmentos como la melanina que oscurece la cabellera y la piel humanas."
EliminarEso es lo que significa "bariolé": jaspeada.
Un abrazo, Dorotea.
Qué interesante, Jane. Gracias por tu explicación.
EliminarUn abrazo enorme.
En su momento no te comenté , que yo también tuve una variolé. Todo el mundo decía que era una paloma basta y fea, pero a mi me gustaba y se portó muy bien en todos los viajes entre las islas y alta mar y por eso la mandé a Cabo Jubi pero la pobre allí se quedó, y han pasado demasiados años para tener la esperanza de que, como la vuestra, vuelva algún día a casa. Por tierras africanas se quedó a vivir y a morir.
ResponderEliminarA lo mejor tuvo querencia por esas tierras, o encontró otra bariolé entradita en cintura y dispuesta.
EliminarNo entiendo que todo el mundo te dijera que era basta y fea. Aparte de que las mensajeras nunca son bastas ( son las palomas "finas" frente a las zuritas que son las "bastas" para los colombófilos), sus colores son preciosos con esos tornasoles entre verdosos y malvas que las hacen tan especiales.
No es probable que vuelva pero te queda su recuerdo. Algo es algo.