lunes, 8 de septiembre de 2025

¿Qué te pone de buen humor?


Sí, sí, ya sé que septiembre es el mes menos apropiado para hacer esta pregunta, porque parece haber en el aire efluvios de mal humor. Es el mes en que, después de unas vacaciones en el que uno vive sin la agenda colgada del cuello, se encuentra con la dura realidad: levantarse a horas fijas, programar, organizarse y saber que hasta las próximas vacaciones todavía queda un largo trecho de travesía en el desierto. Y además, en verano a veces te olvidas de lo que pasa en el mundo y en septiembre te lo encuentras de frente. Y todo eso sin contar los achaques que tenemos en casa que parece que, con la llegada de este mes, se acentúan.

Pero precisamente por eso tenemos que buscar mecanismos de defensa y los míos son muy facilitos: encontrar cada día aquello que me pone de buen humor y que me arranca una sonrisa. Ahí van unas cuantas cosas al azar, así, a bote pronto:

Me pone de muy buen humor que mi hijo me traiga de Escocia un llavero con la efigie de Jane Austen (la que me presta el nombre para el blog). Y también que, cuando fue el viernes a cenar al mejicano que está frente al Guimerá, se acordara de que a su madre le chiflan las empanadas y me trajera 4. ¡Arráyate dos millos, hijo!

Me pone de buen humor que, por las mañanas, me salga bien la Palabra del Día, el mensaje animoso de un amigo, las orquídeas de mi ventana, reírme con mis compañeras de pilates, levantarme sin alarmas, cuando me lo pide el cuerpo.

Me puso de buen humor leer el mensaje que puso en Facebook mi colega y amigo Javier y su mujer Juanita, que llevan 65 años de casados y pregonan -lo saben bien- la suerte que tuvieron al encontrarse en la vida.

Me pone de buen humor que la Tasquita de Carol en Valle Guerra haya reabierto sus puertas. Después de pensar que nunca jamás volvería a probar sus maravillosas berenjenas con miel (en la foto inicial), las disfruté otra vez en la cena del viernes pasado con los amigos (otra costumbre que me pone de buen humor). No hay mejor centro de mesa que este, tan doradito y apetecible, acompañado de un vinito blanco seco y frío.

Me pone de buen humor saber que he bajado un kilo en todo el verano sin hacer dieta ni nada.

Me pone de buen humor leer un libro bien escrito y que me diga cosas y me enternezca. Como esta semana, El amor que pasa de Care Santos. O terminar de corregir el último que va a publicar en un par de meses mi hija Ana y que sé que va a gustar, La música secreta del verano.

Me pone de buen humor ganarle al rummy al ordenador; tener noticias de mi nieto y que me cuente cómo lo está pasando en su Erasmus en esa California, tan lejana como la Luna; recibir el regalo de una bolsa de ciruelas rojas con las que hago la mermelada del verano (¡Gracias, M.V.!); bañarme en Bajamar y ver cómo rompen en las rocas las mareas de septiembre.

Me pone de buen humor una cena tranquila al aire libre en el patio, viendo salir las estrellas. Y un beso y un abrazo de aquellos a los que quiero.

Y me pone de buen humor hablar con ustedes, como cada lunes, y preguntar, así, entre nosotros: ¿Qué les pone de buen humor?

30 comentarios:

  1. No puedo añadir ni una coma más a lo que te pone de buen humor. Es buscar la felicidad donde seguro que la hay

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces no hace falta buscar grandes cosas, sino fijarse y atesorar más lo bueno que lo malo. De las dos cosas se compone la vida.

      Eliminar
  2. Hola Isa.....hoy me puso de buen humor...leer tu escrito ...que me encantó por ese optimismo... un beso😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegro haberte puesto de buen humor. Ahora a seguir buscando más motivos a lo largo del día y la semana. Un beso, Pili.

      Eliminar
  3. El aire tibio de septiembre. El dulzor de las higueras en el aire. Las llamadas de mis hijos. Comprar en el mercadillo tomates muy rojos y mangas que explotan de sabor. Bañarme en Bajamar (en eso coincido contigo) después de una buena caminata y sentir mi piel contenta en el agua salada. El café y los churros con la familia, la risa de mi madre y el abrazo de mi padre. Tocar el bombo legüero y que me salgan los repiques. Escuchar música mientras camino. Comer queso con uvas para cenar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Cuántos momentos gratos me han recordado los tuyos, Alicia! Menos los tres últimos, en todos los demás casi coincido. Soy incapaz de tocar el bombo legüero, cuando camino oigo audiolibros y de cena me pone de muy buen humor una tortilla de papas con una copa de champán (con las uvas me encantaba comer los merengues de mi abuela).
      Pero es verdad que septiembre me encanta como a ti. Es un verano pero sin tanto calor, ni gente llenando las playas, un tiempo de atardeceres plácidos mientras los días poco a poco se ven acortando.

      Eliminar
    2. Hola Isa. Me hace feliz tener a mi hijo con nosotros, aunque sea sólo una semana, estar una tarde con los sobrinos nietos, y verlos bien, tomar una cerveza helada, con unas tapitas con Mane y no tener que cocinar...estar en contacto con mis amigas, del cole . Ver el rayo verde al ponerse el sol...

      Eliminar
    3. Si los buscamos, tendremos muchos momentos de buen humor. Hoy mismo, despertar con un día precioso, reírme en pilates, proyectar ir a un concierto con una amiga, salir a comer (muy bien, por cierto) con los amigos de siempre, leer tu comentario...
      Sigamos disfrutando de ese rayo verde que es el optimismo.
      Un abrazo muy grande, esperanza.

      Eliminar
  4. Bien de cosas ricas sirven para ponernos de buen humor y ser felices...¡no hace falta tanto para disfrutar de la vida!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que no. Es verdad que la vida no es un camino de rosas, pero tampoco hay que caer en profundas depresiones a la primera de cambio. El otro día bajando las escaleras de casa en el jardín mi marido protestó de cagadas de palomas y yo me fijé con deleite en 5 rosas preciosas de color naranja claro que acababan de abrirse. Y le dije: "¿Ves? Esa es la diferencia entre un pesimista y un optimista. Está en las distintas cosas que valoramos". :-D

      Eliminar
  5. A lo largo del dia surgen buenos momentos que te hacen seguir....

    ResponderEliminar
  6. Sí, son esas pequeñas cosas las que nos dan momentos de felicidad , y nos dejan de buen humor.Para mí, ayer fue que mi niña pequeña, empezó el camino de Primaria, y mi niña grande el de la E S O. Aquí estaremos , no para quitarle las piedras, sino para darles la mano cuando lo necesiten.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los nietos son una fuente de felicidad. Me da pena no verlos tan a menudo como quisiera pero todos los días estoy en contacto con ellos. Verlos crecer y pensar es una gozada, la pena es lo rápido que pasa. Mi nieta pequeña también empieza la ESO, y los mayores ya andan en Erasmus y Máster. Y aquí, como dices, estamos nosotros privados por escucharlos.

      Eliminar
  7. Acabo de leer el blog y son esas cosas que cuentas las que nos ilusionan cada día, cierto. Fíjate tú, algo tan tonto como que Dani te lleve unas empanadillas que te gustan del mejicano del Guimerà. Esas cosas son las que nos hacen ilusionarnos por algo, por mínimo que sea, cada día y querer seguir viviendo a pesar de los problemas, adversidades y tristezas que se nos presentan en la vida. Así mismo es 😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuánta razón tienes, Marisita, mi niña valiente. Contamos con las adversidades y sabemos que muchas no podemos cambiarlas, pero la actitud frente a ellas es lo que cuenta. Y a eso vamos.
      Ah, y las empanadas mejicanas estaban de muerte. :-D

      Eliminar
  8. Que bien escribes! 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

    ResponderEliminar
  9. Jane: no es por hacerte la pelota, pero me ponen de buen humor tus entradas. No es mi mejor momento y a veces es difícil mantener el humor y el ánimo altos, pero de vez en cuando publicas una entrada como esta en la que me recuerdas cómo traer los pensamientos positivos a mi vida.

    Y con tu permiso, te voy a copiar la idea para mi propio blog porque necesito recordar que hay muchas muchas muchas cosas positivas, aunque las negativas parezcan ser una plaga.

    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tampoco es este mi mejor momento, Dorotea, y también es difícil ser optimista a veces. La vida no es un camino de rosas, eso lo tengo claro. Pero buscar esos momentos buenos a mí me ayuda muchísimo y me alegro muchísimo de que a ti también te sirvan. No hago proyectos a largo plazo sino que procuro valorar cada día y vivirlo a conciencia.
      Otro abrazo enorme para ti.

      Eliminar
  10. María del Pilar Valenzuela García10 de septiembre de 2025, 18:33

    Septiembre es uno de mis meses preferidos, lo veo como un mes lleno de expectativas... También, con frecuencia, echo mano de cosas que me ponen de buen humor, coincido contigo en algunas de ellas, por ejemplo la reapertura de la Tasquita de Carol, te fijaste en la carta tan literaria de su comida ? y al final la ceremonia del café, realizada en la mesa ?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También me pasa a mí lo de valorar septiembre según las expectativas. Será también porque siempre lo hemos vivido como un comienzo de curso y todos los comienzos anuncian novedades y sorpresas.
      Me encantó la reforma que Macarena y Carol han hecho. Lo de la carta literaria está estupenda (aunque casi no la pude leer porque no llevé las gafas de ver, pero leyeron algunos platos en voz alta) y nos perdimos la ceremonia del café porque ni yo ni mis amigos lo tomamos. Repetiremos, era y es uno de nuestros sitios preferidos.

      Eliminar
  11. Entre nosotros, a mí me pone de buen humor, que no llueva, una bolsa de pipas de calabaza y fotografiar momentos bonitos. Soy muy simple. Ah sí, también llegar a casa y despojarme de armaduras y desintegrarme en el sofá. Por supuesto los lunes porque leo el blog, aunque esta semana lo he leído el jueves, ja ja ja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las cosas simples son, a menudo, las que nos hacen más felices. ¿Para qué complicarse la vida? Y el desintegro ese también me gusta a mí, jajaja.

      Eliminar
  12. Qué bonito Isa !! 😍😍
    Son tantas las cosas que tenemos para estar de buen humor , tenemos que ser conscientes de ellas !! Es estupendo que tu post nos lo recuerde 🤩🤩somos muy afortunados!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso que sí, Nina, sobre todo porque sabemos apreciar lo bueno. Tú y yo hemos compartido muchos momentos así.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  13. Al margen de los pequeños achaques que podamos tener, el solo hecho de estar vivos y poder disfrutar de momentos entrañables ,nos hace reflexionar de lo afortunados que somos.
    Una puesta de sol, una cena con amigos entrañables ,un almuerzo con hijos y nietos, un paisaje maravilloso y una conversación agradable...Todo eso, me llena de buena energía y felicidad .
    Procuremos valorar estos detalles ,que nos hacen ver la vida de un color más atractivo y confortable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí a veces me pasa por la mañana, cuando abro la ventana de mi dormitorio, que da a la huerta, y veo un sol radiante y el huerto florecido a la espera de naranjas. Entonces me dan ganas de entonar ese "gracias a la vida que me ha dado tanto". Y, como tú, tengo energía para todo el día.

      Eliminar
  14. Me pone de buen humor que mis amigas lo estén por cosas pequeñas o importantes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y a mí, Flor. Por eso hay que rodearse de personas que sepan apreciarlas.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html