lunes, 22 de septiembre de 2025

Querido Alejandro



Hace 27 años que no te veía, desde aquel COU C en que yo te di clase de Filosofía y tú lo sobrellevaste con paciencia y buen humor. Pero miento, claro que te he visto, yo y toda España. Ahora eres un actor guapo y famoso, has hecho un montón de películas, series de televisión y teatro (te vi, impresionante, en Madrid haciendo de hijo de José María Pou en La cabra), has tenido premios y nominaciones como mejor actor y todos te conocen como Alex García. Y la semana pasada, por fin, fui a verte en persona al programa En clave de Rhodes, que presentó el escritor y pianista James Rhodes en el Auditorio de Santa Cruz. Tú fuiste su invitado y durante una hora respondiste a todo lo que te preguntó y, de paso, te metiste a todo el público, incluida yo, en el bolsillo.

Fui por curiosidad, para ver cuánto quedaba en ti de aquel chico que se quería comer el mundo, que no paraba quieto mucho rato y que parecía tener las cosas claras, el Alejandro que yo conocí. Y no salí decepcionada, todo lo contrario: capeaste todo también con la misma paciencia y el buen humor de entonces.

Hablaste de tus inicios, aquellos que alguna vez me contaste en clase, cuando presentabas programas de carnaval; de lo que te gusta el teatro (tanta gente que aparca su vida para reunirse en un sitio determinado a ver y a disfrutar de una historia); de los pases en la alfombra roja y del disfrazarse... Rhodes comentó lo que le gustaba el ritmo pausado de esta isla tuya y mía y tú le hablaste de estar cómodo con cholas, tal como apareciste en el escenario sin que a nadie le llamara la atención, o descalzo después. Se te veía en casa. "¿Y tu canción?". Sin dudarlo dijiste: "La vida es un carnaval, de Celia Cruz". Fíjate, fíjate en la letra, cantabas mientras sonaba por los altavoces: "Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval y es más bello vivir cantando...".

A la pregunta "¿Quién te ha inspirado?", tampoco dudaste: tu familia, tus amigos, Vero. Y cuando Rhodes te preguntó con delicadeza si podías hablar de ella y del duelo, lo pensaste un poco, te escuchaste a ti mismo y contestaste con serenidad, aceptando el momento y asegurando que lo que queda, lo único que importa, es el amor.

"¿Y qué te da miedo?" "Que los que quiero sufran". Hay un filósofo, Epicuro de Samos, del que seguro que no te acordarás (casi no me acuerdo a veces ni yo), que decía que no hay que temer a la muerte porque cuando nosotros no existimos, ella no está, y cuando ella existe, nosotros no estamos. Que no nos vamos a enterar, vamos. Pero tú has mirado más allá: nos da miedo, no nuestro dolor o nuestra partida, sino los de aquellos a quienes queremos. No puedo estar más de acuerdo contigo.

Me gustó verte, Alejandro, tan maduro, tan sereno, tan vital. Me gustó que sigas conservando la sonrisa tierna, la mirada pícara; que reivindiques tu nombre y sigas siendo Alejandro. Y también, todo hay que decirlo, me gustó lo bien que traducías el ¿español? de James Rhodes (yo algunas preguntas las sacaba por tus respuestas :-D)

Me hubiese gustado hablar contigo y darte un abrazo. Estaba cerca, en la tercera fila, pero no era el momento. No sé tampoco si llegarás a leer esto (dijiste que no usas las redes, y lo mejor que haces: hay que vivir), pero te escribo como quien tira una botella al mar, para que, si por casualidad llega mi escrito hasta ti, sepas que estoy orgullosa de ti, de tu aceptación de la vida con todo lo que conlleva y de que esta te haya hecho mucho más sabio.

Un abrazo grande y virtual.





32 comentarios:

  1. Isabel, yo también fui.Me gustó mucho y estoy de acuerdo con lo que escribes. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí el rato se me pasó volando y lo disfruté. Estuvieron también las dos piezas musicales que tocó James Rhodes, delicadas, vibrantes, íntimas... También dedicadas al amor, que resultó ser un tema central. y estuvo la personalidad de Alejandro que convirtió el momento en un diálogo sincero. Me encantó.

      Eliminar
  2. Que bonito, Isa. Se ve que lo conoces y lo admiras. Seguro que él a ti también. Algo habrás influido en él y que le ha llevado a ser quien es. A mi me encanta. Lo recuerdo en Tierra de Lobos, serie de la que no me perdía un capítulo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que lo admiro. A mí me maravilla cuando me encuentro con alumnos y me cuentan y veo que han encontrado su camino en la vida, cuando los veo contentos con lo que hacen. Y Alejandro es un excelente actor que ha trabajado bastante para llegar a donde ha llegado. Chapó por él.
      Yo también he visto bastantes actuaciones suyas, la última hace poco, una película muy divertida: "Si yo fuera rico".

      Eliminar
  3. Charo Borges Velázquez22 de septiembre de 2025, 15:12

    Creo, Jane, que lo que más le satisface a una/un profesora/profesor, es encontrarse con antiguos alumnos que se pronuncian a gusto con sus vidas, porque se dedican a lo que querían dedicarse y, encima, triunfan con lo que hacen.
    No cabe duda de que Alejandro es un ejemplo vivo de esos alumnos que tanto nos gusta encontrarnos.
    Larga vida, para él, y también para ti, para que puedas seguir disfrutando de sus éxitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Chari, eso mismo le comento a Ani. Darle sentido a la vida en un trabajo satisfactorio es tal vez el objetivo vital más importante que uno se plantea. Y Alejandro lo tenía ya medianamente claro incluso tan jovencito, cuando yo lo conocí con 17 años. Como profesores, nos sentimos contentos cuando lo logran.

      Eliminar
  4. Blanca Martín Torres22 de septiembre de 2025, 15:13

    ¡ Cuanta alegría da cuando un ex alumno/a encuentra su camino en la vida ! 👌 Isabel, ¡ Muy emotivo podcast ! Ojalá Alejandro lo pueda leer !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, Blanca. Y es un orgullo enorme ver en lo que se ha convertido y darte cuenta al mismo tiempo que no ha perdido la naturalidad y sencillez que siempre tuvo.

      Eliminar
  5. Eugenia Martín Tejera22 de septiembre de 2025, 15:15

    Que bonito! 🥰🥰🥰

    ResponderEliminar
  6. Tamara González de la Prida22 de septiembre de 2025, 15:20

    Mi querida Isa " mi Jane favorita".
    No sé hacer comentarios en tus escrito, pero si en privado quiero que sepas que me conmueven y emocionan mucho, lo que no podré expresarte como desearía.
    Recuerdo a Alejandro ( Alex) como le llamaban cuando fue alumno mío, siempre transmitía alegría y cuando presentaba en Canal 7 algo, yo luego le decía cuida la dicción y se reía con esa cara linda y pícara. Luego me decía profe, la química y la física no es lo mío, pero le aseguro que me " gusta" creo que uds le pone misterio y me hace estudiar. Él posiblemente no me recuerde y siempre me queda el deseo de encontrarlo cerca algún día y poderle dar un abrazo, como transmitirle el orgullo de verlo tan maduro, un ser muy valioso con buenos sentimientos, como excelente actor, para desearle salud y éxito en todas sus andaduras.
    También me agrada mucho que lleva por bandera a Canarias y La Laguna, porque en alguna entrevista lo ha dicho.
    Gracias por hacer tu maravilloso escrito.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo de él el mismo recuerdo, una persona alegre, nunca lo vi malhumorado ni enfadado. Cuando todavía no era famoso, hice una vez un viaje en avión con una de sus amigas (que también había sido alumna mía) y me habló de él, de lo buena persona que era, de lo que la había ayudado a ella personalmente. Se hace querer.
      Un abrazo grande, Tamara.

      Eliminar
  7. Qué bonito escribes y qué ocurrente. Te lo mando como si fuera un mensaje dentro de una botella con la esperanza de ser leído, pones en tu relato de este lunes. Qué orgullo el tener una profesora de lujo como tú, seguidora de los caminos de alumnos en los que te fijaste Qué bonito que estés ahí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En eso acertaste. Me encanta encontrarme con mis alumnos, recordarlos y saber que me recuerdan con cariño, saber cómo les ha ido en la vida, cómo han remontado los escollos ineludibles, cómo han crecido... Mis alumnos me han enseñado mucho y les estoy infinitamente agradecida por ello.
      Y gracias a ti por estar también ahí.

      Eliminar
  8. Hola Jane. Me ha gustado mucho lo que has escrito: emotivo y precioso. Además es muy interesante que "la maestra" ponga en valor y admire a un alumno (generalmente es al revés). Por todo lo anterior, gracias Jane. Seguro que a Alejandro le llegará "tu botella". Un beso Jane. Juan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En el Fin de curso 2008 me tocó dar el discurso de despedida a los de 2º (yo también me iba, era mi jubilación) y recuerdo decirles que en ese momento se abría para ellos un panorama muy amplio de libertad, el momento de practicar la humana y luminosa capacidad de elegir, de ser libres para construir lo que serán sus vidas.
      Admiro sinceramente a mis alumnos que lo hayan puesto en práctica, que hayan elegido lo que más les apetecía hacer a pesar de los obstáculos, de los tropiezos y de todas las voces que les hayan podido decir que "eso no da dinero" o "no tiene futuro". O como le habrán dicho a Alejandro, que en esa carrera solo triunfan muy pocos. Son gente valiente que se merece lo mejor.
      Un beso, Juan.

      Eliminar
  9. Qué bonitooo, cuando ves que tus alumnos eligen su camino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es bonito y emocionante, interesante y entrañable. Me encanta.
      Un beso, Merceditas.

      Eliminar
  10. Qué ilusión ver crecer a ésos niños tan despiertos y con esa luz especial, que llevan consigo. Qué bonito sentir admiración de profesora hacia el alumno y no al revés, que es lo más normal. Claro que compartimos el orgullo por nuestra estrella canaria. Yo sólo te puedo hablar de sus abuelos maternos, y más concreto de su abuela. La mejor vecina que puedas imaginar. Siempre cariñosa y amable hasta sus últimos paseos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que tiene vivir en una isla, que siempre hay contactos conocidos. Una de mis amigas es prima de él y, gracias a su mediación (que agradecí un montón), pude pedirle permiso para publicar la foto (fotocopiada y borrosa, eso sí) que figuraba en mi cuaderno de notas. Él, que también como su abuela es cariñoso y amable, accedió y se lo agradezco también. Son muy buena gente.

      Eliminar
  11. Cómo testigo directo digo que: Hubo un momento mágico, tal vez una fracción de segundo, que quizás, Isa, te pasó inadvertido físicamente...pero que tú Alma lo tuvo que recibir como una ráfaga de aire fresco con mucha más calidez que lo percibí yo. Fue una mirada tierna, fugaz, hacia un ser en el que se reconoció por un instante...En ese momento infinito comprendí que, a sabiendas o no, había reconocido a su antigua profe. Estoy segura que sintió tu presencia...!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un poco difícil me parece, Carmencita. Pero de lo que estoy segura es de que sintió el cariño, las energías positivas, la empatía que lo envolvía. ¡Se le veía en casa, cómodo, sabiendo que casi todas las personas le estaban enviando un abrazo enorme! Salí de allí con una sonrisa y pienso que Alejandro también.

      Eliminar
  12. Isabel , para nada estoy conforme que sea un ex-alumno. Pienso que siempre se puede considerar alumno ya que nunca he escuchado, es un ex-profesor. Siempre decimos fue mi profesor. !Y es tan bonito sentirlo así! ¿No crees?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, ja, la clave, mi querida Susana, está en ese "fue", que está unido al "ex" íntimamente. Fue mi alumno y yo fui su profesora y eso a los dos nos convierte en una realidad ex, que ya no es. Pero pienso que de todas formas fue bonito, sí.

      Eliminar
    2. Es que los ex los vinculo a las ex-parejas, esas que ya no están ni en mis recuerdos.

      Eliminar
  13. Ay, Jane. Me ha emocionado mucho tu texto.

    Ya de paso te dejo por aquí la entrada que me inspiraste: https://diablillodoroty.blogspot.com/2025/09/12-cosas-que-me-ponen-de-buen-humor.html

    Sin obligación. 😊 Pero quería compartirla contigo porque escribirla me ayudó mucho. A veces olvidamos lo que nos hace bien y escribir me ayudó de alguna manera a recuperarlo.

    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantaron tus momentos de buen humor. Yo también soy fan del chocolate y cada día caen 3 momentos de buen humor a cuenta de este, jajaja.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  14. Isa,me encantó tu relato y qué bonito poder hablar así de un alumno. Algo de tí lo supo él aprovechar y ponerlo en práctica

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Leo. Una de las mejores cosas de esta bendita profesión mía es que siempre hay aprendizaje mutuo. Yo de ellos, de mis alumnos, he aprendido tolerancia, respeto, ideas nuevas, amplitud de miras... tantas cosas. Y ellos, espero que también les haya servido de algo conocer otros modos de ver la vida, despertarles la curiosidad, saber escuchar...

      Eliminar
  15. No sé cómo se escribe aquí. Soy Beatriz Garrido, un desastre para el móvil, casi no lo cojo.
    El otro día intenté escribirte y , cuando estaba terminando, me sonó el móvil, lo cogí, y se me borró todo. Hasta ahora no había podido volver a escribir. Y quiero hacerlo! No sé si me saldrá.
    Qué bonito, Isabel, lo que escribiste de Alex. Su madre lo llamaba así, y nosotros, los maestros, también. Tendré que acostumbrarme a llamarlo Alejandro.
    Fui su tutora en primero y segundo de ESO. Ya tenía esa simpatía y dulzura que sigue teniendo, pero además, era un torbellino.Ja,ja!
    No tuve la oportunidad de verlo en el Auditorio; una lástima! Pero, lo he visto el teatro, cine, televisión... Me siento orgullosa.
    Empezábamos en el colegio la jornada continuada y teníamos q hacernos cargo de los niños una o dos horas por la tarde a la semana,
    Tres maestras creamos un taller de teatro y Alejandro fue el primero q se apuntó. Cuánto nos costó para que dejara de decir "ávaro" !.Ja, ja! Por fin lo aprendió.
    Al final, se representó " El avaro " de Molière en la fiesta de fin de curso.
    Desde entonces, se hizo dueño del micro
    en todas las fiestas del colegio.
    Yo les impartía Lengua e Inglés.En Lengua, siempre a remolque. .En inglés, sobresaliente.
    Solíamos llevar de excursión a los niños al Puerto de la Cruz, y yo aprovechaba para mandarles ,como trabajo, una entrevista en inglés a su nivel, claro. Alejandro hizo SIETE. Se ganaba a todo el mundo. Ya actuaba!
    Para mí, es un orgullo también que haya logrado triunfar en lo que, desde pequeño, soñó. Y lo que le queda, pues todavía es muy joven!
    Tengo que decir que fue un papel fundamental el de su madre desde el principio: mucho cariño y apoyo, pero también firmeza. Me imagino lo orgullosa que se tiene que sentir!
    Espero q no se borre.
    Perdona q me haya enrollado tanto!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta que te hayas enrollado tanto, Beatriz. Nos permite conocerlo un poco más. Ya Alejandro apuntaba maneras cuando fuiste su tutora. Cuando llegó a mí en el último curso ya tenía muy claro a qué se iba a dedicar. Sus profes nos sentimos orgullosos de él con toda la razón.
      Un abrazo grande.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html