jueves, 16 de abril de 2009

A la búsqueda del tesoro





Hace unos años mi amigo Daniel Duque, que coordinaba entonces el suplemento cultural en “La Opinión”, me pidió para la sección “La biblioteca personal de…” una lista de mis diez libros preferidos con el porqué de esa predilección.
Dado que es verdad que leo y releo mucho, la cosa me resultó un poco difícil. Al final opté por elegir uno de cada tema literario: una novela policiaca, “La piedra lunar” de Wilkie Collins, con ese personaje tan extravagante y entrañable que es el mayordomo Betteredge; una de literatura fantástica (por supuesto, “El Señor de los anillos”, de Tolkien, que me he leído once veces). De poesía hablé de “Palabra sobre palabra” de Ángel González. En novela histórica, elegí “La plata de Britania” de Lindsey Davis, la primera de la serie del detective Marco Didio Falco en la antigua Roma. De novela de humor puse una de mi admirado P.G. Wodehouse y de filosofía un ensayo de mi profesor Emilio Lledó. De ciencia ficción, opté por “Los desposeídos” de Úrsula K. Le Guin, que habla de un mundo extraño y fascinante que plantea la posibilidad de una sociedad anárquica. También en literatura española acababa de leer “El lápiz del carpintero” de Manuel Rivas y, como me había gustado mucho, la añadí. Y en literatura hispanoamericana, “Crónica de una muerte anunciada” de García Márquez que me gusta incluso más que “Cien años de soledad”.
Si ahora tuviera que repetir la lista, probablemente cambiaría algunos títulos. ¿Cómo no puse a mi querida Jane Austen (que me presta su nombre y su rostro para este blog) y su “Persuasión” u “Orgullo y prejuicio”? ¿O a Guillermo el travieso de Richmal Crompton, que me acompaña desde la infancia y al que de vez en cuando releo para reírme un rato? ¿O “La vida, instrucciones de uso” de Perec o esa joyita de “Paradero desconocido” de Kressmann Taylor o una biografía, con lo que me gustan?
Pero hay un libro que seguiría poniendo siempre. Fue el primer libro “serio” que leí y el que me abrió las puertas de la literatura, el que me proporcionó ese gozo de dejarte atrapar por una historia y de no querer que termine nunca. Ese libro fue “La isla del tesoro” de R.L. Stevenson.
Lo tiene todo. Sentimos al principio el miedo de Jim y su madre en la oscuridad de la noche, esperando y temiendo que vengan a matarlos. Oímos las risas y los cantos de los piratas: “Son quince que quieren el cofre del muerto,/ son quince y una botella ¡Oh, oh, oh! ¡Viva el ron!”. Participamos de la camaradería y del empezar a tomar decisiones. Y, sobre todo, vivimos la aventura del mar del protagonista, joven, casi un niño, como era yo cuando la leí por primera vez, y al que se le abría el conocimiento de un mundo nuevo y de personajes inolvidables. Como ese Long John Silver, truhán y sinvergüenza, pero con un encanto al que Jim, aún conociéndolo, no puede sustraerse. ¡Cuántos Long John Silver hemos conocido en la vida!. Y, claro, está la búsqueda del tesoro, el viejo juego del escondite unido con la ambición y la curiosidad humana.
A veces juego con mis nietos a “esconder tesoros”, como el domingo de resurrección pasado con huevos de pascua escondidos por el jardín. Oigo sus vocecitas agudas –“Caliente, caliente, como el agua de la fuente” o “Frío, frío, como el agua del río”- y percibo el entusiasmo que toda búsqueda proporciona.
Los fantasmas de Jim y Long John Silver nos acompañan. 

15 comentarios:

  1. Ahí van los míos, aunque me dejo muchos en el tintero...
    - Novela policiaca: El misterio de las siete esferas, de Agatha Christie
    - Literatura fantástica: La historia interminable,de Michael Ende. El señor de los anillos, de Tolkien. Memorias de Idhún, de Laura Gallego. Harry Potter, de JK Rowling...
    - Poesía: Rincón de Haikus, de Benedetti. Palabra sobre palabra, de Angel González. Otro tiempo, de WH Auden...
    - Novela histórica: La Pimpinela escarlata, de la Baronesa d'Orzy.Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas. Ivanhoe, de Walter Scott.
    - Humor: Dejádselo a Psmith, de Wodehouse. Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell...
    - Temas médicos: El médico, de Noah Gordon.
    - Hispanoamericana: El amor en los tiempos del cólera, de García Marquez. Primavera con una esquina rota, de Benedetti. Mi planta de naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos
    - Española: Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite.

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  2. Coincidimos en casi todos. Con "Mi planta de naranja-lima" me hinché a llorar y "El médico" siempre la recomendé a mis alumnos (junto con "El nombre de la rosa" de Umberto Eco) para que tuvieran una idea de la filosofía medieval y las tres grandes religiones judía, cristiana y árabe. Me divertí y me sigo divirtiendo con Wodehouse y con Durrell, y también con David Lodge o Jardiel Poncela.
    Muchos, muchos quedan en el tintero.

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  3. Pareja de ases, de tal palo tal astilla.

    Un abrazo para las dos, de una paloma mensajera, allende los mares...

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  4. A mí, el camino hacia este noble "vicio" de la lectura, me lo abrieron los cuentos de los hermanos Grimm. Los reunía un volumen con tapas verde oscuro, de letra apretada y pequeña (muy posiblemente, para que cupieran todos) y alguna que otra ilustración, a plumilla, en cada cuento. Nos lo regalaron mis padres, a mi hermano y a mí, en un día de Reyes, cuando teníamos diez u once años. Detrás de ellos han ido surgiendo joyas de todo calibre: más grandes, más diminutas, más opacas o más brillantes, de metales nobles o aleados... pero, todos, al fin y al cabo, joyas.
    Aunque no haya leído ni la cuarta parte de lo que lo has hecho tú, Jane, me costaría mucho decidirme sólo por diez títulos. No sabría elegir ni con el criterio que has aplicado para tu lista. En cualquier caso, lo importante es saber valorar lo que leemos y cuánto podemos disfrutar y aprender a través de la lectura. Sea cuál sea el tema (histórico, ficción, ensayo, policíaco...) o los soportes (periódico, revista, libro de papel o informático...). Y aunque parece que este noble "vicio" no se ejercita por los más jóvenes, tenemos que procurar inculcarlo a los que nos quedan más cerca, ¿verdad?.

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  5. Gracias, Gangas, un abrazo para ti también. Y es verdad que por lo menos en leer Ana y yo somos muy parecidas, nos gustan más o menos los mismos libros y tanto ella como yo sabemos que, si recomendamos un libro bueno, a la otra le va a gustar. Por eso a la hora de regalarnos libros (cosa que hacemos en cumpleaños, reyes o cualquier otra ocasión de regalos), nunca hay problema de devolución. Ventajas de las afinidades...

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  7. La verdad, Cehachebé, es que lo de elegir sólo 10 títulos es un problema porque sabes que siempre se te quedan atrás muchos títulos y porque también dependen tus preferencias del momento que estés pasando en tu vida. Cada libro tiene su hora. Hay algún libro que he desechado a la mitad y lo dejo dormir un tiempo. Y luego lo abro, empiezo a leer y no lo puedo dejar. Borges dijo: "Si un libro les aburre, déjenlo. Llegará un día en que el autor sea digno de ustedes y ustedes serán dignos de ese autor". Sólo dejo un libro sin leer definitivamente si está mal escrito (que también los hay).
    Un abrazo.

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  8. (Hace 4 años)
    Es tan dificil elegir o determinar cual es tu preferido o cual te gustó más, cuando eliges uno enseguida piensas y este y este y aquel, es lo que tiene la literatura con su variedad de géneros y autores. Yo voy a elegir los primeros que me gustaron, que casi todos coinciden con mis preferidos y sobre todo porque fueron los que me motivaron a seguir leyendo.

    - Novela policiaca: Maldad bajo el sol, de Agatha Christie.

    - Literatura fantástica :Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne.

    - Poesía : Rubaiyat, de Omar Kheyyam. Versos Sencillos, de José Martí.

    -Novela histórica: Historia de dos ciudades, de Charles Dickens. Embajador en el infierno, de Torcuato Luca de Tena ( uno de mis escritores favoritos ).

    - Literatura infantil: Los cuentos completos, de Beatrix Potter. Mortadelo y Filemón, de F.Ibáñez.

    - Novela narrativa: El árbol de la Ciencia, de Pio Baroja.

    - Humor : Mi familia al derecho y al revés , de Efraim Kishon. La saga de Don Camillo y Peppone, de Giovanni Guareschi.

    - Temas actuales: Más grandes que el amor, de Dominique Lapierre.

    - Novela hispanoamericana : El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez. Lo que está en mi corazón, de Marcela Serrano.

    - Novela española: Cinco horas con Mario, de Delibes. Nada, de Carmen Laforet.

    -Un libro que recomiendo: Eminencia, de Morris West.

    -Un autor para disfrutar: Frederick Forsyth.

    -Un autor que se me atraviesa : Antonio Gala.

    - El último libro que leí y me gustó: Como agua para chocolate, de Laura Esquivel.

    - Y el último que me cansó: La sombra del Viento, de Carlos Ruiz Zafón.

    - Dos extraordinarios best seller: Sybil, de Flora Retha y El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald.

    - Lo que estoy leyendo: nº 42 de HISTORIA, de National Geographic ( Una revista que nos gusta mucho en casa )

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  9. Lo bueno de hacer listas, Ancaria, son los comentarios después y tener en cuenta las recomendaciones. Muchos de los mejores libros que he leído han venido por el boca a boca. En tu lista hay muchos que he leído y otros que no. No conozco el de Torcuato Luca de Tena ni los de Efraim Kishon y Flora Retha. Los demás, sí, y he disfrutado con muchos de ellos (a mí sí me gustó "La sombre del viento"), e incluso he trabajado alguno como "El árbol de la ciencia". De Gala he leído poco pero me gustaban mucho sus artículos, tiene musicalidad y ritmo al escribir. Y con Frederick Forsyth me quedé una noche hasta las 5 de la mañana leyendo "La arternativa del diablo". Creo que es la única vez que he hecho ese disparate.

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  10. El fin de semana pasado El País publicó una lista de libros importantes en la vida de un centenar de escritores en español y eso me ha hecho preguntarme: ¿cuáles son los diez libros que de alguna forma han significado algo en alguna etapa de mi vida?

    Después de pensar un rato creo que son estos:

    1.- Guillermo el travieso de Richmal Crompton aunque serviría cualquiera de la serie escrito antes de 1945, depués perdieron parte de su encanto.

    2.- Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. El capitán Nemo es una de mis personajes favoritos.

    3.- Yo, robot de Isaac Asimov, porque fue el primer libro de ciencia ficción moderna que leí e hizo que me apasionara por el género.

    4.-. Las desventuras del joven Werther de Goethe, una tierna, apasionada y desgraciada historia de amor

    5.- La rama dorada de Frazier. No es narrativa propiamente dicha pero es un libro que abrió campos del conocimiento hasta aquel momento desconocidos para mí.

    6.- Los pasos perdidos de Alejo Carpentier. Esa extraña ensoñación de las selvas americanas…

    7.- Los papeles póstumos del Club Pickwick de Dickens. Novela enormemente divertida.

    8.- Guerra y Paz de Leon Tolstoi porque ¿cómo no identificarse con Michel?.

    9.- Bajo el volcán de M. Lowry por ese alucinado mundo alcohólico del cónsul.

    10.- La vida intrucciones de uso de Perec. El mundo y la vida entendidos como un inmenso y detalladísimo puzzle.

    Me estoy quedando corto, ahora me doy cuenta de que hay muchos más pero he dicho diez y creo que son estos. ¿O no?

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  11. Me encanta tu lista, Melchor, aunque supongo que, como yo, la variarás de vez en cuando. Para mí, Guillermo y sus aventuras fueron un referente en mi infancia y de vez en cuando las releo porque son divertidísimas, pero me parece que mis nietos van más por Gerónimo Stilton. El primer libro de ciencia ficción que leí yo fue "2001, una odisea del espacio" de Arthur C. Clarke, que me fue recomendado por mis alumnos. Después de ese, las novelas de ciencia ficción me encantan pero por épocas. De Asimov también me gustaron todas las del ciclo de "Fundación". Y "Guerra y paz" y "La vida instrucciones de uso" también están entre mis preferidas. Nadie nos puede quitar los ratos tan buenos que hemos pasado con ellas...

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  12. Leer tu post y los comentarios que le acompañan, querida Jane, ha hecho que esos libros que dejan poso en la memoria - mientras la conservemos -, hayan venido a la mía como a borbotones...
    Nunca he leído por géneros sino más bien por autores o por recomendación de aquellos lectores empedernidos que me inspiran confianza o porque me los han regalado. Probablemente, a mí me enganchó a la literatura y a la lectura una recopilación de los cuentos de los hermanos Grimm, que me regalaron mis padres cuando tenía nueve o diez años. También, las historias de la Historia Sagrada o novelas juveniles de aventuras, históricas, románticas, de misterio, etc., como La máscara de hierro, Ivanhoe, Robinson Crusoe, Genoveva de Brabante, alguna de Emilio Salgari y casi todas las de Julio Verne y de Agatha Cristie.
    De la literatura sudamericana, me han gustado sobremanera La tía Julia y el escribidor, con la que me reí mucho, y, por encima de todas, Confieso que he vivido, de P. Neruda, que me marcó como nunca pensé que lo haría una obra literaria. El nombre de la rosa, de Umberto Eco fue un hallazgo sorprendente.
    De los autores españoles que he leído, ninguno, para mí, como D. Miguel Delibes, del que lo conozco todo, salvo su última novela, por falta de tiempo. De autores más jóvenes, Antonio Muñoz Molina con su Ventanas de Manhattan, me parece un magnífico escritor, al igual que Juan Manuel de Prada con La Tempestad. De Antonio Gala me han regalado varias y no he podido completar ninguna. Sólo recuerdo, con agrado, un librito que recogía sus Charlas con Troilo, publicado hace mucho tiempo.
    Hay mucho más, pero éstas son las que evoco de inmediato, siempre que alguien habla de libros preferidos. Siento no disponer de todo el tiempo que quisiera para leer mucho más, pero nadie me quita todo lo que ya he leído y con lo que tanto he aprendido y disfrutado

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  13. Nadie, efectivamente, nos puede quitar esas horas de placer y disfrute. Una vez leí una frase que me hizo gracia y que me llevó a mis años juveniles pegada a una novela apasionante: "Nadie que sepa leer puede limpiar con buen éxito una buhardilla". Tiene toda la razón, estás ordenando libros y, de repente, alguno te llama y te ves ojeándolo y hojeándolo, y luego lees el primer párrafo y, si te atrapa, estás perdido y empiezas a vivir otra vida: adrenalina pura.
    De los que nombras, me gustó muchísimo "Confieso que he vivido". Y, claro, las poesías de Neruda que tengo en libritos sobados y manoseados de tanto releer pero que me resisto a cambiar por nuevos. Sería como despedirse de un viejo amigo.

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  14. (Hace 4 años)
    Yo tampoco soporto a Gala, nunca he terminado un libro suyo, ni tampoco a Sánchez Dragó, pero me encanta Miguel Delibes, uno de mis preferidos es "Mi idolatrado hijo Sisí", García Márquez, "El coronel no tiene quien le escriba" " El amor en los tiempo del cólera". De pequeña me leí todas colecciones de los cinco y de los sietes secretos de Enid Blyton. Mi madre y Enid Blyton son las"culpables" de mis horas en vela leyendo. Recuerdo aquellas Semanas Santas en las que no se podía ni cantar, ni reirse en voz alta ni lavar, ni barrer el patio, porque era pecado. Ahora si se podía leer y yo lo hacía encantada. No voy a poner mas títulos porque me dejaría muchisimos en en tintero.

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  15. Debes de ser muy joven, Masé, porque Los Cinco y Enid Blyton son de la época de mi hija. Ella los tenía todos (y también los leía yo), junto con Los Siete Secretos (creo) y Los Tres Investigadores de Alfred Hitchcock. De mi época fueron, en cambio, los de Celia, los de Antoñita la Fantástica, los de Guillermo... ¡Qué bueno que nunca se hayan dado cuenta de que leer da tanto placer! Lo hubieran prohibido también como pecado y nos habrían privado de abrir la mente a otras realidades.

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