La vida a veces se parece a una película del oeste, con su lucha por
sobrevivir con dignidad, sus saloones y sus héroes y villanos.
La mejor heroína que he conocido se llama Macu y vive en Nantes. Cuando a mi
hijo, estudiando allí, lo operaron de apendicitis, una amiga, que tiene miles de
primos repartidos por el mundo, me dijo que casualmente tenía una prima en
Nantes y la llamó para ver si se interesaba por él en el hospital mientras
nosotros llegábamos. Macu, sin conocernos, no sólo fue al hospital, habló con
los médicos y acompañó a mi hijo, sino que, cuando llegamos, no permitió que
fuéramos a un hotel y nos llevó a su casa. Cuando no nos funcionó la VISA
(porque en ese viaje nos pasó de todo), pagó la operación (unas 500.000 pesetas
entonces) y, cuando a mi hijo le dieron el alta, se lo llevó a su casa una
semana para que se “empelechara”. Macu es menuda, de sonrisa fácil, ojos claros
y barbilla voluntariosa. Es del Puerto de la Cruz y está casada con un francés
que es otra alma de Dios y tienen dos niñas. Para mí es Santa Macu.
Pero, igual que esto, en la vida también te encuentras villanos.
Villano fue mi profesor de Estética que hizo de una asignatura que trata de
la belleza un bodrio inaguantable. En el examen final fui una hora antes para
“adornar” el pupitre con palabras mnemotécnicas que me ayudaran a recordar
horribles listas de ya no me acuerdo qué. Cuando llegó, dijo que mejor nos
cambiábamos de aula. No sé ni cómo aprobé.
Héroe es mi profesor Emilio Lledó que, no sólo nos enseñó filosofía, sino que
nos abrió los ojos a otra manera de ver y de vivir.
Villana es la que me dice a mi hermana y a mí (le llevo 5 años) que si somos
madre e hija.
Héroe es quien me dice a mi hija y a mí que parecemos hermanas.
Villano es quien te dice, incluso a estas edades, cuando te ven con un
blusón, que si estás embarazada.
Héroe es quien te asegura que estás más delgada (aunque en la pesa esta
mañana sólo sean 100 gramos menos).
Villano es quien te dice que sí hombre, que no tiene otra cosa mejor que
hacer que leer este blog.
Héroes son ustedes, quienes me leen a pesar de todo y comentan y aportan sus
propias experiencias, participando en este diálogo universal que es la blogfera.
Así que en esta etapa de mi vida me estoy rodeando cada vez más de héroes y
tomándome con filosofía y buen humor a los villanos, para, al final, no ser como
Lucky Luke cuando se va en su caballo hacia el ocaso: un pobre cowboy solitario…
(Hace 4 años)
ResponderEliminarQuerida Jane, "De bien nacidos es ser agradecidos" y está claro que tú tienes motivos para serlo con tu Santa Macu y, también, para considerarla tu mejor heroína. Creo que has llegado a una buena conclusión al ignorar a los desgradables y sólo tener en cuenta a los que procuran hacernos la vida más llevadera. No esperaba menos que esta filosofía de quien ha sido, durante muchos años, una magnífica profesora de ídem.
Cehachebé, me he dado cuenta de que en todos sitios cuecen habas y hay héroes y villanos. Hace poco oí hablar de que el Vaticano es una red de cuervos y víboras, fíjate tú. Pero también sabemos de gente que se reinventa la existencia y se sobrepone a un palo, a la crisis... Hay muchos tipos de heroicidad, aunque no sean espectaculares ni vuelen como Supermán.
ResponderEliminarCada uno tiene sus propios héroes y villanos. Mi villano favorito es un culichiche que vive en mi ciudad que una vez que estuve ingresado en el hospital no sólo no le preguntó a mi mujer por mi salud, sino que se dedicó a decir a todo el mundo que yo tenía una mala enfermedad y que a saber dónde la había cogido.
ResponderEliminarMis héroes en este momento no pueden ser otros, mi nunca bien ponderada Jane, sino los ciudadanos y ciudadanas que tratan de llegar a fin de mes y echar para adelante a su familia.
Salud.
Tienes razón, Simplón. La entereza ante una situación límite es la característica de los héroes. La hemos visto en los que ayudaron en la última catástrofe ferroviaria en Santiago y en los que ayudan en Lampedusa, aunque muchas veces las autoridades se porten como villanos. Muchas veces los héroes son nuestros vecinos.
ResponderEliminarY al villano culichiche, que le den.
Es curioso: en esta vida todo es del color del cristal con que se mira. No puedo yo llamar héroe al que me pregunta si mi madre y yo somos hermanas (sólo puede ser un villano)
ResponderEliminarBueno, estaba exagerando. Esos que se equivocan, tanto en ponerme como madre de mi hermana (a la que le llevo 5 años) como en ponerme como hermana de mi hija (a la que sobrepaso en 24 años), más que héroes o villanos son cegatos, despistados y, sobre todo, poco discretos. Calladitos estaban más guapos.
ResponderEliminarSin duda Macu se portó conmigo como si fuese su propio hijo, y eso no se nos olvidará nunca. Una verdadera heroína , sí señor.
ResponderEliminarAh, y para el Villano fue el tio del palillito en la boca que me vino a buscar y a meter mi camilla en el quirófano sin haberme dicho de qué eran aquellos dolores.
Besos mamá, digo Jane
Y además todo eso en francés. El episodio de Nantes ha sido uno de los más estresantes de mi vida. Pero ¿ves? donde menos se espera se encuentra ayuda. Y no hacen falta grandes recursos ni capa o espada: sólo comprensión, empatía y solidaridad.
ResponderEliminarMe pido ser Rantamplan.
ResponderEliminarJajajaja... Sabrás que es uno de mis héroes. Además, sin querer, ayuda siempre a Lucky Luke a capturar a los Dalton. O sea, que a su arrojo une la modestia. Es un crack.
ResponderEliminarOh que señor más amable, me voy a tirar en sus brazos
ResponderEliminarA ese arrojo me refería :-D
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