Hace 4 años le escribí esta carta a Mark Zuckerberg ante los cambios que de vez en cuando hace en facebook ¿y quieren creer que no me ha contestado todavía? Estará liado, supongo, pero de todas formas no pierdo las esperanzas
Querido Mark Zuckerberg:
Te escribo con la confianza que me da saber que, cuando naciste y eras un
bebé berreante y meón, yo ya formaba parte de la sociedad adulta que te iba a
educar: tenía ideas más o menos claras sobre cómo hacerlo, daba clases de
filosofía, había escogido un compañero para lo bueno y para lo malo, había
tenido dos hijos, había optado por la vida en el campo y no en la ciudad… Es
decir, ya había elegido caminos –y cerrado otros- por lo que transitar, mientras
que tú todavía te dejabas llevar.
Sé que tú, después, creciste en altura y sabiduría, y que creaste ese invento
tan impactante que es el Facebook, feisbuk para los amigos. He tenido muchos
alumnos como tú, gente inteligente e imaginativa, que sabía mirar el entorno con
ojos limpios y ver posibilidades donde otros veían la realidad pura y dura. Te
valoro, pues, como los valoré a ellos, y doy gracias por que haya personas así
-Platón, Galileo, Darwin, Marx, Freud, Einstein, tú – que contribuyan a
conocernos mejor y a hacer más ancho y cómodo el mundo que habitamos.
Pero tampoco te creas que tu descubrimiento es algo tan nuevo. Existe desde
siempre, desde que los humanos no sólo nos miramos el propio ombligo, sino que
también nos gustan los ombligos de los otros: cómo piensan, cómo se relacionan,
qué es lo que hacen, adónde van. Existió en el ágora ateniense, en los patios de
vecinos, en las plazas de los pueblos, en la Avenida de Anaga o en la Rambla del
Santa Cruz de mi adolescencia, en la Plaza de la Catedral de La Laguna ahora…,
en todos los lugares del mundo donde la gente vaya a encontrarse con conocidos o
desconocidos (que dejan de serlo); lugares en los que se habla de noticias, de
música, de eventos y de cotilleos; en los que nos enseñamos unos a otros las
fotos del último viaje o las del niño que acaba de nacer y llegar a la familia,
Siempre han existido esos lugares de encuentro que hacen posible el acercamiento
entre todos, la comprensión y la amistad.
No, el invento no es nuevo. Pero lo que tú y otros como tú han hecho de
rompedor y grandioso es lograr que la plaza del pueblo abarque todo el planeta;
que no haya 100 o 200 personas paseando por la avenida online, sino 800
millones, 500 conectados a la vez en algún momento del día. Y lo han hecho de
una manera tan fácil que, hasta jubiladas como yo, lo sabemos manejar
relativamente bien.
Por eso, ante tu anuncio de nuevas funcionalidades, tu pretensión de que uno
se pase la vida entera en la red social (también nos gustan las redes sociales
alternativas, oye, el cara a cara, el mirarnos a los ojos y el reírnos juntos),
tu intención de ampliar el botón “me gusta” o de cambiar el orden cronológico en
que aparecen las noticias, yo te pido, por favor, que no nos cambies el feisbuk.
Que nos dejes con nuestra página de inicio tal cual, con los enlaces donde
estaban, con nuestro ratito al día para conectarnos pero no enviciarnos, con la
plaza familiar conocida. “No la toques ya más, que así es la rosa…”.
Y es que, además, ahora que aprendí a decir peliúcola, me lo cambias a flim.
Un abrazo y, como decía mi abuelo, ten fundamento.
Muy buena la carta, sí señora. No viene mal recordar a estos jóvenes cerebros que nada nuevo existe bajo el sol. Y se los dice alguien anti-redes sociales internéticas (perdón por el palabro), pero que me parece muy bien que existan para quienes sí disfrutan con ellas.
ResponderEliminarLas mías son las otras, las de la cercanía, las del abrazo, las del brazo por encima, las del oír y ver la sonrisa o la cara seria de los otros. En fin, las mías son más de petit comité.
Siempre me asustaron las masas y me disgustan las reuniones de mucha gente. Imagínate, pues, lo mucho que deben asustarme esas millonadas de interconectados a los que no puedo ver ni oír. Sólo leer aquello que escriban. Insuficiente para lo que yo entiendo como contacto humano. Si encima te dicen que tu perfil (por poco que pongas) queda anclado para siempre en esas inmensas redes, que no existe la posibilidad de borrarlo, eliminarlo, suprimirlo, desaparecerlo... menos me gusta.
Seguro que los sabios en la materia, -si me llegan a leer-, dirán que pertenezco a la Prehistoria y que debo ser más vieja que Matusalén. Si ese es mi perfil para ellos, debo ser así. Pero no me importa. No va a quedar perpetuado en ningún sitio y esa libertad es la que me gusta ejercer.
Querida Jane, queda constancia en este lugar (del que sí pueden suprimir mi comentario) el porqué de considerarme una anti-red social, aunque te apoyo en el ruego que haces al joven Zuckerberg.
Tiene sus cosas buenas, no te creas. Ayer, por ejemplo, charlé un ratito con una amiga muy querida de los tiempos de colegio mayor en Madrid. Le había perdido la pista y ahora nos hablamos de vez en cuando gracias a la red social. También es bueno saber de los alumnos, aquellos con los que hablabas en clase de lo divino y lo humano, y ahora sabes, por ellos, que te recuerdan y que siguen estudiando o trabajando aquí o allí. Veo las fotos de mis sobrinos, de Jesús desde Estados Unidos o de Carlos desde Barcelona, de mi alumno Dani que está en Polonia o de Sara, en Cáceres...
EliminarPero, claro, nada se puede igualar al contacto cara a cara, a esas sobremesas largas y tranquilas en las que charlas de todo, de lo intrascendente o de lo profundo, con risas y complicidades e incluso con silencios compartidos.
Lo otro, la red online, es bueno. Pero esto, el cara a cara, es lo mejor.
Desde luego desde que decidiste cambiar tu cámara de fotos con rollo por una digital, no hay quien te pare! dentro de poco te veo manejando un smartphone enganchada al whatsapp...
ResponderEliminar¿Un qué? Déjame apuntarlo para pedírselo a los Reyes Magos (y ya me dirás después para qué sirve).
EliminarY si vieras lo que echo de menos mi maravillosa cámara de fotos con rollo... Siempre hacía copia doble y le daba una a los amigos, con lo cual todos teníamos un recuerdo de las cuchipandas y saraos. Yo tenía unos tropecientos álbumes, todos ordenaditos por fecha, con cartelitos tales como "La familia asando un cochino en Agua García"... ¡Qué tiempos! Ahora, no tengo álbumes desde el 2008, todas las fotos están en el escritorio del ordenador bastante desordenadas y no las veo ni yo. Aparte de que, como la pantalla es pequeña, salimos todos como la Tierra, achatados por los polos. Sé que es más cómodo, sí, pero... nostalgiosa tengo el alma.
Y ahora, para que te entienda, lo único que tienes que hacer es traducir todo esto al inglés.
ResponderEliminarAh, ¿quieres decir que Mark Zuckerberg no tiene un traductor instantáneo entre sus inventos? Pues fuerte churro de red social sería ésta. Yo, por si acaso, estoy esperando su contestación.
EliminarLa verdad es que las redes sociales nos ayudan a socializarnos, ya sea con amigos del pasado, actuales o nuevas amistades; facilita las conexiones personales con colegas, nos ayuda a encontrar trabajo, montar un negocio, en nuestro quehacer diario …….pero no puede sustituir los encuentros en “la plaza del…….” o “¿tomamos un café, una cervecita y charlamos?
ResponderEliminarHoy murió Steve Jobs, el creador de Apple. Otro valor de las redes sociales, a añadir a los que tú dices, es que, precisamente por ellas, nos enteramos, al instante, de su muerte, igual que de cualquier noticia que pasa. No cabe duda de que sin él, Bill Gates, Zuckerberg y otros como ellos la vida de los hombres y el mundo serían radicalmente distintos.
EliminarHace años, alrededor del cambio de siglo, puse como ejercicio creativo a mis alumnos de COU que hicieran un comentario filosófico y buscaran una imagen que, para ellos, simbolizara el siglo XX. Algunos destacaron la carrera espacial, o las Guerras Mundiales, o el cine, o la Declaración de los Derechos Humaos. Pero los más pusieron la imagen de un ordenador y el auge de las redes que conectan los puntos de la Tierra.
Creo que, por lo menos, todos debemos estar agradecidos a estos jóvenes genios por habernos puesto el mundo al alcance de la mano.
Las redes sociales tienene sus ventajas pero el encanto de una reunión de amigos, dificilmente lo pueden sustituir.De vez en cuando, el desconectarse y gozar de las tertulias cara a cara, es un placer tan agradable como tomarte unos camarones con una cervecita superfria en un día de calor.¡prueben para que vean!
ResponderEliminarTú sí que sabes gozar de la vida. Como ya dije en "¡Ay, qué placer!", el primer trago de esa cervecita y lo que le acompaña es uno de esos pequeños placeres que no se sustituyen con nada. Ni Facebook, ni messenger, ni santas pascuas. Un abrazo y sigue disfrutando.
EliminarClaro que las redes sociales son importantes, pero hay un problema. Nosotros los que entramos aquí, somos adultos y muchos "talluditos", pero:¿Qué pasa con los jovenes en las redes sociales?.
ResponderEliminarTengo hijos todavía adolescentes y no me gusta el"Salsa Rosa Mundial" en el que se ha convertido este Facebook. Todo el mundo sabe lo que le ocurre al vecino, sus cumples, sus eventos, pero también sus dolores y sus miserias, y muchos, muchos de los que allí aparecen lo están pasando mal, porque su vida personal es pública, y los demás lo utilizan, algunas veces, para hacerles daño.
Ya sé que algunos dirán que existe la privacidad, pero eso no se lo cree nadie. Y si no me creen, pregunten a cualquier informático sobre la privacidad y verán la risa que le da. Un abrazo.
Hasta la Duquesa de Alba, que se suponía que era una dama, dijo en público que su nuera era mala y envidiosa (ruego por que a mí la edad no me desinhiba hasta ese punto de decir lo que pienso de una persona y herirla) Palabras, dimes y diretes, que nunca debieran salir de la esfera de lo privado, y, a veces, ni siquiera de la esfera de lo mental, se avientan alegremente como quien sacude alfombras, desprendiendo suciedad.
EliminarEl derecho a la intimidad y a la privacidad es uno de los más vapuleados en nuestro siglo, y a eso no son ajenos los medios de comunicación, y las redes sociales en particular. Y los adolescentes son, como siempre, la parte más vulnerable, por su deseo de afirmarse y ser aceptados por el grupo.
Esa es una de las batallas que tenemos que emprender continuamente padres y profesores, el que aprendan a separar bien lo privado de lo público y a defender que "Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques". Es el artículo 12 de la Declaración de los Derechos Humanos. que nuestra Constitución actualiza en el artículo 18.4: "La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos".
Un abrazo, Juan, y ánimo. La adolescencia es una etapa turbulenta pero pasa.
Pulgares arriba!!! Son herramientas, muy buenas, no verdades universales. Un día de estos nos cortan la luz y nos vamos al carajo. Mientras tanto, disfrute, comparta y participe en las redes sociales. Es uno de los pocos remansos de libertad que nos quedan!! Ay si yo le hablara del IRC en los 90... Pero eso, querida amiga, es otra historia, y como tal merece ser narrada en otro momento.
ResponderEliminarCuenta, cuenta. Confieso mi ignorancia acerca del IRC. ¿Es una especie de chat? ¿Sigue existiendo hoy? ¿Se diferencia en algo de los chats habituales?
EliminarY sí que es verdad que las redes sociales son tecnologías hechas para la libertad y que, a pesar de que muchos gobiernos quieren meter mano, eluden censuras, y el pensamiento y la expresión vuelan por ellas libremente. A ellas se deben en parte muchos de los cambios ocurridos últimamente en regímenes dictatoriales. Y también es verdad que, como toda herramienta, puede ser muy buena y puede ser muy mala, dependiendo de quién y cómo se use.
De verdad, me has ganado por la mano en esto de estar al día, Jane, yo ni sé cómo es esa página ni voy a saberlo, porque estoy fuera de facebook y me temo que voy a seguir estándolo.
ResponderEliminarTampoco te pierdes gran cosa, Loque. Estar en facebook es sólo una versión edulcorada y pobre de estar con los demás. Sí, sirve para contactar de nuevo con quienes has perdido de vista pero se supone que, si de verdad te interesan, ya los verás cara a cara en algún momento y eso es lo que verdaderamente vale. Como han comentado muchos aquí, nada sustituye al contacto, a dar un abrazo, a la conversación larga y tendida, a las risas y carcajadas sin necesidad de caritas o iconos (:-D) Y, desde luego, en plan escribir, siempre es preferible estos comentarios o los email, variante actual y más cómoda de las antiguas cartas, en los que nos podemos explayar más.
Eliminar¿Ni un me gusta?
ResponderEliminarNada, Cristino, ni un machanguito siquiera de esos que ha puesto ahora. Pa mí, que el muchacho no es muy delicado ni detallista.
EliminarPero que razón tienes... No desesperes que llegará antes o despues a los oidos del mozo....
ResponderEliminarPues vamos a ver, Vir. Esto se está pareciendo a aquellas botellas que uno echaba al mar en Canarias, por ejemplo, y aparecían al cabo de 78 años en Florida.
EliminarEscríbele otra, tal vez no la recibió.Para que te hagan caso tienes que ponerte pesada.
ResponderEliminarAh, no, no, Merci. Encima de que le hago el honor de escribirle, no voy a estar después dale que te pego, como si estuviera loca por que me contestara, ¡ni hablar!
EliminarPD (Estooo... ¿tendrás su dirección por ahí?)
No quiero desilusionarte, pero esos personajes no leen lo que reciben, aunque debes de ser insistente a ver.....Para mi el Facebook es maravilloso, es una ventana que la uso a diario, para compartir y expresar lo que siento, no tengo el complejo del que dirán, ya que mis amigas mas cercanas me dicen que ellas no escriben por temor, mis escritos me salen del alma, soy muy coloquial.....Lo importante es entrar al FB y saber como están los míos, aunque ahora me he vuelto mas cautelosa. Es maravilloso cuando vas reencontrándote con personas de tu pasado. Para mi es un escape que a diario hago, ya que tengo a mi hija lejos de donde vivo, chateamos, veo a todas las amistades que se han ido y como va creciendo la familia. Que fácil y económico es hacer un regalo de cumple, me da mucha alegría saber de todos al momento. Lo mismo que las noticias, soy fanática a todas las redes sociales. Me gusta que mi perfil no tenga nada de tristeza y y penurias, prefiero lo bonito aunque en el fondo se que existen.
ResponderEliminarNo me digas que no leen lo que reciben... Hay que ver, qué poco educados y qué poco complacientes. Estoy tentada de no escribirles más y fastidiarlos, hala ;-)
EliminarNo está de más ser cautelosa (no hay que creerse todo lo que dicen, porque muchas veces esto parece el reino del disparate, ni exponerse demasiado), pero tienes razón en que es una ventana al mundo y que puedes conectar con personas que tienes lejos. En este sentido es un gran invento que nunca imaginamos y que no ha hecho más que empezar. Afortunadas nosotras que lo estamos viviendo.
Besos.
Hum... recuerdo las tardes de domingos y festivos... El plan? Paseos en la plaza (grupos de adolescentes féminas enfiladas p'al drago... vuelta p'a S. Agustín... los chicos en grupo también haciendo lo mismo... las miradas subdisimuladas... quédate atrás y mira a ver si me miró... estoy guapa? la toga no me salió muy bien, qué tal me forma el pantalón? Se me corrió el rimmel?) camino al cine, parada obligatoria en la dulcería con avituallamiento p'a la butaca... durante el NO-DO adivina quién era la encargada de girar la cabeza cual coruja, p'a buscar dónde se había sentado el grupo masculino... Así pasaba la tarde/noche del domingo... mucho dolor de cervicales y pocas veces se atrevían a acercarse... Ainssssss... Ya en La Laguna, época universitaria la cosa cambió... tarde de domingos a alguna cafetería lagunera y lo mismo de otra forma... ellos en la barra y nosotras modositas sentadas... qué cosas las relaciones sociales... Y muditos todos/todas los unos con los otros... Cómo cambian los tiempos...
ResponderEliminar¿De verdad éramos así, Gladys? ¡Qué papelones! Me acuerdo sobre los 14 años pasear por la Avenida de Anaga (que entonces era el Tontódromo, como lo llamaban), y es verdad que había chicos por un lado y chicas por otro. Pero hubo un momento (15-16 años) en que nos dimos cuenta de que pan con pan, comida de tontos y formamos pandillas, que era más divertido. Tengo un recuerdo precioso de esos años (antes de irme a los 18 a estudiar la especialidad a Madrid) y de los planes que se nos ocurrían para esos fines de semana (playa, monte, bicicletas a La Laguna, bailes, guateques en casa de alguno, ... y risas). No sé cómo funcionan la gente joven ahora, pero por lo que he visto en los míos tampoco ha cambiado tanto.
EliminarEso sí, para ponerse de acuerdo, reunirse y comunicarse, el cambio ha sido como de aquí a la Luna.
Sencillamente, genial ! Gracias Isabel .
ResponderEliminarMás genial sería si el señorito me contestara ;-)
EliminarGracias a ti, Claudia.