martes, 10 de enero de 2012

¡Falsificación!




Las cenas de nochebuena en mi casa, e imagino que en todas las casas, siguen siempre el mismo ritual: aperitivos, comida, bailes y cánticos varios, amigo invisible…, y, en medio de todo eso, el momento estelar de la noche para los más pequeños: la visita relámpago de Papá Noel, que viene a repartir bolsas de caramelos y promesas de futuros juguetes. Nunca, nunca, en los 30 y pico años que lo venimos haciendo, ninguno de los niños (ni mis hijos, ni mis sobrinos, ni mi nieta), en el hechizo del instante, se ha fijado siquiera en que Papá Noel unos años era más alto, otros, más bajo e, incluso, en que alguna vez era una mujer (yo, sin ir más lejos).

Nunca, excepto este año. Nada más aparecer Papá Noel por la puerta, campanilla en la mano y saco al hombro, mi nieto de 6 años, el Terro, me dice todo excitado:

- ¡Falsificación! ¡Ese es el que estaba sentado allí! – señalando a la cabecera de la mesa.
- ¿Quién, Terro? ¿El primo Néstor? – le digo yo, haciéndome la sueca.
- ¡Sí, ese! ¡Fíjate en los zapatos! ¡Son los mismos! ¡Y es la misma voz! ¡Falsificación! – sigue él, mirando muy serio a Papá Noel que va a su bola, jo, jo, jo, mientras pregunta a mi nieta qué tal se ha portado este año.
- Además - continúa con la seguridad de un Sherlock Holmes -, mira alrededor ¿Quién es el único que no está aquí en este momento? ¡El primo Néstor!
- Habrá ido al water –apunto yo, ante su mirada conmiserativa de “ésta no se entera de nada”.
Todavía, cuando ya Papá Noel se ha ido y aparece mi primo Néstor, el Terro me mira triunfante (agarrando la bolsa de chucherías, eso sí) y dice: “¿Ves? ¡Falsificación!”.

Lo malo, pienso, mientras me río con él (porque realmente no sé qué decirle), es que a esta falsificación le seguirán muchas más en su vida. El mundo mágico, los Reyes Magos, el Ratoncito Pérez, falsificaciones. Encontrará amigos que le digan una cosa y, por detrás, harán otra: falsificación. Algunos que dirijan su país, ciudad o trabajo le prometerán cosas que luego no cumplirán: falsificación. Conocerá a personas que se pondrán máscaras para parecer lo que no son: falsificación. A saber cuántas bolas nos habrán colado a nosotros en nuestra existencia sin que nos hayamos dado cuenta de nada.

Pero también pienso, no sólo que mi nieto es un niño muy observador, sino que, a lo mejor, estas nuevas generaciones vienen mucho mejor preparadas que nosotros para que no les den gato por liebre. Y esto sí que sería algo realmente bueno.

Ojalá. En ello pongo mi esperanza.


(En la foto, el Terro y Papá Noel frente a frente)

28 comentarios:

  1. Pues sí, ojalá que sean más espabiladitos que a nosotros nos las han dado por todas partes, y si de paso no se creen todo lo que le cuentan, ya sea que Ricky Martin tuvo no sé qué perro, que el metro de Madrid es el más barato del mundo o que no te han llamado porque han perdido tu teléfono, pues mejor.

    Ya es mala pata que fuera el primo Néstor al baño justo cuando vino Papá Noel, que se lo perdió y todo. Cáchis.

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    1. Es que el pobre primo Néstor está de la próstata y lleva perdiéndoselo tres años seguidos...

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    2. ¡No me digas que lo de que han perdido mi teléfono no es verdad! Y yo que pensaba que por eso no me llamaban a los casting a los que me he presentado... Yo he tenido amigas y parientes que parecían Antoñita la Fantástica y yo me creía todo lo que decían ¿Por qué ibas a dudarlo?¿Qué ganaban con contarnos trolas? A no ser, creérselas y pensar que su vida era más excitante de lo que era.

      Subí la foto más tarde porque estuve buscando entre las de la familia una como ésta en que se viera al Terro (futuro superdetective) y a Papá Noel frente a frente en la hora de la verdad. Y es verdad que mi primo se quedó desolado al ver que no alcanzó ni un caramelo (el comentario de Jomeini también debe ser falsificación)

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  2. Sí, querida Jane. Me parece que tu nieto es el anticipo de una buena nueva: los que no se van a dejar engañar por los charlatanes de turno o por los que tienen un "déjame entrar" especial para embaucar a los más ingenuos y desinformados.
    Esa es mi esperanza también y aunque es probable que no lo vea, por razones obvias, me basta con imaginármelo a través de historias tan refrescantes y agudas como la de David. Al muchachito le viene de raza y espero que no sea el único.
    Un beso para él y un abrazo para ti.

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    1. Frente a la credulidad, la educación, que es otra cosa distinta a la instrucción.El otro día oí por la tele una charla entre Iñaki Gabilondo y mi profesor Emilio Lledó y éste, una de las mentes más lúcidas que conozco, decía que educar es crear el reino de la libertad, que es un proceso de oxigenación, que es lo que crea riqueza en un pueblo. Muchos estamos de acuerdo con él: a más educación, menos comulgaremos con ruedas de molino. Del Terro y sus coetáneos es el futuro.

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  3. Recuerdo que nos hartamos de pedir un perrito para Navidad, pero se nos olvidó indicar que éste fuera de carne y hueso. Lo peor fue el Día de Reyes al encontrar, entre tanto zapato ( siete hermanos) ,un perrito de peluche con un cascabel al cuello. Aquello para mí fue una falsificación en toda regla. Una tomadura de pelo como la copa de un pino, muy propia de "aquellos" Reyes Magos de entonces...La ironía isleña que se aprende desde pequeños y que tan mal cae el peninsular...

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    1. Miguel, tienes que comprenderlo. Siete niños y un perro babeante y ruidoso, más su trabajo de profesora, es demasiado para una madre. Una de mis primas se compadeció una vez y en Reyes les dejó a sus niños un perro de verdad. Se pasó años lamentándolo porque, como suele ocurrir, a quien le tocó cuidarlo fue a ella. Por lo menos a ti te dejaron un sucedáneo. Yo no vi nunca (ni en foto) la casa de muñecas que también pedía todos los años.

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  4. Por cierto, yo fui la primera mamá Noela con 18 añazos...

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    1. No me acordaba. Creí que yo había sido la única mujer que se había asfixiado con toda esa pelambrera blanca.

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  5. Juan Pérez Pérez8 de enero de 2016, 14:34

    Yo no soy tan optimista como algunos de los lectores. No creo que la generación que venga vaya a ser distinta a las demás en este sentido.
    Verán cosas que nosotros no hayamos ni imaginado, espero que buenas, pero los de siempre seguirán por encima de los de siempre porque el sistema no lo va a permitir, y para pensar así, no hay que ver lo que está pasando, y como están acabando con las esperanzas de demasiada gente.
    Sé que parece muy pesimista, pero como decía "alguien", vamos a decir que es optimista realista.
    De todas maneras todavía sigo pensando que los Reyes Magos y Papá Noel son mágicos y que sólo sea por ver la cara de tu nieto, o de cualquier otro niño, merece la pena estar allí.
    Un fuerte abrazo, y a seguir vigilando a ese nieto, tiene futuro.

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    1. Sí, las capacidades de estas nuevas generaciones son las mismas, seguimos siendo todos homo sapiens y no pienso que vayan a ser más espabilados que nosotros (a veces las necesidades espabilan más que el tener la vida resuelta). Pero no cabe duda de que es distinta la información que recibimos nosotros -niños sin tele, ni internet, ni acceso a muchas lecturas en un país dictatorial cerrado al extranjero y en el que te censuraban todo lo que llegaba a tus manos- a la que reciben ellos, con padres nacidos ya en democracia, con películas y lecturas en cantidad muchísimo mayor que las que yo tuve a su edad, incluso con viajes (yo no fui a la Península hasta los 19 años, mis nietos van y vienen por lo menos 4 o 5 veces al año). Todo eso (unido a que, por parte de los educadores, también existe el objetivo de que aprendan a pensar), quieras que no, despierta la mente, y una mente despierta también puede cambiar la sociedad. De ahí mi esperanza en las generaciones futuras. Y velaré, desde mi papel de abuela, para que el Terro siga ese sendero. Un abrazo.

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  6. Pues sí, mi amiga y querida Jane, a estos enanitos cada vez se les engaña con mayor dificultad. Pienso que ahora nacen más espabilados y eso está bien porque si por un lado pierden precozmente la magia de esos momentos lo ganan con aprendizaje de la vida y así será más difícil que en un futuro les den gato por liebre. Sin embargo, hay muchos niños que prefieren el engaño a la realidad. Me explico. Cuando con 33 años mi vi con una hija de 8 y creyendo que los padres están en la onligación de explicarles de primera mano el origen de los Reyes Magos, me puse a la tarea y cuál fue mi asombro cuando mi querida niña comenzó a llorar desesperadmente diciéndome: "¿Cómo has podido hacerme esto?... Nunca te quise preguntar, pues, aunque lo sabía, no quería oírlo de tu boca, mamá" Yo quedé petrificada, me juré a mí misma no volver a ser tan "moderna" y dejar que las cosas discurrieran como antes había hecho mi madre conmigo o, lo que es lo mismo, contestar con naturalidad cuando yo le consultaba alguna duda sin tanta solemnidad. Te prometo que voy a actuar de la misma manera que mi madre con mi nieto porque este no va a montar un drama. Me va a decir ¡Ya lo sé, Yaya!, pero pensará... Mi abuela está un poco "pa allá". Un abrazo fuerte.

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    1. En mi caso, mi hija, también con 8 años, me vino un día del colegio diciéndome tan ufana que los reyes eran los padres, que se lo había dicho a todas la seño en clase. Y, naturalmente, tuve que admitirlo. A veces hay profes que se consideran Poseedores de la Verdad y meten la pata hasta el corvejón ¿Qué necesidad tenía de decirlo? Esas cosas se van descubriendo poco a poco, aunque es verdad que también a los padres nos sabe mal el engaño y lo hacemos para que tengan la misma ilusión que tuvimos nosotros (a mí no se me ha ido) Incluso con lo del ratoncito Pérez les di a entender desde el principio que era yo, para que no se asustaran de pensar que tenían un ratón correteando por la almohada...

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  7. Me gustó mucho el relato!!
    Estoy contigo, creo que las nuevas generaciones nos dan un baño. Están más capacitados que nosotros, que éramos más inocentes.
    Un beso.

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    1. Creo, Fernando, que los niños son siempre inocentes, por muy listos que sean. Es una de las maravillas de la infancia; y la pérdida de la inocencia es algo de lo que nunca nos recuperamos. Un abrazo.

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  8. Sin duda este relato me ha gustado mucho..

    Totalmente cierto que hoy en dia los niños disponen de mas información que cuando nosotros eramos pequeños por lo que su inocencia y la magia que conlleva la Navidad (Papa Noel y los Reyes Magos) cada vez les dura menos pero igualmente todos vamos creciendo y a lo largo de nuestras vidas vamos sufriendo diferentes falsificaciones pero el despertar precoz de estos renacuajos les puede ayudar en un futuro a que esta sociedad no les engañe.
    Sin embargo, pienso a la vez que la inocencia es lo mas bonito que hay por lo que todos deberiamos de sacar de vez en cuando el niño que llevamos dentro.

    "El hombre noble conserva durante toda su vida la ingenuidad e inocencia propias de la infancia." (Confucio)

    Un Saludo. Patri.

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    1. Sí a la ingenuidad como falta de malicia, pero no a la ingenuidad como falta de picardía, porque ésta te puede a veces hacer caer en trampas (sin ir más lejos, en un examen tipo test). Sí también a la inocencia que te hace mirar las cosas con ojos limpios y sin prejuicios. Y añadiría otro valor a la infancia, la curiosidad, que no te hace pasar de todo y que te lleva a avanzar en la vida ¡Grande este Confucio!

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  9. Pero qué sensatez y sabiduría destilan siempre tus palabras, Isabel, y cómo lo sabes decir...Es un placer siempre leerte. Totalmente de acuerdo.

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    1. Gracias, Elvira, tú sí que animas de verdad. Ya te dije en el Facebook que te voy a nombrar mi public relations manager :-D
      Un besote.

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  10. La "suplantación" no ha de confundirse con la "falsificación"
    A propósito de Papá Noel, y por extensión a los Reyes Magos de Oriente y el Ratoncito Pérez.
    Menos mal que tengo buenas referencias tuyas, y conozco de segunda mano que eres una persona muy capaz y cabal, porque al leer tu relato del Papá Noel, me has logrado despistar en un primer momento pero, luego me he dado cuenta de la verdad: te has dejado engañar por las circunstancias.
    Papá Noel sí existe, ¡válgame Dios! El que tu primo Néstor se disfrazara de tal, no es óbice para que no exista el original.
    Convendrás conmigo en que Papá Noel no puede recorrer todos los caminos y senderos para llegar a todos los hogares en el mismo instante, donde le estamos esperando con ansiedad todos; muy mayores, mayores, jóvenes y menudos. Es por ello que, algún mes antes, desde primeros de noviembre, comienza a recabar información para saber que debe regalar a cada uno de nosotros. Incluso, y estarás de acuerdo conmigo, en que casi todos los años más de uno recitamos en voz alta: para el año que viene pediré…
    Así que Papá Noel, mi querida amiga, el original, va nombrando a numerosos Papas Noeles familiares o conocidos, para que se encarguen de repartir la ilusión en cada hogar.
    Curiosamente nunca he visto a ninguno de ellos, en ninguno de mis largos años de vida, pero créeme cuando te digo que lo he sentido cada año desde que tengo uso de razón.
    Y, además tengo la suerte de que con los Reyes Magos de Oriente me ha pasado otro tanto de lo mismo. Y con el Ratoncito Pérez también; aunque éste último ya no me visitará más por razones ajenas a su voluntad.
    Y cada año, en las vísperas de ambos eventos, sueño tanto con el día en que vendrán como con las cosas que me traerán.
    Por favor, no te dejes engatusar por las apariencias ni por la racionalidad.
    Un abrazo cariñoso de un lector enamorado, de ti y de la ilusión.

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    1. Este post lo escribí, Antonio, hace 4 años, cuando mi nieto tenía 6 años y estaba consternado por la falsificación que él creía haber descubierto. Ahora, con 10 años. las cosas han cambiado y el lunes que viene voy a escribir sobre los Reyes Magos y sobre lo que tú y yo vivimos en esta fecha mágica. Seguiremos hablando del tema en el próximo post y créeme, estoy bastante de acuerdo contigo y desde ya estoy pregonando a los cuatro vientos lo que quiero que me traigan dentro de un año :-D.
      Otro abrazo grande para ti.

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  11. Y yo... Isa... No tiro la toalla... Serán mejores!!! Buen post!

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    1. Estoy convencida de ello. Aunque a veces me desanima ver la dependencia que tienen a las maquinitas... Pero bueno, también nosotras reuníamos estampitas de "Sissi Emperatriz"...

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    2. AJAJA... Dónde andará ese emperador...!!! Ni en el tarot lo encuentro... Qué cosas!!

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  12. Yasss" Isabel...me llegó muy al "interior de adentro" .Y fuerte niño cocúo! Jeje

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    1. Listo sí es, pero ¿qué va a decir su abuela?
      Gracias, Claudia.

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  13. Soledad Villalobos8 de enero de 2016, 19:17

    Ya decía algún insigne escritor aquello de: " Y toda la vida es sueño....."

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    1. Es verdad, Sole. Y todos sabemos que los sueños incluyen falsificaciones, sublimaciones, usurpaciones de personalidad... Y por supuesto, un mundo mágico.

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