Los "mendoadictos", como mi amiga Loque y yo, nos sabemos de memoria párrafos enteros de "La venganza de Don Mendo" de Pedro Muñoz Seca, y muchas veces los soltamos graciosamente para solaz de la concurrencia ("Todas por mí como un trapo y con igual pretensión ¡Ay, infeliz del varón que nace, cual yo, tan guapo!" y cosas así) Todos los años, el 13 de mayo, caen los siguientes versos, aquellos que dice Don Mendo tras la reja de la cárcel donde la pérfida Magdalena lo hace encerrar por un falso robo:
¡Trece de mayo ya! ¡Quién lo diría!
Llevo en esta prisión un mes y un día
sin por nadie saber lo que acontece
¡Y hoy es martes, gran Dios! ¡Martes y trece!
Los recitamos, no sólo a los "mendoadictos", sino también a los demás sufridores que nos rodean, que están un poco hartos de oírnos, esa es la verdad. Pero ahora no queda otra que traerlo a colación, incluso a este blog, porque este año el trece de mayo ya quien lo diría es también ¡martes y trece!, cosa que no suele suceder.
Ante un martes y trece podríamos decir, igual que Don Mendo: "¿Por qué me inspira un miedo extraordinario / esa cifra ¡ay de mí! del calendario?". Los martes y trece tienen más mala prensa que el ángel de la guarda de los Kennedy. Dicen que es porque los martes es el día dedicado a Marte, un dios especializado en guerras, berrinches y pataletas, y por eso aquello de "en martes ni te cases ni te embarques". Y que lo del 13 va por la Última Cena, que eran 13 a la mesa y ya sabemos como acabó la cosa. También por contar cuentan que la confusión de lenguas en la Torre de Babel fue un martes y 13, mira tú por dónde.
Pero ¿no es un poco exagerado todo? Porque mirándolo positivamente, ¿qué más da que haya 13 a la mesa si la comida está buena y la compañía es agradable? En las novelas románticas lo de ser trece a la mesa es la excusa perfecta para invitar a la pariente pobre de la que se enamorará en el acto Lord Pauncefoot, por ejemplo. Y lo de Babel fue estupendo para las escuelas de idiomas.
Todo esto ocurre porque buscamos causas y efectos en todo lo que nos pasa, y basta con que alguna vez en la historia se junten días martes y trece con sucesos infaustos para cogerle manía al dichoso día. Y es que los humanos somos así de supersticiosos, maniáticos e incoherentes. Mucho presumir de racionales, pero todos sabemos que dan mala suerte los gatos negros, pisar rayas en el asfalto, pasar por debajo de una escalera, vestir de amarillo en un estreno, derramar una copa de vino o romper un espejo. Y que atrae la buena suerte el tocar madera, levantarse con el pie derecho, echar la sal por encima del hombro, cruzar los dedos y tener objetos como herraduras, tréboles de 4 hojas o patas de conejo. Los humanos buscamos rituales para controlar lo incontrolable, yo la primera, que pongo un dedo en el techo del coche cada vez que paso por un túnel, no beso a nadie en la punta de la nariz o no me pongo los zarcillos rosas de los que ya les he hablado. Como escribió hace poco Elvira Lindo, contra el miedo a la vida vale todo, siempre y cuando los remedios no se conviertan en obsesiones.
Pero en el fondo todos sabemos que eso de unir hechos, cosas y días a la mala o a la buena suerte son paparruchas y que igual te sacas la lotería o encuentras al amor de tu vida un martes y trece ¿por qué no? Que a Don Mendo, por cierto, al final, ese día le fue estupendo: se salvó de ser emparedado, se fugó de la cárcel con ayuda de su amigo Moncada y empezó una fulgurante carrera musical como bello juglar. Aprendamos su lección, disfrutemos de cualquier día de la semana y digamos con Don Mendo:
Todos iguales para mí seréis...
¡Trece, catorce, quince, dieciséis!
Gracias, gracias, gracias por esta entrada que me tomo como un regalo.
ResponderEliminarDon Mendo es muy grande, por muchos motivos, pero sobre todo porque nos da a todos unas buena excusa para zafarnos de nuestras responsabilidades, echándole la culpa al maldito cariñena (que se apoderó de mí)
Ah, que los Monthy Phyton al parecer, cuando estaban preparando La Vida de Brian, estaban pensando algunos gags sobre la vida de Cristo y uno era las dificultades que tenían los apóstoles para encontrar mesa para 13 ¡eso sí que es mala suerte!
Pues a mí, plim: que vivo con un gato negro (al que adoras, como hemos visto), derramo la sal, me levanto con el pie izquierdo todos los días y paso por debajo de las escaleras. Y no me va tan mal, toquemos madera...
ResponderEliminarLoque:
ResponderEliminarEs que "La venganza de Don Mendo" es genial (y la versión de Fernando Fernán Gómez, maravillosa) Me gustó lo que dijiste en el anterior post sobre los mendoadictos y, si hay que tener un día dedicado a ellos ese día es el trece-de-mayo-ya-quién-lo-diría.
Frases para pasar a la posteridad (o por lo menos, para repetirlas) hay muchas: "vine a desembuchar y desembucho", "nunca ha de faltar un noble que robe más de la cuenta", "en esta boda no debe faltar este emparedado" y los primos de Pravia diciendo "para lavar el baldón, la mancha que nos agravia, Conde Nuño, henos de Pravia". Me río micho cada vez que la veo y lo curioso es que la última vez la vi con mi nieta y ella se echó a llorar con tanto muerto al final. Y yo: "Pero, ¿no te das cuenta de que es de broma y que los chorros de sangre salen como surtidores y que caen unos encima de otros y...?" Y ella, "buaaa".
Y mira, otra razón para cogerle manía al trece. :-D
Dra Jomeini:
ResponderEliminarNo sé si te acordarás de un cuento de P.G. Wodehouse, que se llama "Negro que trae suerte". Va de un gato negro por el que se pelean un chico y una chica, porque parece que en América los gatos negros traen buena suerte. A ellos se la dan porque se enamoran gracias al gato. Así que la cosa es bastante relativa. Igual tu gato "Coque" tiene raíces americanas y es de los que traen buena suerte. Cuídalo bien que tú ya sabes que es mi favorito, je, je.
Creo que no soy muy supersticiosa, aunque, quizá, heredado de mis antepasados andaluces, hay cosas que no me gustan como por ejemplo sentarme en una mesa de 13 comensales, por lo que tu apuntaste, una vez se sentaron 13 a cenar y al día siguiente ya faltaban 2. Lo de Babel como anécdota o broma está bien , pero no olvidemos que esta fecha pertenece al calendario romano y lo de la torrecita en cuestión se produjo muchos siglos antes. Pero por otra parte el número 13 tiene todas mis simpatías.,. En EEUU la temible fecha no es el martes sino el viernes 13, pero los americanos , que a todo le sacan partido , lo han conjurado, inventando el VIERNES NEGRO, dia de las mayores rebajas en aquel país. donde puedes encontrar de todo a precios increíbles. Así que , amiga todo es según como se mire...Otra vez nos topamos con la relatividad de las cosas.
ResponderEliminarSegún el protocolo español, uno de los más rígidos, como todos sabemos, recomiendan que los comensales de una mesa nunca sean, a ser posible, número impar, por la dificultad que entraña su colocación, cuando eran 13 se buscaba enseguida otro, de ahí se pensaba que era por superstición.
Pili, al sentarme a una mesa lo que más me gusta es que ésta sea redonda sin fijarme si los comensales son pares o impares. Las mesas redondas permiten conversaciones comunes y que todos nos veamos las caras. Así la eligió también el rey Arturo...
ResponderEliminarLo de Babel lo vi en San Google y me estuve riendo un rato. Sólo faltó decir la hora en que tal evento se produjo.
Me parece una idea fantástica conjurar las supersticiones, proponiendo la contrasuperstición. Propongamos los martes trece de mayo como día del espectador y lector de Don Mendo, con visitas al teatro y lecturas conjuntas de la obra. Por lo menos nos reiríamos un rato.
Isa, a ver si aprendo la lección y disfruto cualquier día, trece, catorce... Muy bueno como siempre.
ResponderEliminarGracias, Úrsula. En eso estamos todos, en que lo importante no es el nombre o el número del día sino el vivirlo con plena consciencia de que estamos aquí y ahora.
ResponderEliminarUn beso.
Nunca, querida Jane, he creído en la más mínima superstición. Soy, lo que muchos llaman, una total descreída.
ResponderEliminarY, con respecto al mal fario que dicen que tiene el 13, aún creo menos, desde que hace más de 10 años, nosotras, las niñas del Colegio, nos hemos reunido a comer, pasear, charlar, y reír, sobre todo, alegar y reír, siendo, en la mayoría de las ocasiones, 13 glamurosas damas, como 13 rosas, que siempre lo hemos pasado maravillosamente bien y aquí seguimos, tan unidas, divertidas y nada supersticiosas.
Aunque me repita, qué bien lo haces, mi niña.
Tienes razón, Cehachebé, casi siempre hemos sido 13 y nunca nos hemos preocupado por el número, cuántas más mejor.
ResponderEliminarYo tampoco soy muy supersticiosa, a pesar de mis manías. Como profe les decía a mis alumnos que, por más fetiches que pusieran sobre el pupitre en los exámenes (animalitos, vírgenes de Candelaria o cabezas reducidas de los jíbaros), si no se habían estudiado los temas, no les vendría la ciencia infusa. Pero entiendo que se santigüen ante un viaje o un partido, o que se apoyen en objetos queridos. Es tanta la inseguridad en la que vivimos...
¡Mis padres se casaron un martes y 13 de mayo y les fue de maravilla hasta que los separo la muerte!
ResponderEliminarUn ejemplo maravilloso de que no hay que hacer caso ninguno a los "en martes ni te cases ni te embarques". El refrán creo que sigue diciendo "ni de tu casa te apartes". Supongo que muchos habremos viajado y nos habremos apartado de nuestras casas en martes y 13, pero en ese caso no nos habremos dado cuenta ni de qué día era.
ResponderEliminar(Mis padres se casaron un 15 de mayo y también fueron felices)
Henos de Pravia! Aaay, me encanta.
ResponderEliminarSin embargo no soy forofa de la película con Fernán Gómez y ¿cómo así? os preguntaréis.
Pues porque yo fui de esas elegidas de la fortuna que pudo ver a Manolo Gómez Bur haciendo de Don Mendo y aún lo recuerda.
Qué maravilla, Gómez Bur era un actor genial y con una vis cómica imparable, el teatro te juro que se venía abajo con las risas.
El mejor Don Mendo de toda la historia, gracias a Dios, se grabó para televisión, pero ya en directo... era lo más.
Yo vi a Manolo Gómez Bur haciendo de Don Mendo en la tele y estaba genial (no es lo mismo que verlo en persona en el teatro, eso seguro). Pero me gustó mucho el Don Mendo de Fernán Gómez porque lo acompañaba otro grande del teatro que era Juanjo Menéndez haciendo de Duque de Toro. Es que leo la obra y cada vez que sale el de Toro veo la cara de Juanjo Menéndez creyéndoselo todo y con los cuernos detrás. Me encanta.
ResponderEliminar¿Viste el hashtag de #DonMendo que he puesto en twitter después de proclamar tal día como hoy Día Mundial de los Mendoadictos? Y pensar que hace 3 semanas no sabía lo que era un hashtag... De aquí, te voy a disputar la dominación mundial, ya verás.
Ah, ya vi tu frase. Pero no has puesto la del maldito cariñena que se apoderó de ti. Te la dejé para ti.
Ya que hablamos de manías, ¿habrá existido un tenista más supersticioso que Rafa Nadal?. La toalla, las botellitas de agua alineadas en una perfecta diagonal, rascarse el culo, dar un saltito con el mismo pié para no pisar la línea de la cancha antes de descansar en la silla, sentarse después del contrincante, atusarse el pelo y la nariz con un movimiento que parece que se santigua, además de las que no vemos porque las hace en el vestuario. Sin embargo es el número uno.
ResponderEliminarTodos tenemos nuestras coñas. Yo por ejemplo, cuando voy a jugar una partida de dominó en que quiero ganar como sea, cuando me estoy vistiendo elijo hasta los calzoncillos. Como pierda, esos quedan marcados para siempre y no me los pongo más para jugar. ¡Hace falta ser gilipuertas!.
Ja, ja, Enrique, no conocía todas esas manías de Rafa Nadal (ni las tuyas) Leí el otro día un artículo sobre manías de famosos y me enteré de que Beckham, para su equilibrio mental, necesita tener la ropa ordenada por colores y estrenar calzoncillos: compra 60 al mes (supongo que por eso a cada rato se compra una casa nueva. Y ¿qué hace cuando los usa?) Michael Jordan no juega sin sus shorts de la suerte debajo del uniforme, Tiger Woods piensa que el rojo le da suerte y va siempre de ese color, Carolina Herrera tiene miles de camisas blancas y Giorgi Armani, azules...
ResponderEliminarPara calmar estados de inquietud o incertidumbre echamos mano de los rituales y estos nos tranquilizan, con lo que se refuerzan y la próxima vez harás lo mismo. Los humanos somos así de absurdos y de previsibles. Y de humanos.
Pues yo recuerdo con humor la frase de D.Mendo cuando va a matar de una puñalada a la mora enamorada que le pide que lo haga por Alá . Y él le dice"Por Alá no, por aquí" . Es genial
ResponderEliminarAzofaifa, la mora, es un personaje estupendo en la obra. Don Mendo la define como:
ResponderEliminar"¡Mora en otro tiempo atlética
y hoy enfermiza y escuálida
a quien la pasión frenética
trocó de hermosa crisálida
en mariposa sintética!"
Y más adelante dice:
"¡La infeliz es una histérica
que no sé cómo la aguanto".
La escena de la que hablas, ese final en que empiezan a morir apuñalados todos los personajes, tienes razón, es genial. Es el culmen de la venganza sin venganza ("¿Qué has hecho, maldita mora? ¿En quién me vengo yo ahora"), que hace decir a Azofaifa:
"¡Clava en mis carnes tu acero!
¡Sacia tu venganza en mí
si no has de quererme ya!
Hiere, Mendo, por Alá!"
A lo que él responde tu frase:
"¡Qué por Alá; por aquí!".
En el hashtag que hicimos ayer sobre frases de "La venganza de Don Mendo" me di cuenta de que hay un montón de "mendoadictos". Es una gran comedia -ingeniosa y divertida- y siempre que se ha representado ha tenido éxito.
Hola Isa.cuando elegí el día de mi boda no pensé en el lío del "trece"cuando toca además ,en martes es la leche.cada año que pasa es mejor,felices de que en ese día ;todo el mundo ,tiene algo que contar.
ResponderEliminar¿Sabes, Araceli, cómo se llama la fobia al martes y 13? Nada menos que "trezidavomartiofobia". Como para hacerle caso a que es martes y 13 con ese nombrecito... Mejor fijarte en otros elementos para elegir el día del casorio. Como, por ejemplo, mi marido y yo, que elegimos un 30 de octubre por aprovechar el día de todos los santos también junto con un fin de semana (entonces no te daban permiso para lunas de miel)
ResponderEliminarDe acuerdo que la obra de Pedro Muñoz Seca es ingeniosa y muy divertida. Realmente no la he disfrutado en el teatro. Para mi la película es un peliculón, pues te lo pasas bien de verdad. Aunque a la hora de reir en el cine con lo absurdo, no puedo olvidar los filmes "Golfus de Roma" con Buster Keaton genial y "La vida de Brian" de los Monty Python. Y si hablamos de descojonarse, mis recuerdos a "Tiempos modernos" de Charlot, "El hombre mosca" de Harold Lloyd y "Sopa de Ganso" de los Hermanos Marx, además de un sinfín más de películas italianas, francesas y españolas.
ResponderEliminarHas nombrado a todos los grandes, Enrique. Al lado de esos hay comedias estupendas como "Con faldas y a lo loco" y "La princesa prometida", pero tienes razón que ese humor absurdo e inteligente de los Hermanos Marx o de Monty Phyton, por ejemplo, no lo iguala nadie. Y mientras, Buster Keaton, dándole vueltas a Roma.
ResponderEliminarNACI EL 13 DE OCTUBRE, HICE LA COMUNION EL 13 DE MAYO Y TODO MUY BIEN, GRACIAS A DIOS.....BESOSSSSS...
ResponderEliminarCreo que el número del día en que nacemos, lo mismo que el día de la semana o el signo zodiacal no influyen para nada en nuestra vida. Son nuestras circunstancias y nuestra forma de ser las que nos hacen tomar las decisiones que van a conformar lo que somos.
ResponderEliminarBesos, Mari Carmen.
Haber encontrado esta página con una obra que AMOOOOOOOOO, como La venganza de Don Mendo es el premio del día. Por favor, que alguien me aclare eso que leí acerca de una versión de Fernando Fernán Gómez, pues nunca la vi, Quiero que sepan que además de profesora de literatura y escritora soy ACTRIZ y yo la interpreté en teatro: Fui MAGDALENA y lo recuerdo como uno de los momentos más hermosos de mi trayectoria actoral.
ResponderEliminarVolveré para contarles
¡¡¡Qué bueno encontrar a una Magdalena!!! No me puedo resistir a repetirte los versos:
Eliminar"La quieres, la adoras, suspiras por ella,
la nombras dormido, la buscas despierto.
Magdalena, dices, al abrir los ojos,
Magdalena, dices, al rendirte al sueño.
Y hasta hace unas horas, cuando en la hostería
te desayunabas, pediste al hostero
en vez de ensaimada, una magdalena,
y eso fue una daga que horadó mi pecho."
Es también una obra que amo y que he visto mil veces. Efectivamente hay una versión en cine de Fernando Fernán Gómez del año 1961 que imagino que podrás encontrar en las redes. Es muy buena. De Magdalena (tu papel) hacía Paloma Valdés y también intervenían Juanjo Menéndez de Duque de Toro, Antonio Garisa del Rey...
Gracias por pasarte por aquí y ¡feliz martes y trece!
RTVE tiene colgadas en la red dos versiones de "La venganza de don Mendo" que emitió en "Estudio 1".
EliminarLa primera, de 1971, con Tony Leblanc, Fernando Guillén, Gemma Cuervo, Ana Mª Vidal, Antonio Ozores, Luisa Sala, Manuel Alexandre, Mary Carmen Prendes y Carlos Muñoz:
https://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-venganza-don-mendo/3443547/
La segunda, de 1979, con Manolo Gómez Bur, Amparo Baró, José María Escuer, Jaime Blanch, Antonio Durán, Encarna Abad, María Silva, Julia Caba Alba y Alejandro Ulloa:
https://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-venganza-don-mendo/4415981/
"¡Venganza, cielos, venganza!
ResponderEliminarJuro y al jurar te ofendo
que los siglos en su estruendo
habrán de mí una enseñanza
pues dejará perduranza
la venganza de Don Mendo...!"
El día que hace un par de años les pusimos por primera vez el DVD de Don Mendo a nuestros adolescentes fue un antes y un después.
ResponderEliminarMi hijo también lo va recitando por ahi... jejejeje
Lo de la mala suerte, pues oyes, a veces tienes y a veces no. Como de la buena.
Un besazo, janejubilada.
Esta es una obra que no tiene edad ni envejece, la mejor de un gran y prolífico autor, Pedro Muñoz Seca, que escribió más de 200 obras. Hasta cuando lo mataron durante la guerra civil dijo a los del pelotón de fusilamiento: «Podéis quitarme mi hacienda, mi patria, mi fortuna e incluso— como estáis al hacer— mi vida. Pero hay una cosa que no podéis quitarme: ¡El miedo que tengo ahora mismo!». Eso es sentido del humor y lo demás es bobería.
EliminarY era ocurrente. Una vez le preguntaron por los cinco mejores escritores españoles y respondió:
Don Miguel de Unam-uno
Benito Pérez Gal-dos
Miguel de Cervan-Tres
Luca de Tena, Don Tor-Cuatro
Benavente, Don Ja-Cinco.
Tienes razón, lo de la buena y mala suerte está sobrevalorado :-D
Otro besazo para ti, Literary Shadows (me gusta el alias)
Mis dos hermanas se casaron juntas un martes trece y aún siguen felices!!! 60 años de matrimonio y cinco hijos cada una... Otros tiempos!!!
ResponderEliminarEso demuestra lo tonto que es buscar "los días de la suerte" o preguntarle a los astros qué fecha era más idónea para cualquier evento. Tus hermanas corroboran lo que dijo Don Mendo:
EliminarTodos iguales para mí seréis...
¡Trece, catorce, quince, dieciséis!
Yo me casé un 13 de mayo.
ResponderEliminar"13 de mayo ya ¡quién lo diría!", un estupendo día, mes y momento para casarse, aunque lo más importante es elegir muy bien al compañero o compañera. Mi enhorabuena por haberlo hecho y por años de feliz complicidad.
EliminarYo nací un martes y 13. No me queda otra opción que no ser supersticiosa
ResponderEliminarPodías dar ocasión a una nueva superstición : los nacidos en martes 13 son inteligentes, creativos y encantadores como tú. :-D
EliminarPues yo que quieres que te diga. Me gusta el color amarillo, sobre todo en verano, cuando estoy morenita. Paso por debajo de una escalera sin pensar que me van a sobrevenir los siete males. No me fijo en el color de los gatos, (me gustan los animales sin distinción de razas y colores). No miro el día que tengo que viajar. Si es un trece como si es un catorce. Yo pienso como la doctora Jomeini .que por cierto, es muy inteligente.
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