No sé si han visto que desde el día 21 de junio, día del solsticio de invierno en el hemisferio sur, los dirigentes bolivianos han cambiado los números del reloj. No es que los hayan cambiado por palos o machanguitos o flores o lunas y soles, como algún reloj surrealista y cursilón que he visto por ahí, no. Han cambiado todos los números de sitio, menos las 12 y las 6, han puesto a la izquierda del 1 al 5 y a la derecha del 11 al 7, han decidido que las manecillas giren hacia la izquierda y se han quedado más anchos que Pancho.
Me imagino a los pobres bolivianos con la cabeza vuelta más loca que cuando a nosotros nos cambiaron las pesetas por euros. No sé si consolarlos con que (aparte de lo caro que nos ha salido esto último) han pasado 12 años y yo todavía sigo traduciendo a pesetas. Me los puedo imaginar en discusiones bizantinas sobre, si el reloj marca las 2, ¿en realidad son las 10 de antes? Si pongo un puchero al fuego 3 horas y lo hemos puesto a las 11 ¿lo tendremos hasta las 8 de la tarde? ¿Cómo se las arreglarán en los llanos andinos las cenicientas y el conejo blanco del país de las maravillas, eternos prisioneros de un tiempo que ahora los arrastra hacia atrás? Y no les digo nada si adaptan al nuevo horario la canción de Sabina "Y nos dieron las 10". Yo lo intenté, así en frío, y del lío que me armé todavía tengo dolor de cabeza.
¡Qué necesidad! Ellos, los políticos dicen que lo hacen como un símbolo de soberanía, antiimperialismo, descolonización y recuperación de la identidad de sus pueblos. Pueblos que, por otra parte, ni medían el tiempo por horas ni tenían reloj, y menos al revés. A mí todo esto me recuerda el diálogo entre aquellos militantes del Frente Popular de Judea que querían derrocar a los romanos en "La vida de Brian" de Monty Python: "Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?".
Hay muchas cosas que separan a los pueblos, pero hay unas cuantas que unen: el vernos todos como seres humanos habitantes del planeta Tierra; algunos valores morales (la compasión, la dignidad, la honestidad...) que todas las culturas comparten; los sentimientos, emociones y pasiones; la música y el arte, y también algunas convenciones universales, entre las que estaba, hasta ahora, el sentido horario, más acorde además con el giro de la Tierra ¿Por qué cambiarlo buscando más diferencias, pagando, además, una millonada en sustituir todos los relojes de las iglesias, de las plazas, de los ayuntamientos, de los parques, de las estaciones, de las personas... cuando hay tantas y tantas necesidades?
Se supone que si los humanos, con lo poco que nos gusta el que nos manden, hemos decidido que haya hombres con poder sobre nosotros y encima les pagamos por ello, es para que organicen la sociedad procurando que todos tengamos una buena casa donde vivir y descansar del trajín diario; que podamos educar a nuestros hijos para que sean lo que quieran ser (incluso políticos); que nos puedan curar los males del cuerpo y la mente; que todo el mundo tenga un trabajo (y no los niños, que en Bolivia precisamente, en nombre de la tradición, pueden trabajar como autónomos desde los 10 años); que las ciudades no sean el reino del caos; que vivamos en un planeta limpio...
Para eso es para lo que están los políticos. Todo lo demás (ya sean relojes al revés o medallas al mérito policial a la Virgen María del Santísimo Amor) no son sino chorradas y majaderías.
No me había enterado de esta noticia, y casi mejor.
ResponderEliminar¿Será de verdad, que ejercer de político es la profesión más difícil del mundo? o quizás,¿ en la actualidad trabajan en ella los más inútiles?.
No sabía nada del cambio de dirección de las manillas de los relojes de Bolivia, pobre gente con semejante personaje en el poder, ya verás cómo lo implanta Maduro en Venezuela, Castro en Cuba y no sigo que con tal de ser más de izquierda lo implante aquí en Andalucía nuestra Susana. Te imaginas que la siguiente orden fuera conducir por la izquierda?. Al menos sería mas congruente.
ResponderEliminarRosa María:
ResponderEliminarSí que es difícil. Fíjate que Platón dice que para ello sólo pueden estar preparados los más sabios y prudentes de todos, aquellos en los que la razón sea prioritaria ¿Ves lo que pasa por no hacerle caso a Platón? Tal vez sería recomendable que se leyera en las escuelas bolivianas.
Un abrazo.
Esperanza:
ResponderEliminarPoco tiene que ver con las izquierdas una medida tan disparatada y tan alejada de lo que el pensamiento de izquierda defiende. Empezando por el hecho de que no es una medida que provenga del pueblo sino que es impuesta.
Más tiene que ver con los nacionalismos mal entendidos, con la idea de que cualquier cosa desde el descubrimiento de América significa una injerencia. Dice el ministro de Asuntos Exteriores de Bolivia: "Estamos en el Sur y, como estamos en tiempos de restituir nuestra identidad, el Gobierno boliviano está recuperando nuestro Sarawi (camino en aimara). De acuerdo con él, de acuerdo con nuestro Nam (en quechua), nuestros relojes deberían girar a la izquierda". Lo más congruente sería más bien que desaparecieran los relojes.
Querida Jane,
ResponderEliminarMe he quedado asombrado con lo que cuentas aquí. No tenía ni idea de semejante despropósito.
Me parece una auténtica memez. A los políticos se les llena la boca hablando de antiimperialismo o de la recuperación de identidad de los pueblos, ¡qué tendrán que ver estos conceptos con la marcha de los relojes!
Se gastarán, efectivamente, grandes cantidades de dinero en cambiar no solo esferas, sino también modificando o cambiando las maquinarias de los relojes situados en lugares públicos, para que giren en sentido contrario.
¿Qué harán con los relojes de Sol? Para ser coherentes tendrán que quitar todos los que existan en el país, porque no podrán hacer que la Tierra cambie su sentido de giro. Es decir, en los relojes de sol se seguirá el convenio “imperialista”.
Te diré que yo tengo un reloj como el “innovado” en Bolivia desde hace muchos años.
Lo compré porque lo vi un día en una tienda de Santa Cruz y me llamó la atención. Me resultó curioso ya que nunca había visto ninguno que girara en sentido antihorario.
Se trata de un reloj de muñeca, de la marca Orient.
A partir de ahora los bolivianos no podrán usar esa referencia para indicar el sentido de giro ya que tendrían que especificar si se trata de sentido horario o antihorario antes o después de Evo Morales.
Te diré que cuando compré el reloj, lo usé una temporada pero, cuando me adapté a él me confundía a veces al ver un reloj normal. La confusión era lógica, ya que cuando uno mira un reloj lo lee de manera automática por la posición de las agujas, sin necesidad de fijarse en los números de la esfera. Es más, podría no haber números y leeríamos de igual forma la hora.
En resumen creo que los bolivianos no lo pasarán muy bien adaptándose a los nuevos relojes y tendrán que pasar una temporada confundiéndose al mirarlos.
¿No será que algún “listillo” ha encargado la fabricación de muchos miles de relojes “al revés” y ha organizado la operación para hacer su negocio?
Pues no me extrañaría, Álvaro. Estamos tan acostumbrados a que cuando hay cambios alguien se forra que estamos también curados de espanto.
ResponderEliminarDesde luego, es un cambio que va a perturbar bastante a los bolivianos. Se supone que no todos pueden cambiar de reloj de la noche a la mañana, con lo cual, como dices, van a tener que convivir con el que tienen en la muñeca y con el que ven en la esfera pública ¡Ay, esos cerebros a punto de cortocircuitos!
Afortunadamente, no todo el mundo ha aplaudido la medida. En la información que vi en El País el físico Francesco Zaratti dice, con bastante sentido común, que "el giro de las manecillas a la derecha forma parte de convenciones universales muy ajenas a ideologías y, menos, a un significado discriminatorio. Considera que no hay base física para esos cambios", toda vez que la Tierra gira en sentido horario. No había caído en los relojes de sol, tan imperialistas ellos. Precisamente, las culturas prehispánicas instalaron allí observatorios astronómicos y relojes solares, los "intiwatanas" (donde se ata el sol), en Machu Picchu, Cuzco y Perú.
¡Qué curioso que tengas un reloj al revés! Ya se estaban preparando los fabricantes para cuando a algún dirigente se le cruzaran los cables y quisiera poner un mundo al revés. Guárdalo bien que es una reliquia, y ahora más.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Una bonita exposición y una bien reflexionada postura,felicidades.Con esos "lúcidos políticos bolivianos",los de por estos lares,ná de ná. Por allá han resuelto el problema del desempleo,y a lo mejor no se han dado cuenta.Se entra a las 8 y se sale a las 6 o 5 de la tarde;con sus relojes,2-3 horas de trabajo.Y a menos horas de trabajo,más proletario para cubrir la jornada;¡todo un descubrimiento!.Y estos de aquí,los polís-ticos, sin darse cuen.
ResponderEliminarFelices vacaciones,para quienes las disfruten.Buena tarde-noche.Cs
A lo mejor pretendían eso, Francisco, tampoco me extrañaría. Más de uno se equivocará seguro, con las entradas y salidas del trabajo.
ResponderEliminarLo peor es que con otras medidas en defensa de la tradición como lo de permitir trabajar a niños de 10 años se justifica una injusticia. Es algo así como que se permitiera reducir cabezas porque los jíbaros lo hacían. Ni todas las tradiciones son buenas ni todas las innovaciones son malas.
Ya sabes que los jubilados tenemos siempre vacaciones. Eso sí, ahora con nietos agregados.
Buen verano para ti también.
Hija mía, qué bien lo has explicado. En vez de ocuparse en lo que tienen que hacer, se ocupan de auténticas imbecilidades.
ResponderEliminarPorque total ¿a quién le importa la explotación infantil pudiendo cambiar los relojes, que además no tiene ninguna utilidad?
Yo se lo preguntaría a la Virgen, la de la medalla esta, pero no puedo porque me han dicho que no fue a recogerla.
Lo de la utilidad de los relojes es para hacer un escrito aparte. Además, cuando nos jubilamos y nos liberamos de la tiranía de los horarios, van los compañeros y te regalan ¿qué? ¡Un reloj! Menos mal que los míos fueron más originales y no lo hicieron (pero los de mi marido, sí)
ResponderEliminarY esa es otra, lo de la medalla a la virgen esa, que no fue a recogerla e hizo bien. Vi una solicitud de Change.org dirigida al Ministerio del Interior para que se le dé también "dicha condecoración a Mortadelo y Filemón, personajes también de ficción que desde 1958 llevan contribuyendo a ensalzar las bondades de la Policía a través de sus divertidas viñetas" Llevan recogidas 20.466 firmas.
¿Qué te parece? ¿Firmamos?
Querida Jane:
ResponderEliminar¡Anonadada me dejas!
Nada sabía de lo de Evo y su Reloj...
Toda la vida el hombre ha estado intentando medir y marcar su tiempo, e inventando artilugios para hacerlo; siempre basados en el movimiento de los cuerpos celestes que le parecían más cercanos: el Sol, la Luna, la estrella Sirio (la Sotis egipcia...)
Así aparecieron los Cromlechs, los relojes de sol, los de arena, las clepsidras...
Y con las horas, los días, meses y años inventando los calendarios.
Cada civilización el suyo, y a lo largo de los tiempos modificándolos, ¡para confundir más al personal!
Volvamos a los relojes... cada vez más precisos y exactos algunos tan sofisticados como los binarios, tan complejos e incompresibles para mi.
A mi me gustan normalitos, con números romanos o árabes, de esfera clara y que sus agujas se muevan para donde tienen que moverse, o sea, en su "sentido", (¡como tiene que ser, si no sería un "sinsentido" ...!)
¡Y ahora va Evo y oficializa en su país los relojes a la inversa!
Pero, el ínclito Evo ¿no tenía otra cosa qué hacer?
Yo creo que tenía que distraer al personal y no le bastaba con el fútbol (como en otros países) y entretenerlos para que no se interesen o se pregunten por cosas más importantes...
Así los mantiene alelados, mirando a los nuevos relojes/cangrejos, como si fueran el "Papamoscas" de Burgos.
Otra cosa puede ser, que a Evo se le haya mezclado (en el último solsticio), la celebración de los 5520 años del calendario Aimara con el efecto Coriolis, que debido al movimiento de rotación, en el hemisferio sur, las corrientes marinas y las masas de aire, giren hacia la izquierda a diferencia del hemisferio norte que lo hacen hacia la derecha...
Yo pensaba que ese fenómeno afectaba solamente a la oceanografía y a la meteorología, pero por lo que se ve, también a los relojes bolivianos...
¡Espero que no cunda el ejemplo, porque eso de cambiar de dextrógiro a levógiro debe ser un rollo!
Cándidaeréndira:
ResponderEliminarComo siempre, me encanta a dónde te lleva cualquier asunto. Esta vez a la historia de los relojes nada menos. A mí también me gustan normalitos, no muy pequeños ni muy grandes (llevar un cromlech en la muñeca se me hace algo pesado) Y que marquen bien la hora, claro. Cuando explicaba a mis alumnos el tema de la Atención les decía que, sin mirarlo, me describieran su reloj (entonces no eran digitales). Casi nadie acertaba porque en realidad abstraemos, miramos solamente la hora, no los números ni el color de la esfera.
Es curioso que me nombres el efecto Coriolis porque hay quien justifica el cambio de relojes basándose en eso. El efecto Coriolis se ve en los fluidos, en el agua y en las masas de aire, como bien dices. El tiempo (o su medida) no es un fluido, sino más bien una convención, un acuerdo entre los humanos, basado, eso sí, en la rotación de la Tierra y en lo que tarda en dar una vuelta completa alrededor del sol. No tienen nada que ver los relojes con el efecto Coriolis. De hecho, si fuera algo tan natural no habría hecho falta fabricar una maquinaria que girara al revés.
Yo también espero que no cunda el ejemplo, aunque no sé, no sé...
¿Y no tendrá que ver con esto? El mundo podría representarse así (Busca en Google "mapa del mundo al revés". Cuando mi hija estuvo en Australia se lo trajo y me impactó)
ResponderEliminar¿Y con que los sumideros giren al revés en el hemisferio sur y todo eso?
Rebelarse ante la idea de que la visión del mundo de los países del norte sea la única posible y válida.
Esa fue mi interpretación cuando oí la noticia.
Leí hace poco que en 1943 el pintor vanguardista uruguayo Joaquín Torres García le dio la vuelta a un mapa de Sudamérica y escribió: "Nuestro Norte es el Sur". Décadas después, Hugo Chávez retomó con gran éxito el concepto. Y el mapa al revés se convirtió en un símbolo de reivindicación política.
ResponderEliminarNo cabe duda, como bien interpretaste tú, de que esto es lo que ha llevado a Evo Morales a hacer lo mismo con los relojes. Pero claro, no tiene el mismo coste darle la vuelta a un mapa que cambiar miles de maquinarias.
Ya vi el mapa al revés que tu hija se trajo de Australia, Es curiosísimo y obliga a mirar el mundo desde otra perspectiva ¿Te acuerdas del libro "Izquierda y derecha en el cosmos" de Martin Gardner? En el cosmos no hay arriba ni abajo, ni izquierdas ni derechas. Somos nosotros quienes imponemos las visiones. Etnocéntricos que somos. (Kant tampoco estaba nada desencaminado cuando hablaba del espacio y tiempo ¿verdad?).
Otra cosa es lo de los fluidos girando al revés en uno y otro hemisferio. Puede utilizarse como excusa, pero el tiempo no es un fluido.
Gracias por tu comentario, añade otro punto de vista a la noticia.
Un beso.
Hola , Isabel .
ResponderEliminarGracias por tu mail semanal .
Ya podían el " progre " Evo Morales y los bolivianos ocuparse de proteger y formar a sus niños , que son el futuro del país , en vez de esa "machangada ".
Un beso y feliz semana.
Tienes razón, Loly. Hay que priorizar y darse cuenta de qué es lo importante, lo que puede hacer mejor la vida de las personas y lo que sólo son "machangadas" (me gusta la palabra), por muy simbólicas que sean.
ResponderEliminarMuchas ONG advierten que permitir trabajar a niños de 10 años "consagra legalmente una injusticia ancestral y puede perpetuar la situación de indigencia de miles de menores". De eso es de lo que tendrían que preocuparse, la verdad. Y de muchas otras cosas.
Otro beso para ti.
¡Los políticos! Siempre haciendo tonterías y nunca trabajando para los ciudadanos.
ResponderEliminarBueno, la verdad es que con esa tendencia a no dimitir así los maten, con los casos de corrupción generalizada, con los gastos en cosas inútiles (aeropuertos que nunca han funcionado, estatuas egregias, obras costosísimas...)..., la profesión de los políticos no puede estar más desprestigiada. Y, si embargo, debería ser una profesión digna y apreciada. Ahí es nada, trabajar para los demás, organizar la sociedad, velar por el bien común. A lo mejor, tendría, como decía Platón, que estar desligada de la economía. Así y todo (yo soy una optimista), confío en que haya políticos honestos que hagan lo que tienen que hacer y lo hagan bien.
ResponderEliminar¿Quina hora es? En SAnt POl de Mar hay un reloj Dr sol. Cuentan qué instalaron un reloj de sol y para evitar la lluvia y granizo le colocaron un tejadillo con lo cual no le daba el sol. Los vecinos han tenido que soportar durante años la preguntita.¿Quina hora es?
ResponderEliminar¡Qué bueno! ¡Un reloj de sol con paraguas! Ayer una de mis amigas, que está haciendo un trabajo sobre relojes, me dijo que le enviara anécdotas curiosas sobre relojes. Le mandaré ésta. Seguro que se lleva la palma ¡Qué ocurrencia!
ResponderEliminarGracias. Un saludo.
Más veo a Mortadelo y Filemón que a la Virgen con una medalla, la verdad. Pero oye... pedirla para Ibáñez me parece bien.
ResponderEliminarQuería decir (qué mal me expresé) que no acabo de ver la utilidad en que ahora el 2 esté en el lugar de las 10 (o cómo sea), vamos, que parece que además va a contribuir a no pocos líos.
Una risión, vaya (dijo ella con mucho enfado)
Clarito clarinete. No se puede decir mejor. Y me encanta la cita de "La vida de Brian" (cómo me gusta esa película).
ResponderEliminarNo entiendo por qué nos empeñamos en buscar y acentuar lo que nos diferencia de los demás en lugar de lo que los une.
Gracias por ponerme la sonrisa en medio de tanta estupidez. Un abrazo.
Loque:
ResponderEliminarMe sumo a la propuesta para darle una medalla, o el Príncipe de Asturias o un Nobel a Ibáñez, que tanto nos ha hecho reír. Ahora, cuando he venido de viaje, le he traído a mis nietos libros de Mortadelo y Filemón. Y no veas lo contentos que se quedaron. Hasta mi marido tiene un par de ellos también en la mesilla de noche.
Bastante risión, sí.
Zazou:
ResponderEliminarYo tampoco lo entiendo.
Gracias a ti por compartir sonrisas y gustos. Un día de estos nos ponemos a recordar golpes de la película. Sin olvidarnos de ese esplendoroso final cantando todos "Always look on the bright side of life" (espero haberla puesto bien)
Un abrazo.