Mi amiga Conchi me hizo hace un tiempo un regalo especial y distinto, el recuerdo, que le contó su tía Ina, de una escena vivida por mis padres en un tiempo en el que yo aún no había nacido: una reunión de amigos un día de fiesta y ocio en el Monte de las Mercedes. Entre comidas, charlas y canciones, mi madre -joven (21 años) y embarazada de mí- se sube riendo a un columpio grande que existió mucho tiempo en el Llano de los Viejos. Mi padre, temeroso, le pide que se baje, pero ella no le hace caso y sigue columpiándose gozosamente en el aire mientras ríe a carcajadas. Ina, 67 años después, todavía se acuerda de esa risa, sana y liberadora, de mi madre, y su eco todavía resuena también en mi memoria.
Algo debe haberme transmitido a mí, al proyecto de bebé que en ese momento se columpiaba con ella, porque nunca me he tomado a mí misma demasiado en serio. Igual que dijo Camus, "el sol que brilló sobre mi infancia me curó de todo resentimiento".
En el colegio, los curas que nos daban las charlas en los ejercicios espirituales nos pintaban todo un mundo infernal de terrores espeluznantes, queriendo transmitirnos la idea de que, al menor pecado, ya sobrevendría el llanto y el crujir de dientes. Pero yo siempre me acordaba en esos momentos de la película "Pollyanna", en la que la niña (Hayley Mills) le dice al cura iracundo (Karl Malden) que en la Biblia hay 800 versículos que hablaban más de la alegría que del temor. Y siempre, después, me atrajeron los autores que usaban el humor como arma y seducción: Jardiel, Wodehouse, Wilde, Cervantes, Kennedy Toole, Sharpe, Mendoza, Austen...
Siguiendo a María Zambrano que, tan filósofa ella, decía lo de "vamos a ser serios del modo más alegre", el humor y los humoristas siempre se han reído de todo lo divino y lo humano, vacilando con las cosas más serias del mundo. Con la crisis ("-¿Qué te ha dicho el psiquiatra? -Que si le podía dejar 20 euros" de Forges); con el hambre (Escobar con Carpanta y sus pollos); con la muerte (véase Nieves Concostrina y sus libros "Polvo eres..." y "... Y en polvo te convertirás"); con la guerra (Gila y su "¿Es ahí la guerra? Que vengo por lo del anuncio del periódico..."); con la paz ("Hablaban de paz y se daban grandes estacazos con ramos de olivo" de El Roto); con las dictaduras (Franco sujetando una urna y diciendo: -¿Veis? Aquí están las urnas. -¿Y las papeletas? -¿Veis como se os da la mano y os tomáis el brazo? de Sir Cámara); con Dios ("Mándanos, Señor, agua para los campos. Pero con cuidado que siempre te pasas", Máximo); con Mahoma (tapándose la cara con las manos y diciendo: "¡Qué duro es ser amado por gilipollas!", de Cabu, uno de los humoristas asesinados estos días)... En estos tiempos de convulsión y tristeza, basta una metedura de pata de algún personaje, una abdicación o un nuevo rey, cualquier pequeño Nicolás o evento famoso, para que al instante las redes se llenen de chistes y juegos de palabras. La risa y la imaginación al poder.
Por eso, porque el hombre es el único animal capaz de reír y sonreír, porque la risa es el lenguaje del alma (Neruda) y está grabada en nuestros genes -igual que en los míos la risa de mi madre-, es por lo que nos ha horrorizado tanto esta semana pasada la acción antinatura de los fanáticos contra los humoristas de "Charlie Hebdo". Igual que el monje que, en "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, justifica crímenes para impedir que se conozca un tratado de Aristóteles sobre la comedia, los intolerantes, los dictadores, los poseedores de "la verdad" no soportan el humor y matan, persiguen y amenazan porque la risa, el más humano de los derechos, libera al hombre de sus miedos.
Cuando este verano el viceprimer ministro turco dijo en un discurso que la risa en las mujeres era un pecado indecoroso, la reacción de miles de mujeres turcas fue difundir masivamente fotos suyas riéndose a carcajadas. Ojalá pudiéramos ahora hacer lo mismo y no sucumbir ante el dios del miedo. Ojalá que, en medio de la tristeza, la risa y el humor sigan siendo, como dice Manuel Rivas, una estrategia curativa del dolor.
(El diseño de la frase de María Zambrano es de Virginia Manzano, que hace con los lápices lo que quiere. Lo presentó bajo el título "Un mantra para hoy y para todos los días..." en su sorprendente blog)
Brillante.
ResponderEliminarVamos a reirnos y provocar que los demás se rían!!!
Gracias, Vir. Tú, que te expresas con lápices,te gustará lo que escribió Javier Pérez Andújar el jueves 8 de enero: "El lema de la democracia es un hombre, un voto; el lema de la libertad es un hombre, un lápiz". Emocionaba ver estos días las manifestaciones de gente en silencio con un lápiz en la mano o tantos y tantos dibujos en lo que las armas son lápices y creyones que llenan la vida de color y luz, y no de muerte. Me emociona también tu recreación de la frase de María Zambrano.
EliminarSí, vamos a reírnos y a provocar que los demás se rían.
Un beso.
Mi lápiz: http://estrellasdelana.blogspot.com.es/2015/01/con-un-lapiz.html
EliminarQué pena que en los comentarios no salgan bien los enlaces. Pero todos pueden acceder a tu blog desde la postdata que he puesto al final del mío.
EliminarEl dibujo, como todos los tuyos, es precioso. Una mirada distinta y sugerente. Me encanta.
Qué pensamiento más hermoso, Isabel. Me has cautivado y emocionado. Seguramente porque compartimos muchos autores favoritos que has nombrado, seguramente porque me has tocado el corazón con ese párrafo final, seguramente porque me nombras mi Manuel Rivas de mi alma, seguramente porque eres tú quién escribe. Que sea el humor la bisagra del universo. Bss
ResponderEliminarMuchas gracias, Mónica. También tú me emocionas a mí y te siento afín (Ann Shirley en el recuerdo). Y muy acertado tu deseo: que sea el humor la bisagra del universo.
EliminarEsta mañana, cuando veníamos del sur, íbamos comentando mi marido y yo que, si los terroristas pretendían acallar a los humoristas, el efecto ha sido totalmente contrario. Mucha gente no conocía la revista ni las caricaturas de Mahoma (yo, por ejemplo), y ahora se han reproducido hasta el infinito por toda la Tierra ¡Qué paradoja, ser los mejores publicistas de lo que quieren destruir! El humor como bisagra, pero también como tejido impregnándolo todo.
Otro deseo: que nunca lo perdamos.
Un beso.
Tú lo has expresado mucho mejor de lo que yo podría hacerlo, y me veo incapaz de decir nada respecto a este lamentable asesinato múltiple.
ResponderEliminarAsí que sí, en vengan... no, en compensación sigamos viviendo y riendo.
Tienes razón, Loque. No venganza, no somos iguales. Si alguien dice lo que considero barbaridades e irreverencias en una revista o periódico, con no comprarlos tengo. A nadie que sea humano se le ocurre armarse de metralleta y matar cobardemente a gente pacífica solo porque piensa distinto a ti ¡Y cuántos inhumanos hemos visto en la historia!
EliminarFrente a ellos, sí, celebremos la risa, celebremos la vida.
Es que la risa (modo médico on) hace que liberemos endorfinas, nuestra droga del placer innata, y ayuda a curar enfermedades y dolor (modo médico off).
ResponderEliminarUna de las cosas que más agradezco de la educación de mis padres es esa: que la risa siempre estuvo presente.
También la risa amortigua el miedo y la tensión (por eso a veces nos da la risa floja cuando no tiene que dárnosla).Es una de las sensaciones que, desde el punto de vista de la evolución, la desarrollamos tarde
EliminarY sin embargo, qué pronto aprenden los niños a reír, qué pronto pasan de esa mueca que interpretamos como risa a la risa real, que nos llena el alma de placer. Qué bueno es tener una casa llena de risas de niños y mayores, Qué bueno es el sentido del humor que todo lo colorea. La casa de mi infancia también fue así.
Un beso.
Prefiero la risa al sufrimiento. No soy humorista ni nada parecido. Considero al humor como una de las facetas más serias del ser humano. Por tal razón, me dá risa cuando el señor que se encarga de las riendas del gobierno de éste sufrido país, dice que fue a Qatar a buscar ayuda financiera para oxigenar la economía nacional, internada en UCI con baja en los precios del víl petróleo, cuando previamente, en una de sus peroratas humorísticas, aseguró que no importaba que el precio del crudo llegara a 60 US $/barríl. El país estba cubierto. Vaya, eso es humor del bueno. En on, como señala AGD (se nota a leguas que la niña es echadora de vainas, como decimos por estos montes). No se preocupen, tengo el buen tino de no meterme con Rajoy ni con Paulino (y salió en verso. No, si ya lo dijo el tercio aquel, donde uno menos espera, salta la liebre). Tal vez me fuí por donde no era. Disculpas, si es así. Un abrazo y como siempre, a cuidarse, pues.
ResponderEliminarEn ese sentido, Agroteide, la frase de María Zambrano -"Vamos a ser serios del modo más alegre"- estaría dentro de tu ideario. También leí en el periódico que ser humorista es uno de los oficios más serios del mundo. El humorista habla de lo que pasa, igual que un periodista. Los dos buscan el fondo oculto de las cosas y se enfrentan a los mismos enemigos.
EliminarNo creo que te hayas ido por donde no era al hablar de lo que pasa en tu país. Incluso te puedes meter con Rajoy y con Paulino. Todos forman parte de lo que ocurre ahora y, si no nos metemos con ellos ¿con quién lo íbamos a hacer? ¿Con Carlomagno? Toda la humanidad, desde los griegos y los egipcios, han hecho chistes sobre sus dirigentes. Es otra manera de hacer crítica. No seríamos humanos si no la hiciéramos.
Un abrazo y a cuidarse, pues.
Genial. Sigamos hablando con el lenguaje del alma.
ResponderEliminarGracias, Úrsula. "El ruido de una bomba puede menos que el estallido de una carcajada". O como dijo Sergio García Clemente en "Dar que pensar" "El humor es la grúa que saca a flote nuestro barco" y "Cada día tiene su irreversible alegría".
EliminarEse es el lenguaje que nos gusta oír, el lenguaje del alma.
Un abrazo grande.
Isa, he le leído tu escrito y como siempre me encantó... Para ti tendrá doble sentido pues tratas el tema como uno más que compartes con tus lectores... y luego veo que el tema es tuyo personal y le tienes aún más cariño pues tienes el recuerdo de tus padres muy jóvenes y que felizmente ya te esperaban para venir al mundo... Cuando cierras los ojos, como dices aún resuena esa risa sana y liberadora en tu memoria... Seguro que te ha transmitido ese buen carácter y humor que tienes. No cambies nunca... Sigue sonriendo.
ResponderEliminarYo recuerdo mi casa, Candelaria, como una casa llena de vida y risas. Una vez una conocida de mi madre (una señora muy estirada) le recriminó que se riera a carcajadas. "Así te vas a arrugar toda", le decía. Mi madre me lo contaba y más se reía. Hizo bien porque, cuando murió todavía joven, no le había dado tiempo de arrugarse. Y, aunque así fuera, no le habría importado nada ¡Que ni poco bien se lo pasó en la vida! Y, ante los malos momentos, su sentido del humor siempre la ayudó y, de paso, nos ayudó a todos los que girábamos en torno a ella.
EliminarGracias por tus palabras. Un beso grande.
¡Qué bonito tu texto sobre la risa! ¡Si lo pudieran leer todos estos descerebrados...!
ResponderEliminarGracias por levantarme el alma.
Un beso.
¿Tú crees, Mati, que esos descerebrados leen algo? La lectura te hace vivir otras vidas, entender otras opciones, comprender al otro, no cegarte con una sola idea... La lectura te libera y esos desgraciados son prisioneros de dogmas absurdos, gente sin educación ni humanidad. Son, en el sentido de la palabra que siempre hemos usado, malos. Y los malos no ríen. Ni viven tampoco.
EliminarA levantar el alma y a alegrarse. Como dice Shakespeare al principio de "Mucho ruido y pocas nueces":
No cantéis más sobre vuestras tristezas y pesares.
La mentira del hombre siempre fue la misma
desde que son frondosos los veranos.
No suspiréis, así por tanto,
y dejadlos marchar
y sed alegres y despreocupadas,
convirtiendo todos vuestros lamentos
en algarabía".
Un beso.
Buenos días Jane: A mí me dan mucha pena las personas que han tenido una niñez infeliz. Mis padres eran cariñosos y mi ama, alegre como unas castañuelas, jamás les oí discutir, supongo que alguna vez lo harían, pero nunca delante de mi. Además he tenido la inmensa suerte de que la mayoría de mis profesoras y sacerdotes que también me han educado siempre me presentaron a Dios como un padre lleno de misericordia y al día de hoy sigo sintiéndole de la misma manera.
ResponderEliminarDifiero un poco en los autores, tanto Wodehouse, como Cervantes y Toole, su humor me produce inquietud, me parece un humor un poco amargo.
Apoyo con todo mi corazón la terapia de reír y a poder ser con amigos,(no de los amigos), 1/4 de hora al día.
Un saludo cariñoso.
Lo ideal sería poder reír todo el día. O, como dice María Zambrano, ser serios del modo más alegre. Porque es verdad que la vida es una cosa muy seria.
EliminarLa niñez, la era de los descubrimientos, tendría que ser siempre una época gloriosa para cualquier persona. Días que se estiran como chicle, encuentros y sorpresas, aprender a vivir y siempre, siempre tus mayores cuidándote y queriéndote. El mayor pecado es hacer infeliz a un niño. No tiene perdón quien lo haga.
Las preferencias literarias dependen de tantas cosas... Incluso en una misma persona, hay veces que te apetece más leer un género que otro, o un autor te llama más en un determinado momento de tu vida. Aunque Cervantes y Kennedy Toole son autores más críticos y en cierto sentido amargos, no aprecio ningún tipo de amargura en Wodehouse. De hecho, lo veo como el mejor remedio contra la depresión. Pero ¿sabes otra humorista que me encanta? Richmal Crompton, la creadora de Guillermo el Travieso ¡Ella sí que supo conocer el alma de los niños!
Un abrazo, Rosa María. Gracias por estar cercana.
¡Me encantan Guillermo y sus proscriptos!.
Eliminar¡Y a mí! Tengo todos sus libros y hace poco, después de leer una serie de libros de novela negra (muy bien escritos pero que me dejan el alma atribulada), me vi leyendo por enésima vez un libro de Guillermo. Y otra vez reí a carcajadas. Qué buenos son, con sus planes para hacer dinero, sus aguas de regaliz, su odio a Violeta Isabel, sus problemas con Ethel y Roberto, su debilidad ante las niñas con hoyuelos... Genial.
EliminarHola Jane. Lo de París fué una bestialidad sobre todo por el asesinato de personas, pero también por el asesinato de la risa y la libertad. Me imagino que cualquiera de los dioses de cualquiera de las religiones, no perdonarán a los asesinos ni a aquellos que los aplauden. Si cualquiera de los dioses son Amor, ¿cómo es posible que alguien justifique el atentado?. Mi admiración por los humoristas de la revista , y mi decepción de las palabras de algunos personajes públicos, como las últimas declaraciones del Papa Francisco. Me parece que meó fuera del tiesto, o lo que es peor, se le cayó la careta.Un beso Jane. Juan
ResponderEliminarNo había leído las declaraciones del papa Francisco hasta hoy en el periódico, Juan. Y, aunque pienso que tampoco se supo expresar muy bien con eso del puñetazo (¿está justificando un puñetazo? ¿O se refiere sólo a las expectativas que un provocador tiene?), creo que debería haber insistido más en la condena a la violencia de cualquier tipo, en ese "matar en nombre de Dios es una aberración", que en los eximentes a la violencia (ese insulto a su mamá). Pienso también que sobraba.
EliminarY por supuesto que hay límites a la sátira y a la libertad de expresión. También en el periódico de hoy leo un artículo de David Trueba que habla de esto y dice que "para eso están las leyes que protegen el honor de las personas, que persiguen las injurias o que castigan los delitos de exaltación del terrorismo o incitación a la violencia". Pero si hacemos caso de los que se sienten ofendidos, hasta podrían hacerlo quienes hacen macramé, "que casi siempre se menciona en tono de mofa en las conversaciones". Trueba subraya que el contexto de la sátira "no es informativo, sino que altera la realidad y la retuerce para generar una sonrisa o una retórica antipomposa". Aceptarla es un ejercicio de salud mental que tiene sus límites claros y establecidos. Y si no se acepta, como dije en otro comentario, con no comprar la revista tienes.
Un beso, Juan.
Hola Isa,
ResponderEliminarYo tambien pienso como tu que hace falta mas humor entre los humanos. Ya sé que a veces no es fácil pero con humor todo es mas llevadero. Yo pongo mi granito de arena intentando bromear con los demás para que se olviden un poco de sus problemas. A veces lo consigo y otras no pero me parece que vale la pena hacer el esfuerzo.
A mi madre le debo bastante esa filosofía de la vida. Intentaba quitarle importancia a las cosas y tomárselo todo a guasa. Espero que mi descendencia comparta algo de esto.
En cuanto a lo de Charlie Hebdo me ha tocado mucho, ya que yo leía esa revista en Francia y me encantaba. Un zapatazo a la libertad de expresión y al humor.
Un beso.
Sí, Conchi, yo también creo que es una buena filosofía de la vida. Hay una frase de Montaigne que me gusta mucho y que dice: "Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron". Y Epicuro ya avisaba de los miedos que no nos dejan vivir y que son totalmente falsos, incluido el miedo a la muerte. Total, cuando venga, nosotros no estamos ya. Pasarte la vida con amarguras, miedos y tensiones no es plan.
EliminarTodos, incluso los que no lo habíamos leído, lo hemos sentido igual.
Un beso.
Hola Jane:
ResponderEliminar¡Qué acertados tus comentarios sobre el tema de la risa!
He sido desde joven una lectora asidua de selecciones del Reader´s Digest. En él había una sección titulada “La Risa remedio infalible”, cuya lectura me proporcionaba agradables momentos de alegría y bienestar. Servía para mejorar el estado anímico en que uno se encontrara.
Se podría hablar de un tratamiento de “risoterapia”, como método para superar estados de desánimo o también para prevenirlos.
Una reunión con un de grupo de amigas desahogándose y riendo es, sin duda, más recomendable que el sillón de un psiquiatra.
También mencionarte que leí hace varios años, un libro del cardiólogo lagunero Enrique González González, titulado “La Risa, la Comprensión y otras tantas cosas buenas para la Salud” que es un compendio de artículos suyos sobre la salud haciendo hincapié en la importancia de la risa. Es bueno releerlo de vez en cuando sobre todo en estos tiempos locos que estamos viviendo.
Un beso,
Qué casualidad, Maura, mi padre también compraba el "Selecciones" siempre y los coleccionaba. Cuando murió, los tiramos (¿dónde los metíamos?) y me dio un montón de pena, pero me guardé algunos artículos que me interesaban y algunas páginas de "La risa, remedio infalible".
EliminarEl libro de Enrique González lo teníamos en la Biblioteca del Instituto y leí parte de él.
Hacen falta lecturas optimistas para sacudirnos el pesimismo imperante. Aunque a veces nos lo ponen difícil.
Pero siempre nos quedan los amigos, tienes razón. Javier Marías escribió hace poquito sobre las señoras como tú y como yo, que se reúnen y se lo pasan estupendo. Cuando lo leí, me dije: "¡Anda" Si habla de nosotras...".
Un beso, Maura, y gracias por estar ahí.
Qué Blog tan bonito, qué envidia (de la sana) me entra cuando veo las cosas tan chulas que publicáis, tú Estrellas de la Lana, Lo que me ahorro...
ResponderEliminarVoy a hacer por seguiros porque me encantáis caca vez que leo algo vuestro.
La frase de María Zambrano es acertadísima, siempre hay que buscar ese equilibrio entre seriedad y alegría. Esto que acabo de decir es deformación mía, pues soy rematadamente Libra y tiendo siempre que a mis dos platillos anden por igual ;-)
Decirte que también me parece preciosa tu portada del Blog. Yo no soy más que una principiante y, aunque intento aportar cada día cosas nuevas a mi Blog veo que me queda mucho todavía,
Enhorabuena Jane Jubilada!!!!
Un saludo,
Chelo
Pd.; Por cierto, y perdona la pregunta, ¿eras (eres) profesora? Es que yo también trabajo en un instituto (como en el anterior comentario mencionaste la Biblioteca de uno...)
Bienvenida, Chelo, a este rinconcito y muchas gracias por las cosas tan bonitas que me dices. Aunque escribo todas las semanas (tengo mucho rollo) en el blog desde hace 6 años y pico, cuando me jubilé, también me considero una principiante. Nada que ver con Estrellas de Lana y Loque, que son unas artistas. Menos mal que tengo a mi hija (la Dra. Jomeini) que es la que me aclara dudas. La portada es de ella y también me gusta, después de que, por esas cosas raras que pasan en las redes, me desapareciera la anterior. Esta es un poco minimalista, pero me recuerda el vestíbulo de mi casa familiar. Le dije que pusiera una flor como toque de color y ¡perfecto! Y, aunque no me gustan las jaulas, éstas están abiertas y es otra cosa.
EliminarSí soy (o fui) durante 38 años profesora de filosofía de instituto y estuve encargada, en los 2 institutos en los que estuve, de la biblioteca del centro. Me gustaba mucho mi profesión y me considero una privilegiada por haber podido trabajar en lo que más me gustaba.
También seguiré tu blog a partir de ahora. Tenemos intereses comunes y me encanta encontrar una colega por estas redes.
Un abrazo.
Me ha encantado esta entrada, me ha parecido preciosa. Hasta aquí me ha llegado la risa de tu madre, atravesando el tiempo y el espacio.
ResponderEliminarUn día sin reír, es un día perdido.
Muchas gracias por compartir esta entrada con nosotros.
Un beso!
Muchas gracias a ti, Teresa, por tus palabras y por tu sensibilidad. Hay cosas, como las risas, que son eternas y atraviesan todo lo que se les pone por delante. Ojalá recordemos siempre nuestros momentos risueños, en lugar de los llorosos.
EliminarUn beso.
Querida Jane:
ResponderEliminarNo estabas allí fuera, pero... ¡cómo disfrutaste también del columpio en el espacio cálido y seguro que te envolvía!
La risa de tu madre era doble, porque también afloró la tuya junto a la suya.
¡Gracias por seguir alimentando día a día la risa!
Un abrazo fuerte
¡Qué bien cuentas las cosas!
Gracias, Candidaeréndira. Creo que tienes razón. Los mejores recuerdos de mi madre son de cuando nos reíamos juntas. Y a lo mejor por eso siempre me gustaron los columpios. De hecho tengo un columpio en mi casa (al que no me atrevo a subir no sea que acabe en el suelo, je, je)
EliminarAlimentemos juntas la risa: la de los amigos, la de los hijos y nietos, la de las parejas, la de la gente de bien.
Un abrazo grande.
Qué gran canto a la risa y al humor, has hecho, querida Jane.
ResponderEliminarFíjate si la risa puede cambiar nuestros rostros, además de nuestros momentos malos, regulares y buenos, que hace unos años, una amiga me contó que había descubierto que su sonrisa era su señal de identidad, su marca personal, su auténtico carnet de identidad.
Cuando se encontraba frente a antiguos amigos y conocidos que, por un largo tiempo y con los cambios físicos que eso representa, no la habían visto, era su sonrisa la que hacía que la identificaran enseguida. En cambio, si no la esbozaba, tenía que darles su nombre, para que terminaran reconociéndola.
A mí, me pareció exagerado lo que me contaba, hasta que tuve la oportunidad de comprobarlo y comentarlo, en una ocasión. Todos ponderaban la peculiaridad de la sonrisa de nuestra común amiga, destacando de ella su dulzura y expresividad.
Aquel descubrimiento me sorprendió y me hizo ver y entender la importancia de la risa y la sonrisa, en la vida de las personas. Aún cuando esas vidas, a lo mejor, no han sido un camino de rosas, pero tampoco han sido un obstáculo para que seres humanos, como mi amiga, hayan hecho de sus sonrisas su inequívoco sello personal. Sin duda, una buena lección de vida.
Del mismo modo, me resultan admirables aquellos que son capaces de provocar la risa y la sonrisa, con sus gestos, su voz o su lápiz. Desde muy niña, me atrajeron los payasos del circo y los dibujantes de chistes e historietas. Siempre me parecieron, y me siguen pareciendo, unos magos del humor, capaces de crear situaciones y ambientes, jocosos y divertidos, que, en muchas ocasiones, parten, precisamente, de todo lo contrario.
De esos, también, me encantaría aprender.
Y como dice la Cándidaeréndira, que bien lo cuentas, mi niña...
Curiosa la historia de tu amiga, pero, si lo piensas, tiene lógica. En la risa (y en todos los músculos que pones en movimiento para expresarla), tiene que asomar la personalidad: los ojos brillan, la cara se transforma y el cuerpo se estremece de placer. Se crea también un fuerte lazo entre dos seres que comparten risas. Me da que también las mejores parejas son aquellas que comparten el mismo sentido del humor.
EliminarY sí, los humoristas, los dibujantes de cómic, los novelistas que en sus novelas nos arrancan risas y sonrisas, merecerían ser objeto de todos los homenajes ¡Cuánto les debemos! Mi hija siempre dice que superó una época chunga (todos las tenemos) gracias a P.G. Wodehouse.
Gracias por lo que me dices, guapa. Y un abrazo grande.