Mi hermana y yo, de adolescentes, haciéndonos fotos "artísticas" (que siempre salían mal) en la azotea de mi casa. |
"Los dioses del solsticio de invierno son duros y fríos”, decía Joanne
Harris. Y Octavio Paz se mostraba más truculento todavía en sus versos:
“Solsticio de invierno, / sol parado, / mundo errante. / Sol
desterrado. / (…) Ánima en pena / el mundo, / peña de pena / el
alma.”. Tienen mala fama estos días de invierno “de lunas anchas y
pequeños días”, como también dijo Ángel González. Pero, para mí, el 21 de
diciembre, el día más corto del año, fue el día en el que recibí el mejor regalo
del mundo, el nacimiento de mi hermana hace 63 años. Todavía me acuerdo de
discutir, días antes de que naciera (yo tenía 4 años), con mi prima Mª Elena
sobre el nombre que iba a tener y de decirle que se iba a llamar Chari, “que es
nombre de flor”, decía yo convencida.
Tener hermanos es estupendo porque una casa con niños es una casa con vida. Nosotros somos 3, más mi primo Néstor que siempre vivió en casa y es un hermano más. Pero tener una hermana es doblemente estupendo. Mi hermana Chari fue siempre mi sufrida compañera de habitación, la que aguantaba (protestando, eso sí) que yo no apagara la luz hasta las tantas porque estaba leyendo. Fue la primera a la que le conté que había conocido a mi futuro marido y cuando, ya casadas, decidimos vivir en el campo, compramos un solar entre las dos parejas y ahora vivimos en dos casas cercanas, juntas pero no revueltas. Sus hijos han estado siempre con los míos y yo, no sólo tengo una vecina a la que no me da ningún apuro decirle que me deje dos zanahorias para el potaje o con la que camino un ratito por las tardes para no anquilosarnos, sino que sé que siempre está ahí, que puedo contar con ella para cualquier cosa.
Ella heredó de mi madre la generosidad, la hospitalidad y el poder de
aglutinar a toda la familia. En su mesa, en la que cabemos los casi 30 que somos
ya, celebramos todos la nochebuena. Allí estamos los cuatro niños de antaño, con
sus parejas, sus hijos y sus nietos y es ella la que organiza la música, el
amigo invisible, los adornos, las sorpresas. Mi hermana tiene ya dos nietos, es
médico pediatra, una profesión que le va, y le encanta pintar y la pintura. A su
casa, llena de cuadros y detalles, yo la llamo “la Thyssen-Bornemisza”.
Y ahora este 21 de diciembre cumple 63 años, una cifra redonda, como dice mi
amiga Loque. Hay una bendición irlandesa especial para el solsticio de invierno
en la que te desean un montón de cosas, entre ellas, como en Astérix, que el
techo no se te caiga sobre la cabeza. Pero también “que cada día y cada noche
tengas muros contra el viento y un techo para la lluvia y bebidas junto a la
fogata, risas para consolarte y a aquellos a quienes amas cerca de ti”.
Así que, Chari, te mando esta bendición, en plan hermana mayor, y que para
ti, que fuiste una niña nacida el día en que empieza el invierno, los dioses del
solsticio sean siempre amables y cálidos. Muchas felicidades.
(Este post lo escribí hace 4 años y lo he repetido hoy, en el que han coincidido el solsticio de invierno con el día en que subo un post nuevo. Discúlpenme los que ya lo leyeron en su momento y que sirva de homenaje otra vez a la fecha y a mi hermana del alma)
Felicidades para Chari , para ti y toda la familia. La base de todo está en vuestros queridos padres, supieron darles todo ese amor que ustedes han sabido recoger
ResponderEliminarEs verdad, Carmelita, que una familia unida es un magnífico ejemplo para imitarla en el futuro. Yo espero que también nuestros hijos recojan el testigo.
EliminarUn abrazo grande.
Pues mi hermano pequeño nació el 25 de Diciembre y como mis padres vivían en Venezuela, pues fue el regalo del Niño Jesús.
ResponderEliminarCinco meses después vinieron a Canarias y me acuerdo que cuando lo ví, lo puse sobre mis hombros y me recorrí todo el barrio, enseñándoselo a los vecinos. Siempre fué mi hermano pequeño porque le llevo 10 años, aunque a veces se hacía difícil porque yenía su "carácter".
En mi caso, las reuniones de Navidad se celebran en mi casa, no porque cocine mejor, sino porque me llevo bien con mis cuñadas, las trato como a reinas y así tengo ganado medio cielo.
En cuanto a la foto, la belleza del alma se nota (y la otra también). FELIZ NAVIDAD
Me hubiera gustado verte con el niño a cuestas, tal cual San Cristóbal. Me recordaste (por las edades) al Manolito Gafotas de Elvira Lindo, con el hermanito al que llama "El Imbécil", pero que nadie se lo toque; o al Joaquín de "El pequeño Nicolás" de Goscinny, que se da de tortas con el amigo que le dice que su nuevo hermano tiene un nombre raro. Y es que ser hermano mayor es una gran responsabilidad ¿verdad? Que nos lo digan a nosotros.
Eliminar¿Y no decías, hace dos post, que los piropos no son tu especialidad? Pues vaya piropo fino que me echaste, Juan. Muchas gracias y feliz navidad.
Sí, Jane. No hay como una familia numerosa para gozarla de pequeño. Recuerdo múltiples juegos y anécdotas de aquella época. Entre ellos : la " Gran Carrera a lo largo de los pasillos de la casa de la Calle Bencomo, a ver quién era el que lograba hacerlo en menor tiempo". Otra de nuestras diversiones, para la que tan sólo necesitábamos un boliche, era soplar a lo largo del bordillo de una enorme mesa de madera hasta conseguir dar la vuelta a la misma sin que se cayera al suelo... todo baratito y sin necesidad de ningún invento de nueva generación. El que mi padre fuera atleta nos marcó mucho y los juegos de competición eran el pan nuestro de cada día... Ay, señor.¡Qué lejos ha quedado aquella... ( como la canción de Presuntos) Felices Fiestas , Jane.
ResponderEliminarEn mi casa de la calle del Pilar el juego que más recuerdo era el brilé en el pasillo, un pasillo recto, ancho y largo (daban a él 7 habitaciones todas por el mismo lado), ideal para esos menesteres. No sé ni cómo mi madre nos dejaba pero sé que a ella le gustaba que llenáramos la casa de risas y ruidos. Una de mis primas tuvo 11 hijos y, cuando se fueron yendo de la casa, recuerdo que las dos más pequeñas que quedaban decían que su casa parecía vacía. Ahora me encanta que, en la nueva generación de mi familia, haya ya 12 nietos tomando el relevo (y armando jaleo, por supuesto). De ellos es el mañana.
EliminarUn abrazo y felicidades, Miguel.
A veces pienso que tenemos muchas cosas en común, Jane. Yo tambien tengo una hermana, unos años mayor que yo, a la que mi madre le preguntó antes de nacer como quería llamarme y le contestó que Tona. ¡A ver que nombre es ese! A mi me suena a barril, ó alguna medida de volumen rara. O la pareja de un túnido.Con el tiempo me acostumbre, pero siempre pensé: mira que si hubiese sido al revés, y mi hermana, que nació con la primavera, yo le hubiese puesto nombre de planta, como Toronjila, Cilantra,Aristoloquia ó Becabunga.Tambien , como tu , vivimos muy cerca las dos, y el campo ha visto crecer juntos a los nuestros. Reunidos celebramos la navidad, los cumpleaños y todo lo que tercie, y por nada del mundo, cambiaría esto.Desde aquí te deseo una muy feliz navidad y que sigas disfrutando de tu familia. Un fuerte abrazo Tona
ResponderEliminarTe pareces sospechosamente a mi hermana. Y no, no me hubiera gustado ninguno de esos nombres floridos, por más que hubiera nacido al comienzo de la primavera.
EliminarEl caso es que también mi prima Mª Elena defendía que su hermana Merceditas que iba a nacer unos días después de mi hermana, el 5 de enero, también tenía nombre de flor.
Y no sé por qué te quejas del tuyo. Te juro que es nombre de flor: una flor con alguna espina, pero de bella estampa y dulce perfume. Un beso.
Antes que nada, querida Jane, enhorabuena por otra de tus preciosas entradas y, luego, muchas felicidades para mi tocaya.
ResponderEliminarComo sabes, yo abro la fila de un hermoso batallón del que formamos parte cuatro mozas. A la que me sigue, le llevo seis años y para mí, como para ti, fue el segundo mejor regalo que me hicieron mis padres. Antes, ya había tenido el primero en forma de chico. Detrás de ellos llegaron otros cuatro y hoy, cuando los veo con sus profesiones, sus familias y el camino que siguen recorriendo, me parece que haber sido la primera en venir a este mundo ha supuesto el privilegio de conocerlos a todos desde su primer día de vida. No tengo la suerte de que vivamos tan cerca como lo estás tú de Chari, pero ese no es impedimento para que los sienta muy próximos.
Me acostumbré a que siempre hubiera niños en casa y para que una casa sin niños no fuera como una jaula sin pájaros, por aquí los hemos tenido continuamente: sobrinos, ahijadas y ahora, sobrinos nietos e hijas de ahijada. Espero poder verlos crecer también y que sus hijos sigan el camino de sus padres y alegren mi vida con sus risas y sus alegatos.
¡Ah! y lo que dices de que tu hermana heredó de tu madre, no sólo su nombre, sino su generosidad, hospitalidad y el poder de aglutinarlos a todos, me suena a que tú también lo heredaste. ¡Menuda suerte para el resto de la familia y para los amigos!. Muchos besos para las dos.
Ser la hermana mayor tiene sus pros y sus contras. Por una lado, es verdad que tienes la enorme alegría de ver nacer a tus hermanos y también, que puedes ejercer tus dotes de mando con ellos ("¡A callar, niña!") Pero también el inconveniente de la responsabilidad, de dar ejemplo: eres una niña pero te tratan como a una adulta y tú misma te ves diciendo "adulteces", como dice Mafalda. Aparte de que contigo tus padres improvisan su forma de educar y te prohiben cosas que luego se dan cuenta de que no tenían por qué haberlo hecho, y van y no lo hacen con tus hermanos. No sé qué te diga... Igual hubiera sido mejor ser la hermana menor, la mimadita de la casa...
EliminarUn abrazo.
Hola, soy la de la cifra redonda, y eso que no me acuerdo para nada de cuándo lo dije, pero se ve que me quedó bien.
ResponderEliminarUna vez más me has emocionado.
Además esta vez de forma especial, porque mi hermana, que tenía más o menos tus años cuando yo nací, siempre dice que fui un regalo increíble ¡Una muñeca de verdad!
No sé yo si le daría mucho juego a la pobre, pero si necesita un par de zanahorias, que me lo diga (ni que yo tuviera dos zanahorias en casa, ahora que lo pienso).
La flor Chari... qué cosas decimos cuando somos pequeños, súper convencidos.
Lo de la cifra redonda lo dijiste cuando, en tu entrada "Selebreison", empezaste con "Amigos, hoy es un día de celebración y jacaranda porque hemos alcanzado la redonda cifra de (redoble de flautas dulces, por favor) ¡¡Doscientas una entradas!!". Es lo que tiene la letra escrita, que luego una no puede decir "¿Yo dije esooo?".
EliminarY la verdad es que nos tenemos que alegrar de tener hermanas estupendas a las que uno le puede pedir zanahorias (o un tomate, por ejemplo), porque nos podían haber tocado, qué sé yo, las hermanastras de Cenicienta o los hermanos del protagonista de "El gato con botas", que se quedan con toda la herencia y a él le dejan un gato. Que, por más que hable como Antonio Banderas, no deja de ser un gato.
Loque, un abrazo y pasa una nochebuena buena de verdad.
Preciosa felicitación. Felicidades a esa hermana pequeña y Felicitaciones por las navidades a las dos.
ResponderEliminarQue paséis unas felices Fiestas. Además , por vuestras preciosas tierras el invierno triste no existe :)
Besos
Tienes razón, Celia. Aunque en este momento está lloviendo (lógico, limpiamos los cristales de las ventanas esta mañana), ¿querrás creer que hace una semana me estaba bañando en la playa?
EliminarDe todas formas, espero que algo de frío sí haga, por aquello de "blanca navidad" y esas cosas. Tentada estoy de poner harina en el tejado :-D
Felices fiestas, Celia (¿te cantan lo del turrón El Almendro de "vuelve, a casa vuelveee por Navidad"?). Un abrazo.
Hoy es también mi cumpleaños, Jane.
ResponderEliminarSiempre me ha parecido una fecha mágica. Lo único que no me gustaba es que al estar tan próximo a reyes solo me tocaba un regalo. En fin...
Muchas felicidades a tu hermana.
Aprovecho para desearos a ti y a todos tus lectores unas fiestas entrañables.
¡¡¡Que el 2016 nos sea propicio a todos!!!
Un abrazo muy cariñoso desde el norte
Muchísimas felicidades, Utopía, a ti que también naces con el invierno. Por supuesto, la bendición irlandesa te la haga extensiva y, como regalo, te la pongo entera:
Eliminar"Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano. Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre quieras vivir plenamente.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron. Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles. Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día. Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
Que nunca caiga el techo encima de ti y que los amigos reunidos debajo de él nunca se vayan. Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío, una luna llena en una noche oscura, y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte. Que el Señor te guarde en su mano, y no apriete mucho su puño. Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen, los ángeles te protejan, y el cielo te acoja. Y que la fortuna de las colinas irlandesas te abrace.
Que las bendiciones de San Patricio te contemplen. Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero. Que la buena suerte te persiga, y cada día y cada noche tengas muros contra el viento, un techo para la lluvia, bebidas junto al fuego, risas para que te consuelen aquellos a quienes amas, y que se colme tu corazón con todo lo que desees. Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio te sea breve y te deje rico en bendiciones. Que no conozcas nada más que la felicidad. Desde este día en adelante, que Dios te conceda muchos años de vida, seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles".
Es de un autor anónimo, pero la tradición dice que es del mismísimo San Patricio. Pues eso, todo para ti (y para mi hermana)
Feliz navidad y un gran abrazo desde el sur.
Muchísimas gracias, Jane. ¡Es preciosa!
EliminarLa guardaré con todos los demás preciosos detalles que han conformado este día.
Besos
¡Ay, qué foto tan encantadora! ¿Quién no ha hecho esas fotos artísticas con sus hermanos y primos? Una entrada estupenda de felicitación, enhorabuena a ambas, queridas.
ResponderEliminarY sí, feliz solsticio de invierno para ti también. Un besazo.
Las nuestras, Mónica, salían horribles. De ese mismo día tenemos una en el suelo con una escoba al lado para que pareciera que estaba apoyada en la pared y nosotras haciendo el pino. Pero se nos olvidaban las baldosas del suelo y que los pelos tenían que seguir la ley de la gravedad. O sea que solo parecíamos dos chifladas en el suelo con una escoba al lado.
EliminarFeliz solsticio de invierno, en el que se convocaba el retorno de la luz y de la esperanza.
Un abrazo muy grande.
Tienes una hermana que vale mucho y me consta, es una maravillosa chica del solsticio de invierno, pues sabe dar mucho calor cuando hay frío y refrescar cuando hay calor....besos para las dos y muchas felicidades
ResponderEliminarNo sé si proponerla al Calendario Pirelli para el 2016, jajajaja
EliminarEn serio, es verdad que a ella se le puede aplicar lo de "nena, tú vales mucho", porque como buena hija de palmera se le da bien todo: coser, cocinar, pintar, trabajar, divertirse... Solo en esto último coincidimos.
Muchas gracias por tus palabras, Pili, y muchos besos.
Jajajajajajaja es verdad, ¡pues proponla!
EliminarBellísima tu entrada al blog... La de cosas que comparten dos hermanas... rivalidades por cariño paterno, celos por regalos, la pequeña que hereda y estrena menos, la mayor con más "fundamento", secretos, anhelos, confidencias, los sobrinos, los hijos, los nietos... Una hermana es el súmmum de la amistad... Una especie de "mi otro yo"... Felices fiestas, Isa! Smouacksssssssss
ResponderEliminarOtra cosa que compartimos ella y yo, Gladys, fue un campeonato de la ronda con piedras que duró años. Ya ni me acuerdo quién ganó. Y no creas que heredó mucho porque la muy fresca siempre fue más delgada que yo.
EliminarFelices fiestas, Gladys. Un abrazo grande.
Me encantó, como siempre. Gracias por compartirlo de nuevo.
ResponderEliminarGracias a ti, Elías. Un beso y felicidades a toda la familia.
EliminarYa lo leí, Isa, un regalo precioso!! Chari es como la describes, generosidad y hospitalidad.
ResponderEliminarLa bendición para los nacidos en el solsticio de invierno me la apunto que hoy es también el cumpleaños de Silvia.
¡Qué bien, cuantos nacidos en este día! Lee la bendición completa en la contestación al comentario de Utopía y así sabes todos los bienes que los irlandeses vaticinan para estos hijos del invierno.
EliminarMuchas felicidades a tu nieta y un abrazo grande a los abuelos.
Muy bonito el escrito y muy guapa la foto!! Bravo!!!
ResponderEliminar¿Verdad que sí, Fernando? Parece tal cual yo la estuviera cogiendo en la mano, jajaja :-D Claro que ella debería haber mirado para arriba para darle más verosimilitud. Lo que más me gusta es la cantidad de kilos que teníamos de menos, sobre todo yo ¡Qué tiempos!
EliminarPrecioso homenaje al amor filial. Que los dioses te permita disfrutar durante muchos años de tus amores . Un abrazo.
ResponderEliminarFraternal, Sole, fraternal. Aunque haya habido amigas (desde ese momento, ex-amigas) que hayan dicho que si mi hermana es mi hija (cosa que a ella le ha encantado pero a mí, maldita la gracia), solo le llevo 4 años y 9 meses :-D Pero muchísimas gracias por tus deseos. Doy gracias a la vida por tenerla cerca y poder seguir haciendo planes juntas.
EliminarUn abrazo muy grande para ti y también mis mejores deseos.
Gracias Mari , de nuevo , por ese entrañable blog . Hay algo que haces mil veces mejor que yo y es escribir tan bien . Súper amena y agradable de leer . Gracias a todos los que me han felicitado por mi cumple . Desde aquí un fuerte abrazo
ResponderEliminarLo más que me gusta de tu cumple es que, a pesar de estar tan cerca de la navidad, siempre lo celebramos demostrando que en lo noveleras no nos quedamos atrás nunca. Esta vez el arroz caldoso de tu marido estuvo de chuparse hasta los codos.
EliminarUn abrazo grande, mi hermana del invierno. Cuando empiece la primavera, celebraremos el mío. Te quiero.
Muchísimas felicidades Chari....un abrazo desde La Palma de parte de todos....felicidades también a Jane por ese precioso relato y a todos por esa preciosa familia....un recuerdo especial para vuestros padres que lograron sembrar en ustedes esos hermosos sentimientos.....
ResponderEliminarFeliz Navidad para tod@s....
Felicidades, Jesús, y gracias por tus buenos recuerdos. Ellos, nuestros padres, están presentes siempre, en las tradiciones de casa, en las conversaciones y, sobre todo, en la memoria.
EliminarPásenlo muy bien. Feliz navidad y un abrazo fuerte para todos.
Querida Jane:
ResponderEliminarSi de algo he sentido envidia (sana, pero envidia al fin) es de mis amigas que tenían hermanos, y sobre todo hermanas... Única y de unigénito también, he sido al fin recompensada con dos nietas. No veas lo que disfruto con ellas viendo como se pelean y se adoran a la vez, como la pequeña copia a la mayor pero sin dejarse gobernar...(¡promete ser todo un carácter!)
Esta semana dedicas a tu hermana un post precioso, por su cumpleaños.
Diciembre es con sus luces y sus sombras, por lo que se ve, un mes muy importante para los Duque Fernández. Dos estrellas rutilantes en el cielo el 13 y el 18 y el regalo más importante que te hicieron en ese solsticio de hace 63 años, ¡Una hermana!
Dos veces al año, en los Equinoccios, el eje de rotación de la tierra coincide perpendicularmente con el plano de la eclíptica, las horas de luz y de oscuridad son doce en todo el planeta, pero como la tierra está inclinada con respecto a ese plano 23º27' (está señalada esa inclinación en cada hemisferio con los Trópicos) hace que tengamos Estaciones diferentes y alternadas en el norte y el sur... (como me dijo una vez un alumno: "Seño, es que la tierra está cambada")
En ese día (¡qué hados poderosos fueron convocados!) se produjo sobre tu hermana, la conjunción del cálido solsticio del verano del Sur en nuestro solsticio del invierno del Norte... Como diría tu madre: "Es la magia de la Navidad..."
P.D.
La primera vez que jugué a las sillas que se van quitando, fue en el patio de esa casa de la calle de El Pilar...
Ese era uno de los juegos clásicos que organizaba mi madre en todos los cumpleaños de mi infancia (a mí no me gustaba mucho, sobre todo cuando me quedaba sin silla a la primera o cuando de un culazo me quitaban de la que había conseguido, pero en fin...).
EliminarYo también recuerdo los juegos de tu cumpleaños en aquel pasaje del barrio del Toscal, pasaje que yo también te envidiaba. Ahí es nada, tener una calle entera para jugar al brilé sin necesidad, como pasaba en la del Pilar, de pararte para que pasara un coche (de pascuas a ramos, eso sí).
Bendita infancia la que disfrutamos. Y también bendito diciembre con sus cumpleaños, sus fiestas de navidad y su solsticio de invierno. Aunque haya esas 2 estrellas en el cielo, es un mes precioso.
Gracias, Candidaeréndira, por formar también parte de él y de mi vida.
Recuerdo a Chari de niña, en el colegio, y en tu casa. Que suerte tenerla. Entonces no le daba importancia a los hermanos, no era consciente de la falta que hacen.. Un fuerte abrazo para las dos. Esperanza.
ResponderEliminarSí que hacen falta, Esperanza. Tenerla tan cerca es una suerte increible ¡Y mira que a veces pasa más de una semana y no nos vemos! Pero lo importante es que está ahí.
EliminarUn abrazo.