La zona de confort es el objetivo vital de cada uno de nosotros. Por conseguirla, empezamos a estudiar desde pequeños, hacemos una carrera (de obstáculos) y, a veces, una o más oposiciones. La zona de confort es ese momento en la vida en que ya se tiene un trabajo fijo por el que sabes que cada final de mes tendrás un sueldo que te permitirá vivir sin agobios hasta que te jubiles. Eso es lo que todo el mundo desea para sí y para sus hijos.
Y, sin embargo, esta misma semana mi hija Ana ha renunciado a su zona de confort. Me ha llamado entusiasmada desde el coche para decirme que se había despedido del Hospital en el que trabajaba como médico anestesista, después de una difícil carrera y de tener dos especialidades. En Facebook ha dicho a todos sus amigos: "La Dra. Jomeini (es su nombre de guerra) ha apagado hoy definitivamente las luces del quirófano. Empiezo nuevo proyecto de vida y digo adiós al sitio en el que he pasado los últimos catorce años".
El nuevo proyecto de vida va a ser seguir escribiendo (tiene ya publicados 7 libros, más 2 de cuentos en colaboración con otros autores) y hacer otros trabajos relacionados con la literatura. Es decir, va a dar un salto de la anestesia a la escritura, o, como le dice uno de sus amigos, "de inducir sueños a encender almas". Los ciento y muchos comentarios que le han llegado van desde desearle suerte y ánimos ("¡Olé, olé y olé! Suerte en la nueva etapa, amiga", "Tu lugar está donde están tus sueños", "Eso es creer en uno mismo"...), a expresar asombro ("Es como hacer puenting, que saltas al vacío pero sabes que vas bien atado") o incredulidad ("¿Sobresaliente en biología para esto?", le pregunta su profesor de Ciencias de COU). Y también hay quien siente pena por lo que deja atrás ("Te deseo lo mejor aunque me parezca una gran, gran pérdida", "Pero si alguna vez me tienen que dormir, te puedo llamar a ti ¿no?").
Ella contesta a todos eufórica y dice: "Tengo sensación de vértigo pero la sonrisa no se me borra de la cara". Y luego por la autopista va cantando "I will survive" a grito pelado, desde el Hospital hasta su casa.
Ese mismo día yo he salido con mis amigas del colegio en uno de esos paseos luminosos que cada mes nos regalamos. Al final, después de una buena comida, recalamos en mi casa a tomarnos el café y la copa y, entre rosquetitos y suspiros de Moya, hablamos del tema de mi hija. Todas estamos ya en la zona de confort de la jubilación, pero la duda surge espontáneamente ¿Nosotras habríamos hecho eso de dejar un buen trabajo por un sueño? Una de mis amigas, viuda y con hijos, alega que en su caso, más que una zona de confort, era una zona de necesidad: no podía plantearse siquiera dejar su trabajo de informática, aunque generalmente la estresaba mucho. Pero le pregunto a ella y a todas: "¿Qué cosa te habría tentado lo suficiente para dar el salto, quemar las naves y abandonar tu trabajo?". La mirada se torna soñadora y mi amiga dice que le hubiera encantado ser guía de montes. Otras, en lugar de ser ama de casa o tener un negocio, se hubieran dedicado a la medicina o a la asistencia social. Ser bailarina de bailes cubanos es lo que hubiera tentado a otra, que fue administrativa. Una ex-profesora echa de menos haberse dedicado más a la pintura y otra habla de escribir, cosa que, como a mi hija, también la hace intensamente feliz. Al final, ya vacilando y entre risas, una que fue catedrática de literatura dice que, antes que lidiar con los de la ESO, mejor millonaria o puta fina...
Todo esto me recuerda la escena de "Enredados", la película que cuenta la historia de Rapunzel, en la que la protagonista pregunta a un montón de criminales y facinerosos "¿Es que nunca habéis tenido un sueño?" y todos aquellos hombretones, a cual más patibulario, empiezan a cantar "Mi sueño es...": ser pianista, estar enamorado, hacer mimo, coleccionar unicornios, ser florista, diseñar interiores, tejer...
Bernard Shaw dijo "Yo sueño cosas que nunca fueron y digo ¿por qué no?". Pienso que tener sueños e intentar que se realicen ya es una buena variación a sólo tenerlos, y que ¡qué demonios!, ya hay demasiados sueños incumplidos en nuestro mundo. Así que ¡a por ellos, Ana!
Con dos... orgullosa que estoy !!! Viva la gente que persigue sus sueños.
ResponderEliminarEs verdad, Myriam. Se necesita coraje para asumir el riesgo que supone la vida. Mi nuera también es así de valiente. Con 3 hijos y un trabajo que no le iba pero que representaba su zona de confort, se lió la manta a la cabeza y se puso a hacer la carrera de sus sueños ¡y la sacó con notas estupendas! Estoy superorgullosa de las dos.
EliminarUn abrazo grande.
Pertenecen a una nueva generación de mujeres más libres, desinhibidas y apoyadas que la nuestra, Isa. Bravo por ellas, y me uno a ese orgullo que sientes por las dos.
EliminarY no te digo nada de la de nuestras madres, Chari. Por lo menos, muchas de nosotras salimos fuera de casa, hicimos una carrera y la ejercimos. Mi madre empezó a estudiar magisterio y lo dejó para casarse. Siempre se arrepintió.
EliminarGracias, sé que también estás orgullosa como yo ¡A presumir de hijas y de hijas de amigas!
Mi pregunta fue en broma. Realmente envidio a los valientes como ella.
ResponderEliminarYa lo sé, Juancho. También me hizo gracia la respuesta de ella para que supieras que no olvida la Biología: "No sabes lo bien que me salen las disecciones en las novelas. Y la fauna y la flora".
EliminarYo también las envidio.
Bravo por Anita!!! Seguro que será muy feliz!!!
ResponderEliminarLo que estaba claro, Milo, es que en su trabajo no lo era. En esa nueva andadura tiene que trabajar muchísimo más pero dice que le encanta hacer lo que está haciendo. Y eso ya por sí solo merece la pena. Vamos a ver...
EliminarGenial , gente valiente. Felicidades, padres, por haber educado personas libres
ResponderEliminarBesitos para todos
Sí, Carmelita, eso sí lo hemos tenido claro su padre y yo: darles herramientas a los hijos para que luego puedan volar por sí solos. Siempre uno se preocupa, claro, y les aconseja, pero su vida es de ellos, igual que lo son sus éxitos y sus fracasos. Sólo nos queda quererlos y escucharlos.
EliminarUn besote.
A veces las circunstancias te roban la zona de confort y aún así la sensación de libertad es brutal. Besos miles en especial a ella y sí, ole ole y ole...
ResponderEliminarSí, la vida a veces te va marcando el camino de lo que puedes hacer o no. Pero por lo menos hay que procurar que el trabajo que hagas te gratifique. Decir no a trabajos embrutecedores y sí a aquellos en que disfrutes debería ser una norma vital. Yo lo hice y fui feliz dando clase de filosofía. No me he arrepentido nunca de haber elegido ese camino.
EliminarUn abrazo grande.
Qué valiente es Ana, creo que todos la admiramos mucho porque ha sido lo suficientemente fuerte como para decidirse a hacer realidad sus sueños. Porque quejarse de que no nos gusta nuestro trabajo no es lo mismo que buscar una solución, y muy pocos son los que ponen el empeño, la ilusión y mucho sudor en cambiar aquello que no les gusta de su vida para aprender a vivir de nuevo, con más ilusión y alegría.
ResponderEliminarA mí me cuesta un mundo salir de mi zona de confort y en Ana he encontrado una amiga que me empuja a hacerlo constantemente. Me pone nerviosa, me reocupa, me estresa y me enloquece... pero sé que pronto saldré ganando.
Un besazo.
De todas formas, Mónica, hay zonas de confort y zonas de confort. Tienes que estar muy harta de la tuya, pensar que no te estás realizando en ella, ver mal ambiente por todos lados, encontrarte a disgusto... para que te decidas a irte. Uno no lo hace sin más y, por supuesto, hay que pensárselo muchísimo y sopesar pros y contras. Entiendo que te cueste un mundo.
EliminarLa decisión de Ana ha sido una apuesta muy meditada durante muchos meses. Espero que la tuya también lo sea. Hagas lo que hagas, todos los que te queremos te apoyaremos, como hemos hecho ahora con Ana.
Un gran abrazo.
¡Pues es una suerte poder dedicarse a lo que realmente la hace feliz!
ResponderEliminarSí, Begoña, no hay nada peor que ser "un mandado". No por nada Sócrates hablaba de "conocerse a sí mismo" como uno de los principios por los que debemos regirnos. Y eso implica saber qué es lo que queremos y no dejar que nadie decida por nosotros.
EliminarY aunque la felicidad no es un estado permanente, sí espero que tenga momentos felices.
Un abrazo.
Espero que a tu hija le vaya genial en esta nueva etapa, Isabel. Y también que ustedes sigan manteniendo esas reuniones mensuales tan divertidas y gratificantes. Un beso enorme.
ResponderEliminarGracias, Sergio. Y esas salidas mensuales con las amigas del colegio son la cosa más divertida del mundo. La última fue una visita guiada a Tegueste con visita a una bodega (y cata de vinos correspondiente) y luego a la comida en un restaurante y al café en casa. Hablamos de todo lo divino y lo humano y, lo más importante, nos reímos juntas. La guía, al ver la buena sintonía, nos preguntó: "¿Y ustedes desde cuándo se conocen?". Cuando le dijimos que hace 60 años, creó que bizqueó.
EliminarUn gran abrazo.
Me alegro muchísimo por Ana, mucho valor ha tenido para perseguir su sueño. Pero yo la echaré de menos, se va una gran anestesista y mejor persona. Le estaré eternamente agradecida.
ResponderEliminarMe alegra tu opinión sobre Ana. Es verdad que es una buena profesional y una buena persona, alguien en quien confiar. Y pienso que siempre podrás contar con ella. La amistad es lo que tiene.
EliminarGracias.
¡Valiente y segura! Muchos éxitos para ella.
ResponderEliminarEspero que los tenga, Iris. O, por lo menos, que considere que el cambio ha merecido la pena y duerma tranquila imaginando historias.
EliminarUn besote.
Por lo que sé ya la avalan títulos publicados así que seguro tendrá éxito y alcanzará su gran sueño. Le deseo lo mejor.
ResponderEliminarSí, de jovencita ganó el Premio Félix Francisco Casanova de poesía y también se las publicaron. Ahora tiene 3 novelas de humor ("El blog de la Doctora Jomeini", "Planes de boda" e "Instrucciones para sobrevivir a los hijos"), 2 de fantasía ("Leyendas de la Tierra Límite: las tierras blancas" y "Leyendas de la Tierra Límite: las tierras oscuras"), 2 de cuentos con otros autores ("Leyendas fonendoscópicas" y "La librería a la vuelta de la esquina" ) y una de marketing para escritores ("El escritor emprendedor"). Ahora está escribiendo 2, una de fantasía y otra romántica. Como ves, por lo menos me da que no va a tener el síndrome de la hoja en blanco. No sé si tendrá éxito pero se lo está pasando pipa.
EliminarGracias y un abrazo grande, Nélida.
Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Luisa. Pienso que es una enhorabuena a mí por tener una hija emprendedora y a ella por ser capaz de dar un salto adelante. :-D
EliminarJusto por eso. Yo no sé lo que hará la mía , pero le inculqué que hiciera lo que le gustara, que no dejará sus sueños atrás. Puede que lo haga o no. El caso es que no lo olviden.
EliminarLo mismo les decía yo a mis alumnos. Al elegir carrera, por ejemplo, es muy necesario que hagan lo que les gusta. Se juegan el futuro.
EliminarParece que tu hija ha alcanzado un sueño. Me alegro mucho por ella pero, de lo que más me alegro –como si de mi hija se tratara - es de que no se ha tirado al mar alegremente, sino que -me parece- lleva largo tiempo trabajando en ese sueño, haciéndolo realidad de manera parcial asida a las seguridades, y es ahora cuando ha soltado amarras de manera definitiva porque, ¡ya sabe navegar!
ResponderEliminarLe deseo lo mejor.
Tienes razón. Lleva años dedicándose a los dos cosas, aprendiendo, haciendo cursos, leyendo un montón... Creo que sí, que sabe navegar. Esperemos que esos viajes futuros la lleven por buenos derroteros.
EliminarMuchas gracias.
Si me has emocionado y todo...ainss, espero no pegarme el morrón, pero lo cierto es que creo que tengo armas para volar en pos de ese sueño. Gracias por tanto.
ResponderEliminarY tampoco pasa nada con pegarse el morrón de vez en cuando. Estoy segura de que en ese caso tendrás la suficiente inteligencia para levantarte y seguir adelante. Como dice tu sobrina pequeña: "No pasa nada".
EliminarTú también me emocionas por cómo eres. Te quiero.
Enhorabuena a todos y muchísima suerte para Ana.....estamos seguros que sus sueños se cumplirán y todos podremos disfrutar de ellos....un abrazo para todos....
ResponderEliminarGracias, Jesús. Por lo pronto, está contenta del paso dado. Esperemos que la andadura también sea buena.
EliminarUn abrazo.
No va a dejar de ser cirujana porque haga realidad su sueño , óle ella k puede, sino le sale bien ya podrá volver a su profesión.
ResponderEliminarPor eso decía más arriba que los padres debemos cuidar para que los hijos tengan las herramientas adecuadas para saber desenvolverse en la vida. Eso nadie se lo puede quitar. Diríamos que su profesión es la red que todo equilibrista debe tener debajo. :-D
EliminarPues yo lo de llamarla si me tenían que dormir lo dije totalmente en serio, que a mí me dan mucho miedo todas esas cosas y en ella tengo la fe del carbonero. Aunque la verdad, como fan de su literatura no puedo más que alegrarme por el salto (y cruzar los dedos para que no me tengan que meter en un quirófano donde me duerma un desconocido random)
ResponderEliminarMe hizo gracia tu comentario, Cuinpar. Dímelo a mí que esperaba que me atendiera en una pequeña intervención que me iban a hacer y ahora me he rajado como una cobarde cualquiera. Qué le vamos a hacer...
EliminarNo sabía que Jane Jubilada era la mami de Ana González Duque, pero me queda totalmente demostrado. ¡Olé la genética! De tal madre, tal hija, a cuál mejor. A mí me quedan unos 6 añitos para empadronarme en mi zona de confort, que no puede ser más tradicional (jubilarme... jejeee). Pero mientras tanto tomo ejemplo de estas dos mujeres maravilla y les mando desde aquí un abrazo enorme y una copa de triunfadores que deje la de Rafa Nadal del tamaño de un vaso de chupito.
ResponderEliminar¡Enhorabuena a las dos!
Me recordaste un post que escribí hace 6 años y que titulé "Tengo vocación". Terminaba de esta guisa:
Eliminar"Pero ahora, en estos tres años, me he dado cuenta, como San Pablo y el veterinario que nombré antes, de que mi verdadera vocación es la de jubilada: levantarme tarde, caminar cuando me apetezca, hacer un nuevo plato de comida despacito y con mimo en lugar de descongelar lo primero que encuentres, decidir de repente ir al sur a darte un baño, quedar con los amigos, viajar fuera de temporada… y cobrar a fin de mes.
En el fondo de mi corazón, estoy convencida, qué quieren que les diga, de que yo nací para esto".
Te lo digo para animarte y para que sepas que, después de esos 6 añitos que te faltan, te daré la bienvenida a esta zona de confort que yo (después de 9 años) todavía no me la creo.
Muchas gracias por tus palabras. Otro gran abrazo para ti.
Qué valiente! Me quito el sombrero. Mucha suerte!
ResponderEliminarPienso que puede ser un mezcla de valentía, hartazgo de una situación que no la hacía feliz y sentido común ¿Qué necesidad hay de estarlo pasando mal?
EliminarGracias, Isabel. Un abrazo.
Fantástica tu hija, dejar el confort por realizar su sueño me parece mucho valor.
ResponderEliminarLe deseo la mejor de las suertes.
A veces cuando el "confort" solo es material, él mismo te muestra el camino: dejarlo. Pero a veces hay que tenerlo muy claro.
EliminarGracias, Carmen Paz.
Algunos lo llaman locura pero hay que ser muy valiente. Quizás exista la reencarnación, pero por si las moscas mejor vivir la vida que uno realmente quiere ahora ;). ¡Felicidades campeona! Mucha suerte, aunque sé que con el cariño y la ilusión que pone en su trabajo, no le hará mucha falta. Besos a tod@s.
ResponderEliminarTú más que nadie sabes el trabajo, el coraje y la ilusión que da el cambiar radicalmente de ocupación. Y yo tampoco creo en la reencarnación. Ya lo dicen los refranes además: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".
EliminarUn besote grande y mil gracias.
Ana, mucha suerte en esta nueva etapa que con tanta ilusión vas a emprender y que seguro te hará muy feliz y te llenará de grandes experiencias . ¡ todo un reto, chica valiente !
ResponderEliminarSe lo transmitiré, Blanca. Los retos se plantean para afrontarlos y resolverlos :-)
EliminarLa conocí personalmente en la feria del libro. Me presenté y le compré su libro. Aún no lo he empezado porque estoy con otro todavía , pero pronto lo empezaré. Se ve que es una chica con una gran sensibilidad . Un beso Isa!
Eliminar¡Es verdad que me lo dijo! Espero que te guste. Se quedó muy contenta de los resultados de la Feria del Libro.
EliminarOtro beso.
¡Maravilloso!
ResponderEliminarNo estoy muy segura, Ana. Digamos que azaroso, emocionante a veces, trabajoso, intrépido... ;-)
EliminarHola Jane. No conozco a tu hija personalmente, así que transmítele mi ánimo y admiración. Le deseo que los caminos por los que tendrá que transitar, le hagan ser feliz... y que lo escriba nos sirva a todos para soñar......Un gran beso Jane. Juan.
ResponderEliminarSe lo diré, Juan. De todas formas un libro no solo depende del escritor sino también del lector. Hay algunos que prefieren la fantasía, otros un libro que les haga asomarse a otras vidas reales, otros la poesía... Mi marido, por ejemplo, no lee novelas sino ensayos. Y yo, que leí tantos por mi profesión, ahora casi todo lo que leo es ficción.
EliminarLo bueno es, sea lo que sea, disfrutarlo.
Un beso, Juan.
Le deseo mucha suerte a tu hija y que se cumplan sus sueños. Debes estar muy orgullosa de tener una hija tan valiente. Un abrazo Isabel.
ResponderEliminarPues orgullosa sí estoy, la verdad, sobre todo porque ella siempre ha sabido lo que quería. Y si la cosa salía mal, sabía seguir y no arredrarse.
EliminarUn abrazo y gracias.
Seguro que le irá muy bien, tiene el don de la determinación... Olé por ella y por la madre que la parió!
ResponderEliminarEso, América. Que trabajito me costó. Aunque, como es tan decidida, nació con un mes de adelanto ¡No iba a quedarse ella dentro con todo lo que había por ahí fuera! :-D
EliminarYo tengo algo parecido en casa! A éstas mujeres no hay quién las pare! Y algo de responsabilidad tenemos en ello... Jajajajaja
EliminarPa mí que sí. Por lo menos sé que no somos de las que dejan que se amuermen :-D
EliminarFantástico!!!
ResponderEliminarFuerte mujer valiente!!!��
(Lo lleva en esos maravillosos genes!!!��)
Cuántas veces he deseado yo tener un "colchón" económico que me permitiera dar ese salto!!!
Y no porque no me guste mi profesión, que la adoro y me llena de problemas y satisfacciones... Pero ahora mismo, la sensación que tengo es de una envidia total y absoluta por Ana!!!
Mucha suerte en este nuevo camino!!!
Ya nos irás contando... ��
Ah, no, de envidia, nada. A las que hemos elegido una profesión que nos gusta no nos está permitido eso. Porque todos, todos los trabajos tienen (como dices) problemas y satisfacciones. Incluso ella se va a encontrar con problemas, claro que sí. Es algo inherente a la condición humana. Lo que hay que intentar es que haya más satisfacciones y el balance salga positivo.
EliminarSiiii... Toda la razón... Pero eso no quita para que, ahora mismo, le tenga mucha envidiaaaaa... Por su valentía, por su atreverse a pesar de todos esos problemas que vendrán, por luchar por sus sueños... Bravo Ana!!! ������
EliminarBueno, vaaale, nos dará un poco de envidia a todos el momento "entusiasta" y "resultón". Pero después nada de nada ¿eh? :-D
EliminarBien por Ana!!! Deseo que todo le vaya de maravilla para que así pueda cumplir todos sus sueños. Un abrazo y yo también orgullosa.
ResponderEliminarBuenos deseos no le han de faltar. Se los haré llegar en su horario de descanso (¿sabes que desde hace tiempo tiene un horario de trabajo en su casa que no hay que interrumpir so pena de que desatar huracanes?).
EliminarUn abrazo grande, mi amiga.
La verdad, Isa, es que yo en el caso de Ana, no habría podido con el vértigo tan horroroso. La autopista se me habría convertido en el Empire State
ResponderEliminarBesos a ambas.
Pues mira que tú y ella se parecen (y no solo en el nombre). Las dos son organizadas, seguras de sí mismas y muy trabajadoras. Y una vez que toman una decisión ponen todo de su parte para que tenga éxito. Así que vértigo, sí, pero controlado, seguro.
EliminarUn abrazo.
Creo que todos tenemos sueños pero no la valentía para realizarlos, así que felicidades y suerte para la Dra Jomeini y su madre por parir a alguien tan valiente, en el fondo siento un poco de envidia. Besos.
ResponderEliminar¿Te acuerdas de Martin Luther King y de su frase inicial del discurso de agosto del 63, "I have a dream", "Tengo un sueño"? Ese sueño compartido generó la valentía necesaria para que hubiera más igualdad y más democracia. Creo que definir nuestros sueños es un primer paso que todos podríamos dar.
EliminarUn besote, Clari.
Que lo consiga y sea feliz. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarYa sabes, Conchi, que la felicidad son momentos. Pero sí, que los tenga y esté en paz consigo misma, haciendo lo que quiere.
EliminarMuchas gracias y un abrazo grande.
ya???? pues me alegro mucho por ella y lo siento por la medicina del dolor, donde tanta falta hacen personas como ella. qué le vamos a hacer.....
ResponderEliminarNo, Nati, precisamente uno de sus problemas es que en el Hospital no trataba el dolor, que es lo que más le gustaba de su profesión. Va a seguir haciendo tratamientos de dolor crónico en otro Hospital un día a la semana. El resto lo dedica a la literatura y al marketing online para escritores. Digamos que han cambiado un poco las prioridades.
EliminarBesos.
¡Qué suerte ser tan sabia! Es muy difícil, en este mundo lleno de ansiedades y miedos, decidir que puedes romper cadenas y emprender nuevos caminos... Y todo con una enorme sonrisa... Felicidades y mucha suerte.
ResponderEliminarPues pienso como tú, Elena, que darse cuenta de cuando algo o alguien te está cortando las alas y no permitirlo es una señal de inteligencia. Siempre hay salidas (ya sabes que soy optimista).
EliminarGracias y un abrazo.
Qué bueno que Ana persiga su sueño y también que tú la apoyes....Esas decisiones son para valientes!
ResponderEliminarLo mejor es que, si no la apoyara, no me iba a hacer ningún caso :-D
EliminarGracias, Mónica. Un besote.
Mis mejores deseos para la nueva andadura. Nunca va dejar de ser médico si le apeteciera volver....
ResponderEliminarEse es su bagaje y su mejor argumento. No hay que cortar enteramente los puentes...
EliminarGracias, Antoñita. Un besote.
Bueno después de tantos comentarios ya no sé qué decir pero estoy muy de acuerdo con todos .
ResponderEliminarlo importante es que Ana tiene la suerte de poder haber decidido dos de sus sueños ... y seguramente seguirá cumpliendo mas sueños por su gran constancia y voluntad .
. Con cada paso que da sigue reafirmandose como el orgullo de sus padres, que bien merecido se lo tienen.
Muchísimas felicidades Ana y muchísimas felicidades papi, mami , hermano ,Miriam ,etc... son maravillosos.
La verdad es que me he quedado asombrada con la cantidad de comentarios yo también. Parece que Ana tiene mucha gente que la apoya y la entiende. Muchas gracias por tus buenos deseos.
EliminarUn abrazo.
Me declaro super fan de tu hija.
ResponderEliminar¡Qué bueno! Dentro de poco la vemos firmando autógrafos ;-D
EliminarHola por un lado me alegro ya que la persona que cambia todo por perseguir sus sueños, chapó. Y por otro lado el HUC , pierde a una gran profesional como la copa de un pino la cual supimos de su valía nada más verla algunos pacientes. Sólo me queda darle mi más sincera enhorabuena y que su camino sea un camino de rosas ya que con los valores humanos que tiene no es merecedora de cualquier otra cosa, la empatía que desborda a parte de otros valores es digna de admiración. Saludos y feliz camino.
ResponderEliminarCuando Ana decidió ser médico, yo le dije que por qué no se dedicaba a la literatura que tan bien se le daba. Había conseguido ya varios premios de poesía, leía mucho, tenía gran imaginación... Con su sensibilidad me parecía que le iban más otras materias. Y entonces ella me dijo que precisamente en Medicina es donde más falta hacía la sensibilidad. Creo que ha hecho bien dedicándose a la Medicina todos estos años, pero también pienso que este nuevo camino es el de ella.
EliminarSaludos y muchas gracias.
Claro que sí.
ResponderEliminarNo hay que dejar de perseguir sueños. Esa es la única luz que transformará su vida y la lleva dentro de ella. Me parece un gesto humilde y generoso, además de valiente. Ahora sentirá su tiempo lleno y llevará su inspiración a los lectores para que estos también puedan soñar.
No le deseo suerte, porque ya es una triunfadora por su preparación académica, por supuesto, pero por encima de eso por ser una mujer de bandera.
¡A ser más feliz todavía, Ana!
Gracias por tus palabras, Cande. Lo importante en las decisiones es que sean libres y que puedan ser asumidas totalmente. Ana se plantea este nuevo camino como un trabajo más, con su horario y sus responsabilidades. Eso me parece también importante.
EliminarPor lo menos espero que le dé satisfacciones. Esta vida es muy corta para malgastarla en trabajos que no nos llenen.
Un abrazo.
Qué valiente!!! Trasládale mi admiración (y envidia ��). Maravilloso cambio!!!
ResponderEliminarLa verdad es que son dos trabajos opuestos. O a lo mejor no. A lo mejor las experiencias en el lado oscuro del quirófano le han hecho imaginar mil historias, vete tú a saber.
EliminarSe lo diré de tu parte,
Un beso, Rebeca.
Le deseo toda la suerte del mundo.
ResponderEliminarGracias, Loly, no le vendrá mal en un trabajo tan azaroso como el que ha elegido.
EliminarUn abrazo.
Lo había oído, hace unos días, pero no me lo podía creer. ¡Qué valiente! Le deseo que consiga todas sus expectativas y mucha suerte. Besos, también para Toni.
ResponderEliminarEs verdad, es difícil de creer el abandono de la zona de confort. Pero es una decisión muy meditada y sabes que a veces la vida nos lleva por caminos impredecibles. Gracias por tus buenos deseos.
EliminarBesos.
Hay que tener una vocación muy clara para decidir un cambio tan radical.
ResponderEliminarPero los sueños ahí están........
Pues sí, Mandi. Y también un desánimo con respecto al trabajo, que quema mucho. De todas formas ha estado unos cuantos años compaginando las dos cosas y no se tira al río sin salvavidas. Vamos a ver...
EliminarMuy bien por Ana.... hay que arriesgar por un sueño!
ResponderEliminarFelicidades a los afortunados papis!
Tú y yo lo sabemos bien, Floren, que bien hemos trabajado por lo que nos gusta.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.