lunes, 15 de julio de 2019

¡Benditos alisios!




Si las Islas Canarias son llamadas las Afortunadas no es por el maravilloso paisaje, las gentes estupendas que somos, las buenísimas comidas o la vida divertida que llevamos, fiesta va y fiesta viene, no, sino principalmente (y el resto del personal lo sabe) porque hemos sido bendecidos con un lugar estratégico en el mundo, cercano al anticiclón de las Azores (que para nosotros es como de la familia) del que proceden los vientos alisios. Los vientos alisios, benditos sean, desparraman sobre el norte de las islas un mar de nubes blancas y algodonosas que nos arropan, refrescan y nos quitan de encima los veranos tórridos de otros sitios. ¿Saben lo que es eso? Pasear con el vientecillo en la cara a una temperatura de 24º y dormir ahora en julio con un edredón finito por las noches ¡La gloria bendita! Y mientras, el resto del Hemisferio Norte se derrite de calor: temperaturas de más de 40º, sofoquinas, ambiente espeso y pegajoso... ¡Un horror!

Unos lo combaten ahora como yo hacía cuando estudiaba en Madrid hace ya muchos años: una ducha fría con el camisón puesto e ir inmediatamente a la mesa de trabajo para descubrir que ya vas seco sin pasar por toallas. Otros, en una clausura de persianas bajadas, ventilador a tope y bebidas con hielo hasta que este se te acaba y no tienes valor para salir a la calle a por más. Mi consuegra, que se va estos días de Madrid a su pueblo en Badajoz, me cuenta que tiene que estar encerrada en su casa, como todos los vecinos, hasta las 8 de la tarde más o menos, hora en la que el sol decide menguar fuerzas y es posible asomar la nariz a la calle sin que se achicharre. Hay quienes son más originales, como el crítico literario Manuel Rodríguez Rivero, que confiesa en El País que él se quita el calor a base de leer novelas ambientadas en lugares gélidos o en los polos (Diario ártico: un año entre los hielos y los inuit, de Josephine Diebitsch Peary, por ejemplo). Otros ni lo dudan cuando van por el asfalto asfixiante: se tiran de cabeza con zapatos y todo al primer charco, arroyo, fuente o lo que sea, esté o no prohibido.

Por la tele encima nos dicen que, con el cambio climático (que Donald Trump y otros sonados como él niegan), esto va para peor y que en 30 años Madrid, por ejemplo, será en verano como Marraquech con el viento quemante del desierto ululando en los cogotes. Macron en Francia, asustado por las cada vez más altas temperaturas, pregona que habrá que "cambiar nuestra organización, nuestra manera de trabajar, nuestro urbanismo, nuestra manera de desplazarnos al trabajo". Ah, sí, mucha Tour Eyffel y mucho Bois de Boulogne, pero se siente, haber tenido a los alisios.

Porque aquí con ellos el verano es otra cosa. Sí, hay más calor que en invierno pero nos basta entonces con seguir los consejos que nos daban nuestras madres: ir por la sombrita durante el día, sentarnos a la fresca muchas noches a ver las estrellas, proveernos de abanicos uno para cada bolso y, si vamos a La Laguna, no olvidarnos de la rebeca, que La Laguna es La Laguna y por las tardes hay fresco. Y no cansarnos nunca de elevar los ojos al cielo y dar gracias de todo corazón por haber nacido y vivir en semejante sitio, diciendo fervorosamente: "¡Benditos alisios!


22 comentarios:

  1. Qué bueno es vivir aqui. (Y con un barril de cerveza bien fría, mejor)

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    1. Como sabes, Ani, estudié la carrera en Madrid y al final estuve un año más trabajando allí. Mira que me gusta Madrid, con esa oferta cultural que tiene tan amplia y lo bien que se come y se pasea... Pero estaba deseando volverme a mi tierra. A mi hija, que estuvo 8 años, le pasó lo mismo y al final convenció al marido para que se vinieran a vivir aquí. Ahora es él el que no se iría ni loco para la península. Hay aquí muy buena calidad de vida (y muy buena cerveza).

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  2. Helena Labory Hernández15 de julio de 2019, 15:44

    Gracias a los alisios nuestro verano es agradable......

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    1. Más que agradable, Helena: Único. ¿En qué otro sitio puedes, en pleno verano, por la mañana ir a la playa con un sol luminoso y por la tarde, a pocos kilómetros, pegarte una siesta fresquita bajo los árboles y dormir a pierna suelta por la noche con una mantita encima no sea que. Qué suerte vivir aquí.

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  3. Charo Borges Velázquez15 de julio de 2019, 15:45

    Por aquí, los alisios, desde anoche, no paran de soplar, ni de mover todas mis persianas y, aunque me tengan la cabeza loca, no me importa, con tal de que sigan refrescándonos...

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    1. Es que se les aguanta todo, Chari. Que soplen, que silben y hasta que canten "12 cascabeles". Hoy me di mi primer baño en Bajamar (como sabes, mi sitio preferido en el mundo) y estaba nublado a más no poder, incluso sentí un leve chispeo. Pues hasta eso les perdoné, angelitos míos. El baño me supo igual y regresé a casa fresca y bien bañada. Donde esté un alisio...

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  4. Cuánta razón, Jane.
    Yo tengo aquí ahora dos de mis nietos madrileños, y su madre, que como sabes, nació aquí, en La Laguna, y vivió también aquí hasta que se casó, o sea, 30 años, como iba diciendo, su madre, se olvida de los alisios y me los manda sin rebecas, ni pantalones largos aunque sean finitos, o sea, que lo primero que hago es ir a Benetton a "arroparlos". Y más contenta que unas pascuas con este fresquito. Ayer, en la romería, una delicia. Así que ¡¡¡Vivan los Alisios!!! Se merecen las mayúsculas jajaja!!!

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    1. Una Romería de San Benito fresquita es lo más de lo más. Esos faldones de paño, esos justillos, ese sombrero con su pañuelo, esa manta esperancera que algunos llevan... no casa con un julio abrasador. Así que bien por San Benito, aireado por un fresquito liberador. Y si cae un chipichipi suavito, mejor.
      Pásalo estupendo con tus nietos, a los que les viene muy bien reencontrarse con sus raíces laguneras y recordárselas a su madre.
      Un beso para ti y para ellos.

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  5. Ay, Jane, qué envidia cochina me ha entrado. Me encantan las nubes, echo de menos las nubes. Ni una sola veo ahora, quizás están escondidas al otro lado del edificio, aunque lo más probable es que hoy estén en otra parte. Y echo de menos el viento fresco que viene del mar.

    Hasta que lleguen las vacaciones y me pueda ir con mi música a otra parte, me temo que me tocará vivir enclaustrada a lo Bernarda Alba cuando esté en casa.

    Un abrazo enorme.

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    1. Ay, qué pena, Dorotea, de verdad que no quería ponerte los dientes largos. Siempre me acuerdo del agosto de hace 14 años en que mi hija todavía vivía en Madrid y nos fuimos a esperar a Eva, mi primera nieta, que se asustó ante tanto calor y no se decidía a nacer. Y nosotros calle arriba y calle abajo paseando a ver si por fin... No había pasado tanto calor en mi vida.
      Tómatelo con filosofía (eso significa que busques la armonía en tu interior y todas esas zarandajas). Y te envío online una bocanada de aire fresquito.
      Otro abrazo para ti.

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    2. Jajaja. No te preocupes, se me pasó enseguida. Ha sido un placer leerte y que me transportaras por un momentito a tu tierra.
      MUA

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    3. Y cuando quieras te vienes en realidad a verla y a sentirla. Prometo darte un paseo a la orilla del mar.
      Un abrazo.

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  6. Mari Carmen González Zamorano16 de julio de 2019, 16:21

    Es verdad, Isa, benditos alisios, creo que sería incapaz de soportar éste calor sí no fuera por lo ya nombrado. Un beso.

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    1. No creas, Mari Carmen, el ser humano soporta temperaturas que no creeríamos. Cerca de Los Ángeles el año pasado hubo 48,9º. Y en Siberia hay un pueblo de 1500 habitantes, Verkhoyansk, donde la temperatura ha descendido a 69,8º.
      Hombre, cómodos, cómodos no estarán pero aguantarlas, las aguantan.
      Otro beso para ti.

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  7. Precioso paisaje...

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    1. El Teide es precioso lo mires por donde lo mires y en cualquier época del año. Por necesidad de ir a ver la obra de rehabilitación de la casa de los abuelos, tengo que pasar cada semana por la autopista del norte y no puedo dejar de hacerle una foto cada vez que está despejado. El celoso centinela...

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  8. Esperanza González Navarro19 de julio de 2019, 15:41

    Sí, benditos alisios. Aquí, en El Puerto, deseamos que salte el poniente que nos trae un viento fresquito que viene del mar, del Oceano Atlantico. Nuestro anhelado poniente, se desplaza por las serranias de Cádiz y Málaga, llegando a la Costa del Sol con unas temperaturas terribles.
    El levante en esta zona, después de entrar por la costa de Málaga, donde llega fresquito del mar Mediterraneo, hace el recorrido inverso, recorre las serranias de Málaga, y Cádiz, recalentandose, y nos llega tórrido.
    Y no hablo del levante en calma. Uff que calor ������

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    1. Aquí ya sabes que lo que más tememos es lo que llamamos "tiempo sur". El viento nos trae desde lejos el calor y las arenas del desierto del Sahara, dejando las islas dentro de una calima marrón insoportable. Esos días suele haber calor y a veces un viento fuerte que arrasa con todo. Odio ese tiempo. Lo bueno es que suele durar poco y de repente cae una lluvia intensa que limpia el ambiente y los corazones.
      Debe ser algo parecido a lo que sufren ustedes. No todo puede ser perfecto.
      Un beso, Esperanza.

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  9. ¡!! Cuanto añoro a mis alisios!!!. Me quedan 10 días.

    Un beso

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    1. Pues ya no queda nada, Pili. Mira lo que una amiga me cuenta hoy de su paseo por la Avenida de Anaga: "Fantástico día para pasear bajo los flamboyanes y a la orilla del mar. Brisa, fresca y suave, y nubes que van y vienen".
      No dejes de avisarme cuando vengas y nos pegaremos una buena parrafada de las que nos gustan. Un beso.

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  10. Pues yo soy de y vivo en Santander y aquí el calor tampoco nos mata. Yo estoy feliz así porque no soporto el bochorno,ni que me dé el sol. Por aquí es raro que pasemos de los 22-24 grados y casi siempre sopla algún viento,sobre todo el que llamamos “gallego”, que como su nombre indica es del noroeste y nos pone la carne de gallina.... Saludos desde esta tierra también fresquita.
    Aurora Boreal

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    1. La verdad es que Santander es una tierra preciosa. Siempre que he ido lo he pasado muy bien, además.
      La ventaja del alisio es que templa esta tierra todo el año y frío, frío hace solo en algunos sitios. Puede una bañarse en el mar durante todo el año y esa que dices puede ser una temperatura media. Eso sí, creo que todos hemos sentido la mordida de vientos de esos. Aquí el del sur o el palmero, ahí el gallego...
      Saludos, Aurora boreal, y a seguir disfrutando.

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