lunes, 2 de diciembre de 2019

Besos en los bolsillos




Llevo meses con maguas queriendo ver una película, "Cinema Paradiso", que no vi en su momento (1989) cuando ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. La busqué por todas partes, le pregunté a hijos y amigos, la deletreé en el teclado de Movistar y de Netflix, pero nada de nada. Y la semana pasada, cuando estaba tirando facturas de reyes del año pasado, voy y me encuentro que en una de El Corte Inglés aparecía, oh milagro, "Cinema Paradiso". ¡La había comprado hace un año para regalársela a mi marido y la había olvidado completamente! ¿Dónde la habría puesto? La busqué entre mis DVDs y no estaba en su sitio natural, entre "Charada" y "The code" (ya saben lo ordenadita que soy), ni traspapelada por ningún otro sitio. Al final me la encontré colocada como un libro más en la librería al lado de la tele, y este jueves por la noche, un año después de comprarla, olvidarla y echarla de menos, la vi con mi marido en amor y compaña.

Es una película preciosa, "un dulce himno de amor al cine", como dice la carátula. Y solo por la escena final (perdón por el destripe) de ese niño hecho hombre mirando asombrado y regocijado la cinta que su amigo, el montador de Cinema Paradiso, le ha legado y en la que une todos los besos censurados en las películas, ya merecía todos los premios. Ese final, en una Italia tan parecida a la España de mi niñez, que me hubiera llevado a hablar de la censura o del amor al cine (todo se andará), es el que sin embargo hoy me lleva a ponerme romántica y a hablar de besos.

¿Quién habrá inventado ese "acto de presionar los labios contra la superficie de la piel de una persona como una expresión social de afecto, de saludo, de respeto o de amor" (según el diccionario)? Y que de entrada no debió ser fácil, eh, porque se necesita mover 34 músculos faciales y 112 posturales para darse un beso. Pero lo cierto es que llevamos toda la eternidad besándonos y que es uno de los grandes temas de la historia de la humanidad.

En la literatura - "por un beso... yo no sé qué te diera por un beso", clamaba Bécquer-, desde que en el Mahabharata en el año 1000 a.C. se hablaba de él, el amor, que es una de las grandes fuerzas que mueven el mundo, se nutre, se firma y se rubrica con besos.

Aparece profusamente en la pintura y en la escultura -ese delicado y maravilloso Beso de Rodin...- y, por supuesto en la fotografía, como el célebre beso, tipo aquí te pillo aquí te mato, que el fotógrafo Robert Doisneau hizo frente al Ayuntamiento de París (en la imagen). En la música ¡cuántas canciones giran alrededor de un beso!. Me viene a la memoria Pedro Infante que hablaba de "la dulce sensación de un beso mordelón..."; o el "Bésame mucho" que hasta los Beatles versionaron; o Jarabe de Palo, que se ponen becquerianos ellos también, para decir que "por un beso de la flaca daría lo que fuera".

Pero es en el cine donde los besos han triunfado. Hasta en "La princesa prometida", que empieza con el nieto rechazando la historia que el abuelo le va a contar porque dice -con cara de fos-. "¿¿¿Es una novela de besos???", al final escucha embelesado (perdón otra vez por el destripe), cuando los protagonistas se besan: "Desde la invención del beso ha habido cinco besos que han sido calificados como los más apasionados, los más puros. ¡Este los superó a todos!".  Besos, besos, besos, antes del The End. Besos como esa cadena de "Cinema Paradiso" que una censura contra la libertad, la naturalidad y la vida quiso cortar groseramente.

¿Y en la vida real...?  En la vida real ¿quién no recuerda el primer beso de amor? Feliz es quien recibe muchos besos sinceros a lo largo de la vida y feliz quien puede despedirse de este mundo con un buen equipaje de besos. Como dice mi hija Ana en un poema:

"Solo quiero a alguien
que me llene de besos los bolsillos,
que me diga "te quiero" 
con los ojos
y que me abrace 
como si fuera a salir volando.
¿Es demasiado pedir?".

24 comentarios:

  1. ¡Nada mejor que los besos!.Mi primer beso, en el Camino Largo, en La Laguna.Preciosa crónica, Isabel, como siempre.��

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    1. Ay, sí, hay sitios que se prestan y el Camino Largo, tan romántico él, es uno de ellos. Y si es bajo las estrellas, mejor. El ambiente hace mucho.
      Gracias, Claudia. Y un beso (que no falte aunque sea virtual)

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  2. Los maravillosos besos estallados de mi madre.Los ensalivados. Aquellos que no te dieron ,porque no era el momento y luego no llegaron. Ahora, una boca fresca y si huele a menta ,mejor. Besos,besos!siempre besos!! ����

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    1. Los que no nos han dado vamos a no contarlos. Acuérdate de la canción "Cuando vuelva a tu lado" que dice: "Cuando vuelva a tu lado no me niegues tus besos que el beso que has negado ya no lo puedes dar...".
      Yo recuerdo, fíjate tú, los besos a mi abuelo, que murió cuando yo tenía 4 años. Cada vez que me veía me decía que le diera un beso en la nariz. Para mí eran especiales porque no se lo decía a nadie más. Después, nunca he podido dar a nadie un beso en la nariz.
      Besos, siempre besos. Y que no falten, Monaco.

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  3. El beso más bello es el que das por primera vez, a la persona que mas quieres, sin ese primer beso no existirían los demás. !! que ingenuidad más maravillosa !!!!!
    Después de ese....besos y más besos y muchos más.

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    1. Es verdad. Esa entrega absoluta (en la imagen de Robert Doisneau se ve en el brazo totalmente laxo) de la primera vez no se da ni en el primer acto de amor. Ahí hay descubrimiento, maravilla, imaginación... y mucha dopamina, oxitocina y endorfinas.

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  4. ¡Y también una hija poeta! ¡Ay Isabel Duque, tus relatos...!

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    1. Siiií, tengo una hija escritora y poeta, Ana González Duque. De joven ganó el Premio Félix Francisco Casanova de poesía y el de Juventud y Cultura del Gobierno de Canarias. Luego ha publicado unas cuantas novelas y ensayos sobre el oficio de escritor y hace un par de años decidió dejar la medicina (es médico de familia y anestesióloga) para dedicarse a tiempo completo a escribir. Ahora está preparando otra vez un libro de poemas y una novela. Y está feliz.

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    2. ¡¡Enhorabuena, Isabel. ! Buscaré algo suyo. Será feliz seguro.

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    3. Cuando decidió dejarlo, nos preocupamos, claro. Una carrera de 6 años, 2 MIR, 13 años trabajando... Pero lo ha sabido encauzar muy bien, trabaja mucho (se enfada si la llamo en sus horas de trabajo) y al final disfruta un montón que es lo que importa.
      Su último libro, "Proyecto Bruno", lo están leyendo en este momento en 2 institutos.
      Ya avisaré cuando vaya a presentar un libro.

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  5. Esos besos y sobre todos los robados,uno para ti.

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    1. A lo mejor ahora se denuncia a alguien por un beso robado, pero son preciosos. Quien roba un beso sabe que el otro se deja robar. Ya lo decía Benedetti: "Me besó sin pedir permiso y a mí me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada."
      Sorpresa y acercamiento son los dos componentes de un beso robado. Los Panchos cantan: "Supiste robarme / mis besos primeros, / el alma y la vida / con falsa ilusión. / Te vas de mi lado / buscando otra boca./ Ladrona de besos. / Ladrona de amor.".

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  6. Mi primer beso, seguro que no fue de amor, pero los siguientes fueron cambiando poco a poco, la atracción sexual por un amor apasionado.

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    1. Mi primer beso de amor sí fue de amor.
      Son curiosos los caminos del amor. Conozco casos en que no se besaron hasta mucho más tarde de enamorarse y otros, como el tuyo, en el que el amor vino poco a poco después. Yo creo que en este caso el orden de los factores no altera el producto.

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  7. Mari Carmen González Zamorano2 de diciembre de 2019, 22:59

    Besos... qué terror me causaba cuando intentaban besarme, culpa de las Madres Dominicas.
    Y como echo de menos esos besos de amor que ahora pienso que me perdí muchos porque creía que nunca acabarían.

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    1. Sí, la educación que recibíamos era muy estricta con respecto a besos y caricias. Recuerdo oír a una monja que nos decía que no nos dejáramos coger la mano, porque luego vendría el codo y todo lo demás :-D
      Y aunque ya no los tengas, el recuerdo de ellos y el saber que fuiste tan querida nadie te lo podrá quitar.
      Un beso, Mari Carmen.

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  8. Celebro que hayas encontrado la peli.
    Yo también escondo tanto los regalos, que luego no los encuentro ni yo, jajaja....
    El beso se lleva muy dentro del alma, dice la canción. El más tímido y grande gesto de amor y el primer acercamiento.
    El beso, sin duda como dice Ana, el mayor tesoro para llenar nuestros bolsillos, porque nunca sobrarán, aunque a algunas como a mí, nos cueste recordar que los llevamos siempre con nosotras y que gozan de un enorme valor mágico.

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    1. El caso es que el regalo se lo hice (estaba sin papel de regalo ni nada), pero ni mi marido ni yo nos acordábamos. La edad no perdona.
      Y no solo es el valor mágico, Cande. Es que los besos son hasta buenos para bajar el colesterol, quién nos lo iba a decir. En mi casa, que somos muy besucones, siempre nos damos un beso antes de dormir. Se concilia el sueño mucho más ;-D

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  9. ¡Uuuy!... los besos, de todos los tipos de besos que hay, yo me quedo con los apasionados, esos que parece que el deseo los cargara de electricidad y que cuando se dan mutuamente parece que el tiempo se pare y los minutos se convierten en segundos que cuando sientes que ya tienes suficiente, entonces te das cuenta que ya es tarde, muy muy muy tarde, pero no te importa lo más mínimo.
    La película de "la princesa prometida" mi primera película preferida de amor.
    El poema de tu hija Ana, me lo guardo, muy bonito y que de una manera sencilla transmite mucho amor.
    Y como me preocupa la canción de Victor Manuel cuando canta y dice:
    "a dónde irán los besos, que guardamos, que no damos..." , ¡que pena me dan esos besos que no son dados o a su vez no recibidos!, ¡con lo mucho que tiene de ofrecer un beso!
    Un saludo Jane, bonito tema para leer, los besos.

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    1. Eres sabio, J.J., esos son los que también me gustan a mí. (¿Y a quién no?)
      Y sobre "La princesa prometida" he hecho hasta un post hace hoy, fíjate qué casualidad, 7 años: el 3 de diciembre de 2012. Es una de mis películas preferidas y en el post proponía que frente a los malos tiempos, "repachínguense en un sillón y regálense esta joyita".
      Y tienes razón, no deben regatearse, negarse ni escatimarse los besos. Recuerda a Miguel Hernández cuando le faltaban: "... tus sustanciales besos mi sustento / me faltan y me muero sobre mayo".
      Gracias por tu comentario, J.J. Es un placer hablar de besos.

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  10. Jane:
    No puedo creer que tuvieras pendiente Cinema Paradiso tanto tiempo. Y eso lo pienso por lo que cuenta sobre ti en tu blog, claro. :) Menos mal que le has puesto remedio a tiempo.

    Ay, los besos, que hacen que la carne se nos ponga de gallina no solo cuando los damos y nos los dan, sino simplemente recordando los pasado e imaginando los futuros. Si tengo que pensar en una canción de besos, pienso en Sealed with a kiss, una canción sesentera típica de guateca que me pone los pelos de punta.

    Un abrazo.

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    1. Ha sido un fallo en la mecánica de la vida ese "Cinema Paradiso" pendiente. Pero la vida de una jubilada es una vorágine y nunca ha pintado el verla. Pero ya está hecho y me ha encantado. ¡Qué buena película, qué papelones se pegan Philippe Noiret y el niño, qué bien ambientada, y qué bien me lo pasé! Tarde pero contenta.
      Y yo también digo lo de "Ay, los besos...". En ellos va parte del alma. Que no nos falten nunca.
      Un abrazo, Dorotea.

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  11. Mi primer beso fué uno robado por uno que no me gustaba nada. Ese no cuenta ¿verdad?.��

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    1. ¡Qué va a contar...! Para que sea un buen beso tiene que ser consentido y mutuo ¿Te acuerdas de aquella película de Jack Lemmon, "¿Qué pasó entre tu padre y mi madre?"? En italiano se llamaba "Avanti", que era lo que se respondía cuando uno tocaba a la puerta y decía "¿Permezzo?". En esa película en el primer beso de amor entre los protagonistas él hace la misma pregunta. "¿Permezzo?". Y ella lo piensa un momento y responde: "¡Avanti!". Aunque nunca se haga esa pregunta, el permiso es tácito. Así que nada, tachado ese primer beso.

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