lunes, 5 de abril de 2021

El esparadrapo del capitán Haddock



Ustedes saben que soy fan de Tintín y que me he leído (varias veces) sus aventuras. En una de ellas, El efecto Tornasol, el capitán Haddock va en una guagua hacia el aeropuerto y, cuando se quita un esparadrapo de la nariz, este se le pega en el dedo y él trata de sacudirlo para que se despegue. El esparadrapo entonces va pasando de pasajero en pasajero hasta que vuelve al capitán y, ya en el avión, se repite otra vez la misma secuencia: del capitán el pegajoso esparadrapo va pasando por todos (incluso llega al piloto) para volver al capitán. El escritor César Mallorquí, otro fan de Tintín, en una de sus interesantísimas novelas, La hora zulú (tercera y última entrega de las Crónicas del Parásito), en el que él mismo tiene un papel, menciona esta escena de Tintín para decirle después al protagonista -que a cada rato aparece por su casa a pedirle refugio y a darle la lata-: Bueno, pues para que lo entiendas: yo soy el capitán Haddock y tú eres el esparadrapo. ¿Ahora qué demonios quieres?.

Yo, como César en el libro, he sentido el efecto esparadrapo. Es más, pienso que todos tenemos un esparadrapo en nuestras vidas, no necesariamente una persona determinada (aunque también los hay), sino una situación, un hecho que, como un bucle, se nos pega una y otra vez y no nos podemos quitar de encima por más que nos sacudamos.Y, además, no sabemos cómo hacerlo.

Y es que majaderos y plastas hay para dar y regalar. A estas alturas de la vida uno tiene sus ideas más o menos definidas y respeta profundamente las de los demás. Es rico y productivo el diálogo y el debate en los que estas se exponen. Pero no lo es la imposición unilateral de los que nos quieren convencer de SU verdad sin importarles un comino tu opinión: grupos religiosos que, como ahora no pueden ir de casa en casa, te mandan cartas ¡escritas a mano! por delante y por detrás; gente que te manda memes y memes poniendo sus ideas por las nubes y ridiculizando las de los demás; están los que nos quieren persuadir de que compremos cosas que no necesitamos y nos dan la vara para ello... Pero, sobre todos ellos, los más plastas de todos los plastas, son los que quieren convencerte de que te cambies de compañía telefónica.

Estos no se contentan con que ya los has rechazado miles de veces, no. Inmunes al desaliento, siguen ahí dale que te pego llamando a tu casa todos los días, a cualquier hora, las 8 de la mañana, a la hora de la comida o la siesta, a las 11 de la noche cuando ya estás dormida... Les da igual, invaden tu casa, vulneran tu derecho a la intimidad y te privan de tranquilidad. Hay quienes, cuando les dices que no te interesa, te dicen: Pero, doña (odio que me llamen así), ¿cómo no va a querer pagar menos?. O peor todavía, cuando  después de todo piensas que son unos mandados y están haciendo su trabajo, y les tratas de contestar educadamente que no puedes atenderles porque en ese momento hay un avión esperándote para marchar urgentemente a China, no te dejan terminar y te cuelgan el teléfono. No dan las gracias, ni piden perdón, ni nada de nada. Y, como el esparadrapo que no te puedes despegar, ellos vuelven vez tras vez a ocupar tu teléfono y tu tiempo, que es oro para nosotros. ¿No habría manera de hacer algo?

Otra vez vuelvo a Tintín y al capitán Haddock que, ante Serafín Latón (le va bien el apellido), el majadero más majadero de todos los majaderos, que le quiere vender a toda costa un seguro de vida, le espeta, cabreadísimo: Tengo todos los seguros de vida posibles e imaginables... Tengo seguro de vida, de accidentes, contra el granizo, la lluvia y las inundaciones, la subida de las mareas y los tifones, contra el cólera, la gripe y el resfriado. Contra la polilla, las termitas y la plaga de langosta. Todos... El único que me falta es el seguro contra los pelmazos.

Me da que ese es el que nos falta a todos.

32 comentarios:

  1. Conchi Fiestas Caro5 de abril de 2021, 10:05

    Uff. Sí. Estamos rodeados de gente así. Incluso entre tus amigos, conocidos y familia. Yo ya ni caso hago à nadie. Si me equivoco que sea solo por mi culpa. Acaban de llamarme de Iberdrola y he dicho que en este momento no podía atenderle y he colgado sin esperar respuesta.

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    1. Es que es rarísimo, Conchi, el día en que no te llaman. Hasta en domingo lo han hecho. Y las excusas para no atenderlos se nos acaban, porque yo a veces les he dicho lo mismo que tú y me preguntan que cuándo, cuándo, cuándo puedo atenderlos ¿Entenderán si les digo que nunca?

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  2. Charo Borges Velázquez5 de abril de 2021, 10:05

    Qué verdades tan grandes y molestas, las que hoy nos cuenta Jane.
    ¿Por qué será que nadie, o casi nadie, se libra de esta lacra social? Me lo pregunto, siempre que me toca, y no logro responderme. Igual, algún lector de Jane tiene la solución.
    Por favor, si los hay, manifiéstense...

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    1. Quitar el teléfono podría ser la solución drástica, claro. Pero eso es cortar el cordón umbilical con el mundo y tampoco es eso. Me da que la solución va a ser aceptar este mundo tal y como es, con gente encantadora y con gente plasta. Resignación y coraje, Chari...

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  3. Hola Jane. Lo que más me alucina es cuando les dices que estás contento con tu compañía y te preguntan:¿Es qué usted no quiere pagar menos?. Yo directamente les digo que no...que me gusta pagar mucho y aún así algunas veces te lo discuten.
    Si estoy relajado y preguntan por alguien de la casa, les digo que falleció y durante un momento se callan....bruto pero efectivo. Un beso Jane. Juan

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    1. Sí, a mí también me ha pasado, verme obligada a justificar mis preferencias y que se pongan a discutirlo. Ya opto, como tú, por excusas peregrinas: me voy al hospital a operarme, me voy a China ahora mismo, soy un fantasma y aquí no hay nadie más... ¡Señoooor!
      Un beso, Juan.

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  4. Joaquina González Medina5 de abril de 2021, 15:25

    Hola, Jane, me he reído con lo has contado en tu blogspot y, al mismo tiempo, me he sentido identificada con tu punto de vista. Cuando se trata de situaciones normales y son cara a cara se puede más fácilmente cortar con las intromisiones de algunas personas que invaden tu intimidad. Hablas con educación y firmeza y zanjas el problema. Pero las llamadas... A mi marido le he cambiado de país, de nacionalidad, porque claro preguntan por el titular de la línea, y como diciendo la verdad, te dan más la tabarra, les digo lo primero que se me viene a la cabeza, hasta que se ha enrolado en la legión!!! Y luego... QUIEREN saber quién eres!!! En ese momento depende del día, unas veces soy la secretaria, otras la madre ya muy mayor que no entiende, y en algunos casos he optado por ser la doncella mayor del reino... Y todo por seguir con mi línea telefónica y número de hace cuarenta años...

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    1. Yo también digo siempre que mi marido no está, que está de viaje, que no le gusta hablar por teléfono, que se fue a un entierro... Lo de la legión no lo he usado nunca, pero lo guardo para alguna ocasión. Pero ¿qué necesidad hay de estar mintiendo? Sobre todo ¿qué necesidad hay de que se metan en tu casa? Ahora que se habla tanto de la inviolabilidad de un domicilio, debería aceptarse que también debe ser inviolable por las líneas telefónicas.
      En fin, seguiremos siendo doncellas mayores del reino y dando paso a la imaginación para quitarnos "el esparadrapo" de encima.

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  5. Carmen María Duque Hernández5 de abril de 2021, 15:26

    Hola , mi niña , leí libro de Ana y me encantó , felicítala de mi parte , gracias por tus relatos , salud y besitos para todos.

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    1. Gracias, Carmelita, a ella le gustará saberlo, me alegro un montón.
      Besos para ti. Y mucha salud también que es lo que ahora toca.

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  6. José Manuel Blanco (vía Twitter)5 de abril de 2021, 15:27

    Justo 'El asunto Tornasol' es mi cómic favorito de Tintín.

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    1. A mí también me encanta. Es divertido, entretenido y dibujado magistralmente como siempre. Un cómic genial.

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  7. Jajajajajajaaaaaaaaa Y te faltó uno, que, desafortunadamente, encima nos deja mal sabor de boca y sentimiento de culpabilidad. Es uno que generalmente atiendes, pero que como hay diecisiete mil, y ya actúan como agentes vendedores de banca o seguros, o tlfno. , se han convertido en una pesadilla. Las Ongs. Y todas TODAS, desgraciadamente son necesarias al haber tanta injusticia en el mundo; pero, por favor, tengan piedad de los que después no dormimos por haber dicho que no a alguna. Siento poner esta nota "discordante", en tu divertido relato, Isa, pero últimamente son dos o tres llamadas diarias. Si colaboras, para que subas un poquito tu colaboración y si no, pues casi te ponen la soga al cuello. Un abrazo y de veras, me he reído, pero hoy casualmente, he tenido una de esas llamadas.

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    1. No creas, Elvira, que es tan divertido mi escrito de hoy porque hay un punto de desesperación en él, algo así como un grito de ¿cuándo se acabará este acoso, cuándo? Y es verdad, lo de las ONG. Sé que tienen que encontrar suscriptores pero a veces me he visto hasta escondiéndome por las calles de La Laguna, que es un sitio al que van de caza y captura. A mí, que en Ética les hablaba a mis alumnos de ellas y que colaboro siempre que puedo, no es necesario que me cuenten de qué van ni que me intenten obligar a apuntarme a una o a otra. Te comprendo.
      Un abrazo.

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    2. Me alegro de que le pase a alguien más, porque de verdad, me siento fatal. Creo que funcionan exactamente igual que las ventas , con incentivos a quien más consiga. Porque supongo que todos ellos-as, cobrarán por este trabajo. ¿ Se resta de lo que se consiga? No sé, a veces pierdo las ganas. Pero ¿ Quién no ayuda a médicos sin fronteras, que a veces hasta han muerto en su trabajo. Cruz Roja, Aldeas Infantiles, ahora con el tema de las guerras y huídas masivas...en fin amiga. Un abrazo y que esto no nos haga "pasar" del horror.

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    3. Eso es lo que yo les digo, que ayudo (¿cómo no les voy a ayudar?) sin necesidad de suscribirme ni de que me llamen a casa o me paren por la calle. Y además, aunque lo hiciera, seguirían dando la vara. Tengo una amiga afiliada a Cruz Roja, y la llaman una y otra vez para que aumente su aportación. En fin, esto es lo que hay ¿Nos resignamos?

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  8. A mi también me llegó la carta manuscrita por delante y por detrás. ¡Tremendo trabajo más inútil! Primero me asusté y luego me quedé muy sorprendida de semejante pérdida de tiempo. Contra los "memes" y bulos que nos llegan de nuestros contactos poco podemos hacer, pero para evitar las llamadas indeseadas sí que podemos hacer algo. Apuntarnos a la lista robinson que, pese a que por su nombre parezca broma, es una lista oficial de exclusión de la publicidad no deseada que están obligadas a consultar las empresas según ha dictaminado la Agencia estatal de protección de datos. Dejo el enlace por aquí: https://www.listarobinson.es/
    Yo apunté mi teléfono fijo porque estaba harta de una concreta compañía de teléfono y por ahora me voy librando.
    Por cierto, yo también me leí ya La casa de los principios. ¡Me encantó! Un abrazo grande!

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    1. Lo de la carta manuscrita me dejó asombrada a mí también. Tal vez buscan eso, el factor sorpresa a ver si así consiguen algo.
      Te agradezco infinito lo de la Lista Robinson (efectivamente suena a película de suspense). Te haré caso porque de verdad estoy cansada de tener que atender llamadas que no quiero. Hoy mismo hacia las 3 de la tarde me volvieron a llamar y después de mi "no me interesa, lo siento", me exigían que les explicara por qué no me interesaba. Terminé diciéndole que no tenía por qué explicarle mis razones. Pero ¿qué necesidad tiene una, haciendo la digestión de la comida, de violentarse y meterse en una discusión que ni nos va ni nos viene?
      Me alegro de que te haya gustado "La Casa de los Principios", se lo diré a Ana. Es una novela agradable y que viene bien en estos tiempos.
      Un abrazo grandote, Carmina.
      P.D. Contra los bulos lo que yo hago es no pasar ni uno. :-D

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    2. Es agotador tener que estar dando explicaciones de por qué no quieres cambiarte de compañía, una tarjeta de crédito..."pero si es gratis"��...
      Ana sabe lo del libro porque puse una foto y la etiqueté en twitter, lo que no sé si sabe que eres de mis profes favoritas�� Aproveché este puentito de minivacaciones y en un día lo terminé��

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    3. Saber que un alumno te recuerda es de las recompensas que tiene esta bendita profesión que elegí. Y conocer a gente como tú, también, Carmina. Nos lo pasamos bien en aquellos tiempos ¿verdad?

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    4. ¡Estupendamente! !Tus clases eran una maravilla! Y no sabes lo que me sirvieron para Derecho, a mi que venía de Ciencias puras!����

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    5. ¡Cuánto me alegro, Carmina!
      Tengo otro alumno de Económicas, que está trabajando por esos mundos, y me cuenta que en su empresa les dan cursos de filosofía porque están convencidos de que les abre la mente. Y eso en este mundo es importante.
      A ver si los que llevan la educación se convencen...

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  9. Auténtico, Jane.
    ¿Sabes lo que contesta Antonio? . "si es para beneficiarme no me tiene que consultar, si no...", y cuelga ��
    Una verdadera lata.
    Besos

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    1. Pues no es mala solución. Mi hermana les cuenta que está en un entierro o a punto de entrar al quirófano y cosas así. Pero se nos agota la imaginación.
      Una verdadera lata, sí.
      Un beso, Arista.

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  10. Charo Borges Velázquez6 de abril de 2021, 19:35

    Isabel, yo hace unos 3 o 4 años que me di de alta en esa lista Robinson y me he librado de muchas de las llamadas que me hacían, pero no nos protege del todo, porque hay quién la ignora y se dedican a molestar lo suyo.
    Lo que sí es cierto es que ya no recibo tantas llamadas...

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    1. Pues algo es algo, yo me conformaría con recibir la mitad de las que me llegan. Voy a intentarlo.

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    2. Es verdad que alguna llamada he recibido después, pero les mencioné la Lista Robinson y me colgaron directamente����

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    3. Charo Borges Velázquez7 de abril de 2021, 18:48

      Hazlo, porque algo alivia...

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  11. Roberto González7 de abril de 2021, 18:49

    Jajaj qué símil tan bien traido. Iba a decir que soy incondicional de Tintín, pero a quién voy a engañar, a quien adoro es a Haddock ... ¡¡Zulú, ectoplasma, anacoluto!!! ¡¡Extracto de hidrocarburo!!��
    Traído (medio punto menos) ��

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    1. Solo por darte cuenta, se te perdona el medio punto :-D ¡Qué menos!
      Haddock es lo mejor de Tintín, mil millones de rayos y truenos. Pero es verdad que la gran familia de Tintín tiene otros personajes maravillosos: Hernández y Fernández, la Castafiore (¡Cielos, mis joyas!), Milú, Tornasol, Serafín Latón... Son increíbles y no me canso de leer las Aventuras de Tintín. Ah, y se han recogido más de 200 insultos made in capitán Haddock. :-D

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  12. Pues claro que sí. Todos tenemos un vecino pelmazo, que también dicho de paso,es un amor, pero que tengas que ponerte el sujetador, a causa de mi complejo que es otra plasta, para poder abrir la puerta decentemente, cuando estás espatarrada en la sobremesa.
    Después están esas compañías que tú citas, que incluso molestan los fines de semana, para ellos yo soy la persona del servicio doméstico y los señores, no tienen hora fija de regreso, jajajaja.
    Y luego están estos pobres jóvenes entregados de la calle del Castillo y sus distintas ongs. Ellos sí que me conmueven por sus causas y por lo cansados que deben estar de la gente sin educación, que ni les miran. A ellos yo siempre les digo otra mentirijilla piadosa para que no detengan mi marcha: "YA COLABORO CON USTEDES" y así les dejo satisfechos y agradecidos.
    Espero que Dios me perdone, pero me resulta imposible apoyar a todos.

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    1. Los vecinos pelmazos son otro caso aparte. Cuando yo vivía en un piso, había una vecina que ponía a grito pelado tooooodos los días las canciones de Mari Trini, imagínate.
      Y es verdad lo que dices, imposible apoyar a todo el mundo. Colaboremos con los que podamos y deseemos que alguna vez haya un mundo más justo en que no sean necesarias las ayudas.

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