lunes, 24 de mayo de 2021

Eso es tacto



Así de frondoso y lleno de frutos nos recibió el nisperero cuando la semana pasada nos acercamos a la casa del abuelo. Y tanto entusiasmo le puse a la recogida de nísperos que me sajé un dedo con las tijeras (debí de haberlo confundido con un níspero). Y es un rollo porque, si te pones una tirita, te tropiezas con todo lo que tocas, y, si te la quitas, se te levanta la herida y parece uno el Cristo de las Tribulaciones soltando sangre. Supongo que les ha pasado: no te das cuenta, hasta que está averiado, de lo importante que es un sentido. Y, además, el tacto, que parece el pariente pobre de todos ellos.

Hay grandes obras en la literatura en las que prima un sentido sobre los demás. Por ejemplo, el olor en El perfume de Patrick Süskind, la historia de una nariz excepcional; el oído en El corazón delator  de Edgard Allan Poe, donde el latir de un corazón inculpa al criminal; el gusto en Como agua para chocolate de Laura Esquivel, el amor rodeado de sabores exquisitos; la vista (o la falta de ella) en Marianela de Galdós o Ensayo sobre la ceguera de Saramago, o Abril encantado de Elizabeth von Arnim, en la que los ojos quieren abarcar la belleza total. ¿Y el tacto, las manos, no merecen un homenaje? El único libro que se me ocurre es El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett, en el que las manos de una niña removiendo la tierra, plantando, podando, cuidando... resucitan jardines y vidas.

El trabajo manual ha estado muy de capa caída a lo largo de los siglos. Los filósofos griegos -Platón y Aristóteles, sobre todo- tuvieron mucha de culpa de ello, tanto hablar del hombre racional por aquí y por allá. Claro que, apoyados en una economía de esclavos, llevaban una vida ociosa y por eso ponían el ocio, el no ensuciarse las manos, como la condición para saber. Pero, antes de ellos, los filósofos presocráticos usaban la razón pero también las manos, pues inventaban instrumentos para medir y conocer el mundo. Teóricos y prácticos eran las mismas personas. Incluso Anaxágoras llegó a decir: El hombre es inteligente porque tiene manos, equiparando las dos dimensiones humanas.

Desde esos hombres hasta nosotros hay una larga cadena de quienes han hecho con sus manos el mundo en que vivimos: Manos que han sembrado, regado y cuidado las plantas de las que nos alimentamos; que han construido casas y ciudades; que han escrito libros; que han inventado aparatos; que han hecho cuentas (y cuentos); que han arreglado los estropicios; que cosen y bordan; que cocinan, limpian y ordenan; que apagan incendios; que acarician y transmiten amor...

Jorge Wagensberg en sus aforismos señaló que Todo sentido tiene un extremo gozoso y otro doloroso, ambos valiosos para sobrevivir. El extremo gozoso del tacto tranquiliza, el doloroso estremece. En mi caso, el doloroso fue el tijeretazo que me mandé cogiendo nísperos el otro día. El gozoso fue lo que hice con ellos: mermelada con la pulpa, licor con las pipas, viandas con las que invitar a los amigos sin reparar en si repiten o no. Eso es tacto.

20 comentarios:

  1. Hablando de los sentidos me viene a la memoria un pasaje de la historia de Yoghurtu Nghé, de los maravillosos Les Luthiers. El tío Oblongo busca a su sobrino Yoghurtu y describe una memorable oda a los sentidos…
    "Si pudiera encontrarlo… Si de algo me sirviera la infalible agudeza de mis sentidos… como aquella noche, lo recuerdo perfectamente: Yo me encontraba a cien pasos de la choza del jefe Afobutu. En medio de la oscuridad de la noche mis ojos distinguieron una forma humana entrando furtivamente en la choza del jefe… ¡Eso es vista!"
    "Comencé a acercarme… mis oídos percibieron el cuchicheo de dos voces, y jadeos… jadeos casi imperceptibles que provenían de la choza del jefe. ¡Eso es oído!"
    "Recordé que el jefe Afobutu se había ido de cacería por una semana dejando sola a su mujer en la choza… y sospeché algo raro. ¡Eso es… olfato!"
    "Llegué hasta la puerta misma de la choza. En la oscuridad palpé un escudo de guerrero y una lanza apoyados contra el muro y mis dedos… reconocieron que ese escudo y esa lanza, ¡no eran del jefe Afobutu! Eran de mi sobrino Yoghurtu Nghé… Entonces me alejé, tratando de no incomodarlos… ¡eso es tacto!"
    "¿Dónde estará ahora mi sobrino Yoghurtu Nghé, que tuvo que huir precipitadamente de la aldea cuando el jefe Afobutu volvió de su cacería dos días antes de lo previsto, por culpa de la escasez de rinocerontes?"

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    1. ¡Justo, Cbm! Por ese maravilloso pasaje titulé el post "Eso es tacto". Lo recordamos el viernes cuando subí a las redes el post de hace 4 años "Ser fan de Les Luthiers". Te agradezco la transcripción y así puede verse la maestría, el humor y el dominio del lenguaje de mi grupo preferido. Nunca nos olvidaremos del tío Oblongo y su sobrino Yogurtu Nghé que tuvo que huir de la aldea por culpa de la escasez de rinocerontes. :-D

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  2. Que buen artículo has escrito hoy, valió la pena el corte "nisperero"
    ¡Estupendo!

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    1. Gracias, Mandi, yo creo que sí valió la pena. La mermelada salió buenísima, el licor lo probaré (o lo probaremos si quieres) dentro de 15 días. Y encima pude recordar a mis clásicos en este rollito que les meto todos los lunes. ¿Qué importa un sajazo en un dedo?

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  3. Una delicia como siempre...

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    1. Gracias, Elvira, tú que me ves con buenos ojos. Y los corazoncitos rosas, de lo más chulo :-D

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  4. Soledad Villalobos24 de mayo de 2021, 12:31

    Siempre interesante lo que cuentas, Isabel. Un abrazo.

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    1. Te agradezco el cumplido, Sole, y la lectura semanal. Un abrazo grande.

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  5. Carmen María Duque Hernández24 de mayo de 2021, 12:35

    Muchas gracias, salud y besitos para todos

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    1. Lo mismo para ti, Carmelita, que son buenos deseos.
      Contenta de tenerte cerca.

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  6. Como siempre interesante y por lo que parece, el sajazo del dedo no impidió, ni te quitó las ganas de que nos deleitaras, una vez más, con un nuevo artículo, lo digo por lo de la mecanografía, me imagino que algo incómodo quizás sí. Bueno, espero se mejore ese dedo rapidamente y ocupe su lugar en el teclado, aunque también puede ser, que seas de esos que hacen mecanografía con 400 pulsaciones por minuto con dos los dedos :-D y que esos dedos no sean los lesionados, así pues, algo mejor entonces, bueno de igual modo, que se mejore ese dedo :-D

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    1. Jajajaja, me río porque efectivamente escribo rápido con dos dedos (y ninguno es el lesionado). De todas formas no fue mucho, exageré un poco. Solo dos días con el quita y pon de la tirita y ya está como nuevo. Muchas gracias por tus buenos deseos.

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  7. Aparte de ser interesante tu artículo, también me gustó muchísimo tu nisperero...Interesante todo lo que haces con esos estupendos frutos.
    Yo hago mermelada ,pero no sabía que con sus pipas se puede hacer licor.
    Cuida mucho tus manos ,porque son verdaderas joyas!!!.
    Mejórate!!!������

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    1. Yo ya había hecho licor con la pulpa, pero el otro día en un restaurante al que suelo ir me ofrecieron el licor de nísperos hecho con las pipas y me gustó, tiene un ligero gusto a almendra amarga. Lo he probado a hacer ahora a ver qué tal.
      El nisperero es de los de hace más de 50 años. Estaba en la casa de los abuelos de mi marido desde que él lo recuerda y este año nos ha sorprendido por lo abundante de la cosecha. Mañana iré con amigas a recoger y repartir. Esa es una de las cosas buenas que tiene la recolección.
      Muchas gracias y un abrazo, Yoli.

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  8. Las manos de una escritora, también son sumamente importantes y si escribe a la antigua usanza y lleva un corte en el dedo, pues no dudo que el tacto será doloroso. Después, cuando lee su obra y acaricia un papel a estrenar, con perfume a librería, entonces la cosa cambia. Por cierto, qué pinta tan rica tienen esos nísperos...Aunque al tacto suelen teñirme las manos, quedará en mí su dulzor.

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    1. Ya sabes que no me considero escritora. Si acaso, escribiente. Y por eso me gustó la imagen del papel a estrenar. Tienes razón, tiene un perfume especial. Y el bolígrafo o lápiz nuevecito esperando que pongas lo que te apetezca... Me encanta.
      Los nísperos están buenísimos: sanos y dulces, como tienen que ser. A ver si llegas a probarlos.
      Gracias por todo, Cande.

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  9. Charo Borges Velázquez26 de mayo de 2021, 16:09

    Para quien no disfruta del que dicen sentido fundamental, el de la vista, quizá sea el del tacto el que mejor lo supla. Sobre todo, para saber la forma de las cosas, su textura, su temperatura, su tamaño... así que debiéramos usarlo y educarlo tanto como los demás.
    A Jane le parece el más relegado de nuestros sentidos y, por eso, hoy lo defiende con su proverbial arte...

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    1. Y además es un sentido muy expresivo. A veces decimos más con las manos que con el resto de los sentidos (sobre todo, los latinos que somos más gesticulantes). Hay un pasaje en el libro "24 horas en la vida de una mujer" de Stefan Zweig en el que describe todas las emociones de un jugador a partir de la descripción de sus manos. Es increíble.
      Gracias, Chari, por tu recomendación que siempre es bienvenida.

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  10. Joaquina González Medina28 de mayo de 2021, 18:16

    Isabel, me ha encantado el repaso que has hecho de los sentidos en general y del tacto en particular. Pero creo que sería oportuno detenernos a pensar en el sentido figurado de las expresiones " tener tacto" y " falta de tacto". Por desgracia esto último es lo que hoy vemos que está proliferando: la desconsideración, la insensibilidad, la indiscreción... En fin, Isabel, me quedo con el significado de tacto de tocar, acariciar, percibir, crear... Un abrazo y cuida esa herida que, seguro ya estará cerrada.

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    1. Tener tacto es a lo que se refiere el título, "Eso es tacto", sacado del pasaje de Les Luthiers que cuenta el primer comentario (de cbm). Y hace falta mucho tacto en ese sentido en esta sociedad tan agresiva e insensible. Tienes toda la razón. Tacto en las negociaciones, en los intercambios de opiniones para no dañar al otro, en cualquier declaración pública. Somos muchos y diferentes y tal vez deberíamos admitir que nadie posee la certeza absoluta. Mira por dónde, tal vez se convierta en el principal de los sentidos.
      Gracias por tu opinión y por tus deseos. Un abrazo.

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