lunes, 10 de mayo de 2021

La calle más bonita



Unamuno en su primer viaje a Canarias en 1910, dijo de La Laguna, la ciudad en que nací: La Laguna (...), unas calles largas, largas como el ensueño; en el fondo, una torre oscura tronchada. Acá y allá casas con salientes miradores de madera, de celosías, pintados de verde por lo común; unos miradores muy típicos tras de los cuales se adivina a la dama que espera desde hace siglos. a la misma dama de los tiempos del Adelantado. En algunos tejados, el verode, una planta que parece un pequeño pino.

Pues bien, una de esas calles largas, largas como el ensueño, la calle San Agustín, antigua calle Real, ha sido incluida por el portal Turismo de España (Turespaña) entre las 10 calles más bonitas del país.

Y con toda la razón del mundo. La calle San Agustín atraviesa el casco antiguo de La Laguna  casi rectilínea desde la calle del Agua a la Plaza de la Junta Suprema. Es una calle peatonal, ancha y tranquila que puede presumir de palacios y casonas antiguas con preciosos patios en su interior. Están en ella el edificio del Casino, la Casa Van Den Heede, el palacio Lercaro, el edificio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País (antigua Universidad San Fernando), el Palacio Episcopal, el edificio de la UNED, el Hospital de Dolores, el Instituto de Canarias Cabrera Pinto, la Casa Olivera...

Pero una calle para ser bonita y tener encanto necesita algo más que casas y monumentos. ¿Se acuerdan de aquella canción de My fair Lady que se llamaba "La calle donde tú vives"? Decía así: Yo más de una vez esta calle vi, pero siempre que crucé para mí fue otra más. Hoy siento al pasar que otro encanto hay. El encanto es que vives tú aquí". No andaba desencaminada la canción: una calle con encanto, sobre todo para los que la conocemos bien, tiene que ser una calle vivida. Y eso precisamente es lo que tiene la calle San Agustín.

Por la calle San Agustín han pasado siempre a lo largo de los años las procesiones de Semana Santa, la cabalgata de Reyes, los desfiles de carnavales, la romería de San Benito... Los niños pequeños de unos amigos que vivieron allí se armaban un lío porque no estaban seguros de si tocaba que pasara el rey Melchor o la Dolorosa o los Sabandeños. En la calle San Agustín se hacen alfombras de flores (mis hijos han participado en ellas) el día grande del Corpus. Allí hemos comprado pollos asados en la Carnicería Manolo, perros calientes en "Peter", regalos navideños en "La Pajarita de papel"... Es una calle completa con supermercado, carnicerías, cafeterías, mercería, óptica, boutiques, galería de arte, tiendas de artesanía, farmacia, herbolario, librería... Y sobre todo es la calle del Instituto, y ya solo por eso es una calle especial para todos los laguneros.

El Instituto de Canarias Cabrera Pinto, el primer Instituto que hubo en las islas, fue mi lugar de trabajo durante 22 años. El poeta Guillermo Perera, que fue su secretario, ya dijo del Instituto algo que todos los que hemos pasado por allí compartimos: Yo no sé qué atracciones tiene esta casa / que aquel que la ha vivido nunca la olvida; / con temor se entra en ella y el tiempo pasa / y al correr de los años es más querida.  Y es verdad. No sé si son los claustros, o los naranjos y camelios del jardín, o la Biblioteca ("mi" Biblioteca, que dirigí tantos años), o el sonido que se oye al salir los alumnos de clase o la belleza del edificio, o todo junto, lo que le da tanto encanto. Primero fue convento agustino (siglo XVI), luego Universidad (siglo XVIII) y, al final, en 1846, un Instituto, el de muchos laguneros y canarios que se educaron aquí y que nunca lo olvidan. Por estas calles yo he ido / con mis libros bajo el brazo / desde las ágiles aulas / al lento Camino largo, recitaba Pedro García Cabrera.

El jueves pasado cambiamos las caminatas al lado del mar por un paseo por la calle más bonita.  Hablamos mi amiga y yo de los amigos y conocidos que viven o vivieron en ella, de las vivencias que hemos tenido en la calle -aquí compré una sandunga, allí impartía el CAP, en ese patio celebrábamos fiestas en la Romería...- y de cómo era antes, con las hierbitas y musgo entre los adoquines (musgo oloroso de siglos / que pule las viejas piedras, que decía Enrique Romeu) y verodes en los tejados. Nos dio tiempo para tomarnos con tranquilidad un cortado en el Café Café viendo pasar el mundo, y de visitar dos exposiciones: una, en la Fundación Cristino de Vera, de Felo Monzón -cuadros de personajes de ojos grandes y de luz- y otra, en el Instituto, sobre Galdós, que también pasó como alumno por allí, como atestigua el expediente que se guarda como oro en paño.

Esta calle larga, la calle más bonita,  es una calle a la que se le toma muy bien el pulso, que se quiere, se conoce y se vive. Y eso es bueno porque, como dice una sentencia atribuida a Machado, "si eres capaz de explicar lo que pasa en tu calle, serás capaz de explicar el mundo".


Puerta del Instituto Canarias Cabrera Pinto



Galdós pintado por Sorolla. Exposición del Instituto


56 comentarios:

  1. Carmen María Duque Hernández10 de mayo de 2021, 9:44

    Después de leerte la veo mejor, gracias mi niña querida, salud y besitos para todos

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    1. Gracias, Carmelita. Y todavía la verías mucho mejor si te das una vueltita mañanera (un día que no llueva) y te sientas en una de esas terracitas a respirar el aire, tranquilo y apacible, de la calle.
      Un beso.

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  2. Qué bonito, duquesa. Muchas vivencias en esa calle, donde está la UNED estuvo la Escuela de Aparejadores y cerca de la cafetería café café, Correos. Un abrazo

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    1. Muchas vivencias tuvimos las dos, mi realeza. Los chicos del Instituto haciendo la alfombra la noche anterior al Corpus, el CAP también en ese edificio de la UNED, los cortaditos en la cafetería de enfrente o en el Molina, el incendio del Obispado cuando estábamos en clase... Han sido muchos años.
      Otro abrazo grande para ti.

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  3. Charo Borges Velázquez10 de mayo de 2021, 14:34

    No es de extrañar que esta calle haya deslumbrado a quienes la eligieron como una de las más bonitas del país.
    Y si ahora leyeran este post de Jane, la escogerían como de las más bellas de Europa.
    Abran, lean y seguro que estarán conmigo...

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    1. Ya puestos podríamos decir del mundo, Chari, jejejeje.
      Creo que el encanto es más bien para nosotros, los que la hemos recorrido de arriba a abajo y la hemos vivido. Pero es verdad que también objetivamente es bonita y que muchos la aman. Nijota dijo que "unos aman La Laguna por su perfume pretérito, / sus casonas y su vega /su recato y su silencio, / su intensa vida docente, / su místico arrobamiento, /su perfil aristocrático, /su carácter, su misterio, / sus tertulias académicas, / sus cenáculos poéticos."
      ¿Qué más se le puede pedir a una ciudad?

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  4. ¡Qué bonito tu relato de hoy, Isa! ¡Y qué bella ciudad La Laguna y bella su( sus) calles, porque todas son bellas, aunque San Agustín se lleve la palma. Tengo muy buenos recuerdos de La Laguna de juventud. Viví, no mucho, pero la viví en ese momento en el que empezaban a reunirse un grupo de jóvenes laguneros a cantar por las tascas (Brasilia, El Carrera, Artillería, La Oficina) cuyas caras veríamos más tarde en ese single ( que todavía conservo), con las caras de todos sus integrantes. Los Sabandeños, que devolvieron a la música folclórica el sentimiento de arraigo.

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    1. El que sea ciudad universitaria y durante un tiempo la única de Canarias sirve y sirvió de unión entre todos los canarios. Y las tascas que nombras eran los templos en donde se forjaba. Todos pasábamos por ellos y allí aprendimos el lenguaje de la amistad, de la música y de la conversación. Tan jóvenes que éramos... Igual hasta coincidimos alguna vez, Elvira.

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  5. Amparo Santos Perdomo10 de mayo de 2021, 14:36

    Copio el enlace en Manifestaciones artísticas en Canarias.. ������

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    1. Muy honrada, Amparo. El sentido de un blog es que vuele y se comparta y se converse un rato sobre el tema.
      Gracias.

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  6. Carmen Paz Gutiérrez Arienza10 de mayo de 2021, 15:09

    Muy bonito Isabel, gracias por tan bonito relato. ❤

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    1. Gracias, carmen Paz. Siempre es bonito hablar de una ciudad como La Laguna, que por algo es patrimonio de la humanidad.
      Tengo un libro, "Antología poética de La Laguna" en el que los mejores poetas se explayan cantándola. Y, por supuesto, no podía faltar en él tu padre, el gran Emeterio, que en su soneto "A la Laguna" empieza: "Por sus hondas casonas, lapidario, / dejó el tiempo, al pasar, profundas huellas, / y enhebró mansamente tu rosario, / tu rosario de líricas querellas.".
      Precioso ¿verdad?

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    2. Carmen Paz Gutiérrez Arienza10 de mayo de 2021, 23:18

      Claro que sí, que te voy a decir yo...

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    3. Maravilloso.

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  7. Esperanza Gonzanava10 de mayo de 2021, 15:24

    Hola Isa. Me has hecho recordar nuestro día en La Laguna, para que Mane la conociera, con Lourdes, Marta y Ani. No pudimos elegir mejor guía. Un abrazo muy fuerte.

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    1. Gracias, Esperanza. La verdad es que me encanta enseñarla, la veo tan mía que es como si te enseñara mi casa. Yo también recuerdo bien ese día, lo pasamos muy bien.
      ¿Para cuándo otra visita, ahora que parece que la cosa está mejor?
      Otro abrazo muy fuerte para Mane y para ti.

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  8. Juancho Aguiar Clavijo10 de mayo de 2021, 23:20

    Precioso, Isabel. ¡Qué buenos años compartimos en esa calle y en ese Instituto! Fue mi destino durante treinta años.

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    1. Ay, sí, Juancho, los recuerdos compartidos son de los que la memoria guarda con más mimo. ¡Hemos hecho juntos hasta poesías, las últimas por nuestra jubilación (que también la hicimos juntos)! Y claustros y vacilones y fiestas y charlas... Un recuerdo indeleble: la foto tuya y de Pedro en la romería con el pañuelo en la cabeza en esa calle San Agustín, foto que los consagró como los hombres más sexis del mundo. :-D
      Que no perdamos las mañas, mi querido Juancho.

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  9. Mari Carmen González Zamorano10 de mayo de 2021, 23:21

    No conozco demasiado La Laguna pero tú haces que la amemos. Gracias.

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    1. Ah, pues eso es algo que hay que remediar. A consagrarle días, paseos y visitas. merece la pena.
      Gracias a ti, Mari Carmen.

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  10. Pues que voy a decir yo de la ciudad que me vió nacer y me despidió por mis contínuos catarros...
    Todas las calles me parecen de lo más bonitas y San Agustín, precisamente, desde que empieza hasta que continúa en Lucas Vega y más allá...Son calles con historia, con rincones, con recuerdos, como el paseo que repetía, alguna tarde que mi padre me daba una peseta y corría a la librería que estaba con esquina Nuñez de la Peña y salía de ella con mi colorín de hadas, y una gran sonrisa.
    A pesar de los años, revive los sentidos a cada paso hay en mi mente un paseo, un detalle, una vez...
    Celebro su reconocimiento con mucha alegría.

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    1. Sí, Cande, todos los laguneros nos alegramos de que otros reconozcan la belleza de la calle, pero lo hacemos con el tonito condescendiente de "yo ya lo sabía porque la vi primero".
      La librería que nombras sería probablemente la librería de Melquiades, donde los antiguos alumnos del Instituto siempre recalaban. Y es verdad lo que dices: son calles con historia (de la grande y de la chica). Los amigos a los que les conté que iba a hablar esta vez de la calle San Agustín me contaron cosas que les habían pasado en ella, todos tenían una historia, una anécdota o un cuento.
      Un beso, Cande, tú y yo tenemos parecido historial: nacimiento en La Laguna y luego bajada a Santa Cruz huyendo del frío.

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  11. Hola Isabel, desde esta mañana leí tu artículo sobre la calle San Agustín, todavía no estaba colgado sino el primero de los comentarios. Antes me gustaba más mi calle ahora está llena de sombrillas, mesas y sillas. Te sigo leyendo. Un beso.

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    1. Bueno, Marisa, son males necesarios con la pandemia. Y no me pareció que hubiera muchas terrazas, 5 o 6 a lo sumo. Pero no te preocupes, que en el invierno, con el frío helador de La Laguna ¿tú crees que la gente no entrará dentro de los bares en busca de calorcito? Lo de las terrazas me parece transitorio hasta que todo esto acabe y se pueda volver a la normalidad. Ojalá sea así.

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  12. A la calle San Agustín siempre le tuve y le tengo un cariño especial, Jane. No sólo por las muchas veces que la he recorrido y he observado esas joyas que tú enumeras sino también porque en una de las casas que aún se conservan, nació y vivió mi madre durante sus años de niñez y adolescencia y, también en ella, mi abuelo materno tuvo una tienda de ultramarinos, que mantuvo hasta que estalló la guerra civil.
    Conocí esa calle, desde muy niña, a través de todo lo que mi madre me contaba de los avatares de su familia, de las construcciones nobles que existen en San Agustín y de las familias y personas sencillas y notables, que vivieron en ellas.
    Mucho aprendí con sus relatos y siempre que paso por la casa no puedo evitar pararme ante ella y alegrarme de que continúe allí. También me emociona imaginarla de niña, subiendo y bajando las escaleras y asomándose por las ventanas interiores, para disfrutar del jardín del Obispado con el que esa casa colinda.
    Conoció al Obispo, Fray Albino González Menéndez-Reigada, religioso dominico asturiano que ejerció su labor aquí, desde 1924 hasta 1946. Recuerdo que ella nos contaba lo que le divertía ver cómo saltaba, por aquel jardín, un mono tití que Fray Albino tenía.
    También nos contó lo mal que lo pasó el día en que estalló la horrible guerra de 1936, porque le sorprendió el sonido de unos tiros cercanos que oyó mientras paseaba a su hermano más pequeño en un cochecito, por esta emblemática calle. Tuvo que esconderse, asustada, en los zaguanes que fue encontrando en San Agustín, hasta llegar a su casa. Ella tenía 12 años y su hermanito unos pocos meses.
    Como puedes ver, también yo tengo vínculos fuertes y emotivos con una de las 10 calles más bonitas de nuestro país y que tú tan estupenda y justamente has ensalzado.

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    1. ¡Pues sí que tienes historias de la calle! Gracias por las curiosidades que cuentas, el mono de Fray Albino, los sustos de la guerra, el jardín del obispado (tan bonito) visto desde la ventana... Qué bueno que todo eso exista todavía de algún modo, mientras haya personas como tú que lo recuerden.
      Gracias por compartirlo con nosotros.

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  13. Hola Jane. Estoy de acuerdo en que la calle San Agustín es una calle bonita. Generalmente paseo por ella porque es con diferencia la más silenciosa de las calles peatonales. Además no vive demasiada gente con lo cual hay más silencio del esperado.
    Y sí, está llena de edificaciones antiguas y de muchas casas con Historia, pero creo que no han sabido aprovecharla :no para poner tiendas y bares, sino para hacer rutas guíadas que hablen de los que allí vivieron y disfrutar del paseo y del silencio...falta nos hace y mucho. Un beso Jane. Juan

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    1. La verdad es que yo he ido a algunas rutas guiadas por la calle. Cada vez que viene algún amigo de fuera nos apuntamos a las que organiza el Ayuntamiento (que no están nada mal). También he ido a algunas visitas al Palacio Lercaro, algunas de noche para ver si aparece el fantasma de Catalina. Y también sé que hay compañeros nuestros que hacen de cicerones y muestran a los poetas que vivieron allí o hacen escenas de teatro sobre personajes.
      Es verdad que, como dices, debería haber más visitas pero por lo menos algo hay.
      Mientras, disfruta de tus paseos y del silencio y la tranquilidad de "nuestra" calle.
      Un beso, Juan.

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  14. Querida Isabel, no me puede gustar más el artículo de esta semana. La calle Real bien merece un monumento, y tu artículo es el mejor que se le podría dedicar.
    Un abrazo.

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    1. Es mucho lo que se podría decir de la calle, si empezáramos a hablar de quiénes han vivido allí ( por ejemplo, el corsario Amaro Pargo), de quiénes estudiaron o trabajaron en el Instituto (tú y yo sin ir más lejos), de los Museos que hay (el de Historia y el Archivo en el palacio Lercaro, por ejemplo)... Pero se nos haría larguísimo. Basta saber que esta calle forma parte de la memoria de todos los laguneros y de muchos que no lo son pero que piensan, como tú, que merece un monumento.
      Un abrazo grande, Alicia, y gracias.

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  15. Maria del Pino Wood Wood11 de mayo de 2021, 15:05

    Muy bonito relato, Isabel. Es, sin duda, la calle más hermosa de La Laguna.

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    1. Sí, Pino, en un concurso, tú y yo votaríamos por ella. La hemos pateado, conocido y vivido lo suficiente para quererla.
      Gracias y un abrazo grande.

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  16. Joaquina González Medina11 de mayo de 2021, 15:06

    Me ha gustado tu defensa y admiración por la calle de San Agustín, los que viven o hemos vivido en La Laguna guardamos bonitos recuerdos asociados a lugares y personas de esta destacada calle. Felicidades. Un abrazo.

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    1. Eso es lo que la hace tan preciada, Joaquina, asociarla a recuerdos entrañables. Yo los tengo desde pequeña, cuando pasaba veranos en casa de mis abuelos en Núñez de la Peña y después, de los años universitarios y de profesora en el Instituto. Forma parte de lo que somos.
      Muchas gracias y un abrazo.

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  17. Rosa Henríquez Fernández11 de mayo de 2021, 15:07

    Isabel, precioso el relato y esa calle es la más bonita de Tenerife.

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    1. Y de Canarias, Rosa. :-D.
      Bueno vamos a concederle a la calle Real de Santa Cruz de la Palma una nota también alta. Que no se diga.
      Gracias y un abrazo.

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  18. ¡Me encanta! Yo también atesoro esos recuerdos con cariño y, por qué no, también un poco de nostalgia.
    Gracias por la publicación. Es estupenda.

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    1. Gracias, Sonia.
      Lo bueno de los recuerdos es que se pueden atesorar y siempre están ahí. A guardarlos bien.
      Un abrazo.

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  19. Cierto. Personas maravillosas la escogen. Básicamente es mi juventud.

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    1. La juventud marca amores perennes.
      Gracias, Luis. Un abrazo muy grande.

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  20. Jane, la descripción tan minuciosa que haces de la hermosa calle de San Agustín, me transporta a mi tiempo de estudiante, en ese Instituto tan querido para mí y todos los que en él hemos estudiado.
    El Obispado, La Uned.
    La librería Curbelo (De mi tío Fernando Curbelo).En la actualidad Librería Sigú. La iglesia de San Agustín...etc.etc.
    La belleza de su calle, sus casas ,y ese olor característico de esta Ciudad con Clase y Señorío.
    Me encanta como transmites tus bellas ideas!!
    Mbstos.

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    1. Tenemos recuerdos compartidos, Yoli. Como la librería de tu tío o la Iglesia de San Agustín. Fui a ella por última vez en la primera comunión de mi prima María Elena, que era un año mayor que yo. Unos años después (en 1964) se quemó totalmente y dejó a todo el mundo conmocionado. Ver casi todos los días, como lo veía yo, el esqueleto de la iglesia con sus arcos y paredes desnudas era muy triste. A pesar de que se aprobaron planes para hacer allí un espacio cultural, no sé por qué no se ha reconstruido.
      Hay muchas historias en esa calle.
      Gracias por tus palabras. Un abrazo.

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  21. Me ha gustado mucho el escrito de la calle San Agustin, siempre fue una calle muy emblematica, y mas importante de La Laguna, cuando era un niño, siempre recuerdo, que alli vivian la gente mas notable del municipio, gozaba de gran arraigo en nuestra Laguna del alma, siempre se considero como la calle mas distinguida, tanto por las personas que la habitaban, como por las obras y buenos quehaceres que hacian sus moradores por el engradecimiento de la ciudad, siempre recuerdo las alfombras del Corpus, que siempre se distinguian por el exquisito gusto, los comentarios que han realizado sobre el escrito, me han encantado.
    Enhorabuena a la autora.

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    1. Las alfombras del Corpus se celebraban (y se celebran) mucho en esa calle. En el Instituto se estaban preparando un par de meses antes y la noche del gran día, profesores y alumnos se lo pasaban pipa haciéndolas. Todos hemos visto en esa calle preciosidades.
      Gracias, Fernando, por tu comentario y tus recuerdos de la calle San Agustín.
      Un saludo.

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  22. Isabel López Carreño11 de mayo de 2021, 17:25

    Precioso relato.
    Gracias.

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  23. Francisco Guerra de Paz11 de mayo de 2021, 23:22

    A mí me encanta la calle de San Agustin. Muy bueno tu relato.

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    1. Como a buen artista que eres, Francisco. A toda la gente con sensibilidad le tiene que gustar.
      Un abrazo y gracias.

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    2. Francisco Guerra de Paz12 de mayo de 2021, 19:40

      Muchos años en esa calle, incluso tuve un estudio en la junta suprema.

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    3. ¡Qué mejor sitio para trabajar! Igual hasta coincidimos a la hora del café :-D

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  24. Las calles de La Laguna llenaron de encanto las vacaciones de mi infancis. Tres días antes de cumplir 15 años, cuando mi familia volvió a su tierra desde Madrid, me parecía mentira mudarme a esta ciudad de cuento, llena de vida y de historia en cada rincón.
    La calle de San Agustín me acogió en el centenario Instituto de Canarias, donde aún resuenan los pasos de Benito Pérez Galdós y Tomás Morales, y en el que mi abuelo Antonio Mederos fue profesor de tantas generaciones.
    En ella vivimos romerías de San Benito, idas y venidas al Tocuyo a tomar un "vino con vino", rondas para cantar Los Divinos en navidad con la Coral Universitaria, y vísperas de Corpus preparando alfombras de brezo hasta la madrugada, como bien cuenta en su deliciosa entrada la Jubilada Jane. Gracias, querida profesora, por devolvernos tantos recuerdos de juventud, y por hacernos sentir que la belleza palpitante de La Laguna late cada día con más fuerza.

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    1. Me ha encantado tu comentario, Amazónicx, porque reúne muchas de las experiencias vividas en nuestro Instituto. Tuve, en los 22 años de profesora en él, muchos Mederos en mis clases, además de compañeros, también de tu familia, y de todos guardo un recuerdo estupendo. Sé que muchos han recorrido el mundo pero cuando pienso en ustedes los veo arraigados aquí, como yo lo estoy también. No imagino un mejor lugar para vivir.
      Un abrazo grande y gracias por tus palabras.

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  25. Y qué alegría compartir tres años en ese Instituto con Isabel Duque Fernández y con Juancho Aguiar Clavijo. Juancho, fuiste mi Director cuando apenas llevaba cinco años con de Oposición. Isabel, me acogísteis con tanto cariño en el Centro que nunca lo he olvidado. Sí, preciosa calle. Maravilloso ese Instituto Cabrera Pinto y maravillosas personas. ¡¡Gracias!!

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    1. Ay, Luis, tus tres años con nosotros valieron como diez, tan fecundos y agradables fueron. Dejaste huella en compañeros y alumnos (mis hijos te recuerdan con mucho cariño) y eso es algo de lo que sentirse orgulloso como profesor y como persona.
      Un abrazo grande.

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  26. Totalmente de acuerdo Isa. Calle emblemática con instituciones dereferencia, casas señoriales con patios preciosos, y… ¡muchos recuerdos!Leyendo tu magnífico relato me han venido a la memoria anécdotas vividas enesa emblemática calle. Recuerdo cuando en aquellas procesiones que discurrían,entre otras calles laguneras por la de San Agustín y que conmemorando lafestividad del Corpus las “niñas de las Dominicas” teníamos que asistir,enfundadas en un horrendo traje blanco de gala con tremendo lazo negro a modode corbata, que era de todo menos bonito pero… no sé si para olvidarme deaquella vestimenta o porque ya algo de ciencias estaba “runruneando” por miloca cabecita, aprovechaba los descansos y paradas de la procesión, para ensuciarmeaquellos guantes que de un blanco reluciente mi abuela o mi madre me habíandejado preparados; miraba y recogía los musgos que entre adoquín y adoquín nosrecordaban que no en vano vivíamos sobre una laguna.Otro recuerdo que tengo fue cuando se celebró un importante evento para ComunidadUniversitaria lagunera, el Bicentenario de su Universidad. Partiendo del Salónde Actos del Instituto Cabrera Pinto, se organizó un “paseo- desfile” en el queparticiparon  autoridades académicas ydocentes de la Universidad; revestidos con togas, muceta y birrete recorrimosla calle de San Agustín hasta llegar al Paraninfo de la Universidad y así recordar,entre discursos y conferencia, que el 11 de marzo de 1792 por Real Decreto deCarlos IV se aprobó la creación de la  Universidad Literaria de San Fernando (en 1927pasó a denominarse Universidad de La Laguna). El Instituto de Canarias CabreraPinto (antes Instituto de Canarias) heredero de esa primera Universidad deCanarias, desde ese entonces ha sido un centro de referencia en laculturización, no en vano albergó la primera biblioteca provincial y la primeraestación meteorológica del archipiélago. Isa, tienes que estar muy satisfecha de haber sido, durante muchísimos años,encargada de esa biblioteca y trabajar con los tesoros que se guardan en susestantes. Enhorabuena y gracias por despertar, con tu magnífico relato, bonitas vivencias.

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    1. Gracias por tus "vivencias" que en cierta forma también son las mías. Yo vestí, como tú, en los grandes festejos el horrible traje de gala de las Dominicas (que nos sentaba fatal a todas). Yo conocí en mis veranos laguneros en la casa de mis abuelos esa calle San agustín con musgo entre los adoquines. Y yo estuve presente el año 1992 en la celebración del 200 aniversario de nuestra Universidad. Recuerdo el desfile, colorido y solemne, de todos ustedes con las togas, mucetas y birretes de cada Facultad, un espectáculo único que no he vuelto a ver más y que tenía un punto de emoción.
      Sí, estoy muy satisfecha de mis 20 años llevando la Biblioteca del Instituto. La recibí con 700 libros y la dejé con cerca de 30.000. Además, recibimos, junto con otras 6 bibliotecas, un Premio Canarias al mejor proyecto. Siempre digo que me sentí una privilegiada porque trabajé en algo que fue muy gratificante para mí.
      Gracias por compartir tus experiencias y por tus palabras.
      Un abrazo muy fuerte.

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