lunes, 14 de junio de 2021

El infierno no existe


El infierno - llámese averno, gehena, tártaro, abismo, inframundo o calderas de Pedro Botero - no existe. Y mira que se han esmerado en hablarnos de él a través de los siglos... A mis amigas y a mí, que estudiamos en colegio de monjas, nos lo nombraban a cada paso, poniéndonos, además, ejemplos gráficos: Borja Mari, de las mejores familias de Bilbao, hijo de María, pecó una vez, se murió sin confesión y al infierno por toda la eternidad. Y nos imaginábamos, como si fuéramos el pobre Borja Mari, las llamas quemándonos por todas partes, con lo que eso duele, y a los demonios, feos, con cuernos, rabo y tridente, pinchándonos y asándonos, vuelta y vuelta.

Después del colegio, me volví a encontrar con el infierno en la Divina Comedia de Dante, no ya como un caos desorganizado, sino como si fuera un gran edificio de oficinas como los de Manhattan, solo que, en lugar de pisos, tenía círculos de fuego, hielo y castigos horrorosos, destinados cada uno de ellos a una clase de pecadores: los lujuriosos, los golosos, los avaros y pródigos, los iracundos, los perezosos, los herejes, los violentos, los fraudulentos, los traidores... Y en la puerta, un cartel que avisa: Abandona, si entras aquí, toda esperanza.

Más tarde, en los tiempos de Madrid, vi la obra "A puerta cerrada" de Sartre, interpretada por aquellos magníficos actores que fueron Adolfo Marsillach, Nuria Espert (que todavía vive) y Gemma Cuervo. Aquí el infierno no tenía ni diablos cornudos, ni fuego, ni castigos aparentes. Era una habitación decorada estilo imperio con sus divanes, sus lámparas, su chimenea... Pero en ella tendrían que vivir juntos, siempre allí encerrados, tres personas que se odian profundamente, tres seres incompatibles que no se soportan. El infierno son los otros.

Tanto darle vueltas al infierno y a cómo es, y, al final, habría que oír a los Papas, que se supone que son los que más saben de él. Para Juan Pablo II, nada de fuegos: Más que un lugar, (es) la situación en que llega a encontrarse quien libremente y definitivamente se aleja de Dios. Y el papa Francisco dijo en una entrevista en 2018 que el infierno no existe, sino que lo que existe es la desaparición de las almas pecadoras.

No, el infierno no existe. O por lo menos yo no creo en él. Pero esta semana, que en la isla hemos sido sacudidos por la tristeza y el dolor, me hubiera gustado que existiera, a mí, que ni creo en él ni soy partidaria de la pena de muerte. Así de incoherentes somos los humanos. 

Y me hubiera gustado que existiera, con el fuego y toda la pesca de los infiernos de mi niñez, para que un padre cruel, inhumano, perverso y estúpido, que envió al fondo del mar a sus dos preciosas hijitas, robándoles la vida y el futuro, se quedara allí pudriéndose por toda la eternidad.




18 comentarios:

  1. Hola Jane. Creo que hoy es uno de esos días donde digas lo que digas va a servir de poco. A veces el MAL aparece de muchas maneras. Esta es una de sus formas. Fuerza a la madre porque le va a hacer falta mucha fuerza y mucha suerte. Un beso Jane. Juan

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    1. La verdad, Juan, es que no pretendo servir de nada. Es solo que esta vez no podía escribir de otra cosa y se puede interpretar como rabia e impotencia ante una situación que nos desborda y que no comprendemos. Y sí, como dices, el Mal existe (y pueden llamarlo Satanás, demonio o lo que sea) en múltiples formas. Que no nos encontremos con él.
      Un beso, Juan.

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  2. Mi duquesa. El infierno no existe como nos lo contaban ni como los veíamos en los cuadros pero ante tan horrible crimen pienso que la madre de las niñas asesinadas está viviendo en lo más parecido al infierno sin merecerlo. Cuánto sufrimiento. 😱😱

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    1. Pues sí, todas las madres (y padres) nos ponemos en su lugar. Ella ha hablado de lo que es la "violencia vicaria", un término que no se ha usado mucho pero que siempre se ha ejercido y que viene a decir ("vicario" es el que sustituye a alguien en sus funciones) que se maltrata a una persona en lugar de a otra para hacer sufrir a esta. Es gente que lo que quiere es eso, provocar el mayor sufrimiento posible. Como dices, lo más parecido al infierno.
      Un beso, mi realeza.

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  3. El “infierno" y para mayor injusticia lo está sufriendo sobre todo ,la mamá de esas criaturas.

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    1. A mí me ha asombrado muchísimo la entereza de esa madre que, mientras a los demás nos da rabia y hablamos de mandar al tipo al infierno, ella publique una carta en que sobre todo habla de amor: "Que aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo, sino lo contrario. Que trascienda en amor para los niños en forma de protección, educación y respeto". Todo nuestro respeto para ella.

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  4. Muy bueno el artículo de hoy,���� como siempre Isa. Es difícil creer que exista tanta maldad. Un fuerte abrazo

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    1. Gracias, Milagros. Y tienes razón. Esto nos ha impactado porque lo vivimos de cerca, porque son personas que conocemos, nuestros hijos saben quién era ese asesino, y hasta alguna vez lo han visto. Pero la maldad está en el mundo y solo con que echemos un vistazo a la historia de los pueblos, nos la encontramos, en la explotación, en los asesinatos de inocentes, en seres humanos que tiene muy poco de eso. Es lo que hay, aunque sea difícil de creer.
      Un beso.

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  5. Isa, yo sí digo que el infierno existe, no de la manera en que nos lo pintaban, con la Virgen del Carmen y el fuego debajo, no. El infierno es el no amar. La carta de la madre nos ha demostrado lo que es el amor que ella sentía por ese hombre porque siempre en todo momento decía que no esperaba que les hiciera daño, confiaba y esperaba. Y aun con hacer lo que hizo, ves esa carta llena de amor. Ese es el verdadero amor y todos estamos llamados a ese amor que es para siempre. Y el infierno es el no querer ese amor, el no encontrarnos con ese amor. Yo creo que estamos tan llamados a ese amor que en cada momento ese amor, que es Dios para mí, da oportunidades a todos, porque Él, que es amor, ofreció a su hijo para que todos nos llenáramos de ese amor que es eterno y que es para siempre.
    No lo sé explicar bien pero sí lo siento. Lo sentí cuando leí esa carta y cuando la oía mandando mensajes positivos confiando y creyendo en él.

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    1. Es también, Nievitas, una manera de verlo. "Dios es amor" nos dice la Biblia. Y esa misma idea la he visto en personas creyentes, como mis padres o como tú, que viven para dar amor.
      Es reconfortante, sobre todo, para los no creyentes, pensar en un mundo en el que no solo impera la maldad, sino que también hay personas así. Ya dije en la respuesta a otro comentario que la carta de la madre me sorprendió por la entereza, el coraje y el mensaje de amor. Ojalá haya quienes, aunque no crean en un más allá, sí practiquen y difundan un mensaje de amor a los demás.
      Un abrazo grande.

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  6. Yo, como Nieves, Jane, sí creo que debe haber un averno para los que atentan contra el amor y sólo les mueve la maldad.
    No tengo hijos, pero sí muchos sobrinos y sobrinos nietos y me sobrecoge la idea de que sus padres no les quisieran y fueran capaces de hacerles algún daño irreparable y este horror que nos ha tenido, y aún nos tiene, en vilo, me ha llevado a preguntarme qué es lo que está fallando en esta Humanidad que hemos fabricado, para que surjan estos monstruos incapaces de querer y proteger a sus parejas e hijos y utilizar, a estos últimos, para demostrar su odio, su rencor y su venganza, contra el otro.
    Que predomine el dinero, la droga, el alcohol, el desenfreno moral, la inexistencia de valores y principios reales, me temo que son los causantes de esta insensibilidad y esta ausencia de empatía. En definitiva, del desamor que lleva a que el humano sea el peor enemigo de otro humano.
    ¿Servirá de algo tanto dolor y tanto horror...?.

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    1. Creo que Nieves no piensa en ese averno para los malos. Para ella, la misericordia de Dios llega a todos, creo.
      Es verdad, como dices, que hay muchas causas del mal. Pero también (ya sabes que soy una optimista) muchas otras para el bien. Si echamos una mirada a la historia, vamos a mejor. El mundo ha reconocido que hay unos derechos humanos, el primero de ellos la vida, que hay que respetar. Y aunque todavía hay países que no los han firmado, es indudable que estamos mejor que en la antigÜedad, en la edad media, o en siglos anteriores. Siempre ha habido malos malos, pero pienso que también siempre ha existido la buena gente. Y menos mal.
      Tal vez estas muertes, las de las niñas, sirvan para algo, como pide su madre.
      Un beso, Cehachebé, y gracias por tu aportación.

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  7. Hola Isa, me cuesta creer en ese infierno de demonios y llamas, pero ese padre, capaz de matar a esos dos angelitos, de albergar tanto odio, ese engendro, ese sí que es un demonio.

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    1. Creo, Esperanza, que ya ni la iglesia cree en ese infierno de nuestra niñez con el que nos aterrorizaban. Pero creo que todos sí seguimos creyendo en los demonios.
      Un beso.

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  8. Charo Borges Velázquez15 de junio de 2021, 15:51

    Qué tristeza que nos tengamos que plantear si existe el infierno, porque un desalmado, sin miramientos ni compasión, fue capaz de acabar con la vida de sus hijitas, por odio, rencor y venganza hacia la madre de las criaturas.
    Para él sí debiera existir un infierno del que no saliera jamás...

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    1. Sí que es triste, Chari. Hay que ver cómo nos ha impactado la noticia. Ni sus amigos ni su mujer (con la que estuvo 17 años) pensaron nunca que iba a hacer eso. Esperaban que se hubiera ido a África o a América (¿en un barco que pasara por allí?), pero nunca se imaginaron lo peor. "Yo lo conozco, adora a sus hijas y nunca les haría daño", decían. ¿Qué habrá pasado por esa cabeza?
      ¡Qué pena!

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  9. Isa, acabo de leer tu post sobre el infierno. Describes muy bien el terror que nos infundían las monjas describiendo los horrores que íbamos a sufrir eternamente, si moríamos en pecado. (Mira que te mira Dios, mi que te está mirando, mira que te has de morir, mira que no sabes cuando). Yo ahora no pienso en eso. Bastante sufrimiento tenemos en esta vida como para sufrir esos tormentos eternamente.
    Sí creo que el mal existe. Tenemos un ejemplo reciente, desgraciadamente. Esos seres qué actúan despiadadamente, que no tienen valores, ni caridad, ni conocen el amor, cómo es el caso de ese monstruo, no descansará en paz. Sería injusto. Creo que debe existir un infierno para ellos.

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    1. Tal vez el infierno está en esta vida. No puede vivir en paz quien ha cometido atrocidades. Aunque no sé... Agatha Christie decía que a las personas con moral y principios nos pasaría eso, pero que hay otras que asesinan y les sale bien y viven tan ricamente sin remordimientos ni nada. Supongo que este tipo está en el fondo del mar, donde ya no puede hacer más daño.
      No me acordaba de ese "mira que te mira Dios...". Y creo que es muy sano vivir el presente, disfrutar de cada minuto y ser una buena persona que pueda dormir en paz. Nada de plantearnos un más allá incierto.
      Besos, Ani.

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