Antes un pregonero era cosa de las películas de Pepe Isbert en las que siempre salía uno gritando a la plebe aquello de: "¡Se hace sabeeer, por orden del señor alcaldeee...!". Ahora los pregoneros nos hacen saber otras cosas acerca del pueblo sobre el que hacen el pregón y es un honor ser elegidos para ello. En este mes de julio, bajo la amable batuta de la Virgen del Carmen, florecen en nuestras islas, tan marineras ellas, las fiestas en su honor, con sus verbenas, sus fuegos, sus ventorrillos... y su pregón, que da a todo ello el pistoletazo de salida.
En La Graciosa han nombrado este año (con toda justicia) pregonero de las Fiestas del Carmen a mi cuñado Miguel, un graciosero adoptado desde que hace 56 años recaló por allí y se enamoró de la isla.
Allí, en la tarde tranquila de Caleta del Sebo, con el ruido del mar de fondo y delante de la gente que tanto lo conoce, Miguel contó su llegada a La Graciosa a los 16 años, su amistad con los pescadores y sus familias, sus recuerdos de una isla sin luz, sin neveras, sin televisión, sin coches... y sin médico. Cuando él (ahora un ginecólogo jubilado) era estudiante de 4º de Medicina y pasaba allí los veranos, al volver de pescar por la tarde, en el muelle lo estaban esperando siempre unos cuantos para que hiciera las visitas a los enfermos. Lo malo es que siempre lo invitaban a whisky (sin hielo, por supuesto), con lo cual el resultado al terminar la ronda era, cuando menos, alegrito.
En el pregón salieron esas y otras anécdotas, como la vez que le dijo al Señor Perico, sentados los dos en El Palo una noche de luna clara: "Señor Perico, hoy el hombre pisa por primera vez el suelo de la Luna". Y el hombre miró a la Luna, lo miró a él, y le dijo: "Cristiano, no diga boberías". O las veces en las que los del pueblo se enteraban antes que él, por ejemplo de que se tenía que ir al día siguiente, porque los telegramas los decían en la emisora que oían todos.
Allí Miguel habló de los barcos que, entonces, navegaban a la vela latina, de las 3 ventas que había en aquellos tiempos, de los dos bares, de las parrandas... Y de los personajes: Gregorio, que le enseñó a pescar en su barco "San Borondón"; Doña Rosa, que siempre invitaba a todos a comer y luego, asustada ante el montón de gente que se apuntaba, siempre terminaba alzando la copa y diciendo. "Salud y bebamos, pero que no vengan más de los que estamos"; la pareja de franceses que practicaba el nudismo en las desiertas playas de la isla y que los gracioseros llamaban, con su sorna característica, Adán y Eva; o los ingleses, Don Patricio y Doña Silvia que, al morir sus dos hijos en un accidente, vinieron a esconder su pena a la isla más alejada y pequeña que encontraron y nunca se fueron de allí. Todos los recuerdan, evocaba Miguel, llegando a los bailes de La Sociedad, engalanados de punta en blanco, bailando toda la noche. Cuando la orquesta terminaba, los invitaban a una copa y se iban.
Todos estos recuerdos y muchos más conforman en el fondo el alma de La Graciosa. y esto, recoger su espíritu, es lo que ha hecho Miguel en su pregón: hablar de su amor por este pueblo de calles de arena y casitas blancas, por la isla pequeña bañada en luz y mar, por sus gentes, trabajadoras y generosas. Ha habido aplausos y ha gustado mucho porque a Miguel todo el mundo lo quiere y porque hay mucho que compartir. Y luego empieza la fiesta y la procesión en el mar y las coplas ("En el mar está la barca / que espera con ansiedad / para llevar en su borda / a nuestra reina del mar"). Y al final los fuegos y los "¡Viva La Graciosa!" y los "¡Viva la Virgen del Carmen!".
Luego se guardará todo y hasta el año que viene. Pero seguro que en El Palo o en los bares más de uno recordará - "¿Te acuerdas aquello que dijo Miguel en el pregón?"- , mientras las olas acarician las playas y desgastan las rocas de la isla.
Me ha encantado. Muy bonito 😍❤️
ResponderEliminarGracias, Marisita. Estas cosas hay que compartirlas cuando ocurren porque son especiales. Miguel lo hizo muy bien, emocionante y entrañable, y ya sabes lo que lo quieren todos.
EliminarSe que él allí, de toda la vida, es muy querido. Que pena que no lo hayan grabado para verlo, pero me imagino lo bonito que habrá sido y lo emocionado que estaría él
EliminarSí lo grabaron. Si lo quieres ver, pídeselo a Chari. Y sí que emocionó (por lo menos a mí, que ya sabes que soy propensa).
EliminarTanto el vídeo como el texto lo pueden encontrar en mi web.
Eliminarwww.historiadelagraciosa.wordpress.com
Qué bonito todo lo que cuentas, y qué privilegio vivirlo tan de cerca Isa. Envidia sana.
ResponderEliminarFui a La Graciosa en un viaje de ida y vuelta hace unos años y me cautivó.
Besos gordos.
No soy anónima, soy Floren, querida🤪
ResponderEliminarPues Floren, hay que ir unos días más para que el enamoramiento sea completo. Eso sí, bien provista de crema factor 50 y de sombrillas, que allí el sol quema que da gusto. Y si te gusta el pescado, es el paraíso. Ya me dirás cuando estés preparada y nos vamos de exploración. :-D
EliminarEnhorabuena a Miguel y toda la familia....hermoso pregón....gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para toda la familia
Jesús y Lucy....
ResponderEliminarGracias, Jesús y Lucy. A mí también me pareció hermoso.
EliminarUn abrazo muy grande para los dos.
Un relato muy bonito. Te traslada a esa isla pequeña y graciosa.
ResponderEliminarEs verdad. La Graciosa es una isla cercana para mi familia. Allí se casó mi sobrino Miguel con Nayra y conoció mi sobrina Isa al que hoy es su marido. Allí mi hermana y familia, mi hijo y la suya, mis sobrinos... celebran muchas veces la llegada del año nuevo. Sitio de vacaciones y de reuniones de amigos. Es perfecta para eso.
EliminarMe inspira mucha más confianza un médico que se pimpla de whisky, que no uno de la seguridad social.
ResponderEliminarJajajaja, Miguel, después de las plimpadas, fue durante muchos años médico de la Seguridad Social.
EliminarBuenas tardes Isabel: ¡Cuanta belleza y paz hay en tus escritos!. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias, Rosa María. La verdad es que La Graciosa es una isla para encontrar la paz y la belleza.
EliminarGracias a ti por estar ahí desde hace tiempo.
Gracias Isabel por tu blog. Felicita a Miguel de mi parte por haber sido elegido pregonero. Por lo que cuentas estuvo estupendo. Un beso
ResponderEliminarSí, lo hizo muy bien, muy sereno. Estaba en su casa.
EliminarMuchas gracias y un beso.
Gracias Isabel por tus preciosos relatos. Felices vacaciones
ResponderEliminarGracias a ti, Sole. Pásalo bien este verano que para eso están: sol, mar y relax.
EliminarQué bonito. Sólo he estado una vez con ganas de volver
ResponderEliminarCuando tengas ganas de perderte, cuando te sean gratos el ruido de las olas y del viento en la arena, cuando te apetezca ver mil distintos tonos de azul... ese es tu sitio. Hay que volver.
EliminarMuy bonitos recuerdos
ResponderEliminarComprimidos en 20 minutos. Imagínate la cantidad de recuerdos generados en 56 años compartiendo vida.
EliminarGracias, Isabela.
Hola prima todo lo que escribes es muy interesante.
ResponderEliminarGracias, Mizar. Solo es compartir una experiencia bonita en un sitio especial.
EliminarYa vi también tu celebración de cumpleaños. Sigamos disfrutando de la vida.
Enhorabuena Miguel !! 👏🏻👏🏻👏🏻😍😍😍Tuvo que haber estado precioso ! Que cantidad de anécdotas tendrás ! 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
ResponderEliminarLa otra tarde estuvimos hablando de un montón de ellas con los "¿y te acuerdas aquella vez que....?"
EliminarQué bonito, Isa, y qué bueno para ti (y para los Gracioseros), Miguel!
ResponderEliminarGracias, Mati. Estoy segura de que a los gracioseros les encantó. Después de todo habló de ellos.
EliminarEnhorabuena primo tienes q estar orgulloso de ser el pregonero de tu isla.👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻💋💋💋💋💋
ResponderEliminarDesde Soria con todo mi cariño
ResponderEliminarBuen relato y buen pregonero para la isla de sus amores. Un lugar mágico donde te reencontré después de mucho tiempo. Muy emocionante.
ResponderEliminarSí, Francisco, fue un reencuentro entrañable y en un marco único ¿te acuerdas, Annie cantando y nosotros reconociéndonos después de tantos años? A veces ocurren momentos así.
EliminarUn abrazo grande.
Hola Jane. Me ha gustado mucho lo que has escrito. Si se empezara a tirar del ovillo saldrían muchas historias paralelas...Tendrás para escribir muchos años. Y eso que es una isla pequeña pero claro, por allí han pasado y pasan miles de personas cada una con su historia particular. Solamente he estado una vez y aunque reconozco que me agobiaría vivir allí, también reconozco que pasé 3 días desconectado y vine con las pilas cargadas. Siempre me acuerdo del desayuno: Salíamos al bar, pedíamos un cortado a esperar que abriese la panadería, luego comprábamos pan , una lata de sardinas, lechuga tomate, cebolla, un botellín de cerveza.... y a la terraza del apartamento , viendo el mar y disfrutando de la compañía. Como dice un amigo: Si en ese momento te mueres, vas derecho al cielo. Un beso Jane. Juan
ResponderEliminarEs verdad, Juan. La Graciosa te brinda momentos como el que has descrito, en los que experimentas una paz increíble. Vivir allí, no, igual que tú, pero ir de vez en cuando no estaría nada mal.
EliminarUn beso y que alguna vez nos encontremos allí.
Enhorabuena a tu cuñado por ese honor. Los gracioceros no tienen fama de gente adulona y si es así, él se lo ha ganado. Qué recuerdos tan bonitos de la paradisiaca isla y sus gentes.
ResponderEliminarSeguro que más allá de ser el doctor, se ganó el cariño y la confianza de todos los que como él, quedaron prendados una vez de su náufrago silencio.
Miguel ejerció de médico siendo estudiante, pero ya con la carrera su primer destino fue Lanzarote y muchas mujeres gracioseras fueron a dar a luz con él. A veces, algunos se lo dicen. Igual que más de uno le debe la vida. Es verdad que se ha ganado el cariño que le tienen.
EliminarGracias, Cande, por tus palabras.
Como te digo siempre, me encanta leerte, muy bonito el pregón de tu cuñado y tu forma de enseñarnolos.
ResponderEliminarGracias, Rosa. Es verdad que lo fue, cercano y ameno.
EliminarPrecioso
ResponderEliminarGracias, Piedad, tú más que nadie has compartido mucho de lo que contó. Un abrazo grande.
EliminarGenial. Emociona leerlo. Qué anécdotas más divertidas y entrañables...
ResponderEliminarGracias, Sonia. y eso que se dejó atrás un montón de ellas. Una isla da para mucho.
EliminarGran persona Miguel Ángel, gran amigo de La Graciosa, desde jovencito. Por algo los gracioseros lo quieren tanto. Y un gran pregón, que además aportó valiosa información a los más jóvenes.
ResponderEliminarEnhorabuena Miguel Ángel, y Enhorabuena a la autora de este artículo 👏👏
Supongo que a los más jóvenes les suena todo, pero los mayores, los que vivieron y conocieron a todos los que Miguel nombra, se lo habrán pasado pipa. Gracias, Suso.
EliminarGracias por tus amables palabras Suso !!! Se las trasmití a Miguel , y se ha emocionado. Un fuerte abrazo para ti y para tu familia
EliminarEn nombre de Miguel gracias a todos por los amables comentarios. Muchos besos ❤️
ResponderEliminarConozco a Chari y a Miguel desde hace muchos años. Incluso antes de que se hubieran casado. Siempre les he considerado mIs amigos, y creo que ellos a mi también. Recuerdo hace bastantes años, durante una estancia mia en Lanzarote por temas de trabajo, lo bien que se portaron conmigo. También conocía su pasión por la Isla de la Graciosa, plasmada recientemente en una magnífica exposición de acuarelas de Chari.
ResponderEliminarY sigo de cerca a Jane,, la famosa jubilada. Me gusta lo que escribe y como lo escribe.
Por último, no puedo dejar de decir que tanto Chari como Miguel han sido magníficos profesionales de la Medicina, ejerciendo ambos en LA SEGURIDAD SOCIAL, en donde están los mejores profesionales de la Sanidad Canaria. Digo esto último, después de haber leído uno de los comentarios que han escrito acerca de los médicos de la SEGURIDAD SOCIAL.
Muchísimas gracias José luis por tus cariñosas palabras . Ustedes ocupan un lugar especial , para miguel y para mi , en nuestro corazón . Muchos años de cariño y amistad !! Un fuerte abrazo para Ana y para ti !! Y muchas felicidades a Ana por su santo ! ❤️
EliminarTambién yo te agradezco tus palabras y tu cercanía.
EliminarDoy fe de lo que dices sobre los médicos de la Seguridad Social. Yo, como funcionaria, soy de MUFACE pero tenemos la opción de elegir la Seguridad Social y desde el principio la elegimos y nunca nos hemos arrepentido. Hay grandes profesionales en ella (y a la vista están).
Un abrazo.