lunes, 20 de noviembre de 2023

La teoría de la picuda y la redondita



Mi amigo y ex-alumno Quico me da las gracias porque dice que le enseñé a pensar. Pero soy yo la que tiene mucho que agradecerle, no solo por los buenos momentos de risa compartida, sino porque también, más de una vez, me hace reflexionar y darle vueltas a las cosas. La última fue cuando me mandó su teoría sobre la picuda y la redondita.

Según él, en la época oscura del siglo pasado en que las mujeres eran educadas para ser esposas y madres, viendo la letra de las niñas se podía deducir el colegio en el que le enseñaron a escribir y valorar entonces su "finura"."Lo fundamental -dice- es que se le notara la clase y esto quedaba de manifiesto en la letra". La picuda proclamaba que el colegio era privado, de niñas bien, mientras que la redondita "ponía de manifiesto la formación en colegio público". Quico, tan honesto como siempre, asegura que la verdad es que no tiene datos empíricos ni pruebas documentales de su teoría pero trae a colación una frase que recuerda que decía su madre -que se educó en la pública- cuando se enfadaba con alguna señorona de apellidos con guión: "¡Se creerá esta más educada que yo porque tenga la letra puntiaguda y yo redondita!".

Nunca lo había pensado. Yo, que me eduqué en colegio privado hasta el final del bachillerato, es verdad que tenía la letra picuda y grande y que, cuando alguien la veía, me decía: "Tienes letra de dominica". Y claro, en aquellos tiempos, en los que una asignatura fundamental era Caligrafía (de  kallos, bello y graphein, escribir, arte de escribir con letra bella), toooodas escribíamos igual, picos más, picos menos. 

¿Evidenciaba esto la clase, como apunta la teoría de Quico? El caso es que si fuera así, si fuera una maniobra de los poderes fácticos para que se estuviese seguro de que "esta se educó en colegio pago", no tuvo en cuenta las vueltas de la vida. Porque en mi caso, que después del colegio estuve en la pública el resto de mi vida laboral, primero como alumna y luego como profe, la letra se me fue redondeando cada vez más y haciéndose más pequeña hasta que ahora parecen pisadas de mosca y no me la reconoce ni la madre que me parió.

¿Tendrá en ella algo que ver, según la teoría de Quico, mi querencia cada vez mayor por lo público? Mi idea (utópica por ahora) de que pueda haber una educación pública de calidad, en la que todo el mundo tenga acceso a todos los recursos, sepa pensar por sí mismo y tenga salidas laborales dignas, se me fue traspasando a la letra, redondeando aristas, suavizando líneas, empequeñeciendo el tamaño para que en una sola página cupiera toda una declaración de intenciones.

Y también el hecho de leer mucho y escribir todos los días con bolígrafo en papel (y no como ahora que nadie escribe sino en maquinitas con letra Arial o algo así) me fue trabajando la letra, alejándola cada vez más de aquellos picos de "montañas nevadas", haciéndola más próxima, más mía, más reconocible. La veo y pienso: "Esta soy yo".

No reniego del colegio privado, de mi letra grande y picuda, porque fue una época feliz de la que conservo a mis amigas de toda la vida. Pero me siento orgullosa de la deriva de mi escritura hasta una letra de "educación pública": letras pequeñas y redonditas como tiene que ser.

35 comentarios:

  1. Amparo Santos Perdomo20 de noviembre de 2023, 9:40

    Pues... No lo había pensado. Yo tengo la letra picuda y me eduqué en el Colegio Pureza de María de S/C, que era en aquel entonces privado.
    Recuerdo que... Desde chiquita hacía diariamente una hoja de caligrafía de letra picuda.
    En el curso de Preingreso o ingreso, el Colegio intentó un cambio de letra, pasando al alumnado libretas de caligrafía de letra redonda, pero no tuvo éxito y se liberó el uso.
    Desde ese momento, hubo compañeras que continuaron con picuda, otras con redonda y algunas con una letra podríamos decir híbrida.
    Hoy día, tras pasar por la Universidad y la toma rápida de apuntes, mi letra sigue picuda en esencia.
    Acabé el colegio en 1973 y el COU en 1974.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí lo que me extraña es cómo hay personas, como tú, por ejemplo, que se mantienen fieles a su primera letra y otras como yo, que hemos cambiado tanto, además, sin ser conscientes de ello: un día de repente, me encuentro con mi primera letra y me doy cuenta de la gran diferencia. Seguro que también influyó lo de tomar apuntes, pero ¿tanto?
      De todas fomas, Quico habla de tiempo antes, tal vez de mis tiempos o más atrás. Yo terminé el colegio en 1964 y el Preu, en el 65.

      Eliminar
    2. Todas teníamos la norma en Las Dominicas de escribir con letra picuda y ladeada hacia la derecha. Muchísimos cuadernos repletos durante años. No se por qué pero me ha ocurrido lo mismo que a muchas de ustedes. Me sentía orgullosa de mi caligrafía, pero según pasaba mi vida fue cambiando de manera natural. Ya no se ladeaba a la derecha, ya hacía las mayúsculas diferentes a como me las enseñaron y con el tiempo he cambiado a un estilo personal que por cierto a mí es el que gusta. Creo que ha ido acorde con mi vida esta deferencia. Una saludo cariñoso para mis compañeras de colegio.

      Eliminar
  2. Todo un honor haber hecho pensar a quien me enseñó a pensar. Me encantan tus reflexiones lo cual significa que sigues progresando adecuadamente.quico

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Quico. A mí me gustan las tuyas, siempre tan originales. Sabes mirar las cosas con ojos nuevos. Y me das ideas: este rollito de hoy es nuestro. La mitad está escrito por ti.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Isa
    Es divertido lo de la letra. Yo de un poco más joven me entretenía en saber de donde era un colega o una conocida en un congreso por ver su caligrafía. Pero no solo la letra sino también la caligrafía, la escritura, de los números. Entre inglés, francés, alemán y español, a otros no llegaba yo, la caligrafía de los números es, o a mi me parecía, bastante distinguible.
    En el Colegio privado donde me eduqué, el de la Asunción de Santa Cruz, a eso se mis últimos años de primaria o primero de bachillerato (que empezaba a los 11 años) año 1957 o cosa sí, nos cogió la enorme, importantísima decisión de cambiarnos de letra; decisión era venida del cielo, o de nuestra Madre General, que a la sazón estaba radicada en Bruselas. No sé. Pero el colegio cambió de picuda a redondita. Y nosotras también. Mal que bien, a mi me dio por mantener las dos un par de años hasta que me aburrí. Y me quedé en redondita.
    Como siempre te sigo y como siempre tengo muchas ganas de verte.
    Ana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curiosísimo eso que dices. Y ahora que caigo, me doy cuenta de que es verdad, de que la gente anglosajona que conozco tiene una caligrafía muy parecida.
      Y a lo mejor la decisión de cambiar de caligrafía de la Asunción venía también de un cambio de mentalidad (según la teoría de Quico) de ser menos finas y más populares. La tuya es bastante redondita desde siempre.
      Ganas también tengo yo. A ver si en navidades nos vemos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Tiene parte de razón tu alumno Quico, ya que aparte de tener influencia el lugar donde te hayas educado,también la letra ,detecta la personalidad y forma de ser.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Según la grafología que se define como la ciencia que analiza la escritura para describir la personalidad de un individuo y determinar características generales de su carácter, eso es así. La manera que tenemos de escribir refleja nuestra conciencia, nuestro subconsciente e incluso nuestros deseos más íntimos. De todas formas, para muchos la grafología es una pseudociencia por su falta de validez y confiabilidad (resultados distintos según quién te los haga, por ejemplo). De todas formas, algo de los que somos se debe reflejar en la letra (supongo).

      Eliminar
  5. Con el articulo de esta semana me has traido bonitos recuerdos de mi colegio, Pureza de Maria, y los ratos que nos ponían a hacer la letra en las pizarras del pasillo ayudadas por la madre Regalado y la madre Jordan. No me salia picuda sino algo irregular, pero salí adelante. Luego y de muchas vueltas, me hice profe de infantil y me dediqué con mis niños a una letra redondita y bien hecha, me enganché al famoso método cuadrado y con todas sus normas. Oye, y con bonitos resultados. Una pena que esté descatalogado pues es muy interesante. Lo empleé en las dominicas, en el Realejo alto y al final en Santa Clara.
    Gracias, Isa. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los que enseñan, como tú, Carmita, a leer y a escribir tienen el trabajo más bonito del mundo, el de abrirles la mente a los que no habían accedido al maravilloso mundo de los libros. Debes sentirte orgullosa de ello. Muchos de tus alumnos recordarán ese primer contacto. Yo no he olvidado nunca cuando lo hizo mi madre a mis 3 años: cada día me enseñaba una letra y cada día yo le pedía más.
      Besos.

      Eliminar
  6. Lucía Chinea Barrera20 de noviembre de 2023, 20:19

    No estoy de acuerdo pq mi madre tenía una letra picuda muy bonita y no fue a la privada sino a la escuela del pueblo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las teorías tienen también sus excepciones, te diría Quico. Mis padres se educaron en la pública también y sus letras no pueden ser más distintas. La de mi padre, redondita y muy clara; la de mi madre, tendiendo a picuda pero más suave. Las dos eran muy bonitas.

      Eliminar
  7. Águeda Caballero Ruano20 de noviembre de 2023, 20:21

    Conmigo se equivocaron: mi letra es picuda y estudié en la escuela de Sardina del Sur ( una escuela preciosa que la han remodelado y convertido en un centro social) y luego en el Instituto Isabel de España (Las Palmas). Abrazos, Isabel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero tú eres joven, Águeda, y no de aquellos tiempos oscuros de los que habla Quico. Y es verdad que en nuestros tiempos (años 50), las alumnas de los colegios privados femeninos de Santa Cruz todas escribíamos igualito, a cual más picuda. No sé la causa pero supongo que son modas, y como alguna dice en estos comentarios, hubo un momento en que les dio por cambiar a redondita.
      Un abrazo, Águeda.

      Eliminar
  8. Charo Borges Velázquez20 de noviembre de 2023, 20:25

    Debo ser la excepción de la regla, Jane, porque fui alumna, como tú, de colegio privado y religioso y, jamás, tuve letra picuda. Alguna vez intenté imitarla, pero no lo conseguí.
    Siempre he tenido el mismo tipo de letra, aunque con el tiempo ha ido madurando y ya ha perdido los rasgos propios de la infancia y la juventud.
    Lo que sí procuré siempre, y sigo procurando, es que sea una letra que todos puedan leer sin dificultad.
    Creo, modestamente, que sea picuda, redonda, grande, pequeña o híbrida, lo importante es que sea clara y legible.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero tú ya venías enseñada, Chari, cuando llegaste al colegio con 10 años, así que no cuentas. La verdad es que siempre has tenido la misma letra, redonda, clara y muy bonita, como corresponde a una artista.
      En lo que estoy totalmente de acuerdo contigo es en que lo importante de una letra es que se entienda. Otro misterio ¿por qué la de los médicos es ilegible?

      Eliminar
  9. Hola Isa, creo que la letra no tiene nada que ver con los centros donde estudiamos. Nunca tuve, (como Chari), la letra picuda. Estamos de acuerdo, que con los años, y los apuntes, nuestra escritura cambia, y mientras sólo sea la escritura... Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú letra es híbrida, ni picuda totalmente, ni redonda. Se parece a la de mi madre, una letra inclinada y elegante. Y es verdad que algo cambiamos con los años ¡y menos mal!
      Un abrazo, Esperanza.

      Eliminar
  10. Isa, qué bonito lo de la letra, porque yo presumo de mi letra picuda, de las cosas que más me gustan de este mundo es escribir, no sé si es bonito o feo, pero me encanta. Todos los días lo hago en mi agenda donde pongo poco o mucho. Comento muchas cosas y me encanta una carta, tú sabes que toda la vida he escrito muchas a mis amigas.
    Estoy muy orgullosa de mi letra, de mi colegio y sobre todo, de todas ustedes porque me enseñaron. Me da lo mismo pública que privada pero yo tuve la suerte de estar en el colegio. Como dice mi amiga Leo, una niña tan mimosa como yo aprendí a afrontar la vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es verdad que en el colegio siempre te recuerdo escribiendo cartas y yo misma tengo muchas de cuando no nos veíamos. El colegio enseña, además de las letras y conocimiento, valores , y en eso coincidimos en mucho. Sigue escribiendo todos los días que el hacerlo aclara las ideas y te sugiere otras muchas. Y la mente sigue funcionando.
      Un abrazo, querida Nievitas.

      Eliminar
  11. Pero yo en la Asunción y la tengo redonda!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú eres de los tiempos jóvenes, Milo. Cuando yo era chica, la letra de la Asunción como la nuestra, era picuda. Por causas misteriosas que habría que investigar de repente decidieron cambiarla a redonda.

      Eliminar
  12. Para mí esa teoría tiene sentido, aunque creo que si una persona escribe lo suficiente después del colegio (como te pasó a ti, Jane) la letra empieza a coger otros caminos que no tienen nada que ver con el lugar y la manera en los que le enseñaron a escribir. Pero me gusta también tu teoría. :)
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy contigo, Dorotea. La letra coge camino y vive Dios que en mi caso fueron unos cuantos. Mi marido (al que le escribí cartas diarias durante 2 años que estuvimos separados), cuando ve mi letra de ahora, dice que le hubiera sido imposible leerla.
      Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  13. Yo tengo la letra redonda, estudié en las Preparatorias del Cabrera Pinto y nos enseñaron a escribir en cuadrícula,.recuerdo que la mayoría de las personas mayores en esa época tenían la letra picuda y no todas habrán ido a escuelas privadas. En los documentos antiguos así se refleja!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi tío Néstor era secretario de Juzgado y yo creo que ganó las oposiciones por la letra tan preciosa que tenía, llena de florituras. Tenía que escribir a mano todo, nacimientos, muertes y casorios, imagínate. Antes, todos los que tenían una educación, la gente letrada, escribían muy bien.

      Eliminar
  14. Mi forma de escribir, es picuda hacia la derecha, (Dominica) Con algunas variaciones, según cómo esté el día, a veces muy menuda, otras veces normal y otras escribo tan rápido que ni yo misma me entiendo 🤗

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es lo que me pasa a mí, Marilu. Cuando hago la lista de la compra, más de una vez me he puesto a pensar: "¿Pero qué demonios es esto que quería comprar?". :-D

      Eliminar
  15. Oye, curiosa la teoría de Quico y tiene su opinión fundamentada.
    Las picudas nos podrían llamar a todas las del patio. Aunque suene fina y estirada, es cierto que la caligrafía delataba de dónde veníamos.
    Las redonditas también me gustan, son claras y abiertas, y sin perder los enlaces, como si se tratara de una manifestación de compañeras unidas en busca de la igualdad.
    La letra es lo de menos y lo de más, las bonitas palabras que podemos escribir al unirlas, para un buen entendimiento entre conservadoras señoras picudas y jóvenes redondas y soñadoras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quico también asocia (sin ningún fundamento, avisa) las letras picudas a señoritas estiradas y las otras a redondas y escarranchadas. Y ya veo que tú a conservadoras o soñadoras. No sé, no sé...

      Eliminar
  16. Hola
    Casi se me pasa la semana, y quería hacer mi comentario a tu post. A ver, yo soy más de la teoría de la genética.
    Tengo cuatro hijos. Los cuatro aprendieron a escribir con el mismo método. Pues la mayor y la más pequeña tienen una letra parecidísima, tirando a redondita. El varón la tiene muy pequeña, diría que minúscula, como la de mi padre. Y la de mi otra hija, curiosamente, se parece mucho a la mía (aunque más bonita y más clara)..Y yo empecé con la letra picuda de las dominicas, que conste.
    Por cierto la tuya, Jane, es muy bonita . Regular, clara y casi lo más increíble, nunca se te tuerce, como si escribieras sobre renglones, pero en hojas lisas o en la pizarra. Con razón, nuestro "jefe" siempre te encargaba escribir los papeles comunes del seminario ¡Enhorabuena!
    Hasta mañana. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, Arista, lo de no torcer la letra sigo haciéndolo, pero lo de ser clara, a veces ni yo me entiendo. Y se me ha ido haciendo cada vez más pequeña, como si supiera que , total, ahora ya nadie me lee...
      ¿Y ves con tus hijos? Un origen común y luego cada uno sigue sus derroteros. Como la vida misma.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  17. Gracias por ser una fuente constante de motivación y aliento.

    ResponderEliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html