lunes, 18 de diciembre de 2023

Pecado y penitencia



Padre, lo confieso, dándome golpes de pecho. He pecado esta semana, y mira que hacía tiempo que no lo había hecho. Pero comprenda, fueron muchas las circunstancias que propiciaron mi caída. La comida de Navidad con mis amigas del colegio, siempre abundante y riquísima, en la que cada una quiere dar lo mejor de sí. Ay, esas empanadillas, esas croquetas, esas tortillas, esa ensaladilla, esas banderillas de Conchi que deberían conservarse en un museo de lo bonitas que son, esos hidratos de carbono... Y al final, la paella de la dueña de la casa, que siempre queda rica, y el bizcocho borracho de Ani, que es para nota. ¡Ay! Y también estaba el vinito que yo llevé de Las Riquelas, que lo hace un amigo y que es de los más buenos de la isla, y el aire perfumado por las flores del patio en que lo celebramos. Todo eso se unió para que después de comer, cayera en un sopor de esos que te dejan medio atontolinada.

No pretendo disculparme, Padre. Pequé, sí, pero yo diría, como Don Mendo, que no fui yo sino el maldito Cariñena que se apoderó de mí (sustituyendo Cariñena por Las Riquelas, claro). En ese punto estaba cuando apareció en medio de la mesa la tentación, no en forma de manzana como a Adán y Eva, sino en forma de cafetera grande que, solo con oler el perfume que derrochaba, predisponía a caer de cabeza en el pecado y a sacudirse la modorra. "No debo tomar café", me repetía a mí misma cien veces. "Luego, no puedo dormir en toda la noche", "Aguanta, haz como si no lo vieras, no lo olieras, no lo desearas...". Pero nada, era un café traído de Brasil para despertar los sentidos, un café que olía a café del de verdad, hecho gota a gota en el fuego, no el sucedáneo que nos quiere endilgar George Clooney, una café como tiene que ser, "negro como la noche, ardiente como el infierno, fuerte como el pecado y dulce como el amor". ¿Quién se resiste a algo así?

Además, Padre, realmente, si lo piensa, es un pecadito de nada. Uno de mis amigos, cuando la mujer lo peleaba por haberse pasado con la hora de llegada o con la bebida, siempre le decía. "¿Pues yo robo? ¿Pues yo mato? ¿Pues entonces?".

Y por traer argumentos de autoridad, me acuerdo de Mark Twain que decía que es peor lamentar las cosas que dejamos de hacer. ¿Y si yo me paso ahora meses añorando el no haber probado manjar semejante, qué? O las palabras de Lady Speranza Wilde, madre de Óscar Wilde y mujer muy sabia, que en 1898 dijo a un periodista: "Joven, cuando seas tan viejo como yo, sabrás que solamente hay una cosa en el mundo por lo que vale la pena vivir: el pecado". Así que a estas edades, ¿no es bueno que todavía haya tentaciones y que podamos caer en ellas?.

Claro que ya sé que usted, Padre, no me va a hacer caso y que el pecado lleva consigo la penitencia: las avemarías de rigor, el hacerlo público como los sambenitos de antaño... y el que no pegue ojo en toda esa noche. 

Pero valió la pena. Estaba de muerte. Que me quiten lo catado.



24 comentarios:

  1. Entiendo que hayas pecado mi niña. Yo también olí ese café pero, sólo lo olí y, verdaderamente, era para caer en pecado mortal. Me pasa lo que a ti. Yo sólo tomo café al desayuno y descafeinado. De todas formas, qué bien lo pasamos cuando nos reunimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo ya ni en el desayuno (tomo té). ¡Y pensar en que hubo un tiempo en que hasta por la noche caía una tacita de café caliente y aromático! La edad no perdona, oye.
      Lo pasamos genial, eso sí, riéndonos y cediendo a tentaciones diversas (incluyendo repetir tu bizcocho borracho, maravilla de las maravillas. No pierdas las mañas)

      Eliminar
  2. Isa, siempre he oído que para ser feliz hay que pecar y pasar de las prohivisienos.
    Yo me considero que peco habitualmente porque como y bebo lo que me apetece.
    Para lo que nos queda en este convento C. Dentro.
    A vivir que son dos días,
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No soy anónimo. Mary Carmen.

      Eliminar
    2. Con "prohivisienos" supongo que quieres decir "prohibiciones". Ay, ese teclear rápido...
      No es mala filosofía de la vida lo del convento y lo de los dos días. Si lo pensáramos más a menudo no perderíamos tanto el tiempo en mentecateces y lo aprovecharíamos mejor.

      Eliminar
    3. No sé por qué salen algunos comentarios como anónimos. Tal vez con la firma al final no habría que aclarar nada.
      Un beso, Mari Carmen y gracias por todo.

      Eliminar
  3. Pues a seguir pecando....el pecado mayor fue no haber puesto una foto. Feliz Navidad 🎄

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La foto del café no la tengo porque estaba muy ocupada aspirando, saboreando, cerrando los ojos con éxtasis y disfrutando.
      Feliz Navidad.

      Eliminar
  4. Buenas tardes : me da la impresión que desde el día de La Inmaculada, que en mi familia siempre ha sido el inicio de la Navidad, hasta el 6 de Enero con la llegada de los Reyes Magos, vamos a tener un montón de oportunidades para arrepentirnos pero esas " faltas" son muy dulces. Yo por si acaso no he comprado aún los polvorones de Felipe II ni los mazapanes de Soto. ¡ Feliz Navidad! para todos los que nos deleitamos con tus escritos. Muchas gracias. Gabón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo tengo compradas ya unas 10 tabletas de turrón variado, una bolsa de roscos de vino, bombones (algunos con forma de Papá Noel o de Rey Mago), un stollen alemán, un panetone, unas galletas de almendra, unos rosquetes y unos dulces mantecados. ¿Crees que tendré suficiente azúcar? En mi familia el inicio de la Navidad (cuando se abren los primeros turrones) es el día 1 pero este año fue el 3. Ya han caído unos cuantos pecados dulces.
      Feliz Navidad, Rosa María.

      Eliminar
  5. Y por supuesto que suscribo la opinión de Lady Wilde...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue una mujer interesante. No sabía nada de ella, solo esa frase -que es la verdad de la vida- y que era madre del genial Oscar Wilde. Pero ahora sé que fue poeta, que dominaba 7 u 8 lenguas, que escribió también prosa y que fue una luchadora a favor del independentismo irlandés. En aquella época.
      También la suscribo, Tito.

      Eliminar
    2. La elevaré a mi panteón de mujeres ilustres... También desconocía la "solvencia de esta excepcional mujer, como otras muchas, condenadas al ostracismo de una crónica dominada por la monopolización de la "transcendencia" por el heteropatriarcado...
      Felices fiestas, Isabel... Un abrazo..

      Eliminar
    3. Ahí tengo yo también unas cuantas. Un día hablaremos de ellas.
      Feliz Navidad, Tito.

      Eliminar
  6. Todo lo que es bueno, o es pecado o engorda...no sé en boca de quién lo puso Don Óscar-jeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es pecado, engorda o es carísimo. Debe haber un ejército de malos espíritus poniendo obstáculos al buen vivir.

      Eliminar
  7. Charo Borges Velázquez20 de diciembre de 2023, 15:13

    Sí, Jane, hemos llegado a la franja de edad en la que podríamos dejarnos tentar por todo aquello que nos gusta, pero... por la misma razón, la edad, hay tentaciones que no nos conviene satisfacer, porque, a lo mejor, la penitencia nos hace renegar del pecado cometido. Verbigracia, el helado, que tanto me tienta, atrae y gusta, se traduce, enseguida, en el maldito y peligroso colesterol LDL, el peor posible para nuestro aparato circulatorio.
    Pero ¿sabes lo que te digo?, que me quiten el ratito disfrutado en esa comida de amigas dominicas, en la mejor compañía y rubricado con un sabroso helado de vainilla y nueces de Macadamia...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando leí tu virtuoso consejo de lo malo que es el helado para el colesterol, te recordé repitiendo del helado de vainilla con nueces de macadamia y de todo el que se te ponga por delante. Así se hace.

      Eliminar
  8. Qué bueno el café. Me sienta como un tiro, pero qué delicia. No me extraña que cayeras en la tentación.
    Jane, ya estamos ahí, así que felices fiesta.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las tentaciones son así, nefastas para el alma pero buenísimas para el cuerpo.
      Felices fiestas, Dorotea. Después de tanto tiempo sería estupendo vernos en algún lugar del mundo y desvirtualizarlos, tomándonos un café, por supuesto.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
    2. No lo descartemos. Ojalá un día pueda darte un sorpresón.
      Un abrazo enorme.

      Eliminar
    3. No lo pienso descartar. Ojalá.
      Otro para ti.

      Eliminar
  9. Y yo me pregunto ¿con quién te hubieses confesado si, en lugar de Navidades cristianas hubieses vivido unas Saturnales?

    ResponderEliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html