lunes, 15 de enero de 2024

A vueltas con Sissi



En 1956 -tenía yo 8 años- se estrenó en España "Sissi", la historia de Isabel de Baviera, o como ella se presenta en la película, Liesl de Possenhofen, y no hubo niña en mi colegio que se la perdiera. ¡Bien nos gustaban los trajes de princesa con aquellos miriñaques que las hacían parecer tartas ambulantes, bien nos emocionábamos con el encuentro en que ella pesca literalmente al emperador Francisco José, bien nos reíamos con el jefe de policía que la perseguía pensando que era una terrorista, bien nos encantaba el final feliz! Yo dibujaba como loca princesas con corona en mis cuadernos y, por supuesto, coleccioné  todos los cromos para llenar el álbum de Sissi. Cuando hace pocos años visité los lagos austriacos y nos tomamos un café en el Schloss Fuschl junto al Fuschl See (que en la película hace de Palacio de Possenhofen en Baviera) todavía podía oír el eco de las risas de los hermanos pequeños de Sissi cuando, al principio de la película, intentan con su padre pescar una trucha en aquel lago.

Ya de mayor leí biografías sobre Sissi y sé que su vida fue todo lo contrario a esa visión idílica de la película. Incluso físicamente no era bajita (como le reprocha su futura suegra en la película), sino que medía 1,72 y se sometía a dietas estrictas (pesaba 50 kilos), hacía deporte de manera compulsiva y se puso un velo tupido a los 32 años para que nadie viera que ya no era joven. Eso sí, se sentía orgullosa de su cabellera larguísima, a pesar de la lata que le debía dar. Por lo demás tuvo una vida llena de tragedias: una hija que murió pequeña, el suicidio de Rodolfo, el heredero, su desapego por los demás hijos y por su marido, y al final su asesinato a manos de un anarquista a los 60 años. Pero la magia de la película continúa. Hace poco la volví a ver con mis nietas (20 y 10 años) y a ellas, como nos pasó a nosotras de niñas, también las conquistó. Da igual que luego no funcionara su relación, da igual que incluso ella animara a su marido a que tuviera como amante a una actriz... Nos quedamos con el flechazo de la película y con esa boda, precedida por ese viaje en barco a través del Danubio, que nos hace suspirar, como todas las historia románticas que en el mundo han sido.

Elvira Lindo, hace una semana en un artículo que títuló Hablemos del amor (una vez más), se pregunta por qué tienen tanto éxito las novelas románticas cuando, "si hay algo que de sobra nos ha ofrecido la literatura ha sido el amargo sabor de la decepción". Y continúa: "Me gustaría saber qué encuentran las jóvenes que hoy leen novela romántica, si un entretenimiento, un modelo o un sueño que saben irrealizable". 

Es verdad lo que comenta Elvira Lindo, pero olvida que la literatura es reflejo de la vida y que, igual que hay historias de desamor y desencanto, también forman parte de la vida el flechazo, la comprensión entre almas gemelas, la pasión y el amor correspondido hasta el final de la vida. "Las almas que se encuentran / y se reconocen nunca se sueltan. / Ni con el silencio, ni con la distancia, / ni con las vueltas que da la vida", dice Benedetti. Es ese amor que cantan los poetas, las novelas románticas, las películas como "Sissi". Entretenimiento, sí; modelo, también; y sueño ¿irrealizable? A veces sí y a veces, no. Por lo menos, alimentan la esperanza de que se realice. "Quien lo probó, lo sabe", como dijo el gran Lope de Vega.


Romy Schneider, la cara de Sissi para nosotros


32 comentarios:

  1. Está claro que Elvira Lindo no ha leído buena novela romántica o entendería que se busca en ella y por qué tiene tanto éxito.

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    1. Es verdad que hay en algunos autores un rechazo de entrada a la novela romántica. La suelen calificar de ñoña, de sensiblera y de otros calificativos igual de inciertos. Por supuesto que pueden serlo, pero igual que en otros géneros literarios. Ni todas las novelas románticas son malas ni todas las novelas negras, por poner un ejemplo, son buenas.
      Y después está el caso que comento: el amor. ¿De verdad es siempre como ella lo califica en su artículo? ¿Edulcorado, falso, ñoño, anulado por las obligaciones domésticas y la crianza de los hijos, desilusionante, cursi, generador de frustraciones...? Me cuesta verlo así y es un tema del que se podría hablar mucho.

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    2. Se me ha escapado el acento en el primer qué (lo que tiene responder en móviles).

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    3. En esas cosas solo se fijan las que escribimos (y las profesoras). :-D

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  2. Ay, me encanta. Como una de Tazacorte que le puso a la hija de nombre Romy Schneider, no. Pero la verdad es que mi marido dice que a mí no me gusta el cine porque "Sissi" ya no la dan. Y es que nos gusta el romanticismo. La realidad es dura, yo tengo una historia como para escribir un libro, con partes buenas y regulares, pero ese libro no lo compraría nadie porque la gente no quiere sino finales felices y poco ha tenido mi vida de romántica. Pero bueno, dándole gracias a Dios de que estoy viva, de que he superado las barreras y aquí estamos.
    Siempre me gustó Romy Schneider y Sissi y el otro día la vi con mis nietas.

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    1. De verdad, Nievitas, que lo de la gente de La Palma y los nombres es un tema aparte ¿De verdad hay una bagañeta que se llama Romy Schneider? Es verdad que mi tía me hablaba de uno que se llamaba Winston Churchill, así que no me extraña.
      Los finales felices dependen de dónde cortes la historia porque desgraciadamente la vida nunca tiene un final feliz. Tiene un final y punto. Pero mientras la aproveches y la vivas todo lo intensamente que puedas, haciendo lo que dices, dar gracias por todo lo que tengas, la cosa está bien.
      Disfruta de las películas que te gustan y, si es con tus nietas, mejor.

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  3. A todas las niñas, de todas las generaciones de las que se pueda hablar, les flipaba Sissi.

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    1. No te puedes imaginar cómo. Ya te digo que yo la pintaba entonces en todos mis cuadernos con un entusiasmo digno de mejor causa. Además ¡tenía animales! El cervatillo al que le daba el biberón, los pájaros, el caballo... No le faltaba de nada. :-D

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  4. Rosa M. Afonso Castro15 de enero de 2024, 18:44

    Yo coleccioné todos los cromos sobre Sissi Emperatriz y este lo tenía, claro. La verdad que el romanticismo que envolvió las películas sobre ella, acompañado con la inocencia de nuestras edades, nos entusiasmó.
    Sigo un poquito…la cruda realidad nos llegó ya mayorcitas, menos mal porque lo hubiéramos pasado fatal.

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    1. ¿Verdad, Rosa? Igual en aquel entonces hasta cambié las repetidas contigo. ¿Dónde estará ese álbum ahora?
      Y tienes razón, menos mal que no nos enteramos de la verdad de su historia entonces. Para nosotras, la historia estaba hecha del mismo material de los cuentos de hadas. No era necesario cuestionarnos la realidad.

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    2. Marilu Díaz Estrada15 de enero de 2024, 20:41

      Un final fatal...

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    3. Y además, casual. El asesino, un anarquista llamado Luigi Lucheni, había ido a Ginebra a matar al Duque de Orleans pero este suspendió el viaje. Entonces Lucheni se enteró que allí estaba Sissi y sobre la marcha la apuñaló. Dijo después que no había matado a una mujer sino a una emperatriz.

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    4. Rosa M. Afonso Castro20 de enero de 2024, 13:34

      Seguramente…te acuerdas de la clase nuestra que estaba al lado del salón de estudios. Me parece verte sentada en el pupitre y yo encima del mío revisando las estampas. Es increíble lo recuerdos tan claros y minuciosos de tantos años y como se me olvidan fácilmente, muchos de los detalles de los recientes. Recuerdo que tenías una sonrisa contagiosa, un cuello esbelto y eras buena compañera. Encima buena estudiante. Yo lo era cuando quería jajaja

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    5. Y yo me acuerdo de tus trenzas, tu sonrisa constante y tu sentido del humor. Los recuerdos de la niñez son los que más permanecen. Personas cercanas a mí, que están perdiendo la memoria, conservan intactos los años en que fueron pequeños. Es tremendo observarlo.

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  5. Y hablando de nombres palmeros, conocí a un Erasmo y a un Voltaire. Y no es coña

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    1. Es que son mucho. Yo conocí a un Inerbelio, a un Solinario...

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  6. Yo igual, me enamoré de esas peliculas y álbumes y demás detalles. Estábamos embelesadas por la historia. Más tarde apareció la cruda realidad.
    Movida por todo hace unos años hicimos un viaje a Austria y volvi a rememorar todo esto, en Viena el precioso castillo Hosburg. El romanticismo nos impregnaba y la heroína nos hacia felices. Fue una gran experiencia.

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    1. Yo creo que todo el que va a Austria la recuerda. Fue una mujer que marcó una época y hay huellas de ella por todos lados. En el Hofburg, en los Agustinos en donde se casó, en el parque Volksgarten en donde hay una preciosa estatua de ella... Siempre que he ido a Viena la he recordado.

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  7. Supongo que debes conocer "Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría o el hada". 1993. Biografía de Sissi escrita y muy bien documentada por Ángeles Caso... Salud Isabel...

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    1. Sí, la leí hace tiempo. Una buena biografía, muy documentada y crítica. Me hizo conocer a la verdadera Sissi. Esta es la sinopsis del libro:
      "Elisabeth de Austria-Hungria nada tuvo que ver con la ñoña Sissi de la leyenda rosa. Fue una mujer compleja y extraña, escéptica hasta el nihilismo, irónica hasta el sarcasmo y libre hasta el capricho. Fue guapa, inteligente, culta y seductora. Fue rebelde, insatisfecha, melancólica y testaruda. Solitaria y maniática. Jamás se doblegó a ninguna imposición. Detestó los palacios y la corte. Odio las convenciones y las normas. Despreció la frivolidad. Huyó de las ceremonias y los actos sociales. Se resistió a ofrecerse en espectáculo al público y ocultó su rostro bajo velos y grandes abanicos. Desdeñó a los nobles, a los reyes, a los militares y a los papas. Se confesó anticlerical, antimilitarista y antimonárquica. Creyó que el matrimonio era una esclavitud. Respetó a los locos. Hizo gimnasia todas las mañanas y bebió grandes jarras de cerveza en las tabernas. No apreció mucho la vida".

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  8. Hola, Jane:
    Ya me he puesto al día con todas tus entradas.
    A mí me encantaba Sissi cuando era pequeña. Luego empecé a saber de su vida y fue un poco decepcionante ver que su realidad no tenía mucho que ver con la película. No volví a verla y tampoco seguí con las siguientes, no fueran a contarme algo deprimente. En fin, chaladuras que a veces nos dan a quienes leemos y vemos historias.
    Un abrazo enorme.

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    1. Es verdad, Dorothea, los lectores nos hacemos nuestras propias componendas y nos da rabia cuando nos las trastocan. Nos pasa a menudo cuando nos ha gustado mucho un libro y lo llevan a la pantalla. Y ahí nos ves diciendo: "¡Pero si esto no era así! ¡Pero si el chico no era tan feo (o tan guapo)!". Con las de Agatha Christie me pasa mucho. Y con esta no te digo, dan ganas de protestar y preguntar que quién les da derecho a destruir historias.
      Un abrazo muy grande.

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  9. Pompeyo Pérez Díaz18 de enero de 2024, 18:20

    Romy volvió al personaje en “Ludwig” de Visconti, muy diferente el enfoque. También hay una película reciente muy curiosa: “La emperatriz rebelde” (2022). Tenía sus palacios llenos de aparatos de gimnasia… el anarquista no tenía ni idea de a quién mataba (suele suceder).

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    1. Ya vi en Viena sus aparatos de gimnasia. Era un poco obsesiva con su cuerpo, la verdad.
      Romy llegó a odiar la versión edulcorada de su personaje, a pesar de que fue el que le dio la fama. Era muy jovencita cuando hizo la película, Karlheinz Böhm era 17 años mayor que ella.

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    2. Pompeyo Pérez Díaz20 de enero de 2024, 13:27

      En “Ludwig” la recrea de modo totalmente diferente, como una adulta.

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    3. Probablemente mucho más cercana esa recreación a su realidad que la que nos enseñaron. Debe ser muy difícil para una persona inteligente estar haciendo toda la vida un papel que los demás han elegido para ella. Se pasó la vida huyendo constantemente de él.

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  10. Las películas femeninas (con perdón) de mi niñez fueron por supuesto las de Sissi y las de Marisol
    Se nota que soy mayor que tú, Jane, porque yo completé sendos álbumes con estampitas. La palabra cromo no existía en mi vocabulario de entonces ;))
    Gracias por este breve retorno a la infancia
    P.D Aclaración: dije femeninas porque también me gustaban El Príncipe Valiente, Las Cuatro Plumas, Ivanhoe, las de indios y vaqueros...etc

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    1. No, no, yo también las completé con estampitas. Lo de "cromo" se me escapó, un lapsus que te agradezco que me corrijas. Por ahora sigo diciendo cotufas en vez de palomitas, arvejas y no guisantes, canelo y no marrón... pero alguna vez se me pega algo. :-D
      A Marisol también le he dedicado alguno de estos rollitos. Y las del príncipe Valiente e Ivanhoe me encantaron. Cuando las he vuelto a ver tienen ese encanto antiguo de tiempos en que el cine nos regalaba historias increíbles. Como si fuera la primera vez.
      Un abrazo, Arista.

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  11. Cuando era pequeña siempre idealizaba las relaciones de pareja.Sissi era un referente perfecto para mí. Sin embargo, la realidad de su vida era completamente diferente.
    Nos emocionaba la película ,e imitábamos delante del espejo, poses y vestidos de nuestras madres...Ni semejantes a Sissi, pero imaginación no nos faltaba.
    El álbum con los cromos, era fundamental y común entre las amigas...Que tiempos de inocencia y fantasía!!... Inolvidables!!

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    1. Los vestidos de Sissi no se parecían a los de nuestras madres. Mi imaginación iba más a los dibujos que a ponerme cosas de mayor. Pero cuando yo tenía 9 años se casó mi prima Carmita, que era guapísima, y el traje era, para mí entonces, digno de una emperatriz. Todo de encaje con cuello cisne y botoncitos de perla,,, ¡Una maravilla! Ese sí me lo probé delante del espejo. Fue, como dices, inolvidable.

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  12. Qué recuerdos. Yo también coleccionaba ésos cromos.
    Fué un boom social. La historia de Sissi, revolucionó a un montón de jóvenes que se enredaron en su hipnotísmo.
    Tenía un encanto y una luz especial, nuestra emperatriz Romy Schneider. La imagen que conocíamos de ésa famosa mujer cuya vida no fué precisamente de sueño.

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    1. No, en algo coincidían las dos, la emperatriz que nunca fue feliz y la intérprete de dulce sonrisa que tampoco lo fue. Nos enseñó esto a no fiarnos de las apaiencias, a ir más allá de lo que cuentan las noticias y a saber que no todo es de color de rosa. Pero también nos hicieron soñar.

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