lunes, 25 de noviembre de 2024

Algún día hablaré de mi abuelo


Mi abuelo (a la derecha) tomándose unos vinos en La Laguna

Algún día hablaré largo y tendido de mi abuelo Gabriel Duque Díaz. Fue un hombre interesantísimo, fundador y director de dos periódicos, uno en La Palma y otro en Cuba, poeta, carpintero, constructor de edificios y carreteras, buen delineante... Pero hoy voy a hablar de otra faceta de él, la de padre de familia numerosa (tuvo 7 hijos), gracias a un hallazgo inesperado que mi primo Pepe encontró entre los papeles de su padre: unas cuartillas de mi padre contándole a su hermano los recuerdos de su infancia. Su voz llega hasta mí a través de los años. Él y su padre son los protagonistas hoy:

"De mis recuerdos de familia, vamos a ver. Vivíamos en el primer piso de la Calle Alta frente a la Alameda de Los Sauces, en la esquina izquierda de la calle mirando hacia arriba. Me veo jugando con mi hermano Gabriel y mi hermana Lolita en unas acequias que conducían agua y que pasaban junto a la ferretería que mi padre tenía en la planta baja. Tendría yo unos 3 años más o menos, porque un poco más tarde Lolita enfermó y el Señor se la llevó. Sería por el año 1925. Mi padre trabajaba con mi abuelo Atilio en la carpintería instalada en La Lama, en la cual instalaron la maquinaria para la producción de energía eléctrica para dar luz al pueblo de Los Sauces que carecía de ella, y recuerdo que se inauguró con pleno éxito el 1 de enero de 1925, fecha que para siempre quedó grabada en mi mente.  Posteriormente, en años sucesivos, otra persona, un tal Pío, instaló otra planta de energía eléctrica, y de ahí nuestras disputas de pequeños, de que si la luz de papá era mejor que la luz de Pío, o al revés. Recuerdo perfectamente el día en que murió nuestra hermana Lolita, con la asistencia de mis abuelos y de mis tíos y tías en casa.

De esa época como nota sobresaliente están los Carnavales del año 26, 27 o 28, cuando me quedé casi ciego, con motivo de que mi hermano Gabriel y yo estábamos jugando al boliche en el pasillo de casa cuando mi madre salió de la cocina con una sartén de aceite hirviendo para servir no sé qué cosa para el almuerzo en la mesa del comedor, y al tropezar conmigo, todo el aceite se desparramó en mi cara. Otro de mis recuerdos de esos años fue cuando yo subí a un duraznero de nuestra huerta y me hinché a comer duraznos verdes, y al enterarse mi padre, me dio la primera y última y única paliza de mi vida y me condenó a que le entregara todos los boliches que tenía, con lo que me dejó inútil para el juego, lo que me dolió más que la paliza que me dio. A los 2 o 3 días los boliches volvieron a mí y todo quedó olvidado.

De ese tiempo recuerdo que la situación de mi padre fue decayendo. No sé por qué, la Carpintería y la luz fracasaron y unos pequeños negocios que mi padre tenía de importación de materiales de construcción, junto con sus primos hermanos de Santa Cruz de La Palma, también fracasaron. Papá se dedicó entonces a la construcción y solo recuerdo una casa de dos pisos que hizo cerca de La Verada, casi junto al Cuartel de la Guardia Civil, que por allí estaban entonces. No sé por qué, allá por el año 1928, nos mudamos a una casa con huerta en La Verada, y papá tuvo que emigrar a Tazacorte para construir un edificio que le encargó Don Pedro Gómez Acosta, importador y exportador, después del nacimiento en aquella nueva casa de nuestro nuevo hermano Pepe, el cual nos dio el disgusto de caerse a la acequia que pasaba frente a casa y hacerse una herida en la frente. No sé de qué forma pudimos arreglarnos con papá en Tazacorte, y recuerdo cuando tuvimos que decírselo telefónicamente. Yo creo que eso lo decidió a arreglar todo para que todos pudiésemos trasladarnos a la nueva casa que pudo prepararnos en Los Areneros, lugar entre Los Llanos y Tazacorte. Allí organizamos nuestra vida y era el año 1931 o 1932, años agitados por las ideas republicanas que se traslucían en nuestro Colegio de Tazacorte, ya que el maestro era comunista acérrimo.

Cuando papá terminó la casa de Don Pedro, situada al salir de Tazacorte camino de los Llanos, le encargaron el desmonte y trazado de la carretera desde la Plaza de Los Llanos hasta Puerto Naos, contratado por Don Mauricio Duque y su hermano Francisco, obra que duró desde finales del 33 o principios del 34 hasta casi los últimos meses del 35. Yo trabajé en dicha carretera, como ayudante de topógrafo o ayudante de herrero, incluso como peón, con el salario diario de 3,50 pesetas (mi padre ganaba 10 pesetas diarias). Antes de comenzar la construcción de la carretera a Puerto Naos, ya nos habíamos mudado de la casa de Los Areneros a otra casa situada en el sitio llamado "La Placeta" en la calle principal de Los Llanos, donde estuvimos hasta la finalización de los trabajos de la carretera, y de allí nos mudamos a la casa de Nazco, era ya el año 35.

Papá, no recuerdo de qué forma, se hizo dueño de un solar sito en Triana, barrio de Los Llanos, donde comenzamos a construir una casa llegando en su estructura a terminar paredes y techo; pero papá, sin trabajo por allí, consiguió la dirección de la construcción del Instituto sito junto a la Plaza de Santo Domingo en Santa Cruz de La Palma y nos tuvimos que mudar a una casa en La Portada de Santa Cruz de La Palma. Era en el mes de diciembre de 1935. Como no había dinero para pagar los alquileres atrasados de la casa de Nazco, nuestro padre saldó los mismos con la casa a medio ejecutar de Triana. La construcción del Instituto quedó paralizada durante la guerra civil española y a nuestro padre lo destinó la misma compañía constructiva a dirigir la construcción de la carretera a Hoya Fría en Santa Cruz de Tenerife, ya por los años 37 o 38. Establecidos ya en La Laguna, durante los años sucesivos mi padre actuó como contratista independiente en trabajos de roturación de terrenos y construcciones agrícolas, como estanques y construcciones de agua para terrenos, centrando sus actividades en Valle Guerra, Tejina, Bajamar y Punta del Hidalgo. Al decaer este tipo de trabajos, se dedicó a contratos oficiales, como la construcción de la carretera de La Cuesta a Valle Tabares y, al no conseguir nuevas obras de este tipo, sobre todo por falta de existencias de las mismas, sus ocupaciones se centraron en la dirección de la construcción de obras particulares en Santa Cruz de Tenerife, como Cafesa en Avenida Tres de Mayo y otras en la calle La Rosa o calle Los Campos.".

Hasta aquí algunos de los recuerdos de mi padre sobre el suyo. Me sorprende este abuelo trabajador, aventurero, nómada, que buscando mantener a su familia, se mudaba con ella, arramblando con todo, a donde pudiera haber mejores condiciones de trabajo. Cuento en esos 15 años desde el año 24 (año en que mi padre tenía 3 años) hasta el final de la guerra, 7 mudanzas, y eso que no se habla de los años anteriores en Cuba a donde también fue con toda la familia. Pero estoy segura, por los artículos que hablan de él sobre todo después de su muerte, de que en todos los sitios por los que pasó dejó huella. Alguna vez, sí, hablaré mucho más de mi abuelo Gabriel, el poeta que supo ver belleza en una vida dura.

42 comentarios:

  1. Recuerdo contar a mi hermana Charo esa historia. Muchas gracias prima, salud y besitos para todos

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    1. ¿Cuál de ellas, Carmelita? Están las de mi padre pequeño y medio mataperro (ese hartazgo de duraznos verdes...), la de las mudanzas, la de las carreteras que proyectaron, la de la falta de liquidez... Seguro que Charo conoció esa historia y muchas más. Qué pena que no pueda contárnoslas.
      Un abrazo grande.

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  2. Montse Martín Duque25 de noviembre de 2024, 17:25

    Que historia más bonita!! Me la guardo. Gracias Mari Lola!! Un abrazo!

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    1. Claro que sí, Mari Montse. Un día nos tenemos que reunir los primos para armar el tapiz de la vida de Papá Gabriel con lo que cada uno aporte. Seguro que tu madre, mi querida tía Nena, también te contó historias.
      Un abrazo grande.

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    1. La verdad es que mi abuelo fue una persona extraordinaria. Sin tener estudios universitarios, tenía una cultura enorme, fruto de su curiosidad y sus lecturas, y escribía muy bien. Lo de que algún día hablaré más de él es verdad. Tengo material suficiente para prologar un libro con sus poemas y contar cómo era. Y en este post me he parado a verlo como un padre de familia numerosa que vivió en una época muy dura y que supo sacar adelante a sus hijos a pesar de todo. Me produce ternura verlo pasar apuros.

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  4. Felicidades por ese maravilloso abuelo, emprendedor y luchador por el bienestar de su familia.

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    1. Gracias, Inés. Creo que debemos sentirnos orgullosos de él. Por más que en dos ocasiones casi no nacemos. Una, cuando a los 3 años que lo cogió un caballo y casi se muere. Y otra, de joven, que proclamó que nunca se casaría (delante de su futura esposa y de un grupo numeroso de amigos). Afortunadamente, lo del caballo no fue tan grave, y lo de que nunca se casaría seguramente era un farol que remedió mi abuela Lola. Y por eso, sus muchos descendientes lo admiramos y queremos.

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    2. Las más grandes fueron esas abuelas Lolas..,.que lucharon por las familias muchas veces en momentos muy difíciles.

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    3. Es verdad, Inés, muchas veces se cuenta la historia de los grandes hombres y se olvida el papel fundamental de las mujeres en la familia, más si esas mujeres son como era mi abuela Lola: callada, tímida, suave y delicada. Pero en el fondo fuerte. Siempre la vi serena y, en el fondo, tenía un sentido del humor vivificante.

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  5. Gracias💕ese señor es mi bisabuelo también💖

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    1. Pues no, Fini, Gabriel no fue tu bisabuelo, sino tu tío abuelo, hermano de tu abuela Nieves. Tu bisabuelo (y el mío) por esa línea se llamaba Atilio Duque (como mi padre) y se casó con Josefa Díaz (Mamá Pepa). Tuvieron un montón de hijos: Gabriel, Manrique, Francisco, Atilio, José, Nieves, Isabel e Israel. Tenemos afortunadamente una familia numerosa y somos muchos los descendientes de ellos.
      Un abrazo, Fini.

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    2. Claroo, yo me refería a Atilio Duque , del que habla tu abuelo Gabriel en la carta. Yo me sé todo , gracias a mi abuela Nieves Duque ,hermana de tu abuelo Gabriel, ella me contaba muchas historias de su familia en La Palma cuando estuve cinco años con ella ,en su casa, estudiando en L.a Laguna.

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    3. Ay, sí, era un placer estar con tu abuela Nieves y con la tía Isabel (sobre todo en sus partidas de parchís), cuando nos contaban historias de sus tiempos. Muchas tardes estuve con ellas en mis tiempos de universidad cuando me quedaba a comer en casa de la tía Isabel porque tenía clase dos días a la semana por la tarde. El Atilio que dices es papá Atilio, tu bisabuelo y el mío efectivamente.

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  6. Charo Borges Velázquez25 de noviembre de 2024, 17:29

    Interesantes historias, las de tu abuelo, Jane.
    Su vida y la de su familia, sin duda contribuyeron al progreso de las zonas por donde pasaron y vivieron.
    Es una pena que las biografías de estos pioneros no sean más conocidas y reconocidas. Te felicito porque tú estés contando la de D. Gabriel Duque y te agradezco que la compartas con todos nosotros.

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    1. Tengo el proyecto de escribir un libro sobre él, incluyendo sus poesías, sus relaciones con autores de la época, los periódicos que dirigió... Es una pena que muriera tan pronto ( a los 60 años), dejando sin publicar dos libros de poemas.
      Coincido contigo. Hay personas que merecen ser más conocidas por lo que significaron para la cultura canaria. E incluso en el aspecto laboral, muchas casas de La Palma fueron ideadas por mi abuelo. El Cine Sauces, por ejemplo, lleva su firma.

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    2. Charo Borges Velázquez29 de noviembre de 2024, 15:44

      ¡¡,Por fin...!! No dejes de hacerlo. Seré la primera que te lo compre.

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    3. La cosa puede ir para largo. Aunque tenemos el firme propósito algunos descendientes de reunirnos muy pronto a confrontar, juntar y comentar todo lo que tenemos de él: artículos, poemas, comentarios de escritores de su tiempo, testimonios, cartas... Ya se verá.

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  7. No cabe duda de que tu abuelo era un hombre tenaz que no se echaba para atrás fácilmente y como la tortuga llevaba la casa a cuestas

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    1. Fue una de las cosas que más me llamó la atención, la facilidad para liar el petate y arrancar con toda la familia. Yo me he mudado 3 veces en los 53 años que llevó casada y las recuerdo con horror. Y ellos en 15 años, hala, 7 veces con hijos y matules para otra casa y otro pueblo. A lo mejor es que iban ligeros de equipaje... Y eso que no cuento la ida a Cuba en donde estarían 3 o 4 años. Otros en esa época se iban solos a Cuba o Venezuela, a afrontar la emigración en soledad. Él no. Se fue con la mujer y un hijo pequeño y allí nació mi padre. Cuando éste tenía 8 meses, otra vez para La Palma. Era culo de mal asiento.

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  8. Ay, Mari! Qué genial el post de papá Gabriel! ¿Tienes las cuartillas escaneadas por un casual?

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    1. Las cuartillas las encontró Pepi entre los papeles de su padre. Se ve que este le pidió a su hermano que le contara cosas de su infancia. Le pediré una copia para que también las tengas.
      Sí que es genial encontrar algo de ellos, conocer que no solo son nombres, sino seres humanos con sus penas, alegrías, preocupaciones y problemas.

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  9. Siiiii,me encantó ❤️❤️❤️mira qué se mudaron de casas🤦‍♀️para sacar a la familia,gracias querida prima por compartir😘😘😘

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    1. Sí, Pepi me dijo que igual tenían alma de gitanos. Medio nómadas eran, la verdad. En La Laguna, donde tú viviste, estuvieron más tiempo.
      Un beso.

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  10. Mi prima, cómo estan todos , aqui leyendo tu blog, conociendo mas a mi familia de los Duque , ya que tu siempre eres la que nos cuenta como fueron nuestros abuelos y tios , Siempre tienes algo que contar , de esa forma sé más de mi familia por ti. Mi abuelo vino para Cuba con 17 años , mi padre Atilio si sabia mas de la familia de mi abuelo Pepe , pero nosotros los nietos sabemos poco , el vino muy joven y de polizón en un barco , el murió en 1970, fumaba mucho y los pulmones no aguantaron ,
    Gracias, mi prima, que te tenemos a ti para contar lo que vivieron nuestros antepasados
    Bueno, Isa, besos para tus hijos, nietos y esposo. Los quiero.

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    1. Tu abuelo Pepe, el polizón (mira que eran atrevidos, después nos extrañamos de los emigrantes indocumentados de ahora), era hermano de mi abuelo, mi tío abuelo. Creo que su madre nunca perdió la esperanza de que volviera. Hay muchas historias detrás de las vidas de cada uno. Por eso, por todo lo que pasaron, comprendo a los emigrantes de ahora. Cuando los veo, casi unos chiquillos, pienso en sus madres.
      Mi abuelo murió mucho antes que el tuyo, en 1952.
      Un abrazo grande, Mariselda.

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  11. Me encanta el relato, lo emprededor de tu abuelo... Mi abuelo Domingo Sicilia nació en Los Sauces, alli fue practicante ats. Tambien con su familia paseó por LaPalma trabajando. Luego sus hijos vinieron a Tenerife y él con todos, donde siguió atendiendo a sus enfermos ...

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    1. No les quedaba otra, Carmita, que ser emprendedores y tener imaginación, entereza y fuerza para salir adelante. Yo me siento muy orgullosa de ellos.
      Seguro que tu abuelo y el mío se conocieron. Los Sauces entonces era un pueblo pequeño.

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  12. Qué historia tan preciosa y qué bien contada. Además de un ejemplo de vida tan familiar y emprendedora.

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    1. Gracias, Carmen Luisa. Realmente quien la cuenta es mi padre. En esta ocasión yo soy solo su transcriptora. Y reconozco que fue un ejemplo para todos sus hijos y descendientes.

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  13. Gracias ,Isabel
    Muy interesante la crónica de cómo se vivía y luchaba en aquella época...
    Feliz semana.
    Un abrazo😘😘

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    1. En el fondo de la historia están las penurias de la época, las razones por las que mucha gente emigraba, la falta de oportunidades, la guerra civil... Recuerdo que mi padre (que fue aparejador y contratista de obras, siguiendo la estela familiar) se llegó a plantear lo de emigrar, dado que no se construía. Tiempos duros.
      Feliz semana para ti también y otro abrazo.

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  14. Enrique Vergara Duque29 de noviembre de 2024, 15:32

    Hola Isa...
    Tu abuelo Gabriel era sobrino de mi abuelo Estanislao Duque Batista, también carpintero, diseñador y constructor de múltiples casas repartidas en Santa Cruz de La Palma y en Los Llanos de Aridane. Se dedicó, igualmente, al trazado y construcción de vías e intervino especialmente en los puentes de algunos barrancos de la carretera que une Los Sauces con Santa Cruz de La Palma. Muchos de ellos están funcionando todavía pese al nuevo trazado. Mi madre recordaba que vivió de pequeña en Puntallana debido a los traslados obligatorios que tenían que hacer según el tramo de carretera que estaban acometiendo.
    Tengo entendido que tío y sobrino alguna vez fueron socios, creo que justo antes de trasladarse tu abuelo para Tenerife. Es una pena que no tengamos información al respecto. No conocí a mi abuelo porque murió en el año 1941, siete años antes de venir yo al mundo, cuando mi madre (María Nieves Duque Vidal, prima hermana de tu abuelo) tenía veinticinco años. Ella lo adoraba tanto que, en sus últimos momentos de vida, llamaba por él.
    Recuerdos...

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    1. Eran buenos constructores, así se merecieron el monográfico que El Día les dedicó el 2 de septiembre de 2002: "La familia Duque, maestros de obras y carpinteros de La Palma". No solo las carreteras, sino también muchas casas de La Palma y algunas de Tenerife las construyeron ellos. Mi hermano tiene la lista de muchas de ellas. En la última erupción, una de las casas a la que casi sepultó el volcán y luego se salvó la había construido mi abuelo. Recuerdos, como dices.

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  15. Qué bonito es recordar a los abuelos, sin ellos creo que una parte de nosotros no existiría. Los míos también fueron hombres de provecho. Ambos tuvieron su empresa de carpintería, lo que hoy sería una sucursal de IKEA y todos los laguneros acudían y se llevaban los muebles además ya montados y personalizados en algunos casos...ja ja ja
    El materno no se conformó y siguió con su carácter emprendedor abriendo el famoso molino de la calle de la Marina y compartía su tiempo entre el negocio y el ocio. Tiempo aquí y tiempo en Madrid cuando decidió formarse como tenor.
    Qué personaje también mi abuelo, que con diecinueve añitos, ya tenía empresa, matrimonio y una hija que iba a ser mi madre.
    Orgullosa también como tú de mis ancestros. Aún recuerdo las historias sobre sus rodillas y mi admiración a sus ilustres palabras.
    Para algunos vecinos sería un estirado. Para mí tan simplemente, mi cariñoso abuelo.

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    1. Es admirable que, además de sus ocupaciones, encontraran tiempo para otras facetas como esa de tenor de tu abuelo. Y qué precoz tu abuelo ¿no?
      Yo también me siento orgulloso de mi abuelo paterno. Murió en mi casa muy joven, pero yo lo quería mucho y siempre lo recuerdo.

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  16. Manuel Jesús Martín Martínez29 de noviembre de 2024, 15:40

    Hola Isabel ¿eres familia de Don Pedro Duque propietario de varias casas en calle La Rosa entre otras cosas me imagino? Yo vivi en una de ellas ..No 59.

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    1. Mi tío Pepe, que fue el que más se involucró en árboles genealógicos y en temas familiares, me decía que todos los Duques de La Palma descendían del mismo antepasado común. Pero claro, se han separado con el tiempo. No es familia Don Pedro Duque, por lo menos cercana.

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  17. María Antonia Castellanos29 de noviembre de 2024, 15:41

    Muy bonita e interesante la historia de su familia ,me gustó

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    1. Gracias, María Antonia. No estoy yo muy de acuerdo con Tolstói cuando en
      "Ana Karenina" empieza diciendo eso de "Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera". A mí me parece que lo que hace interesante una vida, una familia, es que en cada una hay felicidad e infelicidad, ratos buenos y ratos peores, y que cada una se salva a su manera.

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  18. Marilu Díaz Estrada29 de noviembre de 2024, 15:42

    Un tesoro tienes de tus dos abuelos, valientes para afrontar tiempos difíciles. En otro relato me gustaría saber la historia del tío que salió como polizón....que tiempos tan difíciles para ellos y sus hijos. Hoy puedes disfrutar de sus historias y plasmarlo en un libro. Estaremos a la espera. Un abrazo .

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    1. A ver si mi prima Mariselda, su nieta, me la cuenta algún día. La verdad es que un niño de 17 años embarcándose de polizón a la buena de Dios, da hasta miedo. Pero salió adelante. Sería interesante saber cómo.
      Un abrazo, Marilu.

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